CAMBIOS RADICALES. zoe. 26-11-22

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Pastor: Jhonatan Rodriguez Fecha: 26-11-2022 Ocasión: Noche evangelística- Zoé
UN VERDADERO CAMBIO RADICAL
TEXTO BÍBLICO: Lucas 15:18-24
INTRODUCCIÓN:
Todos en algún momento hemos realizado cambios, transiciones o hemos reemplazado algo en nuestra vida. Quizá decidimos cambiarnos de trabajo, de ciudad, de instituto u universidad, etc cambios que no son tan difíciles realizarlos y que muchas veces son necesarios.
Pero, hoy no quiero hablarte de este tipo de cambios que son transitorios en la vida, sino aspectos del corazón, que probablemente has intentado cambiarlos, pero se te ha sido imposible. Por ejemplo…
Muchos desean cambiar su actitud y control frente a las finanzas, porque la mala administración los ha llevado a grandes deudas y frustraciones.
Otros desean ser más estables con sus emociones, porque quizás esto lo ha conducido a ser vulnerables a dejarse engañar o ser esclavo de una relación que les traído sufrimiento.
Otros desean dejar los vicios que los ha conducido a problemas familiares, económicos o emocionales.
También están los que viven mintiendo, estafando, cometiendo una diversidad de faltas. Muchas veces los escuchamos decir: No voy a mentir más, será la última vez que veo pornografía, será la última vez que estafo, será la última vez que me emborracho, será la ultima vez que me endeudo, pero en su intento de cambiar fracasan.
Sabes, la biblia, la Palabra de Dios a estas prácticas lo llama: PECADO y el pecado te esclaviza, te ciega. Jesús lo dijo: “… De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan 8:34 b)
¿Puedes darte cuenta? Puede existir el interés de querer soltar, dejar o cambiar esa situación de tu vida, pero lo que te impide hacerlo es el pecado. El pecado habita en tu interior, en tu corazón. El Señor Jesús lo va a decir:
Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre…” (Mateo 15:18-20)
¿Notas? Cuan terrible es esto, el pecado está dentro de ti, y eso es lo que te incapacita para abandonar o soltar tu esclavitud en la que vives. Tu dirás: Pastor, entonces que ¿hago para poder cambiar? ¿Qué hago para ser libre de esta condición en la que me encuentro? he ido a charlas motivacionales, he visitado psicólogos, mis padres me han aconsejado, he leído diversos libros y artículos acerca del poder de uno mismo para el cambio, pero, a la verdad por momentos me sentí bien, pero luego volví a lo mismo.
Mira, déjame contarte una historia, es una parábola narrada por Jesús, la parábola del hijo prodigo, y la intención de Jesús con esta historia es enseñar una verdad espiritual, contada a través de una ilustración terrenal. Esta historia representa la condición de el hombre caído, aquel que ha rechazo a Dios, aquel que vive en dependencia en sí mismo, aquel vive dominado por el pecado, pero a la vez nos traza el camino, nos orienta a un cambio radical, a un cambio profundo, un cambio de corazón. La pregunta entonces es: ¿Qué encontramos en esta historia? ¿Qué consideraciones nos muestra para el cambio? Esta historia nos muestra 6 aspectos que nos guiaran a un cambio radical.
1.LA AUTOSUFICIENCIA:
La historia trata de un Padre, en la cual tenía dos hijos rebeldes. Uno de ellos, el menor se revela y le pide su padre su herencia. El texto va a decir: También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada…” (Cap.15:11-13 a)
Una razón evidente para esta petición de parte del hijo es que estaba cansado de obedecer a su padre. El no esta de acuerdo con la sujeción, él no se sentía cómodo vivir bajo las reglas de su hogar. Y esto muestra su autosufiencia. El deseaba ser independiente, no depender de nadie…El procuraba alcanzar una falsa libertad.
