La Transfiguración

René D. Quiñones
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Toda la Biblia habla de Jesús

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¿De qué se trata la Biblia?

La Biblia se trata de nuestra separación de Dios, y el proyecto de Dios para restaurarnos y salvarnos.
Cada libro del Antiguo Testamento se trata de la restauración de la humanidad que Dios quiere hacer en nosotros, individualmente (los personajes) y colectivamente (la nación israelita).
Separación - Arrepentimiento - Renovación - Formación

Moisés

Moisés fue el libertador de los israelitas de Egipto, y les enseñó a la joven nación cómo ser una nación santa, pero también apuntaba hacia algo más.
Deuteronomy 18:15–18 NTV
15 Moisés siguió diciendo: «El Señor su Dios les levantará un profeta como yo de entre sus hermanos israelitas. A él tendrán que escucharlo, 16 pues eso fue lo que ustedes le pidieron al Señor su Dios cuando estaban reunidos al pie del monte Sinaí. Dijeron: “No queremos oír nunca más la voz del Señor nuestro Dios ni ver este fuego ardiente, porque moriremos”. 17 »Entonces el Señor me dijo: “Lo que el pueblo dice es cierto. 18 Levantaré un profeta como tú de entre sus hermanos israelitas. Pondré mis palabras en su boca, y él dirá al pueblo todo lo que yo le ordene.

Elías

Elías es considerado como el profeta más grande que tuvo Israel. Luchó contra reyes e idólatras para que su nación se arrepintiera y volviera a creer en Dios; pero Elías era un pedacito de lo que pasaría pronto.
1 Kings 18:36–37 NTV
36 A la hora que suele hacerse el sacrificio vespertino, el profeta Elías caminó hacia el altar y oró: «Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, demuestra hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo; demuestra que yo he hecho todo esto por orden tuya. 37 ¡Oh Señor, respóndeme! Respóndeme para que este pueblo sepa que tú, oh Señor, eres Dios y que tú los has hecho volver a ti».
Moisés se convirtió en el símbolo de la liberación, y Elías en el símbolo de arrepentimiento, pero ambos hombres apuntaban a alguien mucho más grande que ellos.

En otras palabras: La Biblia se trata de Jesús

El mensaje de y las obras de Jesús hizo que fuera rápidamente comparado con los grandes personajes del Antiguo Testamento
Mark 6:14–15 NTV
14 El rey Herodes Antipas pronto oyó hablar de Jesús, porque todos hablaban de él. Algunos decían: «Éste debe ser Juan el Bautista que resucitó de los muertos. Por eso puede hacer semejantes milagros». 15 Otros decían: «Es Elías». Incluso otros afirmaban: «Es un profeta como los grandes profetas del pasado».
Aquí llegamos a la Transfiguración

La Transfiguración

Luke 9:28–29 NTV
28 Cerca de ocho días después, Jesús llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a una montaña para orar. 29 Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se transformó y su ropa se volvió blanca resplandeciente.
Jesús va al monte para estar con el Padre, y quiere invitar a los más queridos de sus discípulos a pasar este momento divino con Él.
En este momento la apariencia de Jesús es transformada, brillante como un relámpago. Jesús destelló la gloria divina.
Luke 9:30–31 NTV
30 De repente aparecieron dos hombres, Moisés y Elías, y comenzaron a hablar con Jesús. 31 Se veían llenos de gloria. Y hablaban sobre la partida de Jesús de este mundo, lo cual estaba a punto de cumplirse en Jerusalén.
La santidad de ambos hombres es validada, pero claramente no son las estrellas de este evento.
Ambos hombres están aquí reforzando el propósito de la misión de Jesús: La liberación de la humanidad de las cadenas del pecado.
La palabra original de partida aquí en griego es éxodo.
Jesús mismo nos librará del infierno.
La verdadera libertad comienza en la cruz
El verdadero arrepentimiento comienza en la cruz
Luke 9:32–33 NTV
32 Pedro y los otros se durmieron. Cuando despertaron, vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres de pie junto a él. 33 Cuando Moisés y Elías comenzaron a irse, Pedro, sin saber siquiera lo que decía, exclamó: «Maestro, ¡es maravilloso que estemos aquí! Hagamos tres enramadas como recordatorios: una para ti, una para Moisés y la otra para Elías».
Los discípulos dormían cuando la apariencia de Jesús cambió. Solo vieron el celaje de Moisés y Elías. Pedro, acabando de despertar, dijo lo primero que se le ocurrió: “hagamos unas casetas para Jesús, Moisés y Elías para que nunca se vayan.” Estaban sorprendidos ante la santidad de Dios, de esos momentos que no queremos que acaben.

