El Siervo Sufriente, Isaías 53:6
Notes
Transcript
Introducción:
Introducción:
Apertura: Alguna vez se han encontrado en una situación desesperante? Una situación que no ves una salida, ninguna respuesta?
situación económica
condición de salud
una carencia o necesidad física
una relación sin reparo
un individuo sin rescate
un estándar inalcanzable
Dios se especializa en lo imposible, dandonos esperanza aún en las situaciones más oscuras.
La historia hasta ahora...
Génesis 1:31 — Dios creó todo
Génesis 1:27 — Todos creados a imagen de Dios.
Génesis 3:6 — La Caída lo cambió todo.
Génesis 3:15 — La promesa de redención de Dios
Génesis 12:2-3 — La Simiente de Abraham
Génesis 49:10 — La Simiente Real de Judá
Éxodo 12:23 — El Cordero Pascual
2 Samuel 7:13 — El Linaje de David
“Dios es el creador de todo, y todo lo que creó fue bueno. Dios creó al ser humano para ser Sus representantes en este mundo bueno, pero su decisión de desobedecer a Dios y ceder a la tentación resultó en la maldición del pecado sobre toda la humanidad y la creación. Sin embargo, junto con las consecuencias del pecado, Dios da esperanza: la promesa de la redención. Por medio de la familia de Abraham, y específicamente por medio del linaje real de Judá, David, las bendiciones del pacto vendrían al mundo. Debido a que el pueblo era culpable y merecían la muerte, los sacrificios de la ley Mosaica revelaron más claramente su necesidad de un substituto.
La historia nos lleva a nuestro pasaje de hoy:
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Cada persona puede experimentar el rescate de Dios en su mayor necesidad al verse en la misma situación que el pueblo de Dios.
Una Escena Insano
Una Escena Insano
La Situación:
El tiempo de la ley de Moisés.
Vimos la necesidad de un cordero substituto y el sistema sacrificial para pagar por los pecados.
No tuvo un resultado permanente.
El tiempo de los jueces, Jue. 17:6; 21:25.
Jueces 17:6 (RVR60)
En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Jueces 21:25 (RVR60) En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
Este tiempo de los jueces era caracterizado por un ciclo de pecado, juicio, arrepentimiento, rescate, y paz
El tiempo de los reyes.
Incluyendo al Rey David, los reyes del pueblo Israel, fracasaron en obedecer a Dios.
Precisaban tanto más los sacrificios.
La pecaminosidad del pueblo de Israel.
Los sacrificios no tuvieron resultado en derrotar el pecado constante.
Sin embargo, eso no fue el propósito principal de los sacrificios, Heb. 10:1-4.
Hebreos 10:1–4 (RVR60)
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Hubo una nube de pecado que parecía seguir a Israel.
Se fueron hundiendo más profundamente en la idolatría, Is. 2:8.
Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.
Se dividió el pueblo de Israel entre el reino del norte (Israel) y el reino del sur (Judá).
Ambos pueblos siguieron su decadencia en el pecado (aunque Judá menos descaradamente que Israel).
Jeroboam (rey de Israel, el reino del norte) construyó dos altares idólatras para que su pueblo no tenga que viajar a Jerusalén (ubicada en Judá, el reino del sur), así no desarrollarían una lealtad al reino de Judá.
Judá no guardó las leyes sabáticas para la tierra. Dios había mandado que cada siete años, la tierra descansara de ser trabajado para propósitos agrícolas. Por lo menos por 490 años, Judá no guardó este mandato. Es por eso que el tiempo del cautiverio en Babilonia fue por 70 años, 2 Cron. 36:21.
para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.
Pasaron un par de siglos que Judá, el reino del sur, no guardó la ley de Dios porque ni siquiera lo pudieron encontrar. Lo encontraron durante una renovación del templo durante el reino de Josías. El pueblo de Dios ni siquiera estaba intentando seguir la ley de Dios.
El Resultado:
El juicio de Dios con el cautiverio.
Asiria conquistó a Israel, el reino del norte, en 722 a.C.
Babilonia conquistó a Judá, el reino del sur, unos 250 años después en 586 a.C.
Aún se precisaba una solución permanente al problema del pecado.
Ilustración: Una Escena Insano— Imagínese lo que sería Argentina si una vez escrita, la constitución Argentina fuera perdido y no leída hasta este año. ¿Que sería del país?
Aplicación: Una Escena Insano—
La vida real…
Un Siervo Sufriente
Un Siervo Sufriente
La Profecía
Unos 150 años antes de que Judá fuera llevado cautivo a Babilonia, Dios le dio al profeta Isaías un visión que apuntaba hacia adelante a una definición permanente al problema del pecado.
El plan de Dios fue que, en lugar de enviar solo otro animal para sacrificar, mandaría el Siervo Sufriente, Is. 53:3-10.
Isaías 53:3–10 (RVR60)
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Este Siervo Sufriente tuvo una tarea horrenda por cumplir.
Debía ser despiadado y rechazado por los hombres.
Debía ser asociado con dolor y quebranto.
Su llamado fue ser herido y azotado por Dios.
El versículo 5 comienza a verse la esperanza que este Siervo Sufriente traería paz y una solución permanente para el problema del pecado, Is. 53:5.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Dios muestra a Isaías que el Siervo Sufriente tomaría sobre sí mismo todas la penalidades requeridas por la ley.
El Siervo Sufriente como representante del pueblo de Dios finalmente llevaría sobre sí mismo el castigo que merecía justamente todo el pueblo de Dios, Is. 53:6.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Según Is. 53:10, el Siervo Sufriente por fin haría todo lo que los sacrificios nunca podrían hacer.
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Traería paz y sanidad.
Absolvería el pecado y la culpa de la nación.
Cargaría sobre sí el pecado de muchos (vs. 12).
El Cumplimiento.
Hoy en día sabemos que Jesucristo fue el cumplimiento de esta profecía.
Él cumplió las profecías de dar sanidad mientras estuvo en la tierra, Mat. 8:16-17.
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Su Sufrimiento fue cumplido también durante Su vida terrenal, 1 Ped. 2:21-22.
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
Su sacrificio fue el mensaje del evangelio, Hch. 8:30-35.
Hechos de los Apóstoles 8:30–35 (RVR60)
Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Su sufrimiento trajo nuestra
Ilustración: El Siervo Sufriente— VIDEO: Cicatrices
Aplicación: El Siervo Sufriente—
Conclusión:
Conclusión: