Trabajo

Also called: Carrera, Diligencia, Industria, Negocio, Ocupación
Labor u ocupación, sea ésta la forma primaria de sustento de una persona o no.

Top Bible Verses about Trabajo

Génesis 2.15

Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Read Génesis 2.15
Genesis 3:19

Génesis 3.17–19

Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Read Génesis 3.17–19
Psalm 127:1

Salmo 127.1

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Read Salmo 127.1

Proverbios 22.29

¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición. Read Proverbios 22.29

Eclesiastés 2.24

No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. Read Eclesiastés 2.24
Colossians 3:23

Colosenses 3.23–24

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Read Colosenses 3.23–24

2 Tesalonicenses 3.10–11

Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. Read 2 Tesalonicenses 3.10–11

Famous Christian Quotes About Trabajo, Carrera, Diligencia, Industria, Negocio, Ocupación

No tengas miedo de abnegarte

¿Tienes miedo a la pobreza? Cristo llama bienaventurados a los pobres. ¿El esfuerzo te asusta? Ningún atleta es coronado sin el sudor de su frente. ¿Estás ansioso por lo que respecta a los alimentos? La fe no teme la hambruna. ¿Le tienes miedo del terreno al descubierto, para tus miembros gastados con el ayuno? El Señor está a tu lado. ¿Te alejas de quien tiene la cabeza sucia y el cabello sin peinar? Cristo es la verdadera cabeza. ¿Te aterroriza la infinita soledad del desierto? En el Espíritu se puede caminar siempre en el paraíso. Basta con volver tus pensamientos allí y nunca más estarás en el desierto. ¿Está tu piel áspera y escamosa porque ya no te bañas? Aquel que ha sido lavado en Cristo, no necesita lavarse de nuevo. A todas tus objeciones, el apóstol da una breve respuesta: “Los sufrimientos del tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria” que ha de venir después de ellos, “que será revelada en nosotros”. Eres demasiado codicioso de placer, hermano, si lo que deseas es regocijarte con el mundo presente, y reinar con Cristo de aquí en adelante.

Jerónimo

El tiempo de la obra y de la agonía no son largos

Dios ha provisto esto también, que el tiempo del trabajo y del sufrimiento no debe ser prolongado por mucho tiempo, ni duradero, sino corto, por decirlo así, momentáneo. En esta corta y pequeña vida así deben ser el dolor y los trabajos. En la vida que es eterna se debe recibir la corona y la recompensa de los méritos; los trabajos deben llegar a su fin rápidamente, pero la recompensa por haber soportado las dificultades debe permanecer eternamente, y después de la oscuridad de este mundo ellos deben contemplar la luz más bella, y recibir una bendición mayor que la amargura de todas las pasiones.

Beda el Venerable

El buen y mal uso de los conocimientos

Algunos desean saber sólo por saber, eso es vulgar curiosidad. Otros lo desean para darse a conocer, eso es tonta vanidad.… Y otros desean saber para vender su ciencia, por ejemplo, para enriquecerse o recibir honores, eso es un negocio vergonzoso. Pero otros desean saber para edificar a los demás: eso es amor. Finalmente, otros desean saber para su edificación, y eso es prudencia. De todos estos grupos sólo los dos últimos son los que no son culpables de abusar de la sabiduría, pues sólo la desean para hacer el bien.

Bernardo de Claraval
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