Con temor y temblor

Luke 9:34–35 NTV
34 Pero no había terminado de hablar cuando una nube los cubrió y, mientras los cubría, se llenaron de miedo. 35 Entonces, desde la nube, una voz dijo: «Este es mi Hijo, mi Elegido. Escúchenlo a él».
La presencia de Dios debe llenarnos de temor. Jesús nos llamó sus amigos, pero no podemos olvidar Quién es Él. Los discípulos más cercanos de Jesús, que lo conocían mejor que nosotros hasta que pasemos a la eternidad, en el momento más glorioso de Jesús, le tuvieron miedo.
Psalm 2:10–12 NTV
10 Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría! ¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra! 11 Sirvan al Señor con temor reverente y alégrense con temblor. 12 Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje y sean destruidos en plena actividad, porque su ira se enciende en un instante. ¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!
Como diría CS Lewis, “Dios es peligroso, pero Él es bueno.”
El rey de reyes, Aquel a quien Dios Padre le otorgó toda la autoridad eterna y universal, por quien a través de Él todas las cosas fueron creadas, reveló por un instante quién era realmente, y sus estudiantes le tuvieron miedo.
Ahora mismo estás en el lugar más peligroso de todo el universo: ¡en Su casa! Si queremos que Dios esté aquí, deberíamos todos estar arrodillados antes el peso de su presencia, en el mejor de los casos. ¿O será posible que decimos que Él está aquí porque es una frase que suena bonita?
Entre tanta majestad, la voz única de Dios anunció una vez y por todas quién realmente es Jesús: Él es el Hijo de Dios, a quien nadie puede enfrentarse.
¿Escuchas a Jesús?
Luke 9:36 NTV
36 Cuando la voz terminó de hablar, Jesús estaba allí solo. En aquel tiempo, no le contaron a nadie lo que habían visto.
Jesús pudo haberse ido con Moisés, Elías, y con el Padre. Hubiera sido un momento cumbre y majestuoso, pero decidió quedarse aquí. Podía regresar a Su trono celestial, pero decidió ir a la cruz.

Entiendan a Jesús

Casi todas las clases que he diseñado para ustedes han sido del Antiguo Testamento porque quieron que vean a Cristo en el Antiguo Testamento. Toda la Biblia habla de Él, hay un deseo, un anhelo por Él. Ustedes conocen a Jesús, pero mi misión como líder del Ministerio de Educación es que ENTIENDAN a Jesús.
John 5:39 NTV
39 »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
Quizás piensas que “eso era el Antiguo Testamento, que eso ya no importa porque ahora tenemos a Jesús.” Sin embargo, Jesús mismo detiene ese pensamiento.
John 5:46–47 NTV
46 Si en verdad le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí; 47 pero como no creen en lo que él escribió, ¿cómo creerán lo que yo digo?».
Aunque Jesús vino al mundo después que el Antiguo Testamento ya se había escrito, los autores creían en Jesús porque deseaban ver a Jesús.
1 Peter 1:10–12 (NVI)
10 Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para ustedes, estudiaron cuidadosamente esta salvación. 11 Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que vendría después de éstos.
12 A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado los que les predicaron el evangelio por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Aun los mismos ángeles anhelan contemplar esas cosas.

Años más tarde

Creo que el segundo personaje más importante de los Evangelios, por lo menos porque tiene tanta participación es Pedro. Todos tenemos nuestros chistes sobre Pedro, como aquel torpe que habla cuando no hace falta, o el gran impulsivo del grupo. Pero si Pedro era realmente el gran impulsivo del grupo, era porque estaba apasionado por Cristo. Estaba dispuesto a lo que sea por Jesús. “Si Jesús es el verdadero Hijo de Dios, yo quiero estar con Él para siempre.”
Poco antes de morir por Jesús, Pedro reflexionó en aquellos años de su juventud que cambió su vida eternamente. Pedro vivió momentos que nadie más ha podido experimentar, tuvo conversaciones con Jesús que cualquier cristiano soñaría tener, y anduvo con nuestro Salvador como nosotros lo haremos algún día cercano. Y miren lo que Pedro escribió para los creyentes de todo el mundo:
2 Peter 1:12–19 NTV
12 Por lo tanto, siempre les recordaré todas estas cosas, aun cuando ya las saben y están firmes en la verdad que se les enseñó. 13 Y es justo que deba seguir recordándoselas mientras viva. 14 Pues nuestro Señor Jesucristo me ha mostrado que pronto tendré que partir de esta vida terrenal, 15 así que me esforzaré por asegurarme de que siempre recuerden estas cosas después de que me haya ido. 16 Pues no estábamos inventando cuentos ingeniosos cuando les hablamos de la poderosa venida de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros vimos su majestuoso esplendor con nuestros propios ojos 17 cuando él recibió honor y gloria de parte de Dios Padre. La voz de la majestuosa gloria de Dios le dijo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo». 18 Nosotros mismos oímos aquella voz del cielo cuando estuvimos con él en el monte santo. 19 Debido a esa experiencia, ahora confiamos aún más en el mensaje que proclamaron los profetas. Ustedes deben prestar mucha atención a lo que ellos escribieron, porque sus palabras son como una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que el día amanezca y Cristo, la Estrella de la Mañana, brille en el corazón de ustedes.
Creemos en Jesús, y conocemos a Jesús directamente en el Nuevo Testamento, pero nunca entenderás Quién es Él hasta que leas el Antiguo Testamento.
Mientras más te acerques a la Luz de Jesús, verás mejor las tinieblas de este mundo. Hay tanta maldad alrededor de nosotros, y la Palabra de Dios es la única que puede revelarla. Pero el mensaje de la Biblia desde su primera página es “Jesús es la Luz de este mundo.”
Hasta ahora tenemos la Lámpara de Dios, que es Su palabra, en esta noche mundial, pero el Día del Señor se acerca. El sol verdadero se acerca; y aquel que brilló como relámpago volverá.
¿Lo escucharás con temor y temblor?
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