EL REMEDIO A NUESTRAS ANGUSTIAS

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Jonás 2:7–9 (TLA)
»Cuando ya estaba sin fuerzas, me acordé de ti, y oré. Mi oración llegó hasta tu santuario. 8»Los que adoran a otros dioses, a los ídolos sin vida, no pueden decir que tú eres su Dios. 9 »Pero yo voy a adorarte y a cantarte con alegría. Cumpliré las promesas que te hice. ¡Porque sólo tú puedes salvar!»

INTRODUCCIÓN:

Si duda alguna que en la vida del ser humano las angustias siempre estarán presentes.
DGLEV Angustia. 1. Estado de intranquilidad o de inquietud causado especialmente por algo desagradable o por la amenza de una desgracia o un peligro. 2 Aflicción o una congoja. 3 Agobio o sensación de opresión en la región torácica o abdominal que produce un respiración fatigosa. 4 Sensación de malestar en el estómago que se experimenta cuando se tienen ganas de vomitar. 5. Penalidad o circunstancia adversa. Sinónimo de tristeza, zozobra, intranquilidad, desasosiego, ansiedad, etc
Desde la entrada del pecado en el mundo estas cosas han acompañado a todos los seres humanos y estarán presentes hasta que muramos o que el Señor Jesús regrese.
Incluso los creyentes no estan exentos de sufrir alguna angustia (enfermedad, falta de trajo, el sufrimiento por un hijo, o cónyuge sin Dios, etc.
Lo podemos contemplar en la propia vida del profeta Jonás; un hombre de Dios. No podemos negar que mientras estaba en el vientre del pez, Jonás estaba sufriendo. (incomodidad, soledad, desesperanza, hambre, angustia, etc.).
Debemos entender que si la las angustias son un estado de intranquilidad o de inquietud debemos de identificar cual es la causa de las miasmas:

