Las respuestas de Dios ante los Problemas cruciales de la vida moderna. II. La Ansiedad: ¿Cómo vencerla?

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INTRODUCCIÓN: Muchas veces se ha descrito la vida como un constante correr para alcanzar lo que no se tiene y en esa carrera luchamos contra el enemigo más grande: Nosotros mismos.

La mayoría de las ocasiones la razón por la cual no alcanzamos nuestras metas está relacionada con el miedo, que causa frustración, como vimos la semana pasada, hablando de la depresión, “paraliza nuestras manos y hace temblar nuestras rodillas” (Hebreos 12:12)

Resulta interesante saber que la ansiedad y estrés, no controlados, puede llevarnos a la depresión y, bajo ese estado, es imposible encontrar solución y sanidad, de tal manera que, mantener el control es esencial para no pasar de un estado de ansiedad a una depresión generalizada. Por el contrario, usar positivamente la ansiedad, despertando el sentido de la supervivencia que puede librarnos de la esclavitud del miedo, salvarnos de la tristeza permanente y abrirnos paso para lograr todas las metas, usando esa energía interna para alcanzar, en buena forma, sin usar medios dañinos, todas las cosas que relanzan nuestra vida en positivo.

El mal manejo de la ansiedad, una dolencia emocional que padece más del 20% de la población del mundo, impide alcanzar los objetivos que se ha trazado, abre la puerta para el uso de drogas, alcohol o abusar de medicinas antiansiolíticas.

Tengo un amigo periodista, quien se quejaba de su permanente estado de ansiedad. Alguien le recomendó tomarse un whiskey cada vez que se sintiera así, el trago no le controló su ansiedad, pero le convirtió en alcohólico.

¿Cuántas veces ha dicho o escuchado decir: Tengo una gran aflicción y no sé porqué? La respuesta puede ser que esté ansioso y no lo sepa y, como no lo sabe, desconoce la raíz del problema y la salida para estar bien.

El texto de la lectura de hoy, en Filipenses 4 comienza: 6 Por nada tengan afán. Esto nos hace recordar lo que dice la Biblia: “El Señor está conmigo, no temeré” (Salmos 118:6)

Este es el Consejo de Dios para vencer la ansiedad y usarla positivamente.

1. VENZAN LA ANSIEDAD: ORANDO Y DANDO GRACIAS. FIL. 4: 6-7

La orden imperativa del Señor es muy clara: 6 Por nada tengan afán. Sencillamente: Nada debe causarnos una preocupación excesiva o llevarnos a sentirnos abandonados, destrozados, frustrados.

En la carrera de la vida, como lo mencioné antes, los grandes enemigos para alcanzar las metas: Somos nosotros mismos.

(1) Nosotros mismos a causa del pecado presente antes de nacer: “En pecado fui formado, en pecado fui concebido por mi madre” (Salmos 51:5) El pecado nos impide tener en la mente a Dios, a Su Palabra y menos confiar en Su auxilio en las tribulaciones.

(2) Nosotros mismos, porque aún los creyentes, vivimos con la vieja naturaleza viciada, lo que nos lleva a hacer lo que no queremos y desesperarnos porque tenemos cuerpos, mentes y almas de muerte. "Por lo tanto, hallo esta ley: Aunque quiero hacer el bien, el mal está presente en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo en mis miembros una ley diferente que combate contra la ley de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?" (Romanos 7: 21-24)

(3) Nosotros mismos, porque los cristianos, somos atraídos por los espejismos del mundo y podemos ceder ante ellos, con resultados desastrosos para nuestras vidas. "Porque si los que se han escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo se enredan de nuevo en ellas y son vencidos, el último estado les viene a ser peor que el primero. Pues mejor les habría sido no haber conocido el camino de justicia, que después de conocerlo, volver atrás del santo mandamiento que les fue dado. A ellos les ha ocurrido lo del acertado proverbio: El perro se volvió a su propio vómito; y "la puerca lavada, a revolcarse en el cieno"." (2 Pedro 2:20-22)

(4) Nosotros mismos, porque todos los días somos tentados por el enemigo de nuestras almas, quien desea nuestra perdición. "Sean sobrios y estén siempre alertas. Nuestro adversario, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar." (1 Pedro 5:8)

La buena noticia, es que los cuatro enemigos, que están nosotros, fueron derrotados por Cristo. (1) Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. (2) Como Pablo mostramos nuestro agradecimiento y confianza absoluta en que la obra de Cristo nos justifica por fe ante Dios. (3) Cristo dice “No tengan miedo”, Él venció el mundo por nosotros y nos hace vencedores. (4) Cristo vino al mundo para desbaratar las obras del diablo.

