La Destrucción de Una Religión Muerta

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Introducción

IMAGE - La Sagrada Familia Exterior
IMAGE - La Sagrada Familia Interior
Una de las obras de architectura más hermosas es La Basilica de la Sagrada Familia.
Es un edificio que comenzó a construirse en 1882.
Se tenía planeado terminar la construcción en el 2026 (144 años). Pero parece que va a demorar unos años más a causa de la pandemia.
Los pilares interiores son impresionantes por su altura y su aspecto de árbol.
Tiene numerosos vitrales en diversos colores que iluminan el interior con todos los colores del arcoiris.
Podríamos comparar este edificio a la Catedral de Notre Dame en su valor para el mundo religioso y de la arquitectura.
Sin embargo, aun recordamos como el 15 de abril 2019 se desató un incendio en la Catedral de Notre Dame que daño gran parte del techo.
En cuestión de horas se consumió el techo de madera dejando incapacitado el edificio.
En algunos videos de las redes se puede escuchar a la gente llorar al ver como el fuego consumía esta obra de arte.
El día de hoy vamos a considerar un pasaje de la Biblia donde Jesús anuncia la destrucción del centro de la vida religiosa de Israel - la destrucción del segundo templo, el mismo que fue restaurado por Herodes el Grande. Hoy veremos:
La grandeza del templo de Jerusalén
La destrucción profetizada
La lección para el año nuevo

La grandeza del templo de Jerusalén

Marcos presenta la escena:
Marcos 13:1 NBLA
1 Cuando Jesús salía del templo, uno de Sus discípulos le dijo*: «Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificios!»
Es el Martes por la tarde, de la última semana de la vida de Jesús.
Jesús ha estado dentro del templo enseñando acerca de:
El peligro de una religión meramente externa - como los escribas que basaban su religión y piedad solo en actos externos.
Se creían muy religiosos, piadosos, santos en base a sus obras de religion externa.
El peligro de pretender agradar a Dios presumiendo las grandes cantidades de dinero que ofrendamos.
Pero, ahora ha salido del templo y uno de sus discípulos, muy maravillado le hace un comentario a Jesús acerca del templo de Jerusalén.
El discípulo se maravilla de las enormes piedras y de la forma del edificio.
Es difícil para nosotros entrar en la mente del discípulo y poder apreciar algo que no conocemos.
Nosotros podemos describir el Train Depot…y como ha sido conservado. Es hermoso poder pararse en frente de esa estación del tren y poder admirar el Capitolio.
Podemos describir el mármol y los detalles del Capitolio, la replica de la campana de libertad que está en frente, y que es una replica del Capitolio de la nación en Washington DC.
O podemos describir el In N Out que acaban de abrir sobre la Fairview con su hermosa flecha amarilla, sus colores blancos y rojos en el interior…y el aroma tan delicioso que emana de ese lugar de las más exquisitas hamburguesas.
Pero…del templo de Jerusalén no conocemos mucho…o tal vez nada.
Josefo, el historiador, describe el aspecto del templo.
Recordemos que Herodes el Grande restauró el templo porque quería ganarse el favor de los judíos.
Por tanto, no escatimó en costos y lo hizo hermoso.
“hora, la cara exterior del Templo en su frente no quería nada que pudiera sorprender ni a las mentes de los hombres ni a sus ojos, porque estaba cubierta por completo con planchas de oro de gran peso, y , en la primera salida del sol, reflejó un esplendor muy ardiente e hizo que aquellos que se veían obligados a mirarla apartaran la vista, tal como lo habrían hecho con los propios rayos del sol.”
Josefo describe el oro sobre el techo del templo y como al salir el sol era prácticamente imposible mirarlo.
El templo había sido edificado con piedras blancas, pesaban entre 2 a 5 toneladas.
Era realmente un edificio impresionante.
Esto es lo que maravillaba al discípulo de Jesús y todos los que visitaban a Jerusalén.
Con gran razón escribe el Salmista:
Salmo 48:2–3 NBLA
2 Hermoso en su elevación, el gozo de toda la tierra Es el monte Sión, en el extremo norte, La ciudad del gran Rey. 3 Dios en sus palacios Se dio a conocer como baluarte.
El templo era un orgullo nacional, era el lugar donde moraba la presencia de Dios, era el lugar donde el pueblo subía en cada fiesta religiosa para ofrecer sacrificios a Dios, según la ley de Moisés.