Al igual que este hijo rebelde, así es la actitud del hombre frente con Dios. El ser humano rechaza la idea de que Dios gobierne sobre El. Para las personas ser libres es hacer lo que ellos les parezca.
Además, la autosufiencia de este hijo lo condujo a no confiar en la administración del padre frente las finanzas en el hogar:…Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde... (vs 12)
Para el nadie mejor que él, pensaba, para ocuparse de los bienes que le correspondían. La arrogancia es una forma bien notable del carácter del hijo menor. Tenía una opinión más alta de sí mismo, que la que debía tener. ¿Notas? Este hijo era arrogante, orgulloso, tenía alto concepto de sí mismo.
Este hijo rebelde no tardó mucho tiempo en poner en marcha su plan de independencia personal, mira lo que va a decir el texto: No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada…” (vs.13 a) ¿Notas? Este hijo rebelde se fue, junto todo y se fue lejos. No le importo nada.
Mi amigo, hermano…Ten en cuenta que el que camina en esta vida sin considerar a Dios, toma su propio rumbo y no intenta acercarse a Dios, sino huye como Adán lo hizo luego de haber pecado (Gn. 3:8). Así enseña también Isaías, al decir que todos los caminos del hombre lo alejan de Dios (Is. 53:6). El hombre es un ser alejado de Dios.
La Biblia puntualiza esa verdad: "Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había alguno ... que buscara a Dios" (Sal. 14:2).
El ser humano huye del Dios santo. Así Adán no buscó a Dios para confesar su fracaso y restaurar la relación rota por el pecado, hizo lo contrario, esconderse de Él.
¿Te das cuenta? Ser autosuficiente nunca lleva a nada bueno. Nunca habrá un cambio radical. Nunca podrás dejar ese vicio (de la pornografía, la fornicación, de vivir mintiendo para quedar bien delante de todos) porque en vez de buscar la solución en Dios, mantendrás tu distancia de Él e intentaras buscar tus propias salidas, tus propios métodos, porque siempre creerás que tienes la solución a todo, te creerás más sabio incluso que el mismo Dios
Lo segundo que vemos en esta historia:
2.LA MISERIA:
La autosuficiencia del pecador siempre lo va a conducir a una miseria total. Mira lo que va a decir el texto: …y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. (Capitulo 15: 13 b-16)
Este hijo malgasto todos los bienes que recibió de su padre. ¿Sabes? Así también el hombre que vive lejos de Dios ha malgastado los bienes que recibió de Dios. El Señor nos da una familia, hijos, recursos, un buen trabajo, una buena esposa (o), nos dio habilidades, una identidad, pero tristemente lo desperdiciamos de una manera indigna y no lo valoramos. Vivimos en los placeres del mundo y nos gozamos en ello. (dañamos nuestro cuerpo, nuestras habilidades lo invertimos en asuntos pervertidos)
Lo que llama la atención es que su manera vil de vivir de este hijo rebelde fue temporal, el hambre llego, la necesidad llego, la miseria se hizo presente. El texto dice:Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.” (vs 14)
¿Te das cuenta? Deleitarse en el pecado es temporal, disfrutar de los placeres que ofrece es efímero, la Palabra de Dios, va a decir: “…que gozar de los deleites temporales del pecado.” (hebreos 11:25 b)
A esta condición, este hijo rebelde no tuvo más opción que buscar un lugar a donde arrimarse y buscar trabajo. Mira lo que dice en el verso: “Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos”. (vs 15).
Este trabajo consistía en apacentar cerdos. Este trabajo, era el más degradante especialmente para un judío, era como pastorear cerdos. ¿Puedes notar? El pecado te humilla, te deshonra, te oprime.
Y no solo, eso fue tanta su necesidad que “Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.” (Vs.16) El deseaba calmar el hambre, pero ¿Acaso le daba repugnancia comer las algarrobas con que se alimentaban los cerdos? ¡No! Esta puntualización hace notar la extrema necesidad a que se veía sometido.
Qué triste realidad, de la opulencia al hambre y de la libertad a la esclavitud. Así es también la experiencia de aquel que decide dar la espalda a Dios.
Rechazamos la vida abundante que Jesús nos da, rechazamos la paz que tenemos en El, rechazamos la salvación que el promete, su paz que sobre pasa todo entendimiento, una vida con propósito, y nos disponemos voluntariamente a vivir en la miseria, a vivir una vida en degradación.
Pero, amigo (a) que hoy nos visitas, escúchame, hay esperanza para todo hijo prodigo que decidió vivir lejos de su padre. Hay esperanza para aquel que vive en la miseria del pecado. Si es posible un cambio radical, si es posible…presta atención al siguiente punto:
3. LA REFLEXIÓN:
Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. (Cap.15: 17-19)
Este hijo estaba fuera de sí cuando pidió la parte de la hacienda, cuando se fue a la provincia apartada dejando la casa del padre, cuando vivió perdidamente. Era la locura propia del pecado que actuaba en él. Pero, el hambre, la miseria, la suciedad, lo volvió cabal.
El texto dice: literalmente “Y volviendo en sí…” (vs 17 a) lo que expresa la idea de reflexionar, de reconocer su condición. No era una reflexión para ver como salía de su situación. El sintió profundamente su responsabilidad de lo que lo había llevado a esa situación tan miserable.
Aún más, este reconocimiento de su condición, le hizo recordar la casa del padre. Había recordado, cuando vivía en ella y el gran número de jornaleros que cada día salían a los campos para cumplir el trabajo que tenían asignado, el texto dice: “… ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! (vs 17 b)
Estos jornaleros no eran servidores de la casa, sino trabajadores del campo que recibían puntualmente su jornal al final de cada día.
A la vez este reconocimiento lo llevo a proponerse ir a la casa de su padre, mira que dice el texto: “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.” (vs 18,19)
Era lo único posible, regresar a casa del padre. Para eso debía levantarse del lugar donde estaba, de la miseria en que se encontraba, del fracaso que había experimentado, y volver en esa misma forma y condición. El destino no podía ser otro que al padre.
Sabes, la biblia nos enseña que el provoca ese sentir, ese reconocimiento de culpa de nuestra condición pecaminosa es el espíritu de Dios “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado…” (Juan 16:8)
Amado joven que nos visitas hoy, nadie será libre del pecado simplemente por haberse perdido, sino cuando se sienta perdido. Y si hoy crees que Dios esta hablando a tu corazón por medio de su espíritu, y sientes un fuerte reconocimiento de tu condición pecaminosa, ahora tu debes considerar lo siguiente:
4. LA ACCIÓN:
La reflexión del pródigo no quedó en un mero propósito, sino que la puso en ejecución. Había pensado en levantarse e ir a su padre, y lo hizo. Y levantándose, vino a su padre…” (Lucas 15:20 a)
Tal vez algunos toman la decisión de levantarse de la miseria espiritual en que se encuentran y volverse a Dios, pero a la decisión tiene que acompañar la determinación. Si hemos tomado conciencia de la necesidad de Dios, el paso siguiente es ejecutar el propósito y volverse inmediatamente a Dios.
En otras palabras, esto es arrepentimiento, y un verdadero arrepentimiento siempre va a implicar una acción inmediata. Es un giro de 180 grados, es abandonar el pecado, rechazar el pecado y mirar a Jesús. Para luego, así como el hijo prodigo exprese
5. LA CONFESIÓN
“Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo”. (Lucas 15: 21)
La confesión es breve comenzando con el reconocimiento del mal cometido. Literalmente dice: Padre, pequé contra el cielo, y delante de ti (vs 21 a) El mal cometido contra el padre es un mal cometido contra Dios. La mención al cielo, sustituye el nombre de Dios. De otro modo, dice al padre: ofendí a Dios y te ofendí a ti.
El no trata de buscar alguna disculpa, lo declara abiertamente, reconoce plenamente la culpa que tenía y la responsabilidad personal en todo aquello. Reconoce que todo el pecado que había cometido era directamente contra Dios.
La relación antigua se había restablecido en plenitud. Era el hijo que regresaba a la plena comunión con el padre, confesando su transgresión. Esto es lo que dice el proverbio: '"El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia" (Pr. 28: 13).
Él no tenía derecho alguno a ser llamado hijo, pero la misericordia divina lo ponía en esa posición. Así también Aquel que confiesa su pecado, Dios lo pone en el Hijo y lo constituye hijo adoptado en Él, como lo afirma Juan en su evangelio: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12)
Sabes, esto es maravilloso, pero esta historia termina con la transformación, el cambio…
6.EL CAMBIO
Ni tan siquiera al hijo le dio tiempo de rogar al padre un lugar para trabajar en el campo como uno de sus jornaleros. El pecado había sido olvidado en su totalidad y era recibido en casa como si nada hubiese ocurrido: El texto va a decir: “Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. (Lucas 15:22-24)
El padre pide para él, la mejor vestimenta y lo solicita rápidamente. No quiere seguir viendo a su hijo de aquel modo y le pide que le coloquen:
6.1 El vestido: Le ama y quiere vestirlo con vestidos dignos de esa condición: “…dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle…” (vs.22 a)
Cuando cristo toma nuestras vidas, nos transforma saca todo lo impuro de nuestra vida. El pecado ya no gobierna en nosotros. Esta nueva naturaleza nos conducirá a parecernos mas al carácter de Jesús. Pablo lo dijo: “y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”. (Colosenses 3:10)
6.2 El anillo: Esa era una de las señales propias de quien podía ejercer autoridad, dice el texto “... poned un anillo en su mano…” (vs 22 b)
Cuando Dios recibe al pecador en su conversión, le hace visible a todos, como heredero de todo juntamente con su hijo Jesucristo. Esa verdad está recogida por el apóstol Pablo: "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo" (Ro. 8: 17).
Eso quiere decir, que ahora puedes compartir la misma relación y derecho que tiene Jesús con el padre. Eres amado por Dios, serás usado por Dios, ahora puedes venir delante de El y abrir tu corazón…te das cuenta.
6.3. El calzado: “…y calzado en sus pies.” (vs. 22 c)
Los siervos andaban normalmente descalzos, pero al hijo se le dio el mejor de los calzados. Había llegado a casa, posiblemente descalzo y con los pies afectados por el largo camino.
Esto nos recuerda la provisión de la gracia de Dios para con nosotros: La biblia va a decir: "calzados con el apresto del evangelio de paz" (Ef. 6: 15). Ese calzado permite al creyente pisar seguro en el camino sin temor a lastimarse. La paz es lo que el creyente experimenta cuando vive con Cristo, aún en las situaciones más difíciles y los momentos más tensos, él tiene paz, seguridad.
Termino…este cambio trajo gozo al padre: “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”. (vs 24)
La razón de gozarse era por que el hijo estaba muerto y había revivido. Es la condición espiritual del pecador perdido, Como enseña el apóstol Pablo: "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados" (Ef. 2: 1 ).
CONCLUSIÓN: ¿Amado joven…puedas darte cuenta donde está el cambio?
Vivir la vida queriendo resolver tus faltas, buscar tus propios medios no es el camino. No seas autosuciente y no vivas alejado de Dios:
Reflexiona: reconoce tu pecado, tu condición en la que te encuentras.
Toma acción: y ven a Jesús. Abandona el pecado. Decide salir de la miseria del pecado ¡ahora!
Confiesa tu pecado: Abre tu corazón a Dios, y pide perdón a tu padre celestial, y así el…
El cambiará tu vida: Te limpiará, te proporcionará de los beneficios de un hijo, traerá seguridad a tu vida.
¿Quieres venir a Jesús esta noche? Permite guiarte en una oración…
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