Un mapa de ruta para la misión de Dios

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Matthew 4:18–20 NBLA
Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. Y les dijo*: «Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres». Entonces ellos, dejando al instante las redes, lo siguieron.
Matthew 9:35–38 NBLA
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo* a Sus discípulos: «La cosecha es mucha, pero los obreros pocos. »Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha».
Matthew 28:19–20 NBLA
»Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».

Introducción

Quiero compartirles algo de lo que el Señor nos habló en el Concilio. Especialmente de lo que habló a mí personalmente.
Tuvimos la oportunidad de participar de una conferencia con el Dr. Rick Richardson, director del Billy Graham Center Institute y del Church Evangelism Initiative y profesor de evangelismo y liderazgo de la escuela graduada de Wheaton College
Este nos abrió los ojos y nos confrontó con la realidad de que en la iglesia occidental hemos abandonado el evangelismo.
De que hemos perdido como iglesia el rumbo en la misión de Dios, especialmente en lo que concierne a la misión local
Esto lo vemos en las estadísticas. Vemos un declive consistente en la cantidad de personas que asisten regularmente a una iglesia, en la cantidad de iglesias per se y de nuevas plantaciones y en la cantidad de conversiones y bautismos
Entonces el Dr. Richardson nos exhortó y nos animó a los líderes de la Alianza a que le pidamos al Señor que avive la llama, comenzando por nosotros, de la necesidad de retomar el rumbo de la misión de Dios y de que nos convirtamos en instrumentos para ayudar a nuestras iglesias a retomar ese rumbo
El reto que se nos planteo fue el siguiente, ¿cómo podemos convertirnos como iglesia local en una Comunidad Testificante o Testificadora?
Una comunidad tipo Hechos 1:8
Acts 1:8 NBLA
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra».
Una familia, llena del poder del Espíritu Santo, que testifica donde quiera que se para, aquí, allá y en todo lugar. En nuestra Jerusalén, en nuestra Judea, en nuestra Samaria y hasta los confines de la tierra. En donde vivimos, trabajamos, estudiamos y nos entretenemos.
La realidad es que, como individuos y como iglesia, siempre tendremos que luchar con la tentación de bajar la vara del llamado que el Señor nos ha hecho a cada uno de nosotros, o de conformarnos con menos

El llamado

Con las tres porciones que leímos de Mateo les quiero proponer un mapa de ruta de la estrategia de Jesús para cumplir su misión
En la primera porción que leímos vemos el glorioso llamado de Jesús a los discípulos:
Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres
Así como ustedes son expertos en pescar peces, Yo soy experto en pescar hombres
Vengan conmigo, caminemos juntos, vivamos la vida en comunidad y en el camino les enseñaré cómo hacerlo
No les voy a dar un curso, no les voy a dar una clase, no les voy a enseñar una estrategia, no los voy a enviar al seminario. Yo mismo les voy a modelar cómo hacerlo.
Van a aprender de la mejor manera, por observación
Y no solo van a aprender porque se los voy a modelar sino porque les voy a abrir mi corazón y les voy a mostrar mi pasión por las almas y voy a rogar al Padre para que ponga en ustedes esa misma pasión
Entonces ante sendo llamado, los discípulos no lo pensaron dos veces. Dejaron sus vidas atrás y le siguieron.

