Las Profecías de la Navidad
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Introducción:
Introducción:
¿Qué le viene a la mente al pensar en la Navidad? ¿Cuál es el tema principal de las fiestas en tu vida?
El tiempo en familia.
La celebración con seres queridos.
El disfrutar del descanso del trabajo.
Los regalos y comidas.
El tema del año: Dios cumple Sus promesas.
Veremos hoy tres profecías cumplidas acerca del nacimiento de Jesús (un pequeño número comparado con las que hay) los cuáles nos reafirman este hecho que, Dios es fiel y cumple Sus promesas.
Cada persona puede apreciar más la historia de Navidad al dejar que las profecías del nacimiento de Jesús le ayuden aferrarse más a la fidelidad de Dios.
El Lugar Profetizado, Miqueas 5:2.
El Lugar Profetizado, Miqueas 5:2.
Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
La ciudad de Belén en el AT.
Era un pueblo pequeño de tan sólo unas 200-300 personas, a unos 8 kms al sudoeste de Jerusalén.
En el tiempo de la conquista de Canaán bajo Josué, cuando se dividieron las tierras de Judá, Belén era tan insignificante que ni siquiera se menciona.
La ciudad de Belén en el NT.
Belén creció a través del resto del AT, pero de ningún tamaño de renombre. Expertos arqueológicos estiman que la población en este pueblo era de apenas 2000-3000 personas en los tiempos del nacimiento de Jesús.
Hubo un censo que Dios usó para dirigir a José y María a Belén, pues cada uno debía regresar a la ciudad de familia para ser contados, y la familia de José era del linaje del rey David, y proveniente de Belén, Luc. 2:1-5.
Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
En esta ciudad pequeña y humilde nació el Salvador del mundo, Luc. 2:6-7.
Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Los magos que visitaron a Jesús después de su nacimiento optaron indagar en Jerusalén, pensando que una ciudad principal sería el recipiente de uno tan esperado. Sin embargo, los principales sacerdotes de Jerusalén les refirieron a la ciudad de Belén, basado en esta profecía, Mat. 2:1-6.
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.
Aún al crecer, Jesús vivía en la ciudad de Nazaret, un lugar tampoco conocido por ser tan importante, Jn. 1:46.
El principio es este: Dios usa lo humanamente insignificante para hacer Su Gran Obra.
Ilustración: El Lugar Profetizado—
Aplicación: El Lugar Profetizado—
Uso “lugar” de dos formas para aplicar este principio:
El lugar, o etapa, de la vida.
Pensando, “soy demasiado joven”, o “soy demasiado grande” para serle útil al Señor.
Pensando, “por todo lo que he pasado, estay demasiado dañado como para ser usado por Dios”.
El lugar, o área, de servicio en la iglesia.
Pensando “no soy uno de los que está al frente”, o “no estoy encargado de ningún ministerio”.
Pensando “no tengo las capacidades o habilidades que otros tienen para servir, ¿qué uso le puedo ser a Dios?”
El Medio Profetizado, Isaías 7:14.
El Medio Profetizado, Isaías 7:14.
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
El tiempo de esta profecía.
Se lleva a cabo cuando el pueblo de Judá, el reino del sur de Israel, bajo el Rey Acaz, se enfrenta a dos aliados vuelto enemigos, Siria y Efraín, quienes intentan poner presión para rebelarse contra el imperio de Asiria que se venía.
El rey Acaz y el pueblo de Judá estaban atemorizados por lo que se venía (“se le estremeció el corazón y el corazón de su pueblo”, vs: 2).
En el momento, le fue difícil al rey Acaz ver un buen fin para la situación. Sin embargo, Dios habla al rey por medio del profeta Isaías, explicando que en el tiempo que una mujer fuera a concebir, dar luz, y antes de que ese niño llegue a cierta edad, la amenaza de estos dos enemigos se desvanecería, Is. 7:16.
Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada.
Es interesante que el rey Acaz ni siquiera se anima a pedir al profeta una señal de la verdad de la promesa de Dios, sin embargo, el profeta le insiste que Dios dará Su propia señal. Esto debe alertarnos que esto no es simplemente algo cotidiano, apunta a algo mayor.
