ESDRAS 1

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Transcript
ESDRAS
NTBC15Noviembre2023
Contexto Histórico
Originalmente Dios había sacado a Israel de la esclavitud de Egipto en el éxodo (alrededor del 1445 a.C.). Cientos de años más tarde, antes de los acontecimientos de Esdras, Dios le dijo a su pueblo que, si escogían quebrantar su pacto, Él volvería a permitir que otras naciones los llevaran como esclavos (Jer 2:14-25).
A pesar de las advertencias continuas de Dios por boca de sus profetas, Israel y Judá escogieron rechazar a su Señor y participar en la adoración de dioses extraños, además de cometer las prácticas abominables que acompañaban a la idolatría (2 R 17:7-18; Jer 2:7-13). Fiel a su promesa, Dios trajo a los asirios y a los babilonios para disciplinar a Israel y Judá que se habían alejado de Él.
En el 722 a.C. los asirios deportaron a las diez tribus del norte y las dispersaron por todo su imperio (2 R 17:24-41; Is. 7:8).
Varios siglos después, en el año 586 a.C., los babilonios destruyeron completamente Jerusalén, sus muros y su templo. Debido a que Judá persistió en su infidelidad, Dios disciplinó a su pueblo con setenta años de cautividad (Jer 25:11), casi todos los judíos que sobrevivieron fueron llevados cautivos a Babilonia, donde permanecerían hasta la caída de ésta, ocurrida varias décadas más tarde.
Así como hubo tres olas de deportación de Israel a Babilonia (605 a.C., 597 a.C. y 586 a.C.), también hubo tres regresos a Jerusalén:
1. Zorobabel en el 538 a.C.
2. Esdras, en el 458 a.C.
3. Nehemías en el 445 a.C.
El Imperio Babilónico cayó ante el Imperio Persa en el 539 a.C., con Ciro tomando la capital sin enfrentar resistencia. El rey persa instituyó reformas religiosas que permitieron a los pueblos conquistados regresar a sus tierras para restablecer el culto a sus dioses. Como resultado, se permitió al pueblo judío regresar a Jerusalén para reconstruir el templo y los muros de la ciudad, eventos que se relatan en los libros de Esdras y Nehemías.
Autor y Fecha
Esdras es la persona que con mayor probabilidad escribió tanto Esdras como Nehemías, los cuales originalmente se piensa que pudieron haber sido un solo libro.
Aunque Esdras nunca afirma que él escribió estos libros, argumentos internos lo favorecen fuertemente. Después de su llegada a Jerusalén (entre el 456 y 444 a.C.), él cambió de escribir en tercera persona a hacerlo en primera persona.
En la primera sección es probable que usó la tercera persona porque estaba citando sus memorias. Se cree que Esdras posiblemente sea el autor de los libros de Crónicas. Hubiera sido natural para el mismo autor continuar la narración del A.T mostrando cómo Dios cumplió su promesa al regresar a su pueblo a la tierra después de setenta años de cautividad.
También hay un fuerte tono sacerdotal en Crónicas, y Esdras fue un descendiente sacerdotal de Aarón (7:1-5). Los versículos de conclusión de 2 Cró. 36:22-23, son casi idénticos a los versículos de inicio de Esd. 1:1-3a, afirmando su papel como autor de ambos.
Esdras fue un escriba que tuvo acceso a muchísimos documentos administrativos que se encuentran en Esdras y Nehemías, en particular a aquellos que están en el libro de Esdras. Muy pocas personas habrían tenido acceso a los archivos reales del Imperio Persa, pero Esdras fue la excepción (Esd. 1:2-4; 4:9-22; 5:7-17; 6:3-12).
Su papel como escriba de la ley se encuentra expresado en el 7:10Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
Fue un hombre fuerte y piadoso que vivió en el tiempo de Nehemías (Neh 8:19; 12:36). La tradición dice que fue el fundador de la Gran Sinagoga, donde el canon completo del AT fue formalmente reconocido por primera vez.
Bosquejo
El regresar del pueblo judío a su Tierra Natal (Esdras 1)
Una proclamación real (v.1-4)
Un pueblo que responde (v.5-6)
Un saqueo restaurado (v.7-11)
ENCUESTA: Pedir a la congregación, que hagan una lista de las
cosas que anhelarían encontrar se estuviesen regresando a casa después de una ausencia de 10 años.
El regresar del pueblo judío a su Tierra Natal (Esdras 1)
Esdras comienza este relato con las últimas palabras que encontramos en 2 Cró. 36:23Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, y suba.
Esta referencia indica la estrecha relación entre ambos libros, 2 Crónicas termina y Esdras comienza con la nota esperanzadora y redentora de que Dios, como dice el autor en 2 Cró. 36:22despertó el espíritu de Ciro rey de los persas”.
Ciro, fue el fundador de lo que se conoce como el Imperio Aqueménida, gobernó Persia desde el 559 a.C. hasta su muerte en el 529 a.C. En el 539 a.C. conquistó Babilonia, esta victoria puso el Imperio bajo su control y, con ello, la nación conquistada de Judá.
v.1En el primer año” no se refiere al primer año de su reinado sobre Persia, sino al primer año de la conquista de Babilonia. Así que emitió el decreto permitiendo que los exiliados de Judea regresaran a su tierra natal en el 538 a.C.
Esd. 1:1 y 2 Cró. 36:22 identifican ambos el decreto de Ciro como el cumplimiento de “la palabra de Jehová por boca de Jeremías”. También encontramos la referencia a este cumplimiento en Jer. 29:10-14, donde Jehová dijo: “Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.”
En el libro de Isaías, Ciro viene identificado como el que sacaría al pueblo de Dios del exilio babilónico, llamándolo el “ungido” (45:1) y “mi pastor” el que restaurará Jerusalén y Su templo (44:28).