La compasión

Entonces en la segunda porción que leímos vemos el cumplimiento de esto
Matthew 9:35 NBLA
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
¿A qué se dedicó Jesús?
A recorrer todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia
Durante tres años Jesús hizo exactamente lo que se propuso. Le modeló a sus discípulos cómo pescar hombres. Le modeló una vida dedicada a la misión de su Padre. Una vida dedicada a alcanzar al perdido. Una vida dedicada a proclamar su evangelio, la buena noticia de salvación.
Jesús no solo lo modeló con sus acciones sino que les mostró su corazón.
Pescar hombres no es cualquier cosa. No es una simple tarea o un simple proyecto. No es algo que hacemos para sentirnos bien con nosotros mismos. Tampoco es algo que hacemos para ganarnos el favor del Padre.
Pescar hombres es lo que mueve el corazón de Jesús. Esa es su pasión. Eso lo que le quita el sueño y el apetito.
¿Cómo sabemos que Jesús les mostró su corazón a los discípulos? Porque por lo menos uno de ellos, Mateo, un ex cobrador de impuesto, registró estas palabras:
Matthew 9:36 NBLA
Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.
Y también estas:
Matthew 14:14 NBLA
Cuando Jesús desembarcó, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos.
Y estas también:
Matthew 15:32 NBLA
Entonces Jesús, llamando junto a Él a Sus discípulos, les dijo: «Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están aquí y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino».
Creo que si algo convenció a los discípulos de que Jesús era el Mesías no fue tanto sus milagros, sino la compasión que brotaba de su corazón.
Jesús les demostró lo que implica verdaderamente amar a Dios y amar a la gente
Amar a la gente, según el modelo de Jesús, es tener compasión de ellas
La raíz de la palabra original que se traduce como compasión es entrañas; los órganos internos; como dirían en Arecibo, las tripas
splanchnizomai
Ser afectado profundamente en el ser interior; en las entrañas
Es un sentimiento profundo y poderoso. Es algo que te revuelca el estomago.
Pero a la misma vez es un sentimiento tan poderoso que te lleva a la acción. A salirte de tu zona de comodidad. A tomar riesgos de fe. A pensar menos en ti y más en los demás. Es un sentimiento que no da espacio para la inacción.
No es un simple ¡ay, bendito! No es un simple ¡pobre hombre!
¿Alguien ha tenido un hijo bien enfermo, en el hospital? ¿Recuerdas los sentimientos que experimentaste? ¿Se te quitó el hambre? ¿No podías dormir? ¿No podías pensar en otra cosa?
Eso precisamente es splanchnizomai
Eso es lo que Jesús siente por la gente
¿Y nosotros? ¿Es eso lo que sentimos por la gente, por nuestros vecinos, por nuestros compañeros de trabajo, por nuestros familiares, por nuestros amigos?
Si somos honestos, la respuesta es no.
Y la pregunta es, ¿será posible llegar a tener la compasión que tenía Jesús por la gente?
La respuesta es sí. Humanamente es imposible pero si dejamos que Él viva su vida a través de nosotros, por medio de su Espíritu Santo, será posible.
¿Y por qué Jesús sintió compasión de la gente? Porque las vio angustiadas y abatidas, como ovejas sin pastor.
Imagine. El Buen Pastor que da su vida por sus ovejas, cuando ve ovejas descarriadas se le parte el corazón.
Jesús se detuvo y observó la multitud.
Porque para sentir compasión tenemos primero que detenernos y observar. Si seguimos viviendo nuestras vidas a la carrera no podremos observar a la gente para poder tener compasión de ellas.
Jesús se detuvo, observó a la gente y las vio angustiadas y abatidas. Las vio como ovejas que han sido maltratadas, abandonadas, que están desnutridas, que han sido golpeadas, que le han arrancado la lana violentamente
¿Pero angustiadas y abatidas por quién? Por el pecado, por el sufrimiento, por la enfermedad, por la injusticia, por la violencia, por la maldad, por la escasez, por el maltrato, por la opresión, por heridas del pasado, por la crianza, por las consecuencias de sus propias decisiones. Por líderes religiosos atropellantes.
Por eso, Jesús las vio y sintió compasión de ellas
Y por eso miró a sus discípulos y les dijo:
Mateo 9:37–38 (NBLA)
...«La cosecha es mucha, pero los obreros pocos.
»Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha».

