La Primer Señal
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El Inicio del Ministerio de Jesús
Habiendo llamado a sus primeros discípulos, Jesús ahora está pronto para iniciar su ministerio público. Andres y ?, Pedro, Felipe y Natanael.
Esta sección abarcará unos tres años de eventos que incluyen siete señales y siete discursos, llevándonos al cierre de su ministerio público y al principio de la semana de la pasión.
Jesús había prometido a Natanael que vería “cosas mayores” y no demoró en comenzar a cumplir esa promesa, y lo hizo en el mismo pueblo de donde era Natanael (21:2).
La Boda
Arab Wedding Traditions: The zaffe is one of the most festive Arab culture wedding
African American: saltar la escoba
China: Por lo general, durante una boda china se lleva a cabo una ceremonia tradicional del té. Como parte de este ritual, la pareja servirá té a sus padres en señal de honor y respeto. A cambio, los padres suelen entregar a los novios sobres rojos con dinero como regalo de bodas y muestra de agradecimiento recíproco.
Las celebraciones nupciales Judías
consistían en una procesión desde la casa de la novia hasta la casa del novio.
Ambas partes estaban bellamente vestidas y adornadas (Isaías 49:18; Jer. 2:32; Sal. 45:14-15), y la novia llevaba un velo.
Y estaba allí la madre de Jesús, indicando la probabilidad de la cercanía de Caná a Nazaret y de que fuera en la casa de parientes o de amigos íntimos. Raymond Brown cita una tradición apócrifa en la cual María aparece como la tía del novio.
Y como faltó el vino describe una situación embarazosa para los dueños de casa y la interrupción de la fiesta.
Se sabía que tales celebraciones duraban hasta una semana o dos (Tob 8:19; 11:18). Se entregaron regalos y se esperaba que los responsables proporcionaran abundante comida y vino.
Falto Vino
La falta de vino podría indicar que los padres del novio eran de pocos recursos, o que llegaron muchos no invitados.
Literalmente, Jesús responde a María: “¿qué a ti y a mí, mujer?”. Podemos decir con absoluta confianza que no hay nada despectivo en llamar a su madre mujer.
rimero debemos recordar que la madre de Jesús aparece sólo en dos historias de este Evangelio, aquí y en la cruz (19:25-27). En el tierno contexto de la cruz, donde en su muerte Jesús demostró su papel de hijo mayor y se ocupó del cuidado de su madre, nuevamente se dirigió a ella como “Mujer” (19:26).
Con esta pregunta, Jesús quería aclarar a su madre que, a partir de este momento, y en el cumplimiento de su misión, tendría que obedecer la voluntad de su Padre celestial (ver Luc. 2:49) por encima de la de su madre.
Como más tarde sus hermanos no pudieron forzar el momento de su destino (Juan 7:3–9), su madre aquí no debía gobernar su actividad (2:4; cf. la escena del templo en Lucas 2:48–50; también cf. Marcos 4:31–35).
La Hora
En el Evangelio de Juan, toda la vida de Jesús estuvo dirigida a obedecer al Padre y cumplir la hora (hōra).11 En este Evangelio, el enfoque final de “la hora” está en la glorificación de Jesús: su muerte y resurrección.
Por lo tanto, lo que pueden parecer palabras duras deben entenderse en el contexto pleno del destino de Jesús y su obediencia al Padre.
La Señal
Y las llenaron hasta el borde, una acotación importante, indicando que
no había lugar para agregar otra sustancia y que, en el momento de realizar el milagro, las tinajas contenían solamente agua.
Plummer observa que en este evento vemos también el contraste entre los milagros del AT, que mayormente eran de juicio, y los del NT, que mayormente eran de bendición. Por ejemplo, Moisés convirtió el agua en sangre, pero Jesús la volvió en vino.
El punto de esta historia se resume en el v. 11. Las palabras son simples, pero el significado es profundo. El evangelista identificó la acción en la historia como una “señal” (no un “milagro” como en la KJV).
En Juan una señal es más que un simple prodigio; es un acto poderoso para quien tiene ojos para ver porque señala la realidad de quién es Jesús.
Conclución
Quienes percibieron la gloria de Jesús en este texto (2:11) fueron “sus discípulos”. Vieron la “señal” en el milagro o gran acto, y percibieron algo misterioso en él en el acto.
Algunos han pensado que las tinajas representaban para el evangelista la religión judía y que Juan estaba señalando con esta historia una transición, el abandono de los rituales judíos.
Algunos han visto la celebración de la boda como una predicción de la fiesta de bodas del Cordero. Algunos han visto en la abundancia del vino una indicación de la desbordante abundancia esperada en el Año mesiánico del Jubileo y la falta de vino antes del acto de Jesús como comentario sobre el estado vacío del culto judío.
Algunos han visto en la vinculación de esta historia de Caná y el signo del pan en el cap. 6 un símbolo de la Eucaristía o Cena del Señor.
Pero todo esto parece llevar el simbolismo más allá del significado claro del texto y del principio de moderación santificada. Como quedará claro, Jesús en este Evangelio confrontó las prácticas religiosas restrictivas judías de su época. Que la fe en él reemplazaría las viejas costumbres debería quedar igualmente claro. Ya sea que la historia del vino pretenda o no representar aquí a Jesús y al pueblo de Dios en la era escatológica como en el reino escatológico de David esperado por Amós (9:13-14), parece claro que Jesús estaba proporcionando un ilustración de que los recursos de Dios son sumamente abundantes. Las viejas costumbres, por supuesto, serían desafiadas por la venida de Jesús, y ese es el tema de la siguiente perícopa.
Aunque la presente historia retrata a Jesús como claramente capaz de satisfacer las necesidades de las personas, el enfoque de la historia no está en esas necesidades sino en Jesús como una persona extraordinaria que reconoció claramente su misión y que no permitió que las presiones humanas oscurecieran esa misión. Los seguidores