Sermon Tone Analysis

Introducción:

La realidad de la oposición

Al aprender a edificar juntos, enfrentaremos la oposición.

Muchos enfrentamos la oposición de forma diferente… quizás eres de la personas que se acobardan y les paraliza, quizás te mueve pero bajas la cabeza y sigues, quizás eres la persona que busca la oposición...

Estamos entrando en una nueva etapa como iglesia.

Una etapa de enfoque reavivado, enfoque en el Señor Jesús, enfoque en la Palabra de Dios, enfoque en los demás y enfoque en el evangelismo.

Como seguro, a medida que reavivamos nuestro enfoque, enfrentaremos la oposición del enemigo.

Satanás no nos permitirá hacer una gran obra para Dios sin oponerse a nosotros.

Puedes estar seguro de que serás atacado.

Satanás nos odia porque odia a Dios.

“La oposición no es solo una evidencia de que Dios está bendiciendo, sino que también es una oportunidad para que crezcamos” (Warren Wiersbe, Nehemiah).

“Dios tuvo un Hijo sin pecado, pero nunca tuvo un hijo sin prueba” (Charles Spurgeon en Wiersbe, Nehemiah).

Esta sección del libro de Nehemías trata con la oposición.

Veremos los diferentes lugares del que viene esa oposición en estas próximas semanas, pero hoy veremos la oposición que viene desde afuera.

Cada creyente puede vencer la oposición al practicar las reacciones piadosas a la oposición que vemos en el pasaje de hoy.

Ante la Oposición: Ora, vs: 1-6.

La oposición buscará ridiculizar, Neh.

4:1-3.

La reacción enfurecida de Sanballat, vs: 1-2.

El enojo extremo cuando alguno busca el bienestar del pueblo de Dios demuestra el motivo de su corazón.

Su burla del pueblo de Dios viene de su rencor hacia ellos, quizás aún, hacia su Dios.

Es muy probable que el bienestar de Jerusalén era contrario a sus propios intereses personales.

Su burla se enfocaba en lo pequeño y débil que era el pueblo en comparación con el tamaño del proyecto planificado.

Era gritar a sus oídos: “¡Es imposible, nunca lo vas a lograr!” “¡No eres nadie para hacer algo tan grande!”

La reacción burladora de Tobías, vs: 3.

Lo acompañaba en la presencia del ejército de Samaria, el cual intenta hacer sentir incapaz al pueblo en Jerusalén.

Su burla era el equivalente de “Aún si llegas a hacerlo, ¡nunca te va a durar!”

La oración busca la justicia de Dios, Neh.

4:4-5.

Su oración reactivo demuestra su dependencia en el Señor.

Su oración fue lo que se llama una oración imprecatoria.

Nehemías veía que la obra de reconstruir los muros era una obra de Dios, entonces, los que lo oponían, se oponían al Señor.

En su oración no está pidiendo calamidades sobre sus enemigos, sino que está pidiendo que Dios haga Su justicia.

El interés mayor es la justicia de Dios en todo.

La acción del pueblo: Siguieron edificando, Neh.

4:6.

Ilustración: Ante la Oposición- Ora

Jorge Mueller, misionero a Inglaterra, fundó un orfanato a mediados de siglo 19, que a través de los años hospedó a unos 10 mil niños.

Él nunca cobraba y no recibían ayuda del gobierno, pero nunca les faltaba.

Su reacción a cada necesidad era la oración.

“Jorge oró y le pidió a Dios que le proporcionara un edificio, personas que lo supervisaran, muebles y dinero para comida y ropa.

Dios contestó sus oraciones.

Las necesidades del orfanato fueron satisfechas cada día.

A veces, una persona adinerada enviaba una gran cantidad de dinero, o un niño daba una pequeña cantidad recibida como regalo o por hacer las tareas del hogar.

Muchas veces la comida, los suministros o el dinero llegaban en el último minuto, pero Dios siempre proveyó sin que Jorge le dijera a nadie sobre sus necesidades.

