Levántate y cruza este Jordán (2022)

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«Levántate y pasa este Jordán»
Josué 1 (énfasis en v.2)
[INTRD.] Estamos frente a una nueva etapa en la iglesia en varios sentidos: estamos entrando en un año nuevo, desconocido; a un cambio de liderazgo; entrando a un período de trabajo especial.
El pueblo de Dios en el pasaje a leer enfrentaba una nueva etapa en estos mismos sentidos: Se encontraban frente al Jordán, a punto de cruzarlo (1:2); frente a un cambio de liderazgo de Moisés a Josué; un camino desconocido frente a sí, nunca habían transitado el territorio que tenían frente a sí (3.4b).
¿Cómo enfrentar esta nueva etapa, que recién inicia? ¿Cómo enfrentar el nuevo año, con todos los desafíos que trae consigo?
[PROP.] “Del pasaje leído, aprendemos que el esfuerzo y valor que se requieren para tomar lo que Dios nos ha prometido para esta nueva etapa, se demuestra en tres ACCIONES que debemos realizar”.
I. AVANZAR
Jos 1:3-4 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. (4) Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.
El cumplimiento de Dios en Jos 3:10-13 Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heveo, al ferezeo, al gergeseo, al amorreo y al jebuseo. (11) He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra pasará delante de vosotros en medio del Jordán. (12) Tomad, pues, ahora doce hombres de las tribus de Israel, uno de cada tribu. (13) Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón. Jos 3:15-16 cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua (porque el Jordán suele desbordarse por todas sus orillas todo el tiempo de la siega), (16) las aguas que venían de arriba se detuvieron como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Saretán, y las que descendían al mar del Arabá, al Mar Salado, se acabaron, y fueron divididas; y el pueblo pasó en dirección de Jericó.
Luego de ser liberados por el cordero Pascual y después de transitar 40 años en el desierto por falta de fe, Israel llega a la frontera de una nueva etapa. El Señor le dio la tierra de Canaán, pero él tenía que avanzar conquistando y gradualmente esparcirse y habitarla completamente.
Hemos sido liberados por el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Creo que podemos avanzar con fe hacia lo que Dios ya nos ha dado.
Dios nos va a dar victorias sin duda; Él desea que avancemos, conquistando, para llevarnos al establecimiento de Su Reino sobre la tierra. Requiere que avancemos, requiere de nuestro esfuerzo, para crecer. ¡Cuando nosotros caminamos, Dios confirma nuestros pasos! Pero necesitamos avanzar.
No me detendré por esta ocasión en la cuestión de la conquista de almas para Cristo, puesto que recientemente este tema fue tratado de manera muy adecuada y oportuna por dos predicadores (Jn. 4 y el profeta Jonás). Me enfocaré en otros aspectos:
Nuestro avance, nuestro crecer como pueblo de Dios, como iglesia, ha de ser en los siguientes sentidos (NTV):
Avanzar en la conquista de nosotros mismos:
Proverbios 16:32 Mejor es ser paciente que poderoso; más vale tener control propio que conquistar una ciudad.
¿Podemos decir que hemos avanzado, es decir, que somos mejores en el dominio propio? Por ejemplo ¿somos mejores al conducir, al tratar a los demás en casa, en el trato con el cónyuge? ¿Reacciono de una mejor manera cuando me ofenden y me tratan mal?
Avanzar en el conocimiento doctrinal: Heb 6:1-3 Así que dejemos de repasar una y otra vez las enseñanzas elementales acerca de Cristo. Por el contrario, sigamos adelante hasta llegar a ser maduros en nuestro entendimiento. No puede ser que tengamos que comenzar de nuevo con los importantes cimientos acerca del arrepentimiento de las malas acciones* y de tener fe en Dios. (2) Ustedes tampoco necesitan más enseñanza acerca de los bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. (3) Así que, si Dios quiere, avanzaremos hacia un mayor entendimiento.
Vale la pena que nos preguntemos: ¿he avanzado este año en estos aspectos que hemos leído en la Escritura? Es decir,
¿he avanzado mejorando mi carácter, soy más dueño de mí mismo y busco conquistarme a mí mismo antes que dominar a otros?
¿he avanzado en el conocimiento doctrinal para protegerme y proteger a otros de doctrinas falsas?
En una palabra: avance consciente para crecer en estas áreas. Avanzar, esta es la primera acción para enfrentar esta nueva etapa, el año que ya llega, así que ¡“Levántate y cruza este Jordán”!
II. ACATAR 1:7-8
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. (8) Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Se pide obedecerla en su totalidad. Se promete prosperidad únicamente si la obedecemos.