La cosecha

Entonces aquí es que Jesús les revela su verdadera gloria a sus discípulos
Ustedes observan a la gente y los ven como casos perdidos. Pero Yo las observo y veo una gran cosecha. Y no solo veo una gran cosecha, sino que veo que ya está lista para ser recogida.
Pero lamentablemente me doy cuenta que la cantidad de obreros no es suficiente comparado con el tamaño de la cosecha. Y por eso la cosecha se pierde.
Es como el café aquí en PR. Se pierde porque no hay quien lo recoja.
Jesús se detiene y mira a la gente con compasión y más se le parte el alma cuando piensa en la posibilidad de que se pierdan. De que nadie las alcance con el mensaje de Su Evangelio de salvación.
De que no puedan invocar a Aquel en quien no han creído. Que no puedan creer en Aquel de quien no han oído. Que no puedan oir de Aquel de quien nadie les ha predicado. De que no se les predique porque nadie sea enviado. (Romanos 10:14-15)
Pero Jesús también sabe que hay una esperanza. Él conoce muy bien a su Padre. Él sabe que su Padre es el Dueño de la cosecha. Él sabe que su Padre ama su cosecha. Y Él sabe que si le rogamos que envié más obreros, Él lo hará
¿Pero quiénes serán esos obreros?
Desde pequeño aprendí que a lo que Jesús se refería en este pasaje por obreros era a pastores o a misioneros o a evangelistas. Que debíamos orar para que se levantaran más pastores, más misioneros y más evangelistas.
Siempre estamos con la cantaleta de que necesitamos más pastores y más misioneros. Y es cierto. Siempre y cuando no sea yo. Siempre y cuando el Señor envíe a otro.
Cuando pensamos de esta manera no nos sentimos aludidos.
Decimos, es que Dios me ha llamado a otra cosa. Es que Dios me ha llamado a ejercer una profesión. Es que Dios me ha llamado a tener un negocio. Es que Dios me ha llamado a tener una familia. Yo no tengo nada que ese llamado, porque Dios no me ha llamado a ser pastor, o misionero o evangelista.
Sin embargo, ahora que soy pastor me doy cuenta que estaba equivocado. Que aprendí un falso evangelio en este aspecto.
Una de las cosas por las cuales luchó el reformador Martin Lutero y los reformadores fue por rescatar la doctrina del sacerdocio de todos los creyentes, en contraste con el sacerdocio de algunos, como ocurre en la iglesia católica.
A esto mismo se refería el apóstol Pedro cuando escribió:
1 Peter 2:9 NBLA
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.
Hemos creído en el Señor porque fuimos escogidos desde antes de la fundación del mundo. Y una vez creímos, inmediatamente nos convertimos en sacerdotes para Él.
Al Cristo venir y habitar en nuestros corazones también recibimos su sacerdocio. Ese ministerio de interceder por el pueblo de Dios, de ofrecer sacrificio de alabanza, de ser sus representantes en esta tierra, de reconciliar al mundo con Dios.
Por lo tanto, cuando Jesús le dice a los discípulos que pidan al Señor de la cosecha que envié obreros a Su cosecha, no se está refiriendo a unos pocos sino a todos los creyentes.
La petición de Jesús no es que Dios levante únicamente más pastores y misioneros, sino que movilice a todo su pueblo para llevar a cabo su obra, mientras el día dure.
La cosecha está lista. La cosecha es abundante. Y los obreros que hacen falta son cada uno de nosotros.
La pregunta que tenemos que hacernos en este día es si realmente creemos que la cosecha aun es abundante. Si realmente creemos que la cosecha está lista para ser recogida. Si realmente creemos que tú y yo somos los obreros que el Señor está llamando.
Cuando decimos, es que PR ya está evangelizado, no estamos creyendo que la cosecha aun es abundante
Cuando decimos, es que ya la gente en PR no quiere creer o no le interesa el Evangelio o no le interesa la iglesia, no estamos creyendo que la cosecha está lista para ser recogida.
Cuando tenemos la expectativa que sea solo el pastor y los líderes los que recojan la cosecha, no estamos creyendo que el Señor puede enviar más obreros al campo.
Dejemos de creer estas mentiras y roguemos al Padre que nos movilice a todos. Desde el más pequeño hasta el más grande. Desde el más joven hasta el más ancianos.
Para llevar todo de Jesús a todo el mundo se necesitan a todos

