La Misión de Jesús

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Introducción

¿Para qué vino Jesús a este mundo?
Es una pregunta muy importante porque tiene que ver con la identidad de Jesús.
Si Jesús solo vino a este mundo para dar un ejemplo, entonces no es más que un hombre ejemplar que puede ser imitado.
Si Jesús solo vino a este mundo para darnos consejos morales, entonces no es más que un filósofo o un pensador que nos ayuda a vivir una vida mejor.
Si Jesús solo vino a este mundo para sanar y expulsar demonios, entonces no es más que un médico por excelencia.
Es por eso que hoy queremos considerar Marcos 1:29-39 donde vamos a considerar:
El poder de Jesús para sanar
El poder de Jesús para expulsar demonios
La fuente del poder de Jesús
La misión principal de Jesús

I. El poder de Jesús para sanar y expulsar demonios

En Marcos 1:21 vemos que Jesús entra a la sinagoga en Capernaúm.
Mark 1:21 NBLA
Entraron* en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar.
Es el día de reposo (sábado).
En ese día predicó en la sinagoga y expulso un demonio que se había apoderado de un pobre hombre.
Ahora, la escena cambia, pero sigue siendo el día de reposo:
Mark 1:29 NBLA
Inmediatamente después de haber salido de la sinagoga, fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.
Jesús va a casa de Simón y Andrés, acompañado de sus otros dos discípulos.
Es el mismo día, el día de reposo (sábado) cuando esto sucede.
Así que concluimos que Simón y Andrés vivían juntos en la misma casa y que ambos eran de Capernaúm.
Jacobo y Juan seguramente eran de Capernaúm, pero no vivían en esta casa. Solo estaban acompañando a Jesús.
Pero, al llegar a la casa de Pedro, vemos una escena de extrema urgencia.
Mark 1:30 NBLA
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y enseguida hablaron* a Jesús de ella.
La suegra de Pedro estaba “en cama con fiebre” y se lo hicieron saber rápidamente a Jesús.
Para nosotros una fiebre es algo que se puede tratar con Tylenol o paracetamol.
Pero, en el mundo antiguo donde no había acceso a estos medicamentos, tener una fiebre era algo grave.
La fiebre es un síntoma de que el cuerpo está luchando contra una infección.
Por tanto, en el mundo antiguo cuando una persona tenía fiebre, era algo preocupante ya que el cuerpo estaba siendo atacado por un virus o bacteria.
Al no tener acceso a un antibiótico o antivirales, el prognosis de una persona con fiebre no era muy alentador.
Es como la escena de la película “Contagio”. Es una película donde un virus está atacando a la población mundial.
De pronto hay una escena donde uno de los médicos comienza a tener síntomas de tos y fiebre.
Todos sabemos lo que va a ocurrir - este médico va a morir.
Así que en el mundo antiguo, había gran temor cuando una persona estaba siendo atacada por una fiebre.
Por tanto, cuando entra Jesús al hogar le dejan saber que la suegra de pedro esta postrada en cama con fiebre.
Está agotada, deshidratada, sin fuerzas, cansada, con los labios secos, con escalofríos. Es una escena muy triste.
Veamos lo que Jesús hace enseguida:
Mark 1:31 NBLA
Él se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía.
Jesús no teme a lo que le pueda pasar.
Jesús se le acerca y la toma de la mano.
Jesús está violando las recomendaciones del CDC con respecto a la sana distancia.
Todos deberían salir del cuarto hasta que muera o se recupere.
Todos están arriesgando sus vidas al estar respirando el mismo aire.
No se sabe si es una infección que se transmite por fluidos/líquidos corporal o por vía aérea.
Pero Jesús no le tiene temor a la enfermedad.
Toma a la mujer de la mano y la fiebre la deja.
Jesús con tan solo tocarla ha expulsado la infección/la fiebre.
Aquí vemos que Jesús en verdad no tiene autoridad solo sobre los demonios sino que demuestra tener autoridad sobre la enfermedad.
A la orden de Jesús sale la enfermedad.
A la orden de Jesús el cuerpo queda libre de cualquier infección que lo pueda estar atacando.
Ahora, notemos lo que es verdaderamente una sanidad divina.