El cumplimiento Mesiánico.
El cumplimiento mayor detrás de la previa escena es Dios preparando a Su pueblo para recibir al Mesías prometido.
Cuando el ángel anunció a María que tendría un hijo, ella misma pregunta como sería posible, pues nunca había estado con un hombre, Luc. 1:34.
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
Cuando José quiso dejar a María secretamente porque pensó que le había sido infiel, el ángel le aseguró, Mat. 1:20.
Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Mateo, bajo la inspiración del Espíritu Santo, revela que esto es el cumplimiento de la profecía, Mat. 1:22-23.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
“En la historia de la redención, los nacimientos milagrosos típicamente significan acontecimientos importantes: por ejemplo, los nacimientos de Isaac, Sansón, Samuel y Juan el Bautista. En estos casos, Dios abre misericordiosamente los vientres de mujeres que no habían podido tener hijos. Pero un nacimiento virginal es una señal mucho mayor que éstas, e indica que algo mucho mayor va a suceder”.
— John Frame, Teología Sistemática (Phillipsburg: P&R Publishing, 2013), 886.
La respuesta del ángel a María nos revela el verdadero poder de Dios, Luc. 1:35-37.
Lucas 1:35–37 (RVR60)
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios.
“En la historia de la redención, los nacimientos milagrosos típicamente significan acontecimientos importantes: por ejemplo, los nacimientos de Isaac, Sansón, Samuel y Juan el Bautista. En estos casos, Dios abre misericordiosamente los vientres de mujeres que no habían podido tener hijos. Pero un nacimiento virginal es una señal mucho mayor que éstas, e indica que algo mucho mayor va a suceder”.
— John Frame, Teología Sistemática (Phillipsburg: P&R Publishing, 2013), 886.
El principio es este: Nada hay imposible para Dios.
Ilustración: El Medio Profetizado—
Aplicación: El Medio Profetizado—
Situaciones:
¿Cómo puede Dios librar al adicto y usarlo para ayudar a otros salir de esa vida? Nada hay imposible para Dios.
¿Cómo puede un matrimonio ser restaurado después de tanto dolor y traición? Nada hay imposible para Dios.
¿Cómo puede la oración cambiar una situación? Nada hay imposible para Dios.
¿Cómo puede haber luz al final de este túnel tan difícil que estoy pasando? Nada hay imposible para Dios.
La Esperanza Profetizada, Isaías 11:1-2.
La Esperanza Profetizada, Isaías 11:1-2.
Isaías 11:1–2 (RVR60)
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
El tiempo profético.
Al dar esta profecía, el reino del sur, Israel y el reino del norte, Judá, habían sido conquistados, saqueados, y llevados al cautiverio por los imperios de Asiria y luego Babilonia.
La linea real del rey David había casi desaparecido, y junto con él, las esperanzas del Mesías prometido también. Parecía haber sido cortado, dejando sólo el tronco en su lugar.
Sin embargo, Dios promete que del tronco cortado, saldrá un vástago, mostrando la vida en las raíces, y dando el crecimiento de nuevo.
El tiempo del cumplimiento.
Para ser el Mesías, Jesús tenía que ser del linaje de David.
Ambos Mateo 1 y Lucas 3 nos dan su genealogía— el de Mateo por José y el de Lucas por María—
mostrando que ambos de forma legal y humana, su descendencia era la correcta.
El anuncio del ángel a María resaltó este hecho, Luc. 1:32-33.
Lucas 1:32–33 (RVR60)
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Jesús era el cumplimiento de todas las profecías del Mesías que Dios había prometido a Israel.
El enemigo abrumador que enfrenta todo hombre es el pecado. Jesucristo vino a salvarnos del poder de ese enemigo, dándonos paz con Dios, Luc. 2:21.
Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.
El apóstol Pablo resaltó este propósito en Rom. 15:8-9, 12.
Romanos 15:8–9, 12(RVR60)
Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres,y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu nombre… Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él.
El principio es este: Con Dios, siempre hay esperanza.
Ilustración: La Esperanza Profetizada—
Aplicación: La Esperanza Profetizada—