La Clave de la Vida
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Introducción
Introducción
Este año ha sido particularmente retador en mi vida. He tenido que aprender a confiar en Dios de una manera diferente. Y definitivamente no tengo todo resuelto pero para cerrar el año quiero hablar precisamente de ese tema: LA FE.
La fe es la llave que abre nuestra disposición para poder recibir la suficiencia de Dios en nuestra vida.
Debido al uso que le damos a la palabra, será útil remplazar el vocablo “fe” por “confianza”. Por ejemplo:
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
TENER FE EN DIOS ES SIMPLEMENTE CONFIAR EN DIOS, descansar en Dios en medio de todo temor.
La definición más conocida de fe en la Biblia esta en Hebreos 11:1
1 La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver.
Cuando tenemos fe, actuamos en relación con Dios para que lo que esperamos se haga realidad.
La fe también es lo que nos da certeza de las cosas que no podemos ver. ¿Cuáles son esas cosas que no podemos ver? En el mismo pasaje, unas líneas más adelante se nos dice que el universo fue constituido por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
3 Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles.
La frase “que no podemos ver” se refiere a la palabra de Dios en acción.
Cuando tenemos fe, es evidencia seguro de que la Palabra de Dios invisible está activa en nosotros. LA FE ES UN REGALO; Un regalo que Dios produce en nuestro corazón.
La fe necesaria
La fe necesaria
17 Un hombre de la multitud tomó la palabra y dijo: —Maestro, traje a mi hijo para que lo sanaras. Está poseído por un espíritu maligno que no le permite hablar. 18 Y, siempre que este espíritu se apodera de él, lo tira violentamente al suelo y él echa espuma por la boca, rechina los dientes y se pone rígido. Así que les pedí a tus discípulos que echaran fuera al espíritu maligno, pero no pudieron hacerlo. 19 Jesús les dijo: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho». 20 Así que se lo llevaron. Cuando el espíritu maligno vio a Jesús, le dio una violenta convulsión al muchacho, quien cayó al piso retorciéndose y echando espuma por la boca. 21 —¿Hace cuánto tiempo que le pasa esto? —preguntó Jesús al padre del muchacho. —Desde que era muy pequeño —contestó él—. 22 A menudo el espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Ten misericordia de nosotros y ayúdanos si puedes.
Luego de esto viene una respuesta majestuosa de Jesús, una respuesta que nos puede incomodar.
23 —¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree.
¿Todo? ¿De verdad? ¿Eso aplica para nosotros?. La respuesta es SI.
Además tenemos la libertad y la posibilidad de responder a Jesús como lo hizo aquel padre
24 Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!
El padre clamó, evidentemente hay desesperación. Esto expresa y revela nuestra propia condición.
Un componente importante de la fe es la intensidad con la que queremos algo, el clamor del hombre revela el deseo profundo de su corazón. Uno no clama con intensidad a menos que crea que es posible.
En el tema de la fe, lo primero es querer creer, porque una persona que quiere creer ya cree lo suficiente para creer más. Eso es lo que Dios nos dice por medio del profeta Jeremías.
13 Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme.
¿Por qué? Porque solo la fe puede conducirnos a buscar a Dios con todo el corazón.
Cuando el padre suplicó a Jesús que sanara a su hijo, era fe en acción. Tenía la fe suficiente para responder: ¡Sí, creo! Y Jesús sí ayudó, pues sanó al muchacho. La copa de la fe de aquel hombre solo tenía unas cuantas gotas, pero podemos estar seguros de que al poner esa poca fe en manos de Jesús, se fue de ahí con mucho más fe. TODO ES POSIBLE PARA AQUEL QUE CREE.
El poder de las palabras
El poder de las palabras
Antes de seguir hablando de la fe, quiero presentar otro tema que se relaciona con la fe: EL PODER DE LAS PALABRAS.
Todas nuestras relaciones funcionan con palabras y el primer acto de fe es hablar, por eso la Biblia dice en Romanos 10:9
9 Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
SI TIENES SUFICIENTE FE PARA DECIRLO, PUEDES TENER SUFICIENTE FE PARA HACERLO.
¿Qué dice tu boca de Dios en los momentos buenos? ¿Y en los malos? Trata de pensar en al menos una cosa por la cual puedas alabar a Dios.
