Sermón sin título (10)
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Introducción:
Todos sabemos que la crianza de los hijos representa todo un desafío, (lógicamente también hay un sentido de gozo, satisfacción, realización) pero sin lugar a dudas la crianza es un tema complejo.
Cuando están pequeños; los desafíos son menos agobiantes: que no se ensucien la ropa, que hagan la tarea, que hagan caso a la maestra y cosas por el estilo, pero cuando van creciendo, el desafío se hace más cuesta arriba... Sucede que ya no son tan tiernos, ni cariñosos, ni dependientes de nosotros, todo les irrita, se vuelven inconformes y todo esto es parte del crecimiento - adolescencia. no obstante: Hay un rasgo común entre los jóvenes y es que por lo general:
"Muchos hijos quieren vivir bajo el techo de sus padres, gozar de todos sus beneficios sin que esto implique el someterse a las normas del hogar"
De la misma forma cuando nosotros llegamos a ser parte de la familia de Dios, hay una tendencia pecaminosa en nuestros corazones de querer vivir bajo el techo de Dios, gozar de todas sus bendiciones (beneficios) sin que esto implique el menor de nuestros esfuerzos.
"Cómo cristianos no solo somos llamados a gozar de los beneficios del evangelio sino también a contribuir activamente por el evangelio.
Es decir;
“Cómo creyentes, no solo tenemos muchos privilegios y bendiciones, sino también muchas responsabilidades... y una manera de vivir de acuerdo a las demandas de nuestro Señor Jesucristo”.
Somos llamados a dar frutos
Mateo 7:19 LBLA
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego.
Juan 15:5 LBLA
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
Mateo 3:10 LBLA
Y el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
(Todo apunta a que en el reino de Dios, debemos dar frutos y ser útiles y Eso es lo que Pablo quiere comunicar en esta carta a los Efesios.
Pablo ha usado 3 capítulos, para hacerle saber a los Efesios las ricas y abundantes bendiciones que han recibido gratuitamente por medio de Cristo.
Les ha presentado el plan de redención, que fue concebido desde antes de la fundación del mundo.
Les ha les ha presentado un contraste entre la vida que ellos tenían antes de conocer a Cristo y cómo Dios que es rico en misericordia, con su grande amor, aún cuando estaban muertos en delitos y pecados, los amó y les dió vida juntamente con Cristo.
Les ha dicho que ahora ellos han sido injertos a la nación santa de Dios. «Ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos»
"en vista de". 👆🏻
En vista de todo lo que ustedes han recibido; Pablo les dice:
“Os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados”.
Contexto
La semana pasada vimos la oración de Pablo para que sus hermanos fuesen llenos de la plenitud de Dios, pero a partir de ahora; Pablo nos va a decir; «Cómo Luce la vida de un creyente», «cómo debe actuar», «cuales son sus responsabilidades» y qué es lo que debe hacer para vivir de una manera que agrade a Dios.
Pablo mismo es un ejemplo de obediencia y devoción a Cristo:
“Yo pues, preso en el Señor”. V.1
Nuevamente Pablo se describe como un prisionero, (3.1 - 4.1) “No de Roma” “No de los Judíos” sino de quien ahora él es “Esclavo y Siervo” (nuestro Señor Jesucristo). Es este ejemplo de Sacrificio y entrega lo que le da a Pablo una mayor autoridad para impeler a sus hermanos a vivir una vida digna del Señor.
Este es un texto corto pero denso; no creo tener el tiempo suficiente para exponer exhaustivamente todo lo que Pablo menciona, pero para una mayor comprensión; he dividido el texto en tres partes.
1. El llamado. (1)
2. El Cómo del llamado. (2 y 3)
3. El por qué del llamado. (4 - 6)
Divisiones.
1. El llamado.
Efesios 4:1 “Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,”
Pablo comienza un mandato que no parece un mandato sino más bien a un ruego pero; aunque Pablo esta rogando a sus hermanos, su ruego tiene todo el peso y la autoridad divina por ser un apóstol de Jesucristo.
La palabra vocación se traduce del griego Klesis como llamado. ¿Cual es ese llamado?… Según el texto (nosotros) “Hemos sido llamado a vivir de una manera digna del llamamiento con que hemos sido llamados”, pero ese llamado no está desconectado de quien llama y quien llama es DIOS.
Es Dios quien nos ha llamado de las tinieblas, quien nos ha hecho “hijos y coherederos con Cristo Jesús, quien nos ha invitado a entrar en una relación directa con él y a gozar de todos sus beneficios, pero esto no solo supone que hemos el que hemos sido “salvados por Dios” sino que en el proceso debemos ser “transformados Dios” de manera que la vida del que ha sido salvado debe “concordar” con su nueva posición espiritual.
El llamado es a ser un reflejo de la santidad de Dios.
Levítico 19:1–2 LBLA
Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: «Seréis santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo.
(Pedro ratifica esta mismas palabras en su primera carta).
1 Pedro 1:15 LBLA
sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
Pablo hace un llamado similar en Filipenses 1:27
Filipenses 1:27 LBLA
Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio;
Colosenses 1:10 LBLA
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios;
(Básicamente lo que Pablo nos esta diciendo aquí es que nosotros debemos ser un reflejos de la imagen de Dios y de su santidad)
Handley Moule: Los creyentes que han sido invitados misericordiosamente a que entren en una nueva relación con Dios y que no han entrado todavía en todos sus beneficios, Ellos están bajo obligación de continuar “Ese andar con Dios” y de vivir ese “llamamiento” de tal manera que traiga honor al nombre de Aquel a quien pertenecen, lo cual harán al promover la paz entre los hombres”.
El llamado que Dios nos hace es a vivir una vida santa delante de él.
2. El cómo del llamado.
Efesios 4:2–3 “con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.”
Un llamado similar hace Pablo en Col 3:12-15
Colosenses 3:12–15 LBLA
Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad. Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
El llamado de Pablo a la unidad es un llamado hacia lo interno de la iglesia, es un llamado a la unidad entre los hermanos. Ni ayer, ni hoy la convivencia ha sido fácil entre los hermanos creyentes… “Cada cabeza es un mundo” “Cada persona tiene sus prioridades” “Hay diferentes tipos de temperamentos, personalidades” Hay unos más sensibles que otros, Hay quienes no filtran y hieren a los más sensibles, es decir; la convivencia y la unidad, es un tema complejo, pero todos sabemos de donde viene el conflicto. (Nuestro corazón)
Santiago hace dos preguntas retoricas en Santiago 4:1
Santiago 4:1 LBLA
¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?
La iglesia de Corinto es quizás el ejemplo más pertinente. Los hermanos se habían enemistado porque no se ponían de acuerdo “Qué líder era mejor”
1 Corintios 1:10–13 LBLA
Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay contiendas entre vosotros. Me refiero a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de Cefas, yo de Cristo. ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
¿Como perseverar en la unidad de Cristo? Si esta gente, que tuvo los mejores teólogos, los mejores pastores, inclusive; algunos de ellos caminaron a lado de Jesucristo y todavía tenían esta clase de problemas. ¿CÓMO NOSOTROS SEREMOS CAPACES DE CONSERVAR LA UNIDAD DE LA IGLESIA?
Pablo presenta 3. consejos.
Vivan con humildad y mansedumbre: piensen en el bienestar de otros, antes que en el bienestar propio y sírvanse unos a otros considerandolos como superiores así mismos.
Filipenses 2:3–4 LBLA
Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
Sopórtense con paciencia los unos a los otros; Esto implica pasar por alto las ofensas, las imperfecciones, los errores de cada uno. Aclaro; No se trata ignorar los errores, las faltas porque también nuestro deber es confrontar en amor las deficiencias de cada uno, pero cuando estas deficiencias salgan a la luz nosotros podamos soportarlas para después tratarlas con paciencia y mansedumbre.
Colosenses 3:12–13 LBLA
Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vinculo de la Paz; la vida Cristiana implica un esfuerzo por mantener la paz y el hecho de que haya que hacerse un esfuerzo implica que la unidad no es parte de nuestra naturaleza. No es algo que nos salga naturalmente… El pecado que mora dentro de nosotros nos lleva al orgullo, egoísmo, al querer figurar más que otros.
Cualquier división entre creyentes no es otra cosa que; falta de humildad, falta de mansedumbre, falta de tolerancia y una completa despreocupación por la unidad del cuerpo de Cristo.
Samuel Perez Millos: “La unidad visible y practica de la iglesia descansa en la humildad mansa y en la generosidad de amor de los miembros que no solo han escuchado el llamamiento celestial, sino que viven en él”.
(No solo hemos sido llamados por Dios, debemos vivir dentro de ese llamado)
3. El por qué del llamado.
Efesios 4:4–6 “Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.”
El versiculo anterior dice; “Solícitos en guardar la unidad del Espiritu en el vinculo de la Paz”. ¿Cual es este vinculo de la Paz? ¿Qué es lo que nos une Iglesia?.
Somos parte de un mismo cuerpo. El cuerpo de cristo la iglesia. 1 Co 12 Pablo dice que somos un cuerpo con multiples miembros, con distintas funciones.
Tenemos un solo Espiritu. El Espiritu Santo vino a morar con nosotros.
Juan 16:7 LBLA
Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.
Una misma esperanza.
1 Pedro 1:3–4 LBLA
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros,
Un solo Señor. (Nuestro Señor Jesucristo)
Una sola fe. Tenemos un tesoro en común y es el Evangelio de Jesucristo.
Un solo bautismo.
1 Corintios 12:13 LBLA
Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.
Pablo está aquí hablando de la conversión y no del sacramento publico de bajar a las aguas.
Un solo Dios y Padre.
Los versiculos 4-6 pueden resumirse de esta manera: “Los creyentes somos un solo cuerpo, unificado por un mismo Espiritu… Llamados a una misma esperanza, salvados, reconciliados y gobernados por un mismo Señor, por medio de una misma fe y por un mismo bautismo. Y fuimos hechos hijos de un mismo Padre el cual es Dios, quien está sobre todos, en y por medio de todos.
No es una unidad que tiene como fin la unidad misma sino que tiene como fin la honra y la gloria de Aquel que nos llamó.
La unidad de la iglesia es la voluntad y el deseo de nuestro Señor.
Juan 17:20–21 LBLA
Mas no ruego solo por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Conclusión:
Como cristianos debemos ser diligentes en preservar la unidad y resistir al egoísmo, individualismo.
Debemos evitar las divisiones y resistir a los divisores del cuerpo de Cristo.
“