La destrucción profetizada

Pero, veamos como responde Jesús ante la admiración de su discípulo.
Marcos 13:2 NBLA
2 Y Jesús le dijo: «¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra que no sea derribada».
Jesús no se admira del templo.
Jesús no afirma lo que ha dicho el discípulo.
Jesús más bien declara la destrucción futura del templo de Jerusalén.
Entremos en la mente del discípulo de Jesús.
¿Cómo habría de reaccionar este discípulo al escuchar que vendrá el momento en que el templo será destruido?
Es algo inimaginable.
Es algo que parece imposible.
Es algo que no puede ni debe suceder.
Jesús declara que el edificio será derribado.
Pero, también incluye un detalle interesante - cada piedra se quitará de su lugar.
Cada piedra será movida.
Seguramente esto fue un shock completo para los discípulos de Jesús.
Notemos como responden a Jesús los discípulos:
Marcos 13:3–4 NBLA
3 Y estando Él sentado en el monte de los Olivos, frente al templo, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaban en privado: 4 «Dinos, ¿cuándo sucederá esto, y qué señal habrá cuando todas estas cosas se hayan de cumplir?»
Han salido del templo.
Están en el monte de los Olivos.
Desde allí pueden contemplar la fachada del templo.
Están contemplando lo que según Jesús - en algún momento futuro será destruido.
Y vemos que lo que quieren saber es - en que momento va a suceder esto…
Si vamos nosotros a Jerusalén - podremos observar que lo único que queda del templo es un solo muro.
El muro que queda se llama el Muro de los Lamentos - el Hakotel Hama’aravi.
Es el muro occidental del templo que restauró Herodes el Grande.
Solo esto quedó.
Pero, ¿qué fue lo que sucedió?
En el año 70 dC el emperador romano Tito ordenó sitiar la ciudad de Jerusalén.
Puso guardias alrededor del muro de Jerusalén de tal manera que nadie pudiera entrar ni salir del templo.
Fue sitiada la ciudad por casi cinco meses.
Esto ocasionó hambre entre la población, tanto que muchos tuvieron que recurrir al canibalismo.
Por fin entró el ejército de Tito a la ciudad y muchos sacerdotes, hombres y mujeres, se refugiaron en el templo.
Lamentablemente Tito no tuvo misericordia de ninguno.
A todos los mató a filo de espada.
Tan grande fue la mortandad que su sangre fluía como agua del rio en las calles de la santa ciudad.
Los soldados prendieron fuego al templo para poder extraer las placas de oro.
Al derretirse el oro notaron que el oro se metía entre las grietas de las piedras.
Así que derribaron las piedras para extraer la mayor cantidad de oro que pudieran - de tal manera que no quedó piedra sobre piedra - todo fue derribado.
Así que en el año 70 dC, dejó de existir el templo, dejaron de ofrecerse los sacrificios, murió la nación y la vida religiosa de Israel.
Hasta el día de hoy los judíos celebran la fiesta de Tisha B’Av y recuerdan la destrucción del templo de Jerusalén.

La lección para el año nuevo

¿Qué podemos aprender de este pasaje?
¿Acaso podemos aplicar este pasaje a nuestras vidas, un pasaje que en la cual Jesús predice una destrucción tan terrible en la vida religiosa de Israel?
¿Qué tiene que decirnos al finalizar este año e iniciar un año nuevo?
Para poder aplicar este pasaje a nuestras vidas tenemos que entender que fue destruido el día que el templo fue derribado.
No podemos enfocarnos solo en el edificio que fue destruido.
No podemos pensar solo en el oro que fue derretido por los solados romanos.
Algo más fue destruido cuando el templo fue derribado.
Y todo tiene que ver con lo que Jesús había estado enseñando ese día en el templo.
Jesús predijo la destrucción del templo pero no solo por ver derribado una obra de arquitectura.
Predijo la destrucción del templo porque Dios estaba así mostrando su rechazo de una religión external.
Dios estaba repugnado, hastiado, cansado de una religión completamente superficial.
Dios estaba mostrado su rechazo de una religión de labios, una religión falsa, una religión externa, una religión que pretendía piedad y santidad pero su vida mostraba todo lo contrario.
Dios no iba a tolerar un sacrificio más, un holocausto más, un canto más de la religión de los escribas, de los fariseos, ni de los sacerdotes.
Dios ya lo había declarado por medio del profeta:
Isaías 1:11–18 NBLA
11 «¿Qué es para Mí la abundancia de sus sacrificios?», Dice el Señor. «Cansado estoy de holocaustos de carneros, Y de sebo de ganado cebado; La sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace. 12 »Cuando vienen a presentarse delante de Mí, ¿Quién demanda esto de ustedes, de que pisoteen Mis atrios? 13 »No traigan más sus vanas ofrendas, El incienso me es abominación. Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas: ¡No tolero iniquidad y asamblea solemne! 14 »Sus lunas nuevas y sus fiestas señaladas las aborrece Mi alma. Se han vuelto una carga para Mí, Estoy cansado de soportarlas. 15 »Cuando extiendan sus manos, Esconderé Mis ojos de ustedes. Sí, aunque multipliquen las oraciones, No escucharé. Sus manos están llenas de sangre. 16 »Lávense, límpiense, Quiten la maldad de sus obras de delante de Mis ojos. Cesen de hacer el mal. 17 »Aprendan a hacer el bien, Busquen la justicia, Reprendan al opresor, Defiendan al huérfano, Aboguen por la viuda. 18 »Vengan ahora, y razonemos», Dice el Señor, «Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán.
Notemos que el pecado del cual debía arrepentirse Israel era de una religión que solo era una apariencia.
Esta clase de religión es experta en ser un actor, en pretender, en poner una careta de piedad…pero…
No conoce la gracia y el amor de Dios
No conoce la bondad de Dios
No conoce el perdón de Dios
No conoce la paciencia de Dios
No conoce al valor del sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario
Así que el mensaje para nosotros al cerrar este año es ver el año 2024 como una oportunidad de conocer el evangelio de Jesús.
Un año para ser transformado por la gracia radical de Dios.
Un año para conocer la magnitud del amor de Dios por seres humanos faltos, pecadores, como lo somos nosotros.
Un año para entender lo que es confiar en la obra redentora de Jesús y no en nuestras propias obras.
Un año en que dejamos de actuar y mejor somos sinceros con nosotros mismos, con los demás, y sobre todo con Dios - porque al fin y al cabo a él no lo podemos engañar.
…entonces así conoceremos realmente:
Efesios 3:18–19 NBLA
18 ustedes sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
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