Somos primordialmente una mente con una voluntad en un cuerpo y esa voluntad es el centro de nuestro ser. Por lo tanto, si ponemos nuestra fe en palabras, y nuestras palabras en acciones vamos a poder conocer el amor y el poder SUFICIENTE de Dios.
Esa es la clave para que nuestro corazón se fortalezca por a poco, ejercitar la fe. Jesús lo supo en el desierto cuando respondió en el desierto, puso su fe en palabras, y al hacerlo nos mostró lo que tu y yo debemos de hacer. El poder de Dios esta en Su Palabra, por medio de Su Palabra creo el mundo, por medio de Su Palabra Cristo se levantó de los muertos, nosotros también podemos acceder a ese poder.
Confusión acerca de la fe
Confusión acerca de la fe
Volvamos al tema de la fe. Mucha gente malentiende la fe. En las iglesias se nos dice lo importante de la fe. Y quizás alguna vez has sentido culpa o dolor porque piensas que no tiene suficiente fe, por eso es necesario que tengamos una compresión más profunda de la fe, para de esa forma tener más paz y confianza en cuanto a nuestra fe, así como en cuanto a nuestro crecimiento en ella.
La fe como concepto es algo que ponemos en práctica todos los días. No necesariamente estoy hablando de la fe en Dios. Tenemos fe en nuestro vehículo, si hoy le pasará algo a tu auto, no podrías concéntrate en muchas cosas, hasta que resolvieras tu tema de movilidad. Por lo tanto de una manera práctica, nuestra actitud (preocupación de como voy a transportarme) influye sobre mi acción (buscar un método alterno de transporte).
LA FE ES LA CONFIANZA REVELADA EN ACTITUD Y ACCIÓN.
¿Qué es la actitud? Puede entenderse como la postura constante que tenemos en la vida, nuestra forma de ver el mundo.
No quiero darle muchas vueltas, pero todos ejercitamos la fe, puede ser que no sea una fe en Dos, pero sigue siendo fe. El ser humano pone su fe/confianza en algo.
NO SE PUEDE VIVIR SIN FE. La fe esa ligada al futuro. La fe a su vez tiene dos elementos deseo y visión. La visión proviene de nuestra percepción de la realidad, de lo que vemos y de las palabras que escuchamos, lo que a su vez trae una actitud y posteriormente una acción.
Ahora lo que quiero presentarles es como cambia nuestra fe, como se transforma. LA FE SE ENRIQUECE POR MEDIO DE NUESTRO CONTACTO CON LA REALIDAD MÁS GRANDE DE TODOS: DIOS.
Las tres clases de fe de Job
Las tres clases de fe de Job
Hace poco termine un libro que me regalaron: Nada me faltará de Dallas Willard. Y en él encontré explicado uno de los mejores ejemplos de transformación de la fe, para vivir una vida en donde tenemos la seguridad de que Dios y su Palabra son suficientes, y que por lo tanto. Nada nos faltará.
El ejemplo lo encontramos en la vida de Job. Al principio, Job era un buen hombre a quien le iba muy bien en la vida.
1 Había un hombre llamado Job que vivía en la tierra de Uz. Era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal. 2 Tenía siete hijos y tres hijas. 3 Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas burras; también tenía muchos sirvientes. En realidad, era la persona más rica de toda aquella región.
Job era un hombre bueno que disfrutaba de bendiciones y la aprobación de Dios. Podemos estar seguros que Job era un hombre de fe, pero a lo largo de su vida experimentó una transformación profunda en su compresión y su relación con Dios.
Job siempre tuvo fe, a lo largo de todo lo que experimentó, pero esa fe se transformo.
El viaje de fe de Job es el miso que tu y yo debemos experimentar. Comenzó con la fe en lo correcto, se movió a la fe de la desesperación y finalmente llegó a la fe de la suficiencia, la fe que a pesar de las circunstancias dice “NO IMPORTA. TENGO A DIOS Y ESO ES TODO LO QUE NECESITO”
Quiero caminar con ustedes ese proceso y a su vez explicar mi propia experiencia al respecto.
Me gustaría que en este cierre de año podamos identificar en donde nos encontramos. Pero quiero aclarar que no se trata de devaluar ninguna de ellas, o que una sea más importante que la otra. No hay nada de malo en que alguien no este en la tercera.
LA FE ES UN REGALO DE DIOS y aunque a veces no nos guste la forma en que Dios nos lo da, sigue siendo un REGALO.
