La Oración: Razones por que necesitamos orar

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He quedado fascinado estos días con pensar en el poder que nuestras palabras tienen.

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LA ORACIÓN: RAZONES POR QUE NECESITAMOS ORAR
Domingo 03 de Septiembre de 2023 – Iglesia Senda Antigua & Transmisión en vivo Bethel La Paz y Cesar Saavedra
ORACIÓN
“Señor gracias por Tu Presencia, gracias por el gran privilegio de presentarnos delante de Tí en oración Señor, gracias porque nos escuchas, gracias por Tus respuestas y Señor enséñanos a orar como Tú enseñaste a Tus discípulos enséñanos a nosotros. Gracias te damos Señor. Amén.”
LECCIÓN 03
RAZONES POR QUE NECESITAMOS ORAR
Esto es muy importante.
Si no entendemos por qué hay que orar tal vez no vamos a orar, no seremos motivados.
Tal vez algunos han pensado que el Señor nos ha puesto sobre los hombros la carga de orar porque El quiere que pasemos la vida en un ejercicio espiritual, porque le da al mundo la apariencia de que somos “super-santos” si oramos.
Y es una buena actividad para los santos verdaderos orar, un buen ejercicio.
Bueno, después de todo el cristiano debe ocuparse en algo, no? mejor que se ocupe en algo tan espiritual, sublime como hincarse y orar.
Qué testimonio más lindo.
Hermanos, qué locura! El Señor no tiene interés en darnos una carga innecesaria y decir: “Esto sería un buen ejercicio espiritual en que puedes ocuparte hasta que Yo venga”.
No! hay razones muy importantes por la oración.
1- Algunos hombres han dicho y es la verdad al pensar en esto, a la luz de la Escritura, que: “Dios no se mueve ni hace nada en nuestras vidas o en las vidas de otros que no sea una respuesta y reacción de la oración.”
Dios no hará nada, a menos que alguien no haya orado!
¿Por qué?
¿Es obstinado, difícil, cuadrado? ¿Qué pasa con Dios si es cierto?
La razón es muy sencilla: Dios ordena las autoridades que hay.
El lo dice. ¿Cuántos creen que Dios cumple Su Misma Palabra? Dios nos ordena que nos sometamos a las autoridades.
Dios ha establecido diferentes jerarquías de autoridad en el Universo.
Dios Mismo honra esas autoridades que El ha establecido, aunque sea un hombre como Saúl, impío, perverso, etc. Dios lo honra, porque El honra el oficio y la autoridad, no al hombre.
Ahora Dios creó al hombre en el huerto con la autoridad sobre toda esta creación.
El dominio.
Y ese hombre estaba siendo día tras día influenciado por dos seres, dos personas: por Dios Mismo y por Satanás.
Por la Luz y por las tinieblas.
Pero el hombre tomó la decisión de ponerse bajo el dominio de Satanás, por su propia decisión.
¿Ahora qué? ¿Creen que el Señor no va a honrar lo que El Mismo estableció o sí?
El hombre tenía el libre albedrío, podía seguir andando bajo el señorío de Dios o podía escoger otro dominio, el dios de este mundo.
Y el hombre escogió el otro dominio y se puso debajo de ese dominio.
Decisión del hombre.
Ahora el Señor va a seguir honrando la autoridad, las autoridades y también El va a vivir y seguir honrando el libre albedrío del ser humano.
Si, El no quiere robots.
No busca máquinas.
¿Entienden? No le dijo a Adán: “No Adán, ni hablar, no voy a permitir que vivas bajo el dominio de Satanás, te restauro a Mi dominio, quiera o no. Yo lo hago”.
No, Dios no es así.
Eso no es libre albedrío, voluntad libre.
El dijo: “Está bien Adán, puedes vivir ahora bajo su señorío, a ver qué pasa”.
Pero cualquier Adán, cualquier hombre levanta la voz y empieza a clamarle: “Señor, no quiero vivir bajo el dominio de Satanás.” “Señor rescátame”. “Señor libértame, abre la cárcel de mi vida, quiero vivir bajo Tu dominio y Tu control, por favor ven Señor, oh Salvador y Libertador”.
El escucha ese clamor. Esa oración.