Él sólo oró y esperó en Dios.”

"Los niños están vestidos y listos para ir a la escuela.

Pero no hay comida para ellos", informó a Jorge Mueller la encargada del orfanato.

Jorge le pidió que llevara a los 300 niños al comedor y los sentara en las mesas.

Dio gracias a Dios por la comida y esperó.

Jorge sabía que Dios proveería comida para los niños como siempre lo hacía.

En cuestión de minutos, un panadero llamó a la puerta.

"Sr.

Mueller", dijo, "anoche no pude dormir.

De alguna manera sabía que necesitaría pan esta mañana.

Me levanté y horneé tres lotes para usted.

Aquí se lo traigo".

Pronto, hubo otro golpe en la puerta.

Era el lechero.

Su carrito se había averiado frente al orfanato.

La leche se echaría a perder para cuando se arreglara la rueda.

Le preguntó a Jorge si le vendría bien un poco de leche gratis.

Jorge sonrió cuando el lechero trajo diez latas grandes de leche.

Fue suficiente para los 300 niños sedientos.

— https://www.christianity.com/church/church-history/church-history-for-kids/george-mueller-orphanages-built-by-prayer-11634869.html

Aplicación: Ante la Oposición- Ora

El cristiano enfrenta este mismo tipo de burla.

Es el patrón del mundo incrédulo, ridiculizar la obra de Dios.

Goliat se burló de David en 1 Sam.

17:42-43.

La multitud se burló de Cristo en su juicio y mientras colgaba en la cruz, Luc.

22:63-65; 23:35-37.

Lucas 22:63–65; 23:35-37 (RVR60)

Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?

Y decían otras muchas cosas injuriándole… Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.

Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

Aún los heroes de la fe mencionados en Hebreos tuvieron que padecer burla, Heb.

11:36.

Al final, Dios es el que se mofa del burlador, Sal.

2:4.

“La preocupación es una conversación que tienes contigo mismo acerca de cosas que no puedes cambiar.

La oración es una conversación con Dios acerca de lo que Él sí puede cambiar”.—

Desconocido.

Ante la Oposición: Anima, vs: 7-15.

La oposición buscará desanimar, Neh.

4:7-8, 10-12.

Nehemías 4:7–8, 10-12 (RVR60)

Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho; y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño… Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.

Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra.

Pero sucedió que cuando venían los judíos que habitaban entre ellos, nos decían hasta diez veces: De todos los lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros.

Los enemigos del pueblo de Dios aumentaron su estrategia desde hacerles burla hasta intimidarlos, vs: 7-8.

Quizás los planes del enemigo que conspiraron se hicieron conocer entre los murmullos del pueblo, o por palabra de los comerciantes de la región.

La reacción del pueblo evidencia que ellos escucharon de la conspiración del enemigo.

La intimidación de los enemigos afuera hizo que el pueblo se frustrara con su presente situación, vs: 10.

Vieron aún mayor su debilidad, la cantidad del trabajo que les quedaba por hacer.

Estaban agobiados y preocupados, y sólo habían completado la mitad del muro.

Su fatiga daba lugar a su desánimo.

Empezaron a creerle a sus opositores, que no eran capaces de completar la obra.

El desánimo vino por medio de aquellos cercanos a ellos, vs: 11-12.

Hubieron muchos ayudando quienes venían desde la afueras de Jerusalén, y traían malas noticias.

Amenazas de los enemigos seguían intensificando.

Era un informe constante.

La frase hasta diez veces resalta el hecho que las malas noticias de la amenaza del enemigo en la bocas de los que venían para ayudar era algo constante.

El ánimo se encuentra en el temor de Dios, Neh.

4:9, 13-14.

Nehemías 4:9, 13-14 (RVR60)

Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche… Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos.

Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.

Nehemías no descarta la amenaza, sino que une a las familias, preparándoles para una pelea, y les anima a pelear por lo que les era importante.