LA LEY DE MOISÉS EN LA EDAD EVANGÉLICA
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Escuela General para el Sábado 14/Enero/2023
Objetivo:
Comprobar que las leyes de Dios, dadas a Moisés, están vigentes en esta edad evangélica.
Lectura Bíblica
Mat 5:17-20
17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir. 18 Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. 19 De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Versículo para memorizar:
17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir.
Material Exegético
La ley de los diez mandamientos, y otras más, fueron dadas desde antes de que los hijos de Israel llegaran al monte Sinaí, pues son leyes que guardaron sus padres, Abraham, Isaac y Jacob Gen 26:5
Los israelitas que nacieron en Egipto, durante todo el tiempo en que estuvieron esclavos, no observaron estas leyes, pues las olvidaron o incluso no las conocían. Por esta razón fue necesario que, al sacarlos de la tierra de Egipto, nuestro Dios les hiciera conocer sus leyes para que pudieran observarlas (Neh 9:9-14 y Eze 20:20-12). Tomemos en cuenta que las leyes que conocían los hijos de Israel que salieron de Egipto, eran las que sus padres practicaban, pero estas no eran las leyes y ordenanzas de Dios, sino las de los egipcios (Ezequiel 20:18-20).
Cincuenta días después de haber salido Israel de Egipto, Dios les da a conocer las leyes en el monte Sinaí. Moisés recibió las tablas del pacto, las leyes y estatutos, para que el pueblo los pusiera por obra ( Deut 4:12-14). Estas leyes fueron conocidas y observadas por Israel, desde que las recibieron hasta que fueron llevados cautivos a Babilonia, en donde no las pudieron observar, por estar bajo el yugo de los babilonios. No obstante, al regresar nuevamente a Jerusalém volvieron a observarlas (Es 3:1-5 y Neh 8:1-12).
Cuando vino nuestro Señor Jesucristo, las leyes de Moisés eran observadas por el pueblo Judío, tanto así que el maestro dijo: "... Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos: Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras: porque dicen, y no hacen." ( Mat 23:1-3).
Esas leyes no fueron revocadas por el Señor, más bien su vida y sus enseñanzas se enfocaron en cumplirlas y enaltecerlas, pues fue hecho súbdito a la ley, ( Mat 5:17 y Gal 4:4). Además, siendo el hijo de Dios, Jesucristo no pudo haberlas anulado o modificado, debido a que la anulación de una ley o su modificación es una atribución de los magistrados y legisladores, y Cristo no era ni lo uno ni lo otro. Jesucristo vino como Salvador y Rededor, y justo esa fue la razón por la que no condenó a la mujer pecadora, ya que eso solo le correspondía exclusivamente a los jueces y magistrados (Joh 8:3-11).
Al recomendar al mancebo que debía guardar la ley, para obtener la vida eterna, el Señor Jesús nos dejó evidencia de que ÉL no vino a suprimir la ley, (Mat 19:16-19). Por otra parte, nos podemos dar cuenta de que, en la época evangélica, es decir, entre el año 30 y 60 E. C., los Judíos que creyeron en Jesús como el Cristo eran celadores de la ley; incluso el mismo apóstol Pablo, de quien en ocasiones se dice que estaba en contra de la ley de Moisés, era un fiel observador de esta, (Act 21:20-24, 26,27).
¿Por qué entonces Pablo, en sus cartas, parece que habla en contra de la ley Mosaica? El apóstol nos indica que hoy en día es imposible cumplir algunas partes de la ley, sobre todo aquellas que se tenían que realizar en el templo; en consecuencia, como gentiles, se tenía prohibido el acceso a ese lugar sagrado (Act 21:27-29). En el libro de los Hechos de los apóstoles podemos ver que Pablo fue aprehendido porque se creía que había contaminado el templo al entrar en este acompañado de gentiles. Debido a esta ineludible prohibición, se ordenó que los gentiles debían guardar aquellas cosas que no exigían la intervención del sacerdote, ni el ofrecer sacrificios, ni que tuviera que ver con el templo; pero la ley de Moisés, como hemos visto, estaba vigente.
Cuestionario
¿Desde cuándo existen los diez mandamientos? Gen 2:1,2, 4:11-13 , 26:5
¿Para qué llevó Dios al pueblo de Israel al monte Sinaí? Neh 9:9-14 y Eze 20:10-12
¿El pueblo de Israel guardó el pacto que hizo con Dios? Deut 4:12-14
¿Qué leyes guardaba el pueblo en el tiempo de Jesús? Mat 23:1-3
¿Jesús vino a abrogar estas leyes? San Mat 5:17,18
Indique una prueba de que Jesús no abrogó estas leyes. Mat 19:16-19
¿Cuál era la posición de la iglesia primitiva con respecto a la ley de Moisés? Act 21:20-24