Y tiene que escuchar el clamor ofrecido correctamente.
¿Por qué? Porque sino lo hace tampoco está honrando el libre albedrío de ese hombre. ¿Entienden? Ese hombre ya no quiere estar bajo el dominio de Satanás.
Pero sin oír ese clamor, El no puede responder. No puede.
El Mismo se ha limitado, a honrar las autoridades y la voluntad del hombre.
“Oh Señor, escucha mi clamor todos los días. Que sepas Señor lo que mi corazón anhela, aunque falle Señor, quiero que sepas lo que hay en mi corazón y quiero vivir bajo Tu dominio Señor y someterme a Tus estatutos y Tus caminos de Santidad.” Amén.
Lo grande y lo pequeño en lo que El se interesa. Cosas grandes en nuestras vidas y cosas insignificantes.
Creo que es porque El nos dijo que hasta los cabellos de nuestra cabeza son dice “han sido enumerados”.
Mateo 10:30 dice:
“Pues aun vuestros cabellos están todos contados.”
Eso no quiere decir que El sepa cuántos cabellos tenemos, eso si lo sabe, no es lo que dice el griego.
Dice el griego exactamente lo que significa el español, pero a veces no hemos prestado atención al español, dice: “los cabellos están enumerados” (Mateo 10:30).
¿Entienden eso? Por ejemplo: Si me arranco un pelito, ese pelito tiene el número 634.
Ya me hace falta el pelo 634.
Y por el otro lado está el número 10. El sabe, El tiene un número sobre cada cabello.
¿Por qué dice eso, solo porque no tiene muchas cosas qué hacer?
No, sino que por dos razones, nos da dos mensajes:
El Es tan Grande, tan Infinito, que no es cuestión de pasar Su vida contando y asignando números a los cabellos, es que eso es automático para El, sucede sin ningún esfuerzo.
¿Entienden? El no puede evitarlo porque así es El, conoce cada detallito de cada vida.
Se interesa en cada detallito. No solo en las cosas grandes, por supuesto se interesa en las cosas grandes, pero hasta en las cosas insignificantes se interesa.
Para El es importante enseñarnos constantemente que El se interesa en las cosas pequeñas. El tiene control de detalles.
Por eso: “Señor, escoge para mí”. Es una oración tan importante: “Señor escoge para mí”. “Lo que Tú digas Señor”. Y después estar contentos con Su decisión.
ILUSTRACIÓN:
Hace años un incrédulo le dijo a un hermano que estaba compartiendo sobre las respuestas tremendas a sus oraciones.
Y después del culto un hermano incrédulo, inconverso le dijo: “Señor yo diría que esas cosas son nada más que coincidencias”.
Y el hermano le dijo: “Si está bien, tal vez son coincidencias. Lo único que puede decirle es que he aprendido algo y es que cuando yo dejo de orar, las coincidencias dejan de suceder”.
Hay otra razón. Por la cual debemos orar. Estas dos razones son las principales por la oración.
Y es una razón que encontramos en Romanos 10:6-8
Que estas dos razones nos animen a que oremos constantemente.
En la vida es importante que día tras día nosotros encontremos un closet de oración, donde podemos hincarnos, sentarnos, pararnos o postrarnos y si pasar tiempos prolongados de oración.
Si el Señor toma el control en este estudio y nos muestra lo que sucede en la oración y aprendemos cómo orar eficazmente, creo que todos estaremos buscando ese lugar de oración con frecuencia y con un deleite en nuestro corazón, no con una actitud de: “ay que carga es este ejercicio espiritual, qué cuesta tanto”.
No! Diremos: “Qué privilegio!”.
Qué privilegio es pasar una hora, 2 horas, 5 horas, lo que sea, cambiando el rumbo eterno de otras vidas y de naciones y recibiendo una herencia eternal.
Y haciendo un cambio en este mundo.
Algunos dirían: “No, pero mis oraciones nunca podrían hacer eso”. Tú tienes toda la razón, tus oraciones no pueden lograr casi nada, pero queremos aprender a orar bajo el poder y la influencia del Espíritu Santo, porque Sus oraciones siempre son contestadas, no a veces, sino siempre. Amén!
Y queremos aprender a orar así. Bajo la influencia de El.
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