Esmirna: Temor a Sufrir
Notes
Transcript
Introducción:
Introducción:
Situación:
Acercándote a la charla de un grupo de amigos/compañeros, escuchándoles reírse de una anécdota que uno de ellos está contando, con expresiones como “¿Cómo pueden creer eso?” y “Están todos locos”, “¿Te imaginas vivir así?”.
Al acercarte un poco y reírte con ellos más por la risa de los demás que por entender la conversación, comienzas a prestar atención.
Te das cuenta que uno está contando de su encuentro con un cristiano el día anterior, y se están burlando de todo creyente.
Y ahora te mira el que ha estado contando su anécdota, “Y vos no sos uno de esos cristianos locos, ¿verdad?
¿Qué haces en ese momento? ¿Cuál es tu reacción? Entiendes que, si afirmas tu fe, serás ya uno objeto de burla, quizás el trato de tus compañeros afecte negativamente tu trabajo, quizás ya no serás aceptado entre el grupos de amigos, quizás hablen mal de ti, quizás aún se lleve a una golpiza— eres uno y ellos son varios. ¿Qué haces?
La posibilidad de sufrir— sea la falta de aceptación entre amigos, que piensen mal de ti, la falta de trabajo, o aún el daño físico— pueden ser causas que el creyente tenga para esconder su luz. Son causas de temor, y temor a sufrir de alguna manera.
Esto nos hace sentir un poco de los que estaban sintiendo los cristianos en la ciudad de Esmirna.
2° peligro: Temor a Sufrir
Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Cada creyente puede glorificar al Señor en los padecimientos piadosos al prestar atención a las partes del mensaje de Cristo a la iglesia de Esmirna.
La Aprobación de Cristo
La Aprobación de Cristo
Apocalipsis 2:8–9a (RVR60)
Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)…
El Cristo que habla. Vemos un elemento de la descripción inicial repetida:
El primero y el último-
Esta descripción se enfoca en la eterna deidad de Jesús. Jesús es el Eterno Dios.
Es una descripción dada de Dios en Is. 44:6.
Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
No sólo es eterno, sino Cristo también es soberano sobre toda la historia. Él es la primera autoridad y Él que tendrá la última palabra. El tiempo mismo está en Sus manos.
El que estuvo muerto y vivió-
Mientras que la descripción anterior indica su autoridad sobre el tiempo, esta descripción revela su autoridad sobre la vida misma.
Mientras que la primera descripción indica Su soberanía sobre la historia, esta descripción apunta Su participación personal en la historia.
Por sobretodo, esta descripción hace la referencia a la conquista de Cristo sobre la muerte.
Por Su victoria sobre la muerte, el creyente no tiene que temer la muerte, porque no es el final, 1 Cor. 15:17-18, 20.
1 Corintios 15:17–18, 20 (RVR60)
y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron… Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Esto es una verdad fundamentalmente necesaria para la iglesia de Esmirna por lo que están, y estarán atravesando.
La iglesia al que habla.
La ciudad de Esmirna:
A unos 65 kms al norte de Éfeso, la ciudad de Esmirna (hoy Izmar, Turquía) fue la capital de la provincia romana, conocida como la “primera de las hermosuras de Asia”.
De hecho, fue famosa por su hermosura, riqueza, y buenos vinos.
Un filósofo griego Apolonio de Tiana comentó como “el Monte Pagus fue hermosamente coronada con un círculo de edificios públicos”.
La situación de la iglesia.
Su tribulación ante del imperio romano.
En el año 29 d.C., hubo una competencia entre 11 ciudades por el derecho de construir un templo al emperador Tiberio. La ciudad de Esmirna fue victoriosa y llegó a ser el guardián del templo de la adoración al emperador romano.
Todos los que vivían bajo el imperio romano debían adorar al emperador, expresando su compromiso a él con las palabras “César es el Señor”.
Los únicos exentos de este requisito eran los judíos, quienes eran monoteístas. El imperio romano quería gobernar sobre ellos, sin embargo, no querían entrar en conflicto con ellos, por ende, les dejaban practicar su religión mientras que no hicieran ningún alboroto.
Su tribulación de parte de los judíos.
Los cristianos no eran exentos a la adoración al emperador debido a que los judíos no veían a los cristianos como parte de su religión, y hacían una gran distinción.
Los judíos mismos denunciaban a los cristianos ante las autoridades romanas. Incluso justo antes de la escritura de Apocalipsis, los judíos escribieron lo que llaman el Birkhat haMinim “Maldición a Ellos (Herejes)”, intentando excluir los cristianos judíos entrada a las sinagogas, denunciándolos como herejes.
Esta persecución fue intensificada por el emperador en ese tiempo, Domiciano, quién fue un hombre increíblemente cruel. Este emperador fue quién exilió el apóstol Juan a la isla de Patmos.
Una de las acusaciones contra los cristianos en ese tiempo era denunciarlos como “ateos”, no porque no creían en Dios, sino que no creían que el emperador romano era un dios.