Aquí estamos siendo testigos de un milagro, estamos mirando lo que es la sanidad divina genuina.
Muchos hemos visto predicadores que dicen “Hay una persona que tiene dolor de cabeza y en estos momentos se les está quitando.”
Otros dicen, “Si alguien tiene un brazo más corto, hoy vamos a orar que el brazo crezca.”
Otros le piden que siembre con fe una semilla de $1,000 a su ministerio para que reciba su milagro.
Nada de esto es sanidad divina. Es charlatanería.
Lo que vemos en esta escena en la vida de Jesús es la verdadera manifestación de la sanidad divina.
Sabemos que es una restauración total porque nos dice Marcos “la fiebre la dejó; y ella les servía”.
No necesitó la mujer tiempo para recuperarse, no necesitó beber agua para hidratarse, no necesitó comer algo primero para recuperar energías.
El milagro fue completo, total, y evidente a todos que la mujer había sido sanada.
El Dios eterno, en la persona de Jesús, ha venido para sanar y restaurar la salud de esta pobre mujer.
Amados hermanos, esta es la razón por la cual acudimos a Jesús en momentos de enfermedad.
Acudimos a él porque sabemos que él tiene el poder de restaurar nuestra salud completamente.
Esto no quiere decir que siempre va a ser la voluntad de Dios sanarnos.
Hay ocasiones en que lo va a hacer - sanará al enfermo y lo restaurará completamente.
Hay ocasiones en que su voluntad no será sanarnos sino darnos la fortaleza para seguir adelante a pesar de la enfermedad.
Pero, al final de cuentas, todos seremos librados de dolor y enfermedad en la resurrección donde tendremos un cuerpo incorruptible / transformado.
Así que la fama de Jesús comenzó a extenderse.
Mark 1:32–33 NBLA
A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados. Toda la ciudad se había amontonado a la puerta.
La gente al oír que había expulsado un demonio en la sinagoga de Capernaúm y ahora que había sanado a la suegra de Pedro, ha venido con sus enfermos.
Notemos que Marcos menciona que ya se había puesto el sol, cuando la gente de Capernaúm comienza a traer a sus enfermos y endemoniados.
Este detalles es importante porque según la ley de los judíos era prohibido levantar cargas pesadas en el día de reposo.
Pues ahora que ha se ha puesto el solo pueden cargar a sus seres queridos afligidos por enfermedad o por un demonio, sin temor de quebrantar la ley de los judíos.
Es posible que comienzan a tocar a la puerta de la casa de Pedro.
Salen y ven que parece que ha venido la ciudad entera.
Todo mundo está allí con sus seres queridos afligidos.
Hay muchas personas que les es difícil ir a un hospital.
Dicen, “no me gusta ir por allí solo hay enfermos”.
De pronto vamos a un hospital y vemos gente en silla de ruedas, otros con rostros pálidos, otros haciendo gestos por el dolor que sienten, otros sudando / con escalofríos, etc.
Es algo difícil ver el dolor y sufrimiento de la gente, pero es mucho más difícil estar viviendo esa situación.
Así que Jesús ahora tiene delante de él a todos los enfermos y endemoniados de Capernaúm.
Todos han venido al hacedor de milagros para que sus seres queridos puedan recibir alivio de su aflicción.
¿Qué hará Jesús?
Mark 1:34 NBLA
Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era Él.
Jesús tuvo misericordia y comenzó a sanar diversas enfermedades y a expulsar los demonios.
Sano enfermedades de toda clase (renales, estomacales, respiratorias, nerviosas, mentales, etc.)
Al igual expulsó demonios de gente que estaba siendo atormentada.
Es interesante que Jesús no les permitió que hablaran.
Seguramente iban a hablar igual que el demonio de la sinagoga de Capernaúm.
Nuevamente Jesús se resiste a que los demonios proclamen su identidad y recibir fama a través de ellos.
Vemos aquí el cumplimiento de Isaias 61:1.
Isaiah 61:1 NBLA
El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, Porque me ha ungido el Señor Para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, Para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros;
El poder de Dios ha venido a invadir el mundo de tinieblas y opresión.
Dios está moviendo derribando el reino de Satanás y sus demonios.