La comisión

Les dije que con estos pasajes de Mateo les iba a presentar un mapa de ruta de la estrategia de Jesús para cumplir su misión
Comenzamos con el llamado, vengan en pos de mí y yo les haré pescadores de hombres, luego vimos el modelaje de Jesús de cómo se hace y de la clase de corazón que se necesita. También hicimos un reality check del estatus de la cosecha y terminamos con la comisión
Jesús dijo:
Mateo 28:18–20 (NBLA)
...«Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
»Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».
Los llamé. Les di todo lo que necesitan. Ahora vayan. Los comisiono para la misión.
Toda autoridad me ha sido dada. Ahora yo soy el dueño de la cosecha.
No duden de si la cosecha será recogida. No duden de si mi misión será completada. No duden de si ustedes tendrán éxito. Ya eso está resuelto en el cielo. Para eso fui a la cruz. Para eso me levanté de los muertos. Y si tienen duda lean Apocalipsis.
Revelation 7:9–10 NBLA
Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. Clamaban a gran voz: «La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero».
Iglesia Alianza La Cumbre, la misión de Dios será completada. Eso no depende de una iglesia local. La cosecha será recogida y entonces vendrá el fin. De hecho, la cosecha está siendo recogida as we speak. La pregunta es, si tú y yo recibiremos al Rey sentados cómodos en nuestros asientos o lo recibiremos con nuestras frentes empapadas de sudor, nuestras mangas enrolladas y nuestras manos en el arado.
La realidad es que ya todos hemos sido movilizados. A nuestros vecindarios, a nuestros lugares de trabajo, a nuestros lugares de estudio y a los lugares donde nos entretenemos. Solo falta, que abramos nuestros ojos y observemos la cosecha que está de frente y alrededor.
No sé si se han dado cuenta, pero totalmente sin planificar, Mario nos habló del llamado, Tienes que nacer de nuevo, Elba nos habló del modelaje, ama a Dios y ama a la gente, y hoy Dios nos recuerda que todos hemos sido enviados al campo.
¿Cuál va a ser tu respuesta?
Canción: Una fe sencilla
Oremos:
Sigamos orando por nuestra hermana Daisy que ha sido movilizada a Panamá
Sigamos orando por nuestro hermano Jaime que ha sido movilizado a la RD
Sigamos orando por Decio y Elba y por los Toledo que han sido movilizados a España
Sigamos orando por pastor Eddie y Ada que han sido movilizados a Haiti
Y por todos los obreros internacionales de la Alianza de PR y de alrededor del mundo
Oramos por los graduandos que serán movilizados
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Comunicado Concilio
TRADUCCIÓN
PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA
3 de junio de 2023
SPOKANE, WASHINGTON. Los delegados del Concilio General 2023 de la Alianza Cristiana y Misionera de EE. UU. (AC&MA, The Alliance) votaron para actualizar el lenguaje de su Declaración de Fe por primera vez desde 1966.
Las recomendaciones presentadas fueron la culminación de una “Conversación Nacional” de cuatro años en la que el presidente de la Alianza de EE. UU., John Stumbo, y el vicepresidente de Ministerios a la Iglesia, Terry Smith, llevaron a cabo docenas de discusiones regionales en persona y en línea con líderes de la iglesia en todos los distritos de la Alianza de EE. UU.
Al aprobar casi todas las recomendaciones propuestas, los delegados del Consejo de la Alianza votaron para preservar sus creencias históricas mientras mejoran la legibilidad y relevancia de la Declaración para las futuras generaciones de creyentes y obreros de la Alianza.
Las recomendaciones adoptadas afirman la visión de la Trinidad de Dios de la Alianza al reforzar la posición de Jesucristo como "enviado" y "enviador" en cumplimiento del plan redentor del Padre para reconciliar a toda la humanidad con Él mismo. La Declaración actualizada también fortalece el énfasis en los dones y frutos del Espíritu Santo puestos a disposición de cada creyente.
Además, la Declaración conserva el punto de vista histórico de la Alianza con respecto a la credibilidad y la inspiración verbal de las Escrituras; brinda mayor claridad con respecto al proceso de salvación con la adición de lenguaje tal como “justificados por la gracia mediante la fe”; y aborda la realidad de la guerra espiritual al incorporar términos como “librado del dominio de las tinieblas”. La Declaración también reafirma la visión histórica premilenial de La Alianza sobre el regreso de Cristo sin descalificar a aquellos con diferentes puntos de vista milenarios del ministerio dentro de La Alianza.
También culminó la Discusión Nacional de cuatro años con una serie de recomendaciones con respecto a la política de hombres y mujeres en el liderazgo espiritual. Las recomendaciones adoptadas sostuvieron que el liderazgo de ancianos en las iglesias de la Alianza consiste en el pastor principal, los ancianos laicos electos y otros miembros masculinos del personal del ministerio con licencia, según lo considere apropiado la iglesia local. En adición, los delegados aprobaron que la designación "Consagrados y Ordenados" sea usado para indicar el respaldo de la denominación a todos los obreros oficiales, tanto hombres como mujeres, que cumplan con los requisitos establecidos para el ministerio de la Alianza y hayan completado con éxito el proceso de consagración y ordenación descrito en el Manual de La Alianza Cristiana y Misionera. Los obreros oficiales también pueden llevar el título de "pastor" o "reverendo" para funciones ministeriales específicas a discreción del liderazgo de la iglesia local.
Los delegados del consejo llevaron a cabo sus debates con gracia, paciencia y un compromiso continuo con la solidaridad en la tarea de crear y mantener una presencia significativa e impactante del evangelio entre los restantes pueblos no alcanzados del mundo.
La Alianza Cristiana y Misionera nació en 1887 de una visión del pastor A. B. Simpson en la ciudad de Nueva York, a quien se le rompió el corazón por la difícil situación de los inmigrantes, los marginados y los rechazados. Hoy, compartimos su pasión por ofrecer ayuda tangible y esperanza duradera a las personas más necesitadas del mundo. A través de 2,000 iglesias de E.U. UU. y 700 obreros en 70 países, transmitimos el amor de Jesús a las personas no alcanzadas, ignoradas y desplazadas en nuestras comunidades de E.U. y en todo el mundo a través de una variedad de ministerios e iniciativas de plantación de iglesias, desarrollo comunitario y cuidado compasivo que promueven nuestra visión Todo de Jesús para Todo el Mundo.
CONTACTO:
Peter Burgo
Director de Relaciones Mediáticas
Media@cmalliance.org
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