Cristo Nuestro Modelo

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Introducción

1. Llegar a la gente con el evangelio se nos hace cada vez más difícil. En esta post-moderna (Vive el hoy y el ahora olvida el pasado, no te preocupes por futuro), donde la vida se corre cada vez más a prisa, donde las personas dedican la mayor parte del tiempo a la adquisición de bienes; donde se predica que cada ser humano es el que define qué es lo absoluto.

2. Vivimos en una época donde las personas necesitan encontrar sentido a la vida. Es preocupante, el saber que la gente tiene miedo, porque no hay nada que llene el vacío de su existencia.

3. Se hace indispensable utilizar métodos de evangelización eficientes y que puedan suplir las necesidades de la gente post-moderna. Tratando de llegar con el evangelio a esta sociedad secularizada, hemos formado nuevos métodos, nuevas estrategias.

4. En la época en la que vivió Jesús la gente “buscaban la luz, llenas de perplejidad y tristeza. Anhelaban conocer al Dios vivo, a fin de tener cierta seguridad de una vida allende la tumba”… “los hombres moraban sin consuelo en “región y sombra de muerte”. Con ansia en los ojos, esperaban la llegada de un libertador, cuando se disiparían las tinieblas y se aclararía el misterio del futuro”. (DTG Pág. 24)

5. Es la misma situación de la humanidad ahora. Es la misma situación de esta sociedad nuestra. Caminan en este mundo “como ovejas que no tiene pastor” (Marcos 6:34), tratando de llenar el vacío con cosas de este mundo que son perecederas.

I. En Jesús la gente vislumbró Esperanza. En la región donde Jesús circunscribió su ministerio estaba plagado de personas enfermas y que morían sin esperanza. Todo enfermo se consideraba desprovisto de la gracia y la misericordia de Dios.

a. Sin embargo en un hombre surgió la fe, y decidió encontrarse con Jesús.

b. Mateo 8:1-4: “Cuando Jesús bajó del monte, mucha gente lo siguió. En esto se le acercó un hombre enfermo de lepra, el cual se puso de rodillas delante de él y le dijo: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. Jesús lo tocó con la mano, y dijo: —Quiero. ¡Queda limpio! Al momento, el leproso quedó limpio de su enfermedad. Jesús añadió: —Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes.

c. A este leproso le resultó imposible ocultar la verdad, y publicó la noticia de lo que Jesús había hecho por él en todas partes.

d. Tú no puedes quedarte callado ante la gran obra que Jesús ha hecho en tu vida. Has venido a Jesús porque en él está la Esperanza que trasciende nuestras expectativas.

II. En Jesús la gente vio el poder de dar vida y salud.

a. 12 años vivió una mujer con flujo de Sangre. Había perdido la esperanza de encontrar la salud.

b.

Mateo 9:20-22: “Entonces una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre, se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de la capa. Porque pensaba: “Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.” Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo:

—Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada.

Y desde aquel mismo momento quedó sana”.

III. Con estos milagros Jesús dio a conocer su deseo de suplir las necesidades de la gente. Estaban necesitando salud. Peo hubo otros que tenían necesidad de ser aceptados, pero sus acciones contribuyeron a no ser visto con buena cara en el lugar donde vivían; sin embargo Jesús suplió la necesidad y dio solución al problema. “Pero Jesús se dirigió al Monte de los Olivos, y al día siguiente, al amanecer, volvió al templo. La gente se le acercó, y él se sentó y comenzó a enseñarles.

Los maestros de la ley y los fariseos llevaron entonces a una mujer, a la que habían sorprendido cometiendo adulterio. La pusieron en medio de todos los presentes, y dijeron a Jesús:

—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de cometer adulterio. En la ley, Moisés nos ordenó que se matara a pedradas a esta clase de mujeres. ¿Tú qué dices?

Ellos preguntaron esto para ponerlo a prueba, y tener así de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y comenzó a escribir en la tierra con el dedo .Luego, como seguían preguntándole, se enderezó y les dijo:

—Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra.

Y volvió a inclinarse y siguió escribiendo en la tierra. Al oir esto, uno tras otro comenzaron a irse, y los primeros en hacerlo fueron los más viejos. Cuando Jesús se encontró solo con la mujer, que se había quedado allí, se enderezó y le preguntó:

—Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?

Ella le contestó:

—Ninguno, Señor.

Jesús le dijo:

—Tampoco yo te condeno; ahora, vete y no vuelvas a pecar.

