Perfectos en Unidad
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La Biblia de las Américas Capítulo 17
20 Mas no ruego solo por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21 para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno:
23 yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidada, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.
24 Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoyb, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
25 Oh Padre justo, aunque el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste.
26 Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.
Una fábula de Esopo que cuenta de cuatro toros que estaban amenazados por un león de tal suerte que éstos se vieron obligados a emplear una técnica defensiva incuestionable: cada vez que el rey de la selva rondaba cerca con aviesa intención de atacar, los cuatro toros pegaban literalmente sus posaderas formando un círculo infranqueable de afilados cuernos. Cansado de derrotas, el león optó por dialogar con uno de los toros, diciéndole que el resto de sus compañeros le criticaban. La gota de la discordia hizo su efecto inmediato, pronto fueron distanciándose unos de otros y creyeron que sobrevivirían independientemente; resultado el león fue merendándose uno por uno a los toros. La estrategia se llama «divide y vencerás» y en palabras bíblicas: sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. (1 P. 5:8).
En esta misma línea Juan Cortez expresó que “…hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos”
Según la Real Academia Española [de aquí en adelante RAE] y la mayoría de diccionarios y enciclopedias en español, concluyen que el término unidad –del latín unĭtas, -ātis– puede significar: “Propiedad de todo ser, en virtud de la cual no puede dividirse sin que su esencia se destruya o altere”.
La unidad, no debe confundirsse con la coexistencia de otros seres, y además la exclusión de los que no opinan igual a nosotros
Como cuerpo de Cristo, la Iglesia es un organismo vivo que no permanece en su estado originario, sino que se desarrolla con mismo proposito
¿Por qué hay, pues, contiendas e iras y disensiones y facciones y guerra entre vosotros? ¿No tenemos un solo Dios y un Cristo y un Espíritu de gracia que fue derramado sobre nosotros?
Pongamos como ejemplo nuestro propio cuerpo.
La unidad de los cristianos con Cristo se traduce por la unidad de los cristianos entre sí, unidad de la Iglesia.
estéis íntimamente unidos a él como la Iglesia lo está con Jesucristo y como Jesucristo lo está con el Padre, para que todas las cosas puedan estar armonizadas en unidad”
Lameta es llegar al estado restaurado en esa unidad prometida por el Señor Jesús en su oración a Dios Padre, en nombre de sus discípulos (Jn. 17:20–23). Esto es confirmado por el lenguaje del apóstol Pablo: ‘Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios’ (Ef. 4:13). De acuerdo con esto el apóstol nos exhorta: ‘Que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer’ (1 Co. 1:10),
Tertuliano expresó: “Dónde están los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, allí se encuentra la Iglesia, la cual es el cuerpo de los tres”. La Iglesia no es solamente el cuerpo de Cristo, sino también la imagen terrena de la unidad divina.
Comentario de la Biblia Matthew Henry (CAPÍTULO XVII)
la manera de convencer al mundo al mundo de la verdad que predicamos y de la excelencia de nuestra doctrina la encontraremos en una verdadera comunión con Dios y sus santos.
Aquel que predica la verdad ama a Dios, ama a su hermano y no compromete la integridad de la misma para defender su opinion propia.
La verdad es una, pero las opiniones son muchas. La verdad nos unifica con El Padre y el Hijo, mientras las diferencias de opiniones traen controversias y separacion.
¿Cuáles son las características de esta unidad por la que oró Jesús?
(1) la redención del hombre, que es la glorificación del Padre y del Hijo. En un sentido muy real aquellos que son lavados en la sangre son uno, por el único sacrificio perfecto (He. 10:12–14).
(2) Es una unidad que resulta en santidad o perfección. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad (23). El participio perfecto aquí representa una perfección realizada en términos de una meta o propósito establecido. Strachan dice que el valor de esta unidad “está en proporción con la influencia y presencia del Espíritu que toma posesión de los corazones de los hombres. Yo en ellos, y tú en mí. Tan sólo el tamaño y la extensión de la iglesia no impresionarán al mundo. Esta unidad interior expresándose en un mensaje y misión comunes será lo único que haga impacto sobre el mundo”. Esta unidad debe ser una demostración de amor agape, de modo que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado (23).
(3) Es una unidad repleta de esperanza—esperanza para el futuro, esperanza para el hombre, la esperanza de que alguna vez, en algún lugar, y de alguna manera aquellos que me has dado… también ellos estén conmigo.
(4) Querer hacer la Voluntad del PAdre. Bernard comenta: “En este momento de exaltación espiritual, el clímax de la consagración de Sí mismo a la muerte, para coincidir con la voluntad del Padre y decir thelo (yo quiero).”