Siendo lirios entre los espinos

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Según las Escrituras, existe un canto que es mejor que todos, que nadie puede aprender, sino ciertas personas que se relacionan con el Cordero de Dios. La razón es que ese canto es más que una letra con música; debe vivirse, debe llegar a ser una experiencia en nosotros. La Biblia misma nos da su nombre y ha dedicado un libro completo para describirlo: El Cantar de los Cantares. Este canto habla de la relación íntima de amor de Cristo con Su Esposa. Aquellos que lo conozcan y que lo vivan serán los que lleguen ha tener la experiencia de recibir lo mejor de Dios para el hombre.

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Una nueva visión – Siendo lirios entre los espinos
Domingo 26 de Marzo 2023 - Iglesias Bethel El Naranjo, Transmisión Bethel La Paz & Senda Antigua
LECCIÓN 10
ORACIÓN
“Háblanos Tus Palabras Cristo. Enséñanos a este hora. Queremos hacerte oír nuestra voz, haznos oír Tu voz, porque dulce es la voz tuya y hermosas Tus Palabras. Amén.”
—repaso de cultivando la relación de amor: El gozo en cualquier situación.
Verso 2:2 El lirio entre los espinos
Cantares 2:2 dice:
“2Como el lirio entre los espinos,
Así es mi amiga entre las doncellas.”
Como el verso qué acabamos de leer también se refiere al lirio, quiero hacer un breve recorrido por el libro de Cantares para aprender varios mensajes que este libro nos da a través de los lirios.
El Señor nos da gozo y nos alimenta con Su Palabra
Cantares 5:13 dice:
“13Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores;
Sus labios, como lirios que destilan mirra fragante.”
Este verso que acabamos de leer, dice que los labios del Rey son como lirios, o sea que Sus palabras o Su hablar producen gozo.
Eso es exactamente lo que Jeremías dice en esto pasaje, en Jeremías 15:16:
“16Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.”
Notemos hermanos que Jeremías dice que él comió Sus palabras.
¿Por qué? Porque las palabras del Señor nos sirven de alimento espiritual.
Por eso en Cantares hallamos la idea de que el Señor apacienta, o le da de comer a Sus ovejas entre lirios, como lo dice Cantares 2:16:
“16Mi amado es mío, y yo suya;
El apacienta entre lirios.”
Cantares 6:3 dice:
“3Yo soy de mi amado, y mi amado es mío;
El apacienta entre los lirios.”
El Señor no se alimenta entre los lirios, o sea en un ambiente de gozo y alegría.
Todos debemos saber, y sobre todo un líder del Señor, debe saber que es muy difícil alimentar a las ovejas, al rebaño, si siempre se predica un mensaje de tristeza.
Si se comparte un mensaje negativo o de pruebas, debemos enseñar que en medio del dolor hay esperanza, un fin, un propósito para esas situaciones difíciles.
No estamos sufriendo sólo por sufrir, sino que el Señor desarrolla algo bello en nuestra vida a través del sufrimiento.
Ella le da gozo al Señor
Cantares 2:2 dice: “2Como el lirio entre los espinos,
Así es mi amiga entre las doncellas.”
Algunos creen que de las mil mujeres de Salomón, su amor verdadero fue la sulamita.
Ella fue como un lirio entre los espinos.
Hablando de la esposa del Señor, ella también será un lirio entre los espinos.
De la Escritura sabemos que los espinos hablan de varias cosas:
1- De los afanes, riquezas y placeres de esta vida, como lo dice Mateo 13:22:
“22El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.”
2- Del fruto de una tierra maldita, que ha sido maldecida, como lo dice Génesis 3:18:
“18Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.”
3- De una persona de poco valor, como lo dice 2 Reyes 14:9:
“9Y Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardo.”
4- De las palabras de los impíos, como lo dice Ezequiel 2:6:
“6Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.”
5- De una tierra infructífera, como lo dice Mateo 7:16-17:
“16Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.”
¿Queremos ser como espinos para Dios?
Él dice que en medio de los espinos, Su amada es una persona que se asemeja al lirio, es decir, que Le da gozo.
La razón de esto es que ella ama al Señor en vez de amar a los afanes.
Es muy fácil que en esta vida seamos distraídos y desviados por los espinos de este mundo.
Hermano Marvin cuenta que cuando fue llamado a ministrar en las Filipinas, y que cuando se instaló allí, pensó que era un lugar libre de espinos: No había carros, correo, ni centros comerciales en el área donde vivía.
Sin embargo, al poco tiempo se dio cuenta que allí también había afanes (-hermano Marvin, los monos se están comiendo la cosecha, etc.).
El Señor colocó los espinos en la tierra desde Génesis 3, de manera que todo ser humano tiene la opción de escoger entre Su presencia y los afanes.
¿Qué tomará el primer lugar en nuestra vida?
En el Nuevo Testamento vemos ese cuadro en escena de Marta y María, cuando María se sentó a los pies de Jesús, mientras que Marta se afanaba en los quehaceres cuando Su maestro estaba en su casa.
Para poder tener comunión con Él debemos estar dispuestos a hacer lo mismo que Él hizo para poder tener comunión con nosotros: Dar Su vida.
Seguramente Dios anhela nuestra compañía mucho más de lo que nosotros deseamos la Suya.
Cantares 6:2 dice:
“2Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias,
Para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios.”
Recordemos que la palabra del Señor es como lirios (lo vimos en Cantares 5:13).
Una forma de darle gozo al Señor es tener en nosotros lirios que Él pueda recoger, como dice el versículo que acabamos de leer, en Cantares 6:2.
En el capítulo 4 de este libro veremos después que los creyentes somos el huerto del Señor.
Él siembra en nuestro huerto Su palabra (lirios), y luego desciende a buscarla.
Nosotros podemos dársela ministrándolo en espíritu y verdad una palabra que Él nos ha dado, Como vimos ampliamente en el primer amor del creyente.
Esto lo hacemos a través del cántico de Jehová.
Otra lección que podemos aprender es que debemos hablarle a otras personas con palabras tiernas, de vida y alegría.
Al Señor le agrada que nosotros hablemos lirios (palabras de gozo) en vez de espinos (palabras ásperas o duras).
Cantares 7:2 dice:
“2Tu ombligo como una taza redonda
Que no le falta bebida.
Tu vientre como montón de trigo
Cercado de lirios.”
Los lirios también son utilizados para hermosear.
Una persona llena de gozo y de la palabra es hermosa a los ojos del Señor, como vemos en este pasaje en Proverbios 8:30 (versión de Biblia de Las Américas):
“30 yo estaba entonces junto a Él, como arquitecto;
y era su delicia de día en día,
regocijándome en todo tiempo en su presencia,”
Aunque este verso se refiere a la sabiduría, que es Cristo mismo, de Él aprendemos que para Dios es un deleite cuando nos regocijamos delante de Él.
Eso es algo que a Él le trae gozo.
CORO: Me gozaré para siempre - C.
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