1. La causa de las angustias.

Nuestras angustias vienen como resultado de nuestro alejamiento de Dios. Mientras más intentamos separarnos de Dios nuestras angustian aumentan.
Jonás 1:3 (TLA)
Pero en vez de ir a Nínive, Jonás decidió irse lo más lejos posible, a un lugar donde Dios no pudiera encontrarlo. Llegó al puerto de Jope y encontró un barco que estaba a punto de salir. Pagó su pasaje y se embarcó, contento de irse lo más lejos posible de Dios.
El llamado de Dios para con Jonás fue : Levántate, ve a Ninive, y diles que yo he visto su maldad, que de aqui a 30 días aquella gran ciudad va a ser destruida, sino se arrepienten”
Pero que fue lo que paso, el lugar de eso Jonás tomo una dirección contraria, una dirección que lo que buscaba era alejarlo lo más posible del llamado de Dios.
Fue su decisión propia la que lo llevo lejos de Dios.
Son nuestras propias desiciones las que nos llevan a alejarnos de Dios todos lo días.
Nadie no dice que no oremos o no tengamos nuestro tiempo devocional, nadie nos dice que nos apartemos de la comunión con los otros hermanos, nadie nos dice que pasemos más tiempo del necesario en el trabajo o en cualquier otra cosa que nos separe de Dios.
Lo que Jonás no quería era que Dios lo encontrara huyendo de sus deberes.
Nuestras Angustias comienzan cuando optamos por alejarnos de forma voluntaria de Dios.
Jonás 1:4–5 (TLA)
4 Cuando ya estaban en alta mar, Dios mandó un viento muy fuerte que pronto se convirtió en una terrible tempestad. El barco estaba a punto de romperse en pedazos. 5 Cada uno de los marineros, temblando de miedo, llamaba a gritos a su dios. Ya desesperados, arrojaron al mar toda la carga del barco para quitarle peso. Mientras tanto, Jonás dormía plácidamente en la bodega del barco.
La tormenta que azoto el barco donde iba Jonás fue enviada por Dios para que este pidiera reaccionar, sin embargo quienes reaccionaron fueron los que no conocían a Dios.
¿Es acaso Dios el generador de nuestras angustias?
En ninguna forma, Dios permite que sucedan circunstancias que a nuestros ojos resultan adversas con el único fin de voltear nuestros ojos a el.
Mire como las circunstancias llegaron de angustia todos aquellos hombres que no conocían a Dios verdadero. Todos tenían miedo, todos estaban buscando la forma de que fueran librados, incluso estaban haciendo cosas que sonaban razonables para salir de la situación arrojaron al mar toda la carga del barco para quitarle peso; sin embargo sin resultados.
Dios trajo esta tempestad con el propósito de tratar con Jonás, pero también serviría para tratar con los tripulantes de la nave. (así lo hace Dios con las tormentas que suceden en nuestra vida)
Jonás a diferencia de muchos creyentes sabía que el era quien tenía la culpa de las angustias que estan sobre de el en ese momento.
Jonás 1:8–10 (TLA)
8 Entonces, los marineros preguntaron a Jonás: —¡Dinos ya por qué estamos sufriendo todo esto! ¿En qué trabajas? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué nacionalidad eres? 9 Jonás respondió: —Soy hebreo y adoro a nuestro Dios, soberano y creador de todas las cosas. Lo que está pasando es culpa mía, pues estoy huyendo de él.
a) El mismo tenía la culpa. Nadie en la nave era responsable de lo que pasaba más que solo Jonás, sus malas decisiones estaban arrastrando a otros a padecer toda clase de sufrimientos.
Cabe resaltar aqui algo bueno de Jonás no le echaba la culpa a otro.
Muchos hay que pecan y tienen angustias, y luego echan la culpa a la sociedad, a sus padres, a los malos compañeros, maestros, amigos, hermanos, a todos, menos a sí mismos.
El resultado de esto fue que los Hombres de aquel barco lanzaron a Jonas al Mar, el asumió la culpa y estaba dispuesto a sufrir el castigo de Dios a causa de su desobediencia.
b) Sabía que era castigo de Dios (2:3).
Jonás 2:3 (TLA)
»Me arrojaste a lo más hondo del mar. Sólo agua veía yo por todos lados; grandes olas cruzaban sobre mí.
¿No acaso fueron los marineros lo que echaron a Jonas del barco?
Ciertamente si fueron los marineros, pero Jonás reconoció que fue Dios mismo quien uso a estos hombres como instrumento para lanzarlo al mar.
Cuando Jonás dejo de estar en la seguridad del barco y ahora estaba en medio del océano, comenzó a sentir el la angustia que los otros marineros habían sentido antes.
Imagine a un hombre judío, que muy probablemente no sabía nadar o que no estaba muy familiarizado con el mar, en medio de la noche, en medio de las heladas aguas, sin nada que lo pudiera sostener de no hundirse, sin ninguna esperanza.
c) Reconoció que el pecado trae el mal.
Jonás 2:8 (TLA)
»Los que adoran a otros dioses, a los ídolos sin vida, no pueden decir que tú eres su Dios.
Jonás reconoció que el pecado trae angustia, aflicción, dolor, tristeza, zozobra, desconsuelo.
Jonás ahora estaba a la deriva, en medio del mar, sin esperanza, sabía que su desobediencia, tenía consecuencias y que el debía pagar por esto.
Sin embargo, Dios tenía un plan diferente para Jonás, su intención no era destruirlo, su intención no era que Jonás se mantuviera angustiado o sin esperanza, sino pudieran reflexionar sobre su andar.
Jonas 1:17-2:1 (Traducción en lenguaje actual)
1:17 Entonces Dios mandó un pez enorme, que se tragó a Jonás. Y Jonás estuvo dentro del pez tres días y tres noches. 2:1 Desde allí, Jonás oró a Dios:
Ninguna de nuestras angustias, aflicciones o tristezas pasan desapercibidas por Dios. Sino que cada una de ellas es permitida por el en nosotros con el firme propósito de hacernos voltear a el.
Dios mando a un enorme pez a salvar a Jonás. Mire a obediencia del Pez, y la desobediencia de Jonás. Toda la creación obedece a Dios a la primera orden. En cambio el hombre siempre tiende a rebelarse a Dios.
¿Cómo es nuestra obediencia como la del Pez o como la de Jonás?