Dios obra de maneras misteriosas. Cuando llegó la hora de hacer regresar a su pueblo a Judá, utilizó a un gobernante gentil para llevar a cabo su voluntad.
Una proclamación real (v.2-4)
Los v.2-4 registran el decreto de Ciro que permite a los exiliados judíos regresar a Jerusalén para reconstruir el templo y restaurar la adoración a Jehová. El decreto de Ciro es consistente con la política Persa de apoyar a los dioses de los pueblos conquistados e incentivar su adoración.
Este acontecimiento cumple las palabras pronunciadas por Jeremías, en el 25:11-12Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años. 12 Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre”, y en 29:10Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.
En estos versículos, el profeta predice setenta años de cautiverio para los judíos. Es a estos mismos pasajes a los que apela Daniel mientras ora por la misericordia del Señor en Da 9:2en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años”.
Como era de esperar, la predicción de Jeremías parece haber sido especialmente significativa para la comunidad exiliada. Esto se debe, sin duda, a que la esperanza de la nación de ser liberada de la esclavitud descansaba en la promesa de Jehová.
Dios siempre cumple con Su palabra . 23:19Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
Él ha hecho promesas relacionadas con nuestro futuro y bienestar, y no hay duda de que también las cumplirá. Tal como escribió Pablo en 2 Co. 1:20todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”.
Las Promesas
Fuentes seculares describen a Ciro como un gobernante benévolo que permitía que los cautivos regresaran a sus respectivas tierras. Es probable que él haya creído que esas personas le compensarían esa actitud con fidelidad perpetua.
Ciro creía que el Dios de los judíos había sido bueno con él al darle un reino tan vasto y creía que Dios le había dado la responsabilidad de edificar el templo en Jerusalén v.2Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá.
Por lo tanto, le dio permiso a los judíos cautivos para que regresaran a Jerusalén a emprender el proyecto v.3Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén.
Es interesante notar que después de permitir el regreso a Jerusalén de los judíos, Ciro concluye su decreto dando disposiciones para aquellos que querían quedarse de ayudar a los que van a regresar v.4Y a todo el que haya quedado, en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en Jerusalén.
Esta parte recuerda un poco al éxodo de Egipto, pero con una diferencia Éx.12:31-36
Un pueblo que responde (v.5-6)
El decreto de Ciro no obligaba a los judíos a irse de Babilonia, sino que simplemente los alentaba a hacerlo si lo deseaban. Sin duda muchos de los judíos se habían establecido en Babilonia siguiendo el consejo de Jer. 29:5Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos”.
Habría sido más fácil quedarse en Babilonia que viajar 1.500 kilómetros sobre terreno desconocido para llegar a Jerusalén, la cual yacía en ruinas y se hallaba desprotegida de los enemigos del lugar.
No obstante, muchos escogieron colocar el futuro en las manos de Dios. Él les había despertado el espíritu para que fueran, tal como lo había hecho con Ciro para que les proveyera la oportunidad de hacerlo v.5Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén”.
Como Ciro les había indicado, el pueblo de su imperio, tanto gentiles como judíos, dieron generosamente a los judíos que pronto se embarcarían en el largo viaje a casa v.6Y todos los que estaban en sus alrededores les ayudaron con plata y oro, con bienes y ganado, y con cosas preciosas, además de todo lo que se ofreció voluntariamente”.
Era evidente que Dios estaba obrando en muchos corazones, recibieron abundantes provisiones tanto de sus vecinos gentiles como de los judíos que decidieron permanecer en Babilonia.
Un saqueo restaurado (v.7-11)
Ciro, actuó generosamente v.7sacó los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor había sacado de Jerusalén, y los había puesto en la casa de sus dioses.” y de buena fe, les devolvió a los judíos los utensilios de oro que Nabucodonosor había sacado del templo de Jerusalén para colocarlos en el de su dios pagano ( 2 Cro. 36:17-18). Dn. 1:2 menciona que Nabucodonosor colocó estos utensilios sagrados en la casa de su dios. Nabucodonosor adoraba a Merodac, conocido también como Bel o Baal.
v.8Los sacó, pues, Ciro rey de Persia, por mano de Mitrídates tesorero, el cual los dio por cuenta a Sesbasar príncipe de Judá”.
Ciro puso a cargo del proyecto a Mitrídates, su tesorero. Todos los utensilios fueron contados y entregados a “Sesbasar príncipe de Judá”.
v.9-11 “Y esta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, 10 treinta tazas de oro, otras cuatrocientas diez tazas de plata, y otros mil utensilios. 11 Todos los utensilios de oro y de plata eran cinco mil cuatrocientos. Todos los hizo llevar Sesbasar con los que subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalén.”
Un total de 5.400 utensilios de oro del templo fueron colocados bajo la custodia de Sesbasar para que fueran llevados a Jerusalén.
Las promesas de Dios para el creyente
Heb.10:23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
1 Juan 1:9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 5:11Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
Filipenses 4:19Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Mateo 11:28Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mt. 18:20Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Él promete darnos sabiduría si pedimos (Santiago 1:5).
Él promete proporcionar una manera de salir de la tentación
(1 Cor. 10:13)
Él promete que nuestra salvación está segura, no importa lo
que pase (Juan 10:28-29).
Él promete que nunca nos dejará ni nos abandonará (Heb. 13:5)
Él promete acabar la buena obra que ha comenzado en
nosotros (Fil. 1: 6).
Jesús promete estar con nosotros todos los días hasta el fin del
mundo (Mt.28:20)
Él promete regresar (Lucas 12:40).
Promesas de Dios para el inconverso
Apo.20:15Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
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