Reconciliado con Dios
El Libro de Colosenses • Sermon • Submitted • Presented
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20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21 También a vosotros, que erais en otro tiempo extraños y enemigos por vuestros pensamientos y por vuestras malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprochables delante de él. 23 Pero es necesario que permanezcáis fundados y firmes en la fe, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
La palabra reconciliar es uno de los términos más significativos y descriptivos de toda la Escritura. Es una de las cinco palabras clave utilizadas en el Nuevo Testamento para describir la riqueza de la salvación en Cristo, junto con la justificación, la redención, el perdón y la adopción. Hoy veremos la palabra reconciliar discutiendo cuatro características de la reconciliación respondiendo a 4 preguntas de Colosenses 1:20-23 que contesta el plan de la reconciliación, los medios de la reconciliación, el objetivo de la reconciliación y la evidencia de la reconciliación.
1. ¿Quién lo inició?
a. El plan -
b. Conciliar 3 áreas
2. ¿Cómo se logró?
a. Los medios – 2 maneras
b. La sangre -
C. La muerte -
3. ¿Qué logró?
a. El objetivo -
b. La meta de Dios es triple:
C. Para presentarnos -
4. ¿Cómo sé si lo tengo?
a. La evidencia – 2 aspectos
b. Perseverancia – En Fe y Evangelio
Dios nos envía como embajadores a un mundo caído y perdido, trayendo noticias increíblemente buenas. La gente en todas partes está irremediablemente perdida y condenada, separada de Dios por el pecado. Pero Dios ha provisto los medios de la reconciliación mediante la muerte de Su Hijo. Nuestra misión es suplicar a la gente que reciba esa reconciliación antes de que sea demasiado tarde. La actitud de Pablo, expresada en 1 Corintios 5:20, debería marcar a todo cristiano: “Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo, reconciliaos con Dios”.
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