Participando de la Cena del Senor | 1 Corintios 11:17-34

Cena del Senor   •  Sermon  •  Submitted
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Intro. En la Iglesia MEFC participamos de la Cena del Senor el primer domingo del mes.
Participar de la Cena del Senor es algo precioso. Es una de las dos ordenanzas que el Senor Jesus dio para que su iglesia participe. A lo largo de mi tiempo como pastor en esta congregación he observado que algunos creyentes no participan de la Cena del Senor.
Yo pienso que unas de las razones por lo cual no lo hacen es por lo que Pablo escribe en 1 Corintios 11:27-32
1 Cor 11:27-32 “27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. 28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa. 29 Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena. 30 Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto. 31 Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría; 32 pero si nos juzga el Señor, nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.”
La advertencia de Pablo es severa, “Si tomas la Cena del Senor de manera indigna va a suceder lo siguiente:
Seras culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre de Cristo
Seras juzgado y disciplinado por Dios
Existe la posibilidad de enfermarte o morir
Por lo tanto muchos concluyen que es mejor no participar ya que es algo muy riesgoso.
Participar de la Cena del Senor es una bendicion muy hermosa la cual tiene muchos beneficios. Pero tambien debemos estar conscientes que la Cena del Senor pudiera ser danina si lo hacemos de manera indigna.
¿Que significa tomar la cena del Senor del manera indigna?
¿Que significa tomar la cena del Senor de manera digna?
Ante de reponder a estas dos preguntas es importante establecer lo siguiente:

Nadie puede acercarse a Dios en base a sus propios meritos

La cena del Senor no se trata de mi. La cena del Senor se trata del Senor. Por eso se llama la Cena DEL Senor.
Exodo 12: La Pascua
v. 11, Moises da instrucciones de como comer la cena de la pascua. “Coman el cordero de este modo… Se trata de la Pascua del Senor.”
v.14. La Pascua es algo que debe conmemorarse porque “Es una fiesta en honor del Senor.”
v.26 Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa para ustedes esta ceremonia?”, 27 les responderán: “Este sacrificio es la Pascua del Señor, que en Egipto pasó de largo por las casas israelitas. Hirió de muerte a los egipcios, pero a nuestras familias les salvó la vida.” »
La forma como Dios salvo a su pueblo no fue en base de sus propios meritos. La Pascua y la Cena del Senor nos recuerda esta simple verdad: Nadie puede acercarse a Dios por sus propios meritos. Todos somos pecadores que merecen el justo juicio de Dios .
Por eso Dios tuvo que proveer un cordero para ser sacrificado y proveer salvacion
Ex 12:12-13 “12 »Esa misma noche pasaré por todo Egipto y heriré de muerte a todos los primogénitos, tanto de personas como de animales, y ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. 13 La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así, cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora.”
Jn 1:29 “29 Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”
1 Cor 5:7-8 “7 Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado. 8 Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad.”
1 Pet 1:18-19 “18 Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, 19 sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto.”
¿por que es sumamente importante entender que yo no puedo acercarme a Dios basado en mis propios meritos?
Porque existe una tentacion al momento de auto-examinacion. Pablo declara en 1 Co 11:28 “28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.”
La tentación de la que estoy hablando es de auto-examinarnos para ver si soy digno de poder participar de la Cena del Senor. Comenzamos a evaluar nuestro comportamiento de los dias anteriores. Como si fuera una boleta de calificaciones:
Enojo: ¿Pude controlar mi enojo esta semana?
Palabras: ¿dije alguna palabra hiriente? ¿como fue mi lenguage con mis companeros de trabajo?
Lujuria: ¿tuve algun pensamiento de lujuria acerca de alguien que no es mi esposa/esposo?
Mentiras, ¿Dije alguna mentira a alguien? ¿Hubo informacion que escondi?
Oracion, ¿Fui consistente en mi vida de oracion esta semana?
Lectura Biblica, “¿Lei mi Biblia por lo menos 5x esta semana?
Asistencia a la iglesia: “mejor no pregunte”
Al final de la auto-examinacion llegamos a una de dos conclusiones:
En base a mis meritos y mi comportamiento SI voy a participar de la Cena del Senor
O
En base a mis meritos y mi comportamiento NO voy a participar de la Cena del Senor
¿Puedes ver el problema con esto? La Cena del Senor ya no se trata del Senor. Ahora la Cena del Senor se trata de mi y mis meritos.
Y esto acarrea preguntas mucho mas dificificeles de contestar:
¿Cuan bueno tengo que ser para poder participar de la Cena del Senor?
¿Por cuantos dias?
Esto es algo totalmente subjetivo porque la decision de tomar o no tomar la Cena del Senor va a depender de como me sienta y como me sienta va a depender la la “boleta de calificacion.”
Esta era la oracion del Fariseo,
Luke 18:11-12 “11 El fariseo se puso a orar consigo mismo: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres—ladrones, malhechores, adúlteros—ni mucho menos como ese recaudador de impuestos. 12 Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que recibo.””
Luke 18:13 “13 En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!””
Dios proveyo un sustituto para que podamos acercarnos a El a pesar de que no somos dignos. El es nuestra esperanza.
Aquí está la clave: nadie puede acercarse a Dios por mérito propio. Nadie es digno. Nadie es perfecto. Todos tenemos que reconocer nuestro pecado e indignidad. El cristiano más maduro, el que tuvo una semana espléndida en su vida espiritual, no fue perfecto, y no puede acercarse a Dios por mérito propio. Mateo Bixby
Por lo tanto tenemos que hacer una diferencia entre examinarnos para asegurarnos que estamos participando de la cena del Senor de una manera digna y examinarnos para ver si somos dignos.
La Cena del Senor es para personas indignas para ser tomada de manera digna.