Es muy fácil pensar que Dios es injusto, porque dependemos de Él hasta para ejercitar la fe, pero imagina si no fuera así. Rápidamente y por fe, pondríamos al mundo en un caos. Estaríamos organizando competencias de “movimiento de montañas por fe” y cosas así.
A Dios le interesa la persona en la que te estás convirtiendo, más que lo que puedes lograr con tu vida. Le importa más nuestro carácter, que nuestra comodidad.
La fe en lo correcto
La fe en lo correcto
Job era un hombre de buena reputación, influencia y riqueza, confiaba que Dios sería bueno con él en tanto que él viviera una vida correcta. Seguramente había escuchado que si uno realiza buenas obras, Dios se agrada y provee bendiciones y protección.
Vivía en la FE EN LO CORRECTO, preocupado por los beneficios que provienen de servir a Dos.
5 Cuando las fiestas terminaban —a veces después de varios días— Job purificaba a sus hijos. Se levantaba temprano por la mañana y ofrecía una ofrenda quemada por cada uno de ellos, porque pensaba: «Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en el corazón». Esta era una práctica habitual de Job.
El relato dice que un día llego una compañía de ángeles entre ellos Satanás y cuestiono la sinceridad de Dios.
7 El Señor le preguntó a Satanás: —¿De dónde vienes? Satanás contestó al Señor: —He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. 8 Entonces el Señor preguntó a Satanás: —¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. 9 Satanás le respondió al Señor: —Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: 10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! 11 Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!
En este punto en la historia la fe de Job es una fe genuina, aunque es una fe en esencia supersticiosa, la cual depende de ritual y obras, asume que hay que hacer todo lo correcto para garantizar beneficios y bendiciones. Esto implica creer que Dios esta en el cielo, mirándonos para ver si hacemos algo malo, y lo hacemos, estaremos en problemas.
Job, se mostraba preocupado por esto:
25 Lo que yo siempre había temido me ocurrió; se hizo realidad lo que me horrorizaba.
Mucha gente tiene ese tipo de fe, LA FE EN LO CORRECTO, y hoy te quiero decir que eso no está del todo mal. Dios bendecirá este tipo de fe porque a Dios le gusta bendecir. ¿Cuál es el problema con este tipo de fe?
Que cuando Dios le dio permiso a Satanás para atacar a Job, vinieron las tragedias y lo limitado de este tipo de fe quedo de manifiesto. Aunque es evidente que a pesar de que era un fe limitada Job nunca perdió su fe.
7 Entonces Satanás salió de la presencia de Dios e hirió a Job con terribles llagas en la piel, desde la cabeza hasta los pies. 8 Job, sentado entre cenizas, se rascaba con un trozo de teja. 9 Su esposa le dijo: «¿Todavía intentas conservar tu integridad? Maldice a Dios y muérete». 10 Sin embargo, Job contestó: «Hablas como una mujer necia. ¿Aceptaremos sólo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo?». A pesar de todo, Job no dijo nada incorrecto.
Job no pecó, pero tampoco tuvo paz en su fe. No maldijo a Dios, pero sí maldijo el día en que nació.
1 Por fin habló Job y maldijo el día de su nacimiento.
Al final de su queja inconsolable vemos el miedo que le robaba la paz.
25 Lo que yo siempre había temido me ocurrió; se hizo realidad lo que me horrorizaba.
¿Qué es lo que Job temía? Que Dios le quitará su escudo de protección, que le quitará sus bendiciones.
Su fe, SINCERA y GENUINA, estaba mezclada con un gran TEMOR. ¿Por qué? Por qué Job estaba confiando en su propia rectitud en vez de confiar en Dios.
Job nunca abandonó la rectitud y eso es bueno: no hay nada malo en querer hacer lo correcto, el problema es que pueden sucedernos cosas malas incluso cuando hacemos todo bien. A veces, Dios incluso PERMITE que sucedan cosas malas porque tiene algo mejor.
Tenemos que entender que la fe y la bendición de Dios van mucho más allá del fracaso y el éxito, de la desilusión y los logros, de la tragedia y la victoria.
Experiencia Personal - Fe en lo correcto con respecto a la provisión. Si yo trabajo y me esfuerzo Dios me va a proveer. La bendición depende de mi trabajo, de mi esfuerzo, de mi cansancio. El problema con esto es que puedo trabajar, esforzarme y no ver el resultado. LA BENDICIÓN NO DEPENDE DE MI ESFUERZO O TRABAJO.
