Una Asesinato Despiadado

Marcos  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Introducción

¿De qué es capaz el hombre con tal de salvarse de la vergüenza, de la derrota, o de ser descubierto?
De pronto nos damos cuenta de una persona que ha robado dinero de una empresa y para no ser descubierto:
Falsifica los reportes financieros
Soborna o amenazas a varios de sus empleados
…y de pronto se da cuenta que una persona está por entregarlo a las autoridades.
Entonces, se propone eliminarlo por medio de un desafortunado accidente en su auto, cortando los cables de la línea de frenos.
Hoy estaremos estudiando la triste historia del asesinato despiadado de Juan el Bautista por orden de Herodes Antipas.
Nos daremos cuenta que Herodes, al verse acorralado, y quizá en un momento de desesperación e impotencia, ordena la muerte del hombre de Dios - Juan el Bautista.
Hoy veremos:
La confusión de Herodes
La muerte del hombre de Dios

I. La confusión de Herodes

Pronto se ha dado a conocer la noticia que Jesús ha enviado a sus doce discípulos con una misión:
Marcos 6:7 NBLA
Entonces Jesús llamó* a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos;
Marcos 6:13 NBLA
También echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.
Se escuchan noticias de personas poseídas que han sido libertadas por el poder de Dios.
Otros cuentan de personas que estaban al borde de la muerte y ahora han sido sanadas al ser ungidos con aceite.
La noticia se ha esparcido como pólvora.
La gente se pregunta ¿quiénes son estos hombres? y ¿quién los ha enviado?
Tan grande ha sido el impacto que la noticia llega a Herodes Antipas.
Marcos 6:14 NBLA
El rey Herodes se enteró de esto, pues el nombre de Jesús se había hecho célebre, y la gente decía: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, por eso es que estos poderes milagrosos actúan en él».
Marcos se refiere a Herodes como “rey”. Pero, este no es Herodes el Grande quien era rey sobre Israel, puesto por los romanos.
Este Herodes es su hijo, Herodes Antipas quien era un tetrarca.
Un tetrarca era un oficial que gobernaba sobre una región de un país.
No tenía autoridad absoluta y debía rendir cuentas al rey.
Así que la noticia de los emisarios de Jesús, hacedores de milagros, predicadores del mensaje de Jesús, llega a los oídos de Herodes Antipas.
Pero, esto lo deja confundido.
La gente asocia todo lo que está sucediendo con Jesús.
…y Herodes, asombrado por los milagros, inmediatamente piensa que Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos.
Los lectores originales deberían sorprenderse porque la última vez que vimos a Juan el Bautista, lo vemos en la cárcel.
Marcos 1:14 NBLA
Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio de Dios.
Y ahora nos damos cuenta que está muerto…y Herodes Antipas cree que ha resucitado y que es este Jesús de quienes todos están hablando.
Notemos como Marcos explica que la misma gente está confundida, junto con Herodes:
Marcos 6:15 NBLA
Pero otros decían: «Es Elías». Y decían otros: «Es un profeta, como uno de los profetas antiguos».
Entre la misma población hay confusión acerca de quien es Jesús.
Unos creen que es Elías, porque al igual que Elías ellos ven como Jesús está obrando milagros.
Otros creen que es uno similar al linaje de los profetas antiguos.
Algo grande está sucediendo y está inquietando a la gente porque saben que Dios ha enviado a alguien grande entre ellos.