Debemos conocerla a profundidad para poder obedecerla (aquí hago un llamado a los maestros responsables de enseñarla en su totalidad). Requerimos hermanos comprometidos a cumplirla TODA, nos guste o no. Solo así y de ninguna otra manera seremos prosperados y tendremos éxito como iglesia en los planes que emprendamos.
Ye he mencionado algo acerca del avance en el conocimiento doctrinal en la división anterior, que no creo necesario repetir aquí. Pero quiero añadir esto: para poder prosperar como pueblo, debemos regresar al centro de la vida de la iglesia el libro Sagrado. Estamos viendo con tristeza como el interés por la lectura, el estudio y la meditación de la Sagradas Escrituras se está perdiendo cada vez más entre nosotros. En especial entre la juventud. Hago en esta hora un llamado a la recuperación del interés por el Libro Santo.
Ilu. El escritor Mark Twain se encontró con un hombre de negocios que engañaba a otros. Este hombre engañador le dijo una vez: “Antes de morir voy a hacer un peregrinaje a Tierra Santa. Voy a escalar el Monte Sinaí. Y cuando llegue a la cima... ¡voy a leer los Diez Mandamientos con fuerte voz!”. Sin asombrarse, Twain le contestó: “Tengo una mejor idea. Quédate aquí en la ciudad y obedécelos”.
La promesa de prosperidad y conquista está ligada a la fidelidad y obediencia al Libro Santo. No hay opción, iglesia. No hay opción. En esta nueva etapa recuperemos el amor al libro Santo.
Acatar es la segunda acción que debemos hacer, para tomar lo que Dios ya nos dio en promesa para esta nueva etapa. Así pues ¡“Levántate y cruza este Jordán”!
III. AYUDAR
1.12-14 También habló Josué a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, diciendo: (13) Acordaos de la palabra que Moisés, siervo de Jehová, os mandó diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra. (14) Vuestras mujeres, vuestros niños y vuestros ganados quedarán en la tierra que Moisés os ha dado a este lado del Jordán; más vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis,
Las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés, habían ya obtenido su territorio al este del Jordán (Números 32). Allí vivirían. Ya se habían entablado batallas por ese territorio, y se habían ganado. Pero se les mandó a estos, que ya tenían seguro su dominio, que con valor pasaran también el Jordán con sus hermanos restantes, y les ayudaran a obtener la victoria en sus territorios. Que no descansaran hasta que sus hermanos tuvieran lo mismo que ellos tenían.
Debemos cruzar el Jordán, iniciar el año, con este mismo propósito también:
Ayudar a los demás a crecer y a obtener sus victorias personales. No todos tenemos la misma estatura espiritual en la iglesia. Habemos unos más pequeños y hay otros más grandes en espiritualidad. Pero los que han alcanzado cierto grado de madurez, deben ponerse al servicio de los demás, para que ellos se desarrollen también.
La gente que no conoce a Cristo debe ser ayudada por nosotros que ya lo conocemos. El débil en la fe y el inconverso, no son para ser ridiculizados, ni señalados, ni criticados, ni ser puestos en evidencia... ¡sino para ser auxiliados y ayudados en el nombre del Señor para que alcancen victorias también! ¡Y no debemos descansar hasta que esto se logre! Con esto concuerdan las palabras de San Pablo:
El libro sagrado dice a este respecto:
Gálatas 5:13 Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros.
6:1 Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado. 2 Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.
En el siguiente pasaje encontramos la manera de ayudarnos a crecer los unos a los otros. Efe 4:11-16 Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. (12) Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo. (13) Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo. (14) Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad. (15) En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. (16) Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
¿Puede identificar un área específica de servicio en la cual usted haya colaborado permanentemente durante este año? Es decir, no sólo que haya ayudado de vez en cuando, sino constantemente.
Si es así, le felicito. Tiene nuestro agradecimiento y admiración. Siga adelante.
Si no es así, este es un buen momento para definir un área de servicio específica en la cual ocuparnos a lo largo del siguiente año. Me gustaría que no nos fuéramos de aquí hoy sin encontrar por lo menos un área de servicio en la cual nos comprometamos a ayudar los siguientes doce meses.
[CONCL.] Concluyo: Avanzar, acatar y ayudar, son las tres acciones que demuestran el esfuerzo y el valor necesarios para tomar lo que Dios nos ha prometido, en esta nueva etapa frente a nosotros: un nuevo año que comienza. ¡Levántate y cruza este Jordán, iglesia! Oremos.
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