Su pobreza material.
Otro efecto que sufrieron estos cristianos en Esmirna como consecuencia de su fe era la pobreza material.
Mientras Esmirna era una ciudad conocida por su gran riqueza y comercio, los cristianos no pudieron disfrutar de esa prosperidad económica.
Esto fue debido a que el comercio de los diferentes rubros fue altamente controlado por los gremios. Al ser una sociedad intrínsecamente religiosa, la membresía en estos gremios requería del sacrificio a los dioses falsos de la región.
Al negarse los cristianos a participar en ofrecer sacrificios y adorar a estos dioses paganos, se les negó la entrada a los gremios, por ende, no tuvieron acceso a la prosperidad económica general de la ciudad.
Cristo les afirma que el hecho de su pobreza material no demanda una pobreza espiritual. Al contrario, son verdaderamente ricos porque son ricos en lo que importa a Dios. Resalta varios principios bíblicos importantes en cuanto a lo material:
La vida no consiste en los bienes que uno posee, Luc. 12:15.
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Las riquezas materiales son inciertas, mejor es poner la esperanza en el Señor y ser rico en buenas obras, 1 Tim. 6:17-18.
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
La riqueza material no perdurará, pero el humilde que es rico en fe hereda el reino de los cielos, Mat. 5:3; Sant. 2:5.
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
El evangelio da al creyente riqueza espiritual de la gracia de Dios, 2 Cor. 8:9; Ef. 2:7.
Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Ilustración: La Aprobación de Cristo.
los que se oponen y rechazan el cristianismo se van a oponer y nos van a perseguir. No sólo dirán que estamos equivocados; dirán que somos intolerantes, peligrosos y malvados. Nos calumniarán como antiderechos, antidiversidad, [homofóbicos], antiinclusión y antiintolerancia. Podemos anticipar efectos económicos, restricciones gubernamentales y ostracismo social. Con el tiempo, es probable que experimentemos persecuciones más severas e incluso el encarcelamiento. Por supuesto, esto ya es cierto para los seguidores de Cristo en [varias partes del] mundo, y está llegando [más cerca].
Aplicación: La Aprobación de Cristo.
La Acusación de Cristo
La Acusación de Cristo
Apocalipsis 2:9b (RVR60)
… y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
Esta acusación no es a la iglesia de Esmirna, sino a los judíos de la ciudad.
Hoy entendemos por las Escrituras que la fe en Cristo es la culminación del judaísmo, no lo veían así en ese tiempo.
Veían a los cristianos como enemigos del judaísmo y herejes contra la ley de Dios.
La acusación en la frase con respecto a los judíos es doble: no son judíos reales y están sirviendo al adversario.
No son judíos reales.
Esencialmente, el judío que no acepta a Jesús como su Mesías prometido, se está perdiendo de lo que verdaderamente le hace judío.
Esto no fue una acusación anti-judía, pues ambos Jesús y Juan eran judíos.
La Biblia enseña que los cristianos no-judíos (gentiles) han sido concedidos un lugar a la mesa, una participación en la promesa de la salvación que Dios inició con los judíos, Jn. 4:22; Rom. 1:16; Rom. 11:17-18.
Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
Aún hay promesas para la nación de Israel, pero es la fe en Cristo lo que hace que uno sea realmente judío, Rom. 2:28-29; Gál. 3:7.
Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.
De hecho, Jesús recrimina bastante ferozmente a los fariseos en ser descendientes del diablo por lo que hacen, Jn. 8:44.
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
El cristianismo no se desprendió del judaísmo, sino que el judaísmo llega a su culminación pleno en Cristo.
Sirviendo al adversario.
Hubo una sinagoga judía en Esmirna, pero no servía al Dios Todopoderoso que decían adorar, servían al adversario Satanás.
La denuncia de los judíos a los cristianos como de malhechores era blasfemia porque clasificaba la obra de Dios en Cristo como algo malo e injusto cuando era lo más justo y recto que existía.
Esta acusación era dirigida al judaísmo institucional del día, lo cual llegó a ser una gran oposición al Cristianismo, tal como la iglesia católica se oponía y perseguía a los reformadores y primeros grupos bautistas (los “rebautizadores” o anabautistas).
En los evangelios, vemos que Jesús tuvo más oposición de los líderes religiosos judíos que de cualquier otra autoridad, Jn. 5:18; 10:31.
Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?
Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
En sus viajes, Pablo era acosado por judíos buscando deshacer su ministerio, Hch. 13:50; 14:2, 19; 18:12; 21:27-28.
Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites.
Mas los judíos que no creían excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal,
Pero cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano, dando voces: ¡Varones israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar.
Según la historia eclesiástica, en el año 155 d.C., los judíos en Esmirna participaron en la traición que llevó a Policarpo, el pastor de la iglesia cristiana en la ciudad, a su martirio.
Ilustración: La Acusación de Cristo.
Aplicación: La Acusación de Cristo.
