El Pastor y el orgullo

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Notes

Transcript

Filipenses 2:1-11

2 Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, 2 hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito.

3 No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, 4 no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.

5 Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Introducción

I. El deseo de Pablo (v.1-2)

Pablo empieza este pasaje diciendo: “Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión,” Pablo utiliza un tono condicional no porque se esté realmente preguntando si esas cosas existen en la iglesia de Filipos, sino para que los Filipenses consideren si esas cualidades son evidentes en su vida.

Y si esas cualidades están presentes, entonces le pide a los Filipenses que hagan completo su gozo. ¿Cómo pueden los Filipenses completar su gozo? Viviendo de una manera que refleje la unidad y el amor de Cristo.

Pablo entiende la importancia de la unidad en el cuerpo de Cristo. La unidad del cuerpo de Cristo no es crítica solo para el buen funcionamiento de la iglesia local, sino es también muy importante para la misión de la iglesia de Cristo en el evangelio.

La unidad de la iglesia no solo era importante para Pablo, sino Jesucristo mismo en su oración sacerdotal en Juan 17 oró al Padre específicamente por la unidad de los suyos.

Vean que el deseo de Pablo es que como la iglesia de Jesucristo: seamos del mismo sentir, conservemos el mismo amor, estemos unidos en espíritu y estemos dedicados a un mismo propósito.

Todo eso sería muy fácil si no fuera por un pequeño detalle, y es que la iglesia de Jesucristo está llena de pecadores. Sí, pecadores redimidos, pero que aún están en el proceso de santificación. Y cómo pecadores, si escarbamos la montaña de pecado que existe en nuestras vidas, al fondo vamos a encontrar siempre el orgullo.

Ahora, cuando digo que la iglesia está llena de pecadores, no me refiero solamente a los pecadores sentados en las sillas de la congregación, sino también me refiero a los pecadores que están detrás del púlpito.

Desafortunadamente como dice Paul Tripp “el día de hoy hay demasiado orgullo detrás del púlpito. Hay mucho orgullo en la clase del seminario. Hay mucho orgullo en el staff de la iglesia. Es una de las razones por las que existe tanto conflicto relacional en la iglesia. Es la razón por la que muy seguido somos mejores guardianes de la teología que voceros del evangelio humildes y cuidadosos.”

Ahora les digo esto no desde una posición de perfección ni de una posición de juicio, sino les digo esto porque yo también encuentro seguido en mi corazón este orgullo terrible que tiene el potencial de herir y destruir.

Desafortunadamente, el orgullo es como un cancer recurrente que cuando piensas que ya lo tienes bajo control aparece de otra forma en tu vida.

Hermanos, como pastores, es nuestra responsabilidad mantener la unidad en nuestras iglesias y modelar el amor de Cristo. Pero Pablo sabe que eso no es fácil, y en los siguientes versos nos va recordad de la manera en la que este orgullo destructivo se presenta en la vida de la iglesia.

II.Las raíces del orgullo en la vida de pastor. (v.3-4)

Aquí, Pablo nos da tres ejemplos de cómo el orgullo se manifiesta en la vida del creyente: el egoísmo, la vanagloria y el interés propio.

Y esta noche quiero que hablemos de las maneras sutiles de cómo se manifiestan en la vida del pastor si no tenemos cuidado.

Egoísmo:

Buscamos ser servidos en lugar de servir

Le robamos a nuestros hermanos la oportunidad de servir

Vemos a otras iglesias o líderes como competencia

No compartimos los recursos que Dios nos ha dado con otras iglesias

La Vanagloria:

Buscamos impresionar al hombre en lugar de ser impresionados por Dios

Nos presentamos como heroes o la solución de un problema

Somos muy rápidos para hablar y lentos para escuchar

Pensamos que somos indispensables

Nos robamos la gloria de Dios

Pensamos que no necesitamos el cuidado que ofrecemos a los miembros

Cuando utilizamos nuestra precisión teológica como arma para herir a otros

Buscar nuestros propios intereses:

Vemos nuestro ministerio como una plataforma personal.

Cuando malusamos nuestro tiempo

Otras manifestaciones del orgullo en la vida del pastor:

Cuando confiamos demasiado de nosotros mismo

humildad falsa

manipulación

Cuando no aceptamos corrección

Cuando descontamos a otros miembros del cuerpo por desacuerdos en temas no-primarios.

Quotes:

There is no pride so insidious and yet so powerful as the pride of orthodoxy.

A. W. Tozer

1127Better to lose your pride than to lose your soul! Why be damned for pride’s sake? Why carry your head so high that it must be cut off? Why feed your pride on your soul’s blood? Surely there is cheaper stuff than that for pride to drink!—7.216

Charles Spurgeon

Boasting is the voice of pride in the heart of the strong. Self-pity is the voice of pride in the heart of the weak.