El Buen Prójimo

Lucas  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 6 views
Notes
Transcript
Quisiera esta mañana iniciar recordando un viejo juego que realizábamos en nuestras reuniones de la iglesia: Se llamaba le gustan su vecinos. El juego consistía en expresar las razones por las cuales no nos gustaban las personas a la par de nosotros y pedir que dos nuevas personas se sentaran junto a nosotros. El juego ilustraba esa inconformidad que en la vida real muchos tienen con las personas que tienen a su lado, sus vecinos o sus prójimos.
Los cristianos actuamos muchas veces como ese tipo de personas que rápidamente olvidan las instrucciones que se les dan y hay que estarlas repitiendo continuamente.
El evangelista San Lucas dejó registrado como Jesús instruyó y envió a sus discípulos para predicar. (Lucas 9.57-10.12) y como algunos de ellos se excusaron de hacer el trabajo de la gran comisión.
Lucas 9:61 RVR60
Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.
En el capítulo 10.25-37 va a tratar con la otra actitud,
la indiferencia al llamado de Jesús a amar a nuestro prójimo (EL GRAN MANDAMIENTO), porque no sabemos jugar a me gustan sus vecinos.
Leamos este pasaje...
Veamos como Jesús responde a dos preguntas que tiene que ver con nuestras prioridades en la adoración y el servicio para que nosotros hagamos lo que él nos ordena hacer.
Estos acontecimientos que relata suceden en el camino de Jesús hacia Jerusalén, donde habría de morir.
Lucas 9:51 RVR60
Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
Así pues cierto día mientras pasaba por alguna de las aldeas situadas en el recorrido, se encontró con uno de esos personajes agradables que le acompañaban. Un intérprete de la ley que se paró para probarle con una pregunta:

¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

La respuesta de Jesús pone énfasis a lo que debemos hacer para tener el estilo de vida que practican los que han logrado por la fe acceso al Reino de Dios.
Lucas 10:28 RVR60
Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
¿Que debemos hacer como ciudadanos del reino de Dios?

Conocer las instrucciones para la vida del Reino

Lo primero que tenemos que hacer es buscar un conocimiento correcto de lo que debemos hacer parte de nuestra vida: principios, verdades y mandamientos revelados en la Palabra de Dios que mostrarán en nosotros la vida del Reino.
La respuesta a la primera pregunta del intérprete fue esta:
Lucas 10:26 RVR60
Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Aunque la motivación del intérprete fue incorrecta su respuesta fue correcta, al señalar el principio fundamental de nuestra adoración a Dios:
Lucas 10:27 RVR60
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Aquí tenemos un principio fundamental de la adoración y el servicio a Dios: Nuestra adoración y servicio debe ser una expresión cuya prioridad fundamental sea agradar a Dios, la cual debe ser una expresión con todo nuestro ser.
Cada acto de nuestra adoración y servicio a Dios debe ser cuidadosamente preparado, diligentemente ejecutado y presentado por el adorador a Dios.
Josué 22:5 RVR60
Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.

Obedecer las instrucciones para la vida del Reino

Lo segundo una actitud correcta para la aplicación y disposición a obedecer lo que nos indica la Palabra de Dios, sin buscar justificaciones o excepciones que nos eviten cumplir lo que se nos pide hacer.
La respuesta a las dos preguntas que dio Jesús al interprete concluyeron con estos imperativos:
Lucas 10:28 RVR60
Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Lucas 10:37 RVR60
Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
Ahora, ¿Podría este intérprete de la ley cumplir con el mandato?
La respuesta es, no.
Dos cosas dominaban la vida de este hombre: La falsedad, el engaño y la hipocresía, pero también el orgullo de creer que él podía hacerlo por si mismo.
Al realizar la siguiente pregunta, ¿Quien es mi prójimo?, él se estaba auto justificando al pensar, bueno yo no tengo problema para amar a Dios, mi problema es que no se a quien amar.
En este asunto los judíos eran muy exclusivos, ellos consideraban que su prójimo solo podía ser otro judío, para un fariseo solo podía ser otro fariseo.
Pero él necesitaba un nuevo corazón capacitado para amar, un corazón arrepentido de su pecado de hipocresía y orgullo, un corazón transformado por el poder de Jesucristo.
Recordemos a alguien más que se acercó a Jesús preguntando acerca de como entrar al Reino de Dios, la respuesta incluyo esta verdad:
Juan 3:3 RVR60
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Vivir como ciudadanos del Reino

Un último aspecto es que la orden de Jesús tiene el sentido de que nosotros busquemos ser primero ese ciudadano del Reino que es obediente, útil y que sirve a otros. Antes que buscar al prójimo, está ser el prójimo que ama a otro prójimo.
Lucas 10:29 RVR60
Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
La respuesta de Jesús fue una hermosa parábola que encontramos solo en el evangelio de Lucas: El buen Samaritano.
La respuesta de Jesús no fue para decir quien era el prójimo, sino para decir, quien es el buen prójimo.
Es aquel que es movido a misericordia, el que desde lo profundo de sus entrañas es movido por la compasión hacia otros, como Cristo lo sentía. Jesús por compasión enseñaba a la gente, sanaba y alimentaba.
Mateo 9:36 RVR60
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Es aquel que se acerca al que esta necesitado, porque esta herido, porque esta enfermo, porque necesita ayuda.
Es aquel que da lo que tiene por misericordia: su aceite y vino, su cabalgadura, su tiempo, su dinero.
Lucas 10:34–35 RVR60
y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
En conclusión:
Dios pide de mí que tenga el conocimiento correcto de él, la disposición de obedecerlo y un estilo de vida que refleje los dos aspectos: conocimiento y obediencia.
Ser un buen prójimo requiere un cambio de
corazón a uno que pueda amar profundamente sin condiciones, prejuicios,excusas o justificaciones a otros porque ha encontrado perdón, justificación y paz en Jesús.
En Jesucristo encontramos el poder para amar a Dios, amar a otros de manera que siempre encuentre personas en quien mostrar ese amor, oportunidades para hacerlo y recursos creativos para mostrarlo.
Hoy voy a buscar ser un buen prójimo, para aquel que Dios me señale que lo sea.
Ora pidiendo a Dios Padre, perdón por todas las justificaciones y excusas que has puesto para vivir como un ciudadano de tu Reino.
Dale gracias por este día que te da, por el camino que voy a transitar hoy, porque se que tu póndras delante de mi personas a quien amar y servir mostrandoles cuanto les amo y cuanto te amo a tí.
Te pido que me ayudes a vencer los temores y prejuicios que puedan afectar mi obediencia a ti. Provee los medios que necesite para que mi servicio sea efectivo cuando se requiera.
Te pido Señor por los que hoy estan en peligro de sufrir alguna agresión física o emocional, que tu protección y cuidado este sobre ellas.
y seguramente también hoy habrá muchas personas golpeadas, heridas y enfermas en el camino, te pido por ellas para que encuentren quien les provea consuelo y sanidad.