2. El remedio de nuestras angustias:

Cuando Jonás estaba en el vientre del pez, pudo darse cuenta que aún en medio de la preocupación más grande que tenía que era salvar su vida, Dios se estaba ocupando de ella.
Es por medio de la oración que podemos encontrar el remedio para todas nuestras angustias.
Jonás 2:2 (TLA)
«Cuando estaba sufriendo, tú, mi Dios, me ayudaste. Cuando estaba casi muerto, pedí ayuda y me la diste.
a) Jonás aprendió a reconocer que Dios puede librar aun de lo que parece imposible e inevitable (muerte).
Mientras estaba flotando por el mar imagínese, ya no le quedaban fuerzas para patalear, para nadar, y de repente viene a su encuentro un gran pez, que el lugar de destruirlo al devorarlo, lo traba entero y queda vivo dentro del pez.
Tal como un bebe esta dentro del saco de la placenta de una madre; así Dios guardo a Jonás dentro del vientre del gran pez. Con oxigeno y nutrientes, Dios salvo la vida de su profeta de en medio de la muerte.
¿Cuándo estas sufriendo, en alguna angustia en alguna aflicción, a quien vas a pedirle ayuda?
Jonás, no era un apóstata, no era un falso profeta, eran un hombre como tu y como yo, que había luchaba por hacer la voluntad de Dios, pero que amaba a Dios y que podía confiar en el. «Cuando estaba sufriendo, tú, mi Dios, me ayudaste
Dios no desampara a sus hijo, todos aquellos que claman a el, Dios a prometido que el les escucha.
b) «La oración cambia las cosas»:
La situación de Jonás no era sencilla, ya estaba a salvo del mar, pero ahora estaba dentro de un gran pez, pero Jonás no se quejo, no se amargo y discutió con Dios simplemente oro.
A veces nosotros queremos que las cosas cambien por si solas, o pensamos que Dios lo sabe, para que entonces la necesidad de orar, pero aún Jesús nos enseño na necesidad de perseverar en la oraión.
Lucas 18:1 (NTV)
Cierto día, Jesús les contó una historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse por vencidos.
Cuando los problemas vienen, lo que queremos es que nos saquen de ahi de forma inmediata (enfermedad, escasees economica, un sufrimiento con un hijo, etc.), Queremos que con una oración que hagamos o con que alguien ore por nosotros ya con eso que Dios nos libre de la angustia.
Pero Jesús dijo que siempre deberíamos orar. Aún en medio de los problemas más dificiles, la respuesta más segura se encuentra en la oración.
La oración tambien implica adoración.
Hechos de los Apóstoles 16:25 (RVR60)
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
No era fácil lo que Pablo y Silas estaban pasando ¿ o si?, pero sin en cambio que estaban haciendo ellos Orando Y cantando Himnos y los presos los oían.
Las angustias no son para que nos las comamos con pan, tan poco son para mordernos las uñas, son medios que Dios usa para que sus hijos nos acerquemos más a el.
La oración de Jonás nos enseña también que a pesar de las angustias, los problemas o las tristezas en la vida vengan, Dios es quien esta en control de todo.
Jonás 2:3–7 (TLA)
3 »Me arrojaste a lo más hondo del mar. Sólo agua veía yo por todos lados; grandes olas cruzaban sobre mí.(Jonás sabía que era Dios quien lo estan disciplinando por su desobediencia, su oración no tienen queja, sino conciencia de lo que significaba el trato de Dios para con el) 4 »Llegué a pensar que ya no me querías, que no volvería a entrar en tu templo.(Mire como nuestro pecado nos hace ver solo lo malo de las cosas que pasan en nuestra vida, llegamos a pensar que porque Dios no contesta en la velocidad que nosotros queremos no no ama;) 5 »Me había hundido por completo. El mar me cubría todo, y las algas se enredaban en mi cabeza. 6 »Creí que ya nunca saldría del fondo del mar.(Pensó que Dios lo iba abandonar a su suerte en un principio, cuando se vio en medio del mar sin esperanza) Pero tú, Dios mío, me salvaste la vida.(Pero cuando todo esta perdido; Dios envío a ese gran Pez para salvarle la vida) 7 »Cuando ya estaba sin fuerzas, me acordé de ti, y oré. Mi oración llegó hasta tu santuario.
Cuando Jonás empezó a orar, el pez ya estaba en camino hacia la tierra, para vomitarlo en tierra seca. Pues Dios si libra, y el pez le obedece, como toda la naturaleza obedece a Dios cuando él manda.
c) Las angustias y dificultades llevan a uno a acordarse de Dios.
Cuando todo nos va bien, nunca hay tiempo para Dios, pero nada más nos viene una aflicción, una dificultad o una angustia y en lo primero que pensamos es en Dios, que el nos ayude, que nos saque del apuro
Pero, Dios permite las angustias, dificultades en nuestra vida para que crezcamos. SI estas nunca aparecieran en nuestra vida, serías cristianos inmaduros, niños.
Santiago 1:2–5 (NTV)
2 Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho 3 porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. 4 Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada. 5 Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla.
Dios siempre escucha nuestra oración, no solo las que hacemos cuando estamos en apuros, pero sentimos más estas porque queremos que nos libre de la aflicción.
El fin la aflicciones es nuestra madurez y confianza en Dios. EL va a probar nuestra constancia, Eso hizo con Jonás.
d) Jonás no se quejo de la situación de angustia que estaba viviendo sino que adoro.
Jonás 2:9 (TLA)
»Pero yo voy a adorarte y a cantarte con alegría. Cumpliré las promesas que te hice. ¡Porque sólo tú puedes salvar!»
Siempre es más sencilla la queja que la gratitud. Los seres humanos siempre tenemos esa tendencia (esta muy caliente la comida, esta fria, no tienen sal, esta salada, etc).
Le vemos el pero a la comida, antes de dar gracias por ella. Así nos pasa con las angustias, con los problemas y con las dificultades.
Ese fue la actitud de la mujer de Job, una vez que la calamidad había venido sobre de ellos, que habían perdido todo, incluso a sus propios hijos, y que la salud de su esposo estaba completamente deteriorada cual fue su posición “Aún retienes tu integridad, maldice a Dios y muerte”.
No había alegría, no había acción de gracias en esa mujer, lo que había era amargura, dolor, despecho, frustración.
Eso es lo que muchas de las veces provocan las aflicciones en la vida de los seres humanos, pero por más increíble que esto nos pueda parecer sucede en la vida de los creyentes.
Pero Jonas, solo podía ver el brazo poderos de Dios cuidándolo, seguramente pasaba por su mente las palabra de Job “recibiremos de Dios solo el bien y no el mal”.
Por eso es que el decia, Yo voy a adorarte, y cantare con alegría. Porque a pesar de mis aflicciones tu me haz guardado, Tu cuidas de Mi, aun en estos momentos dificiles.
d) Jonás hizo promesas a Dios
Jonás 2:9 (TLA)
»Pero yo voy a adorarte y a cantarte con alegría. Cumpliré las promesas que te hice. ¡Porque sólo tú puedes salvar!»
Muchas veces un cristiano tiene que hacer eso; pero generalmente al aceptarla de corazón pronto deja de ser desagradable. La dificultad con Jonás fue que aceptó de boca, pero no de corazón.
Hay gentes hoy día que se jactan de que nunca hacen promesas. Pero en su vida diaria las hacen todo el tiempo. ¿Cómo se casa uno sin hacer promesas? ¿Cómo pide prestado si no promete pagar la cuenta? También a Dios debemos hacer promesas, y luego tratar de cumplirlas.
f) Jonás se Comprendió que solo Dios puede salvar.
Jonás 2:9 (TLA)
»Pero yo voy a adorarte y a cantarte con alegría. Cumpliré las promesas que te hice. ¡Porque sólo tú puedes salvar!»
No tenía poder para salir por su propia mano de la angustia, pero comprendío que solo Dios es el que tienen el poder para salvarlo.
La experiencia de Jonas con Dios en el mar y los tres día en el vientre del gran pez era una preparación para el trabajo que tenía que hacer por delante.
Las pruebas tienen como fin que conozcamos más a Dios y que tambien nos preparen para lo que Dios nos ha encomendado a hacer.
CONCLUSIÓN: vamos a hacer paz también con Dios, prometiendo obedecerle inmediatamente.
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