La fe de la desesperación
La fe de la desesperación
Siempre me he preguntado, porque Dios permitió todo esto en la vida de Job, la respuesta que me tranquiliza es que DIOS CONOCÍA EL CORAZÓN DE JOB. Dios dice en su Palabra: 1 Corintios 10:13
13 Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir.
Dios permitió a Satanás tentar y probar a Job, porque Dios conocía su corazón, sin embargo, Job no sabía lo que había en su propio corazón, porque ese tipo de conocimiento viene solo por medio de la experiencia.
Dios esta madurando la fe de Job, de la fe en lo correcto, a la fe de la desesperación.
La fe de la desesperación se experimenta en la enfermedad, en la pobreza, cuando perdemos eso que tanto queríamos. Job no tiene nada y aún en ese lugar vemos su fe. Job 13:15
15 Dios podría matarme, pero es mi única esperanza; voy a presentar mi caso ante él.
15 He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; No obstante, defenderé delante de él mis caminos,
¿Eres capaz de orar así? O eres de los que piensa, Si Dios no me va a dar los beneficios, ¡no voy a confiar en él!.
Job se mantuvo firmo y nos enseño que ante los problemas, en las pruebas y durante la caída, apretamos los dientes y decimos “Voy a confiar en Dios”.
La palabra CONFIAR es muy importante. Hoy se habla mucho de fe, pero no de confianza. La fe es algo “respetable”, la confianza puede ser algo “inocente”.
Sin embargo, es precisamente la confianza el centro de la batalla entre Satanás y Dios. El Diablo intenta deseseperadamente hacernos desconfiar de Dios.
La confianza es lo que nos pone en contacto con Dios para que podamos recurrir a sus recursos inagotables e ilimitados. Muchos creyentes tenemos una fe “correcta”, la “necesaria” para creer e ir al cielo al morir, pero esperan que Dios nunca los vaya a colocar en una posición de realmente tener que CONFIAR y DEPENDER de Dios.
La FE DE LA DESESPERACIÓN, es la que dice: “No importa lo que suceda, me aferro a Dios”.
1 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad. 2 Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar.
El mundo esta roto, se esta terminando. Lo que permanece es el reino de Dios que no puede ser movido y al cual solo entramos por medio de la confianza.
Dios muchas veces nos lleva al punto de la desesperación para que aprendamos a confiar. Los que aprenden a confiar en Dios en el momento de necesidad, son lo que eventualmente conocerán la vida en la que DIOS ES SUFICIENTE y NADA NOS FALTA.
Es precisamente EN EL MOMENTO DE NECESIDAD, cuando todo lo demás se ha ido que podemos conocer LA REALIDAD DE DIOS.
Cuando seas traicionado, abandonado, engañado; cuando estés sufriendo una gran enfermedad; cuando tus finanzas caigan en picada; cuando veas a tus seres queridos morir o alejarse de Dios: ese es el momento en que hay que confiar y al hacerlo vamos a CONOCER A DIOS.
Cuando no tienes a donde ir excepto a Dios, y acudes a Él, tu FE DE LA DESESPERACIÓN hallará LA PLENITUD DE DIOS.
Experiencia Personal - Fe en la desesperación, si bien nunca estuve en una deuda fuera de control, sentía una desesperación al ver que las cosas no funcionaban, que no estaba donde quería estar, que no podía dar a mi familia todo lo que yo quisiera. Pero en ese lugar aprendí a seguir Confiando.
La fe de la suficiencia
La fe de la suficiencia
Jesús nos enseña a pedir que Dios no nos meta en tentación.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
En ultima instancia Dios si es responsable. El no nos tienta, pero el permite que seamos puestos en tentación. Dios permitió que Satanás condujera a Job hacia sus tribulaciones. Y obviamente no se refiere a la tentación a pecar, pues Dios nunca hará eso.
Durante seis capítulos Job 32-37 un joven llamado Elihú buscaba corregir esta idea de que Dios era responsable de lo que estaba pasando. Pero lo interesante es justo cuando estaba a la mitad de la declaración de bondad y majestad, dejó de hablar y no se supo más del él. ¿Por qué?
1 Entonces el Señor respondió a Job desde el torbellino:
Elihú dejó de hablar porque llegó Dios. Job se quedó. Aunque estaba en silencio, no huyó de la presencia de Dios, porque su deseo era encontrarlo.
