Encuentros que liberan

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Texto bíblico: Marcos 5:8
Propósito: Descubrir que no importa lo atrapados que nos tenga satanás, Jesús ha venido a liberarnos y a cambiar nuestro presente y futuro.

I. Introducción.

A. Posesiones.

a. Los seres humanos vivimos en una guerra sin tregua, por el momento, servimos a Dios o a su enemigo.
b. Dios está con nosotros o Satanás está con nosotros. En esta guerra no hay términos medios o trabajamos para Dios o somos esclavos del diablo.
c. Ser esclavo de Satanás no significa de alguna manera una posesión al estilo Hollywood.
d. Muchas personas pueden estar poseída por el enemigo o por los demonios y no necesariamente mostrar las características de un poseído convencional.
e. El siguiente relato nos cuenta la historia de un endemoniado, su encuentro con Jesús y cómo fue liberado.

II. Cuerpo.

A. Condición del ser humanos lejos de Dios

Vino de uno de los sepulcros”. (Mc 5:2).
Los sepulcros eran considerados los lugares sucios y horrorosos para un judío.
Estaban clavados en la montaña de manera horizontal. “Las colinas de piedra caliza en torno de Kursí tienen abundantes cavernas y cámaras cavadas en la roca relativamente blanda.
Cámaras como éstas se usaban comúnmente como sepulcros en la antigua Palestina” (CBA, ver Mc 5:2).
Es en estos lugares donde leprosos, locos, endemoniados y otros miserables se escondían. (Juan 20:5, 6; Mc 15:46; Mat 27:66).
Personas escondidas en hábitos
De la misma manera que se refugió este hombre en el sepulcro hay muchas personas lejos de Cristo refugiadas en su miedo, indiferencia, vicio, pecado oculto, etc.
Escondidos en la oscuridad o tal vez sometidos a esconderse por su pecado que socialmente causa repugnancia.
Algunos otros, escondidos en la apariencia de una vida piadosa, de una vida sin problemas, pero endemoniados en el interior, endemoniados cuando nadie los ve.

B. Morada en el mal.

que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas”. (Mc 5:3).
Este gadareno estaba encerrado en un hábito casi inquebrantable o circulo vicioso.
Tenía ya una morada o casa entre los sepulcros, acostumbrado a ver la calavera, a oler la podredumbre y a dormir en la oscuridad, ¿quería salir? Claro, pero no podía. El mal no lo dejaba.
Cuando una costumbre o un hábito atrapa a una persona, es imposible que humanamente pueda salir de ese mal.
La historia enfatiza este hecho diciéndonos que el endemoniado tenía una morada, tenía un lugar de confort, tenía un lugar cómodo donde su mal no era reprendido.

C. Intentos fallidos.

Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, más las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar” (Mc 5:4).
Esto significa que, intentos humanos habían tratado de dominar al endemoniado, pero sin éxito.
El metal y las cadenas más resistentes eran quebrantadas por los demonios.
Esto nos ilustra que nosotros podemos intentar dominar el mal, pero por nuestras fuerzas nunca, nunca vamos a poder.
La solución para nuestro pecado, para nuestro mal, no se encuentra en nosotros o en alguna persona o en alguna institución.
Desde luego, que podemos intentar, pero, es imposible librarnos de nuestro pecado: sólo Dios tiene la solución.
Las dimensiones del pecado
Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.” (Mc 5:5).
El mal daña a las personas, así como esta legión lastimaba al gadareno.
Muchas personas son dañadas por el alcohol, las drogas, por el egoísmo, etc.
La misión del diablo está resumida en Juan 10:10, él ha venido para “hurtar matar y destruir”.
Satanás quiere ver personas destruidas, deprimidas, avergonzadas, sin valor, en pleitos, las quiere ver perdidas para siempre.
Lo triste del pecado es que no solamente afecta a la persona, afecta a las personas que nos rodean; a nuestros hijos, a nuestra esposa, a la familia cercana.
Tal vez ahora mismo este una familia sufriendo por alguna adicción, por adulterio o por violencia. Y no solamente sufre una persona, sufren todos los que están en casa; porque el pecado afecta no solamente a una persona si no afecta a nuestros seres amados.
El pecado en todas sus dimensiones destruye individual y colectivamente.

E. Actitud del ser humano para cambiar.

“Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él” (Mc 5:6).
Era la única oportunidad que este miserable tenía para ser transformado.
Por eso vino y se arrodilló ante Jesús, la única solución que tenemos ante nuestro pecado es rendirnos a Dios.
Santiago dice, “sométanse a Dios y el diablo va a huir” (Stg 4:7), ante la presencia de Jesús el diablo tiembla y huye.
Pero el ser humano, no se quiere someter a Dios; no quiere venir a Él. Preferimos quedarnos en la zona de confort, en el sepulcro, en la indiferencia, allí donde nadie nos diga nada, donde nadie nos diga que tenemos que hacer, donde nadie nos moleste.
Este día es tiempo de cambiar, es tiempo de que te arrodilles ante Dios, es tiempo que reconozcas que estás equivocado y tú no puedes cambiar.

F. Pruebas y trampas del enemigo a quien desee cambiar.

Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.” (Mc 5:7).
Puede ser tu única oportunidad en este momento, pero satanás emitirá su último grito de limitada autoridad
Él sabe que el Hijo de Dios lo puede mandar a las cavernas más recónditas de Gadara, por eso intentará hablar por este miserable.
Cuando vamos a Dios, el primero que habla es Satanás, sus demonios están allí para atormentar al alma que se quiere arrepentir.
¿no eres demasiado bueno? ¿todavía no dejas tu pecado? ¿serás un hipócrita en la iglesia? Preguntas como estas fórmulas el demonio en tu mente.
Satanás no te quiere dejar, no te quiere libre, no te quiere feliz, no te quiere pleno, no te quiere salvo: él quiere perderte.
La Biblia dice que era una legión que oprimía a este endemoniado, el numero de una legión romana era de 6000 soldados, acá sin embargo se destaca la atrocidad y la fiereza del demonio hacia el hombre.

G. Jesús la única esperanza.

Jesús libera a este hombre y envía los demonios a una piara de cerdos.
“Y Él les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron.” (Mark 5:13), 2000x 5000= 10,000,000.
Este hombre queda habilitado para vivir en el mundo de los redimidos, sin embargo, los porqueros se enojan porque su dinero está hundido en la barranca y echan al libertador del pueblo.
Jesús tiene poder para liberar aún sobre 6000 demonios, no importa los años que tengas en el vicio, de un mal hábito, de un mal pensamiento, de una vida de perversidad, posiblemente son 6000 demonios los que tienes, pero ellos le tienen miedo a Jesús.
“Ningún hombre puede de por sí echar a las huestes malignas que han tomado posesión del corazón...
Sólo Cristo puede purificar el templo del alma. Pero no forzará la entrada…
No viene a los corazones como antaño a su templo, sino que dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él”. Él vendrá, no solamente por un día; porque dice: “Habitaré y andaré en ellos… y ellos serán mi pueblo”. “Él… sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” …
Su presencia limpiará y santificará el alma, de manera que pueda ser “un templo santo” para el Señor y una “morada de Dios por su Espíritu”. DTG 133

III. Conclusión

Jesús viene a liberar esta noche a quien desea arrodillarse ante él en señal de humildad y reconocimiento.
Tal vez, las cadenas y los grillos no pueden detener al demonio que hay adentro. Cristo es la única esperanza.
Jesús te llama, Jesús te invita a que vengas a sus pies, arrodíllate pídele a Dios que te libere de Satanás.
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