El simple, el insensato y el escarnecedor.

• Hay tres clases de personas que debemos notar en el libro de proverbios.
• Debemos conocerlos para no actuar o vivir como ellos y ahorrarnos las consecuencias de su manera de vivir.
• Cada uno de ellos va en contra de la sabiduría.

¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia. (Proverbs 1:22 RVR60)

Los simples: inmadurez encarnada

El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos. (Proverbs 14:15 RVR60)

• El simple se deja llevar por lo que le dicen.
• Es susceptible a a las ofertas o propagandas.
• Fácilmente influenciados.
• No escudriña, prueba o cuestiona.
• Son ignorantes de los hechos y caen fácilmente en trampas porque les falta sabiduría para vivir. Como un joven cuando le pregunta: que aprendiste? No se
• Simple: inmadurez y adolescencia espiritual.

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (James 1:5 RVR60)

Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. (2 Timothy 2:22 RVR60)

• El actuar como joven que es llevado por sus pasiones.
• El joven no tiene que vivir locamente o darse golpes para aprender.
• Todo depende a quien siga. Sugerencia: hay que seguir la justicia, la fe, el amor y la paz.
• Hay esperanza para los simples.
• Pueden aprender y obtener sabiduría.

El Señor protege a la gente sencilla. Yo estuve muy enfermo, y él me levantó. Psalms 116:6

La ley del Señor es perfecta:reanima el alma. El testimonio del Señor es firme:da sabiduría al ingenuo. (Psalms 19:7 Reina Valera Contemporanea)

Los escarnecedores: rebeldía y deslealtad con un poco de incredulidad.

Burlarse o mofarse con el fin de humillar.

• El escarnecedor no le gusta que lo corrijan, que nadie le diga nada.
• Puede ser selectivo.
• Se ofenda con la corrección aun de la autoridad y es su problema mayor.
• Se ofende con aquellos que los corrige porque es sabio en su propia opinión.
• Busca la sabiduría y no la encuentra (Proverbios 14:6)
• El escarnecedor es soberbio y presuntuoso (Proverbios 21:24).
• Es contencioso, pleitista y afrentador (Proverbios 22:10)
• Se arrastra a otros a burlarse junto con el.
• Termina consumido y solo.
• Es cínico que se burla de la de Dios, el pecado, y el juicio. – Jim Newheiser

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado. (Psalms 1:1 RVR60)

• Gente cínica y burlona la que estaba al pie de la cruz burlándose de Jesús.
• No creyeron en el como Mesías, no se sometieron a su señorío.

El Perezoso: una actitud desagradable ante la acción. Las cosas hechas a media.

Los que desean grandes cosas con poco o no esfuerzo del todo.

• Alguien que hace trabajo, pero lo hace mal, a medias o con una actitud quejona.
• No logra llegar su potencial porque no tiene motivación
• Siempre tiene una excusa por la cual no hacer las cosas.
• Se la pasa durmiendo y soñando, pero no haciendo (Prov. 6:9).
• No le gusta que lo envíen o le asignen (Prov. 10:26)
• Desea, pero no obtiene (Prov. 13:4).

El insensato: obsesión destructiva.

El insensato es lo opuesto a la sabiduría. Es una obsesión obstinada. Persiste en lo equivocado y se obsesiona por cosas que le traen dolor y mal.

• Mal usa su tiempo, facultades y energía en sus obsesiones.
• Es derecho en su propia opinión (12:15). Usted le dice algo, le entra en un oído y le sale por el otro.
• Confía en su propio corazón (28:26).
• Contrario con 3:5-6
• Le da vuelta a la olla rápido. Expresa sus sentimientos de manera insensata (29:11)
• No escucha instrucción, insiste que está en lo correcto.

Aunque machaques al necio en un mortero, como se machacan los granos de trigo, su necedad no se apartará de él. (Proverbs 27:22 Reina Valera Contemporanea)

Proverbios 26:1-12

La herencia de los sabios es la honra; la de los necios, la deshonra. (Proverbs 3:35 Reina Valera Contemporanea)

Confiar en Dios es el remedio de la necedad.