II. La muerte del hombre de Dios

Pero, los lectores originales quieren saber que fue lo que le sucedió al hombre de Dios.
En los versículos 17-28 Marcos nos explica que fue lo que le sucedió al hombre de Dios.
Marcos va a responder a la pregunta, ¿cómo fue que murió el enviado de Dios?
No olvidemos que Dios mismo había enviado a Juan el Bautista.
Juan vino a preparar el camino del Mesías.
Marcos 1:1–4 NBLA
Principio del evangelio de Jesucristo el Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el profeta Isaías: «He aquí, Yo envío Mi mensajero delante de Ti, El cual preparará Tu camino. »Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, Hagan derechas Sus sendas”». Juan el Bautista apareció en el desierto predicando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados.
…y ahora vemos que ha muerto.
Pero, no ha muerto por causas naturales sino que ha sido asesinado.
Marcos explica que Juan fue encarcelado porque tuvo la osadía / atrevimiento / valentía de decir la verdad a alguien en poder.
Marcos 6:17–18 NBLA
Porque Herodes mismo había enviado a prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe, pues Herodes se había casado con ella. Y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener la mujer de tu hermano»
Herodes Antipas estaba casado con una mujer llamada Fasaelis.
Sin embargo, la Biblia y el historiados Josefo nos dicen que se enamoró de Herodías, la esposa de su hermano Felipe.
Herodes Antipas y Herodías hicieron una promesa de separarse de su esposa/o para estar juntos.
Fue un acto demasiado escandaloso.
Estaban cometiendo adulterio ya que sus conjugues estaban aun vivos.
Estaban cometiendo incesto porque según la ley de Moisés está prohibido que un hombre tome por esposa a la mujer de su hermano.
Levítico 20:21 NBLA
”Si alguien toma a la mujer de su hermano, es cosa aborrecible; ha descubierto la desnudez de su hermano. Se quedarán sin hijos.
Estaban cometiendo este acto repugnante en medio de una sociedad conservadora y altamente religiosa.
Juan, al ver este acto tan terrible, actuó según el llamado que había recibido de parte de Dios.
Confrontó a Herodes y le dijo:
Marcos 6:18 NBLA
Y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener la mujer de tu hermano»
Juan estaba cumpliendo su llamado de llamar a todos los hombres al arrepentimiento sin importar su rango o clase social.
Juan sabía que el arrepentimiento es un llamado universal.
Juan estaba arriesgando su vida porque estaba confrontando a un hombre con mucho poder.
Es como si los líderes religiosos que rodearon al anterior presidente Trump lo hubieran confrontado por sus adulterios y llamarlo al arrepentimiento y confesión de sus pecados ante Dios.
La confrontación de Juan encendió la ira de Herodías.
Marcos 6:19–28 NBLA
Herodías le tenía rencor y deseaba matarlo, pero no podía, porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo mantenía protegido. Cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo. Llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes y a los principales de Galilea; y cuando la hija de Herodías entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban a la mesa con él; y el rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino» Ella salió y dijo a su madre: «¿Qué pediré?». «La cabeza de Juan el Bautista», le respondió ella. Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición, diciendo: «Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja» Aunque el rey se puso muy triste, sin embargo a causa de sus juramentos y de los que se sentaban con él a la mesa, no quiso contradecirla. Al instante el rey envió a un verdugo y le ordenó que trajera la cabeza de Juan. Y él fue y lo decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.
Herodías comenzó a sentir un gran odio contra el hombre de Dios.
Ella, a partir de ese día busco formas para poder matarlo. Es posible que hizo varios intentos que no tuvieron resultado.
Es posible que el mismo Herodes era un estorbo para que ella no lo pudiera matar.
Herodes sabía que lo que Juan era un hombre justo y santo.
Por tanto, nos dice la Biblia que Herodes lo protegía.
Herodes sabía que Juan era un hombre irreprensible, sabía que era un hombre de Dios, sabía que no había ninguna acusación contra él.
Es posible que el mismo Herodes no entendía el odio que le tenía Herodías.
Pero, se llegó el día en que la vida de Juan llegaría a su fin.
En un cumpleaños, donde fueron invitados los nobles, comandantes, y principales de Galiea.
Asistió la crema y nata de Galilea.
En el momento de la fiesta, entre comida y bebida, la hija de Herodías bailo ante los invitados.
Fue en este momento en que Herodes comete el error más grande de su vida:
Marcos 6:22–23 NBLA
y cuando la hija de Herodías entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban a la mesa con él; y el rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino»
Herodes, para quedar bien ante sus invitados, hace una promesa para presumir su poder, su riqueza, su posición.
Es como un pavo real extendiendo sus plumas.
Marcos no nos dice como se llama la hija de Herodías.
Usted tal vez ha escuchado del nombre Salomé. Este nombre aparece en los escritos del historiados judío Josefo.
Josefo nos dice que la hija de Herodías se llamaba Salomé.
Salomé sale con su madre para que ella le de indicaciones de lo que debe pedir.
Ahora sabemos quien está jalando los hilos del títere / marioneta.
Herodes no es más que un títere / marioneta en manos de Herodías.
Herodías en verdad es una mujer manipuladora, malvada, y como vamos a ver es una mujer sanguinaria.
Ella toma control de la situación y le indica a su hija que demande la cabeza de Juan el Bautista.
Es posible que Salomé regresa al salón de fiesta incrédula por lo que tiene que responder a Herodes.
Pero, ahora vemos que ella misma participa en el complot de su madre.
Marcos 6:25 NBLA
Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición, diciendo: «Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja»
Salomé responde enfatizando que ese mismo día tiene que morir Juan.
Quiere ahora mismo, en esos mismos momentos Juan el Bautista.
La fiesta no va a continuar hasta que la cabeza del hombre de Dios le sea dada en una bandeja.
Hermanos, esto no sucede entre una familia cuerda, una familia normal, una familia sensata.
Decapitar a una persona y poner su cabeza en una bandeja es algo de narcotraficantes, pandilleros, terroristas, no entre la gente de sociedad ni en el pasado ni en el presente.
Marcos no registra que la gente se haya escandalizado, que se haya maravillado de una petición tan repugnante. Nadie se opone ante la petición - ni el mismo Herodes.
Marcos 6:26 NBLA
Aunque el rey se puso muy triste, sin embargo a causa de sus juramentos y de los que se sentaban con él a la mesa, no quiso contradecirla.
Herodes está acorralado por su promesa.
Está acorralado por su orgullo de mostrar su poder y acceder a la petición de Salomé.
Herodes está acorralado por su misma esposa quien lo ha manejado como un títere.
Herodes podría haberse resistido diciendo:
Te dije que te daría algo de mi reino pero no voy a cometer un asesinato.
No voy a cometer un crimen solo para complacerte.
Te dije que te daría algo a ti y no algo que tu madre está pidiendo.
Se da la orden y muere el hombre de Dios.
Marcos 6:27–29 NBLA
Al instante el rey envió a un verdugo y le ordenó que trajera la cabeza de Juan. Y él fue y lo decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan oyeron esto, fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura.
El hombre de Dios ahora ha pasado a la presencia de Dios.
El hombre de Dios ahora está en presencia de aquel quien le dio la vida.
El hombre de Dios ha preparado el camino del Mesías y ha cumplido su misión.
Ahora Herodes, Herodías, y Salomé creen que pueden estar tranquilos pues se ha eliminado a aquel que los confrontaba con su pecado.