Con estas verdades espirituales en el corazón, sigamos Los Pasos que Dios recomienda para superar la Ansiedad: 6 Por nada tengan afán; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Primero. Declarar ante Dios todas nuestras preocupaciones: En toda oración y ruego. Existe la idea equivocada de que Dios no se ocupa de las pequeñas cosas o que tiene mucho que hacer para atender nuestras demandas. Eso no es verdad. Dios dice que todas nuestras peticiones deben ser declaradas a Él: Orando, Rogando, Suplicando. “Echando todas nuestras ansiedades sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros”.

No es lo mismo plantearle un problema a Dios, que hacerlo a un amigo o una oficina del gobierno y esperar que tal vez nos ayuden. El deseo del Señor es que le entreguemos nuestras cargas, seguros de que cuida de nosotros, y nos dará la mejor solución.

Segundo. Orar 6… con acción de gracias. No se trata de suplicar repitiendo lo mismo, por si acaso a Dios se le olvidó o no nos escuchó. Debemos darle gracias porque ya conoce nuestra situación y tiene el control de todo.

¿Qué va a ocurrir con nuestra ansiedad? Dios la va a sustituir con su paz. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y mentes en Cristo Jesús.

2. VENZAN LA ANSIEDAD: PENSANDO POSITIVAMENTE. FILIPENSES 4: 7-8

Para vencer la ansiedad es necesario cambiar nuestra actitud y nuestros pensamientos: Nuestras mentes deben ser renovadas por el Espíritu Santo 8… Todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en eso piensen.

La paz de Dios va a dar resultados, los creyentes, aún en estados de ansiedad y estrés, tenemos la mente de Cristo, eso hace que nuestros pensamientos tengan enfoques positivos.

Pensamientos verdaderos: La verdad es Cristo, no hay otra y Cristo está con nosotros siempre.

Pensamientos honorables. La ansiedad lleva a la desesperación y esta a la locura, a buscar, sin importar los medios, cualquier salida posible, los creyentes al estar bajo el dominio del Señor, somos guiados por Él a verdes pastos, a aguas de reposo y toda nuestra manera de vivir está sujeta a la voluntad de Dios.

Pensamientos justos. La justicia, en este caso, no tiene que ver con las acciones que hacemos para lograr un objetivo. La Biblia expresa que la justicia se revela por fe y para fe, de principio a fin.

Actuar centrado en la justicia, es ver, antes que nuestros propios intereses, el amor de Dios, quien mostró su justicia muriendo por los pecadores. Miremos a nuestros semejantes, más allá de nuestros problemas, como lo que son: Personas a quienes Dios amó que murió por ellos. Estoy seguro que al entregarnos y servir a los demás con el evangelio, salimos de la ansiedad, para ocuparnos del prójimo y reconocer que, muchas veces sus problemas, son más grandes que los nuestros, con el agravante que ellos no tienen a Dios como Padre para acudir a confiadamente.

Pensamientos Puros. Es triste, pero muchas veces, comentamos, chismeamos, calumniamos, usamos malas palabras, deseos bajos contra nuestros propios hermanos en la fe, lo que revela que nuestra mente está desconectada del control santo de Dios. La ansiedad puede llevarnos a considerar salidas contrarias a la voluntad del Señor, eso hay que desecharlo.

Pensamientos amables. Actuar con rabia, desprecio y mala educación, es creernos superiores al Señor, quien “No abrió su boca frente a sus verdugos e intercedió ante el Padre para que los perdonara”.

En una oración, Pensamientos enfocados en Dios: La Palabra de Dios nos exhorta a usar su nombre correctamente, reconociendo su obra, su voluntad, todo lo que ha hecho y hace por nosotros y alabarlo por su grandeza. “Grande es el Señor y digno de ser alabado”.

Cuando tenemos pensamientos positivos, bajo este enfoque bíblico, la acción de Dios se hace presente: 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y mentes en Cristo Jesús. De la misma manera que Cristo venció, nos promete su ayuda para vencer, no hace templos del Espíritu Santo y nos da su ayuda, sin cobrarnos nada, para que podamos, libres de ansiedad y angustia, confiar en él, al punto de poder cantar: “Confiar en él es mi placer, morir no temo yo”

CONCLUSIÓN

En la Biblia tenemos todo el consejo del Señor para superar la ansiedad: Oremos, declarando a Dios todas nuestras peticiones, en nombre de Jesucristo, confiando que “El tiene cuidado de nosotros”. Oremos, dando gracias al Señor, porque Dios sometió bajo Cristo todas las cosas, tanto en los cielos, como en la tierra y aún bajo la tierra. Dejemos que el Señor actué en nosotros y, en lugar de nuestra mente corrompida por el pecado, ponga su mente, para que hay en nosotros el mismo sentir de Cristo. Confiemos que El Señor es Fiel cuando nos llamó y será Fiel para hacer grandes cosas en nosotros. Estemos listos para recibir, por gracia, como regalo del Señor, 7 la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y mentes en Cristo Jesús. Amén.

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