En varias ocasiones durante toda su tribulación decía cosas como: “Quisiera aparecer delante de Dios. ¿Dónde está Dios? ¡Quiero hablar con Dios!”.
Si quieres hablar con Dios y buscas ese deseo, Dios te concederá esa conversación: Él decidirá cuando sea apropiado y bajo que circunstancia. Tendrás tu conversación y muy probablemente será una experiencia que te humillará, te iluminará y profundizará tu fe como a Job.
Las primeras palabra de Dios no fueron palabras de consuelo, empatía o aliento y ciertamente tampoco de disculpa por permitir que todo ocurrierá.
2 «¿Quién es éste que pone en duda mi sabiduría con palabras tan ignorantes? 3 Prepárate, muestra tu hombría porque tengo algunas preguntas para ti y tendrás que contestarlas.
Dios comenzó a hablar y durante la conversación Job dio dos respuestas:
4 «No soy nada, ¿cómo podría yo encontrar las respuestas? Me taparé la boca con la mano. 5 Ya hablé demasiado; no tengo nada más que decir».
Job se dio cuenta de la necedad de todo lo que había dicho.
2 «Sé que tú todo lo puedes, y que nadie puede detenerte. 3 Tú preguntaste: “¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con tanta ignorancia?”. Soy yo y hablaba de cosas sobre las que no sabía nada, cosas demasiado maravillosas para mí.
Dios nunca le dijo a Job que estaba equivocado, Dios le dijo NO ENTIENDES. Y casi siempre somos así, sin error en lo que decimos, pero sin entender lo que estamos diciendo.
5 Hasta ahora sólo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos. 6 Me retracto de todo lo que dije, y me siento en polvo y ceniza en señal de arrepentimiento».
Debemos pasar por lo que vivió Job para llegar a la misma desesperación. Job experimentó a Dios y eso cambió su vida. Su visión ahora es tan grandiosa que se daba cuenta de que lo que había sucedido realmente no importaba: ESA ES LA FE PROFUNDA DE LA SUFICIENCIA.
En este nuevo lugar de fe en Dios, Job dejo de argumentar y dejo de pedir que Dios corrigiera. Haber visto a Dios lo libró de la desesperación y le hizo ver que cualquier cosa que le hiciera falta sería atendida. JOB VIO LA GRANDEZA DE DIOS Y GRACIAS A ESA VISIÓN PUDO DESCANSAR EN LA PLENA SUFICIENCIA DE DIOS.
Experiencia Personal - Fe en la suficiencia - Mi labor es buscar a Dios, responder a su llamado, responder a su Palabra. Y descansar en su provisión y fidelidad.
Conclusión
Conclusión
Por eso necesitamos tener siempre una visión clara de la cruz: cuando vemos lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz y lo retenemos en el centro de nuestra visión, no hay muchas cosas que puedan molestarnos, ni siquiera que nos parezcan importantes.
Cuando nos damos cuenta que Cristo fue voluntariamente a al cruz por nosotros, confiando en la grandeza de su Padre, eso arroja una luz transformadora en nuestro propio sufrimiento. Eso es lo que Job vio: él contemplo la grandeza de Dios.
Uno de los cambios fundamentales que ocurren al movernos de la fe de la desesperación a la fe de la suficiencia es que nuestra mente ya no está fija en nosotros mismos y ahora esta fija en Dios. - HAY QUE CONCENTRARSE EN DIOS SI QUEREMOS CONOCER LA SUFICIENCIA DE DIOS.
Uno de nuestros problemas es que creemos que cosas como las que le pasan a Job son para personas especiales. Pero no, se trata solo de BUSCAR AL SEÑOR y el se manifestará. Al buscar a Dios, algunas cosas deben cambiar, para que podamos “soportar” la visión de Dios.
Tenemos esta promesa Juan 14:23
23 Jesús contestó: —Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos.
Dios se estará moviendo si se lo permites.
Oración
Oración
Iglesia Identidad, que el Señor te bendiga y te guarde; que el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; que el Señor te muestre su favor y te conceda la paz, en el nombre de Jesús, Amén
25 Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.
PROPÓSITO DE IDENTIDAD
“Acercar a las personas a Jesús de una manera real y práctica, dándoles las herramientas para alcanzar la madurez en Cristo y hacerlos miembros de Su familia. Con el objetivo de prepararlas para servir a la Iglesia y a la comunidad, para que el nombre de Dios sea glorificado.”