II. La fuente del poder de Jesús

Ese día fue un día de mucho trabajo.
Por la mañana había estado en la sinagoga predicando y expulsó un demonio.
Por la tarde estuvo en casa de Pedro y sanó a la suegra de Pedro.
Luego al ponerse el solo estuvo sanando toda clase de enfermedades y expulsando demonios.
Fue un día realmente agotador.
Fue actividad continua sin tiempo para tomar un descanso.
Era tanta la necesidad de la gente que Jesús estuvo obrando en uno tras otro tras otro.
Veamos ahora lo que hace Jesús:
Mark 1:35 NBLA
Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.
Jesús se apartó de la multitud.
Se fue a un lugar solitario.
Estuvo alejado del lugar donde hizo tanto bien - para orar.
Estuvo orando al Padre.
Aquí vemos la prioridad que Jesús dio a la oración.
Era natural que después de un día de tanto trabajo, de tan gran demostración del poder de Dios, de tanto agotamiento, ahora el hijo de Dios recurre al Padre para encontrar fortaleza.
El Hijo de Dios encuentra su refugio en su Padre amado porque gran tarea le espera.
La aplicación para nosotros es obvia.
Si el Hijo de Dios tuvo la necesidad de orar, cuanto más nosotros que somos humanos débiles, frágiles, faltos, pecadores.
Si el Hijo de Dios entendió que en oración encontraría fortaleza y dirección, cuanto más nosotros.

III. La misión principal de Jesús

Tal vez está amaneciendo.
Los discípulos están buscando a Jesús.
Tal vez han llegado más personas que han escuchado que Jesús está sanando y haciendo milagros.
Mark 1:37 NBLA
Lo encontraron y le dijeron*: «Todos te buscan»
Los discípulos han encontrado a Jesús y le hacen saber que la gente lo está buscando.
¿Cómo es posible que se haya retirado habiendo tanta necesidad en el pueblo?
Pero veamos la respuesta sorprendente del maestro.
Mark 1:38–39 NBLA
Jesús les respondió*: «Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique también allí, porque para eso he venido». Y fue por toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando demonios.
Jesús dice que es el momento de partir.
Tienen que ir a los pueblos vecinos.
¿Para qué?
Para predicar alli, porque para eso ha venido.
Es aquí donde Jesús hace clara su misión.
Es aquí donde se aclara su objetivo.
Es aquí donde los discípulos tenemos que entender porque vino Jesús al mundo.
Jesús vino para predicar el mensaje de salvación.
Jesús vino para predicar las buenas nuevas del evangelio.
Jesús vino para mostrar el camino hacía Dios.
Jesús vino para explicar como un ser humano pecador (digno del castigo de Dios) puede ser reconciliado con Dios.
Lamentablemente la humanidad no quiere aceptar que esta es la misión de principal de Jesús y por consiguiente la misión de la iglesia.
Todos quieren ver a Jesús como el sanador - el que quita sus dolencias y enfermedades.
Todos quieren ver a un Jesús que los libra de la opresión de los demonios, de sus temores, de sus terrores.
Todos quiere ver a un Jesús milagroso que les concede favor y les da respuesta a sus oraciones.
Pero, nadie quiere ser confrontado por Jesús cuando dice:
Tu eres un pecador, has fallado contra Dios, estás bajo la condenación de Dios, pero yo he venido a morir en la cruz para morir por tus pecados.
…pero, para ser salvo tienes que reconocer que eres un pecador.
Jesús nos da a entender que el hombre puede ser sanado, puede ser librado de un demonio, pero si no acepta el mensaje va a ser condenado.
Jesús no quiere solo sanar cuerpos y librar al hombre de los demonios - Jesús quiere salvar nuestra alma, perdonar nuestros pecados, librarnos de la condenación.
Jesús sabe perfectamente a lo que ha venido - ha venida a predicar el mensaje de arrepentimiento y salvación.
Es el hombre que está buscando en Jesús otra cosa.
Es el hombre que está buscando de Jesús solo un milagro - pero no está buscando como obtener paz para con Dios.
Para eso ha venido Jesús:
Mark 1:39 NBLA
Y fue por toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando demonios.
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