Elena White comenta la respecto: “Al levantar esta alma caída, Jesús hizo un milagro mayor que al sanar la mas grave enfermedad física. Curo la enfermedad espiritual que es para muerte eterna. Esa mujer penitente llego a ser uno de sus discípulos mas fervientes” (DTG Pág. 428)

IV. Este es método de Cristo para salvar vidas. Para dar lo que verdaderamente llena el vacío de la gente. Para que sus vidas tengan sentido. ““Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con la gente como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confianza. Entones les decía: “seguidme” Ministerio de Curación, Pág.102

Fue el método que dio resultado; porque “Jesús era lo que predicaba. El predicaba del salvador y El era el Salvador. Hablaba de la verdad El era la Verdad”

Por eso Jesús tuvo tanto éxito en ganar persona para el reino. Estaba lleno de Dios, el era Dios.

Ilustración: 2 Samuel 18:19-33: “Luego Ahimaas, el hijo de Sadoc, dijo a Joab: —Te ruego que me dejes ir corriendo a avisar al rey que el Señor le ha hecho justicia librándolo del poder de sus enemigos.

Pero Joab le respondió:

—Tú no eres hoy la persona ideal para llevar la noticia. Ya lo serás en otra ocasión, pero no hoy, porque el hijo del rey ha muerto.

Sin embargo, Joab dijo a un soldado etíope:

—Ve tú, e informa al rey de lo que has visto.

El etíope hizo una reverencia a Joab y salió corriendo. Ahimaas, por su parte, volvió a decir a Joab:

—De todos modos, déjame correr detrás del etíope.

Pero Joab le contestó:

—¿Para qué quieres ir tú, hijo mío, si no vas a recibir un premio por tu noticia?

—No importa, iré corriendo —contestó Ahimaas.

—¡Pues corre! —le respondió Joab.

Entonces Ahimaas echó a correr por el valle, y se adelantó al etíope. Mientras tanto, David estaba sentado entre las dos puertas de la entrada de la ciudad, y el centinela había subido a la azotea, encima de la puerta de la muralla. Al levantar la vista, el centinela vio a un hombre solo, que venía corriendo, y lo anunció al rey en voz alta. El rey exclamó:

—Si viene solo es que trae buenas noticias.

Mientras el hombre se acercaba, el centinela vio a otro hombre que corría, y le gritó al guardián de la puerta:

—¡Viene otro hombre corriendo!

—También ha de traer buenas noticias —respondió el rey.

El centinela añadió:

—Por su modo de correr, me parece que el primero es Ahimaas, el hijo de Sadoc.

—Él es un buen hombre —comentó el rey—, y seguramente traerá buenas noticias.

Ahimaas se acercó, e inclinándose hasta el suelo delante del rey, lo saludó y le dijo:

—Bendito sea el Señor, el Dios de Su Majestad, porque ha quitado de en medio a los que se rebelaron contra Su Majestad.

—¿Está bien el joven Absalón? —preguntó el rey.

Y Ahimaas respondió:

—Yo vi un gran alboroto en el momento en que Joab, servidor de Su Majestad, me enviaba, pero no supe lo que pasaba.

Entonces el rey le ordenó:

—Colócate a un lado y quédate ahí.

Ahimaas lo hizo así. En aquel momento llegó el etíope, y dijo:

—Reciba estas buenas noticias Su Majestad: hoy el Señor ha hecho justicia a Su Majestad, librándolo del poder de todos los que se rebelaron contra Su Majestad.

El rey preguntó al etíope:

—Y el joven Absalón, ¿está bien?

El etíope contestó:

—Ojalá que los enemigos de Su Majestad y todos los que se rebelen contra Su Majestad y busquen su mal, acaben como ese muchacho.

(19.1) El rey se conmovió, y subiendo al cuarto que estaba encima de la puerta, se echó a llorar. Y mientras caminaba, decía: “¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío!”

- ¿Estas lleno de Jesús? Jesús te ha llamado a ser su seguidor. A testificar de lo que el ha hecho por ti. A hablar de lo has visto y oído.

“No es seguidor de Cristo el que, desviando la mirada, se apartan de los que yerran, dejándolos proseguir sin estorbos su camino descendente… los hombres aborrecen al pecador mientras aman al pecado. Cristo aborrece el pecado; pero ama al pecador, tal he de ser el espíritu de todos los que le sigan”.

Si quieres ayudar, si quieres llevar a otros al salvador. Fíjate en Jesús, Él es el modelo.

V. Conclusión

1. Ilustración: 2COMPRE SU1 FRUTA5 FRESCA4 AQUI3

2. Tú tienes una fruta fresca que es la única que llena el vació que tiene el ser humano, esa fruta es Jesús. Tú la has saboreado, la has degustado. Es tiempo de vender esa fruta.

3. “Todo el que ha encontrado en Jesús un fiel amigo, no se quedara callado, dirá a otros cuanto amor ha encontrado en Jesús”

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