¿Qué significa participar la Cena del Senor de una manera indigna?

1. Es tomar el pan y la copa con un corazón insensible hacia el pecado.
Es una actitud de “no me importa” hacia el pecado.
No hay una disposicion de quebrantamiento y arrepentimiento hacia el pecado.
No hay intencion de dejar ese pecado. “Seguire haciendo lo que me da la gana.”
2. Es tomar el pan y la copa creyendo que mi comportamiento bueno me da el derecho de participar.
Tomamos indignamente cuando menospreciamos la gravedad del pecado y la magnitud de la cruz de Cristo. Cristo murió porque nadie es digno. Todos necesitamos el cuerpo molido y la sangre derramada de Cristo. Mateo Bixby

¿Qué significa tomar dignamente?

1. Debo reconocer que no soy digno de participar de la Cena del Senor por mis propios meritos.
La Cena del Senor es para personas indignas para ser tomada de manera digna.
En la Biblia solo encuentro a una persona que es llamada digno.
Apocalipsis 5:12 dice, “Digno es el Cordero.” Su nombre es Jesus.
Por otro lado, yo soy indigno porque soy pecador. Y aunque hora soy un pecador salvo por gracia nunca sere lo suficientemente bueno para participar del pan y de la copa.
Yo no puedo venir a la mesa en base en mis propios meritos.
Es cierto que puedo serle fiel a Dios y hacer buenas cosas. Es cierto que puedo tener una racha de meses en donde estoy caminando fielmente con Dios y busco fielmente de Dios pero ni aun esas “temporadas buenas” son suficiente. Nunca sere suficiente porque no soy perfecto.
¿Sabes quien es suficiente? Jesucristo. Jesucristo basta.
Esto me lleva a lo siguiente.
2. Debo aferrarme a la obra de Cristo.
¿Sabes porque voy a participar confiadamente del pan y de la copa? Porque aunque no soy digno, hay alguien quien pago por mis pecados.
Rev 5:9 “9 Y [los cuatro seres vivientes y los ancianos] entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.”
Puedo acercarme confiadamente a la mesa porque Cristo fue sacrificado. El murio por mis pecados. El pago la deuda y quito la verguenza y la culpabilidad.
Rom 5:1 “1 En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
Rom 8:1 “1 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús,”
Este es el corazon del evangelio: Cristo hizo la obra.
1 Cor 15:1-4 “1 Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. 2 Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. 3 Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, 4 que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras,”
El himno, “Me dice el Salvador” lo pone de esta menera: Todo debo a Él, Pues ya lo pagó. De las manchas del pecar, Cuál nieve me lavó.
La Cena del Senor me recuerda que no hay lugar para mi orgullo. No tengo de que jactarme exepto en le cruz de mi Salvador.
3. Debo confesar mis pecados que Dios me muestra
Una oracion hermosa y poderosa es aquella que dice, “Examiname, oh Dios.”
Psalm 139:23-24 “23 Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. 24 Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.”
La Cena del Senor es una oportunidad para orar, reflexionar y examinarnos. Es una oportunidad para reconocer y confesar nuestro pecado y recibir el perdon de Dios y ser limpiados con la sangre de su Hijo Jesucristo.
La Cena del Senor es una oportunidad para declarar, “necesito a Cristo.”
La siguiente ocasión que vayas a tomar de la Santa Cena, evalúa tu vida, pero no para ver si tienes mérito suficiente que te permita participar de ella, sino para reconocer tu indignidad, confesar tus pecados, y confiar en la obra del Cordero de Dios que quita tus pecados.
La Santa Cena no tiene como propósito imponer culpa sobre nosotros, sino dirigir nuestra atención a la maravillosa obra de Cristo, la cual nos hace dignos de tomar de ella y acercarnos a un Dios perfectamente santo. ¡Que la maravillosa gracia y misericordia de Dios nos motive a la santidad! Mateo Bixby
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