La Amonestación de Cristo
La Amonestación de Cristo
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
El ánimo de Cristo:
Les dice que no tienen que temer lo que padecerán, y puede hacer eso porque Él es el que estuvo muerto y vivió. O sea, Él venció a la muerte, el mas grande enemigo físico.
La recompensa por ser fiel hasta aún la muerte es la corona de la vida, una recompensa prometida, Sant. 1:12.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
La advertencia de Cristo:
Cristo advierte que la persecución vendrá. Su padecimiento venidero es algo seguro, sin embargo, es temporal.
Los diez días podrían ser literalmente diez días de intensa persecución, diez períodos de persecución, la brevedad del tiempo, o el número que simboliza un tiempo de prueba (tal cómo el número 7 indica la plenitud de algo, el número diez puede ser usado para la prueba de alguien (aludiendo a Dan. 1:14).
Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días.
El punto es que el tiempo de su persecución era medido, no interminable. Debían soportar por un tiempo. Este tiempo de prueba podría incluir la cárcel, la tortura, y la muerte misma.
La historia cuenta que las persecuciones oficiales a los cristianos en la región bajo el imperio romano duraron hasta casi mediados del cuarto siglo, unos 250 años bajo los diferentes emperadores. Los peores fueron Nerón, quién no sólo los arrojó al coliseo para ser devorados por bestias salvajes, sino que los usó como antorchas humanas para alumbrar la ruta principal; y Diocleciano, quién ordenó la “Gran Persecución”, conocida como la última y más sangrienta de todas.
El mensaje final a todo creyente, vs: 11.
Preste atención al mensaje al iglesia de Esmirna:
La persecución, no la prosperidad, es un acompañante a la fe en Cristo.
Dependiendo del lugar en el mundo, puede llevarse acabo de diferentes formas.
En algunos lugares (como China y Corea del Norte), la persecución viene oficialmente por el mismo gobierno humano.
En otros (como India y Pakistan) viene de forma cultural, pues el cristianismo es contracultural a la religión del país, y aunque hablen de libertad de culto, la sociedad aún trata severamente con los que se convierten a Cristo o intentan convertir a otros.
En otros lugares, (Argentina y las Américas) viene por el lado social, en que hay burla de parte de amigos y familia, desprecio por dejar la religión tradicional de la familia, y aún antagonismo verbal por aquellos quienes lo consideran locura o intolerante.
Cristo enseña que el motivo por la persecución es porque sus discípulos no son del mundo, por eso el mundo se opone, Jn. 15:19.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
El padecer por Cristo trae bendición del Señor, Mat. 5:11-12, 1 Ped. 3:14.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,
Cristo es glorificado al padecer por Él, 1 Ped. 2:21; 4:12-14.
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
La victoria en Cristo ha derrotado la muerte final.
El cristiano no tiene que temer porque su fe en Cristo lo ha hecho partícipe de la victoria de Cristo. Ya es vencedor, Rom. 8:37.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
La segunda muerte es la separación eterna de Dios en los que la misma carta de Apocalipsis llama el Lago de Fuego, Ap. 20:14-15.
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Aún si el cristiano sufre tan terrible padecimiento por Cristo que se enfrenta a la muerta física, no tiene que temer la muerte eterna. Puede entonces enfrentar cualquier padecimiento por Cristo con la esperanza de la vida eterna que le espera, Rom. 8:18.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
En ninguna parte promete el Nuevo Testamento la liberación del sufrimiento en esta vida; de hecho, sin la cruz no habrá corona. Pero lo que Dios sí garantiza es que, aunque la Iglesia sufra incluso la muerte del cuerpo, no sufrirá la muerte del alma.— Michael Wilcock, The Message of Revelation.
Ilustración: La Amonestación de Cristo.
Alguien que se aferró a esta promesa de la corona de la vida fue Policarpo, obispo de Esmirna. Alrededor del año 155, unos 60 años después de que esta carta fue escrita, las autoridades gobernantes le indicaron a Policarpo que se postrara ante César y renunciara a Cristo. Policarpo respondió: «Durante 86 años he sido su siervo, y Él no ha errado en mi contra. ¿Cómo puedo blasfemar a mi Rey, quien me salvó?». Entonces el procónsul amenazó a Policarpo con bestias salvajes y fuego. Una vez más, Policarpo respondió: «Me amenazas con un fuego que arde solo brevemente y después de un corto
tiempo se apaga, porque ignoras el fuego del juicio venidero y el castigo eterno, que está reservado para los impíos —luego añadió—: ¿Pero por qué tardas? Ven, haz lo que quieras».
("Martirio de Policarpo", Primeros Padres de la Iglesia, 150-55)
Aplicación: La Amonestación de Cristo.
El mensaje, por tanto, es que [la iglesia] no debe ser temerosa, sino fiel: no mirar al sufrimiento, sino más allá, al Dios que todo lo controla.— Michael Wilcock, The Message of Revelation.