Santidad de vida

Cuando decimos que las mujeres que consumen drogas para provocarse un aborto cometen un asesinato, y que tendrán que dar cuenta a Dios por le hecho, ¿contra qué principio faltan cuando cometen el asesinato? El feto en cuestión no pertenece a la persona que lo lleva en su vientre, ya que es creado y por esto es objeto del cuidado de Dios. Es a él a quien matan cuando ha comenzado a vivir. Por lo que no hay que dañar a un niño, porque los que lo hacen deben pagar por su asesinato. Es el caso del niño que ha sido criado para ser destruido.

El feto, aunque encerrado en el vientre de su madre, ya es un ser humano, y constituye un crimen monstruoso despojarlo de la vida que no ha comenzado a disfrutar todavía. Si nos parece más horrible matar a un hombre en su propia casa que en un campo, por cuanto su casa es su lugar de refugio más seguro, entonces debería de parecernos más atroz destruir a un feto en el vientre antes de que vea la luz del día.

Como el asesinato ha sido prohibido definitivamente, ni siquiera podemos destruir al feto en el vientre, mientras ese ser humano obtiene la sangre de otras partes del cuerpo para su sustento. Impedir un nacimiento no es más que cometer un homicidio rápido, no importa si se quita una vida que nace o se quita una vida por nacer. Es un ser humano por nacer, el fruto ya está en su semilla.