Suficiente

René D. Quiñones
Elías  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Si no llueve, no hay comida, ni vida. Dios envía a Elías a una ciudad pagana, donde también había hambre. Allí , Elías vio como la desesperación nos afecta la mente. Elías le revela quién es Dios, y aunque siempre tuvieron poco, Dios les daba suficiente para vivir. No se trata de tener mucho, sino de depender de la provisión de Dios

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¿Qué necesitas para vivir?

Agua, comida, vivienda.
En los tiempos después del huracán María, no había electricidad por todo Puerto Rico, pero casi nos acostumbramos a vivir sin ella.
Si no hay agua, ahí sí que no hay forma.
Si no llueve, nos morimos de sed, ni hay agua por ningún lado.
Elías anunció que no llovería hasta que Dios diera la señal.
La vida sería demasiada difícil para vivir.

Múdate.

1 Kings 17:8–10 NTV
8 Luego el Señor dijo a Elías: 9 «Vete a vivir a la aldea de Sarepta, que está cerca de la ciudad de Sidón. Yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente». 10 Elías se dirigió a Sarepta y, cuando llegó a las puertas del pueblo, vio a una viuda juntando leña y le dijo: —Por favor, ¿podrías traerme un poco de agua en una taza?
Sarepta era un lugar bien lejos de donde Elías vivía, pero Dios le dijo a Elías que Dios lo iba a cuidar.
Parece un viajecito sencillo, pero Dios le dijo a Elías “camina desde Canóvanas hasta Mayagüez.”
Para colmo, tenía que caminar sin agua, y la policía buscándolo porque se convirtió en el enemigo del rey.
Después de caminar todo eso, lo primero que dijo, “Denme agua, por favor.”
Cómo te sentirías si caminaras desde aquí hasta Mayagüez, y solo porque Dios te dijo que lo hicieras?
A veces Dios quiere enviarnos lejos, donde no conocemos a nadie, pero Dios también nos cuidará allá.

La desesperación

1 Kings 17:11–12 NTV
11 Mientras ella iba a buscarle el agua, la llamó y dijo: —También tráeme un bocado de pan. 12 Pero ella respondió: —Le juro por el Señor su Dios que no tengo ni un pedazo de pan en la casa. Sólo me queda un puñado de harina en el frasco y un poquito de aceite en el fondo del jarro. Estaba juntando algo de leña para preparar una última comida, después mi hijo y yo moriremos.
Elías pidió un poco de comida, pero la mujer apenas tenía para alimentarse a ella misma.
Lo que tenía para comer era lo que tenía en un bowl de comida.
Tenía que cuidar de su hijo también, pero solo tenía los ingredientes para su último plato de comida.
La mujer estaba ya lista para morir sin esperanza.
¿Alguna vez has conocido a alguien así de desesperado?

“Tranquila, y escúchame.”

1 Kings 17:13 NTV
13 Entonces Elías le dijo: —¡No tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo.
Elías tuvo que calmar la mujer.
La mujer ya estaba desesperada, pero Elías calmó su ansiedad.
No es suficiente decirle a alguien en esta situación “Cógelo suave,” sino que también hay que encaminar la persona.
“Con calma, que hay esperanza.”

Dios provee.

1 Kings 17:14 NTV
14 Pues el Señor, Dios de Israel dice: “Siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el Señor mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”.
Dios prometió que cuidaría a Elías, y la mujer también sería bendecida.
Dios no hace que los problemas se vayan, pero siempre nos cuida a través de los problemas.
1 Kings 17:15 NTV
15 Así que ella hizo lo que Elías le dijo, y ella, su familia y Elías comieron durante muchos días.
Y tal como la palabra del Señor lo había anunciado por medio de Elías, no se agotó la harina de la tinaja ni se acabó el aceite del jarro.
Dios siempre nos da para vivir.
Siempre pensamos “Quiero más,” pero Dios sabe cuánto necesitamos para vivir.
A veces Dios nos da lo que necesitamos, y somos malagradecidos.
Si creemos en Dios, y somos Sus hijos, Él nos dará lo que necesitamos.
Mateo 6:26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
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