Conclusión

Pero, aunque Juan el Bautista ha muerto:
…aunque ya no puede alzar su voz y decir:
Marcos 6:18 NBLA
Y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener la mujer de tu hermano»
…aunque Juan el Bautista ya no es un estorbo para el rey adultero.
…aunque Juan el Bautista ya no es un impedimento para su matrimonio ilícito de Herodías.
…aun así resonaría la palabra eterna de Dios contra Herodes, Herodías, y Salomé:
Éxodo 20:17 NBLA
»No codiciarás la casa de tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo»
Éxodo 20:13 NBLA
»No matarás.
Levítico 20:21 NBLA
”Si alguien toma a la mujer de su hermano, es cosa aborrecible; ha descubierto la desnudez de su hermano. Se quedarán sin hijos.
Estos mandamientos seguían vivos y vigentes.
El hombre de Dios ya no los podía proclamar, pero aún así resonarían por toda la eternidad acusando la conciencia de este trio.
Deshacerse del hombre de Dios no eliminaba su pecado.
Herodes, Herodías, y Salomé eran tan adúlteros, codiciosos, mentirosos, malvados, sanguinarios, manipuladores como lo eran antes.
Pero, ahora tras cometer el acto final, ellos mismos estaban cavando su propia tumba porque habían eliminado al que podía explicarles como podían ser librados de su culpa, como podrían ser perdonados de su pecado, como podían resolver la ira de Dios sobre sus vidas.
Este es el modus operandi del hombre.
El hombre cree que al cerrar la puerta al que lo confronta con su pecado, que ha resuelto el problema.
El hombre cree que al creer que el arrepentimiento no es para él, que con eso ha solucionado su problema.
La realidad es que solo empeora su situación porque lo único que logra es endurecer su corazón contra la verdad.
Ni Herodes, ni Herodías, ni Salomé tendrán una escusa cuando comparezcan ante el trono del Dios santo contra el cual cometieron pecados de adulterio, codicia, mentira, asesinato, y manipulación.
Ellos recibieron una oportunidad de ser perdonados, de ser reconciliados con Dios, de frenar su pecado, de alejarse de la orilla del precipicio, pero optaron por cerrar su corazón y dar muerte al predicador de la verdad.
Nuestra oración hoy es - que Dios toque nuestro corazón, que no endurezcamos nuestro corazón, sino que vengamos al arrepentimiento.
Isaías 1:18 RVR60
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
2 Pedro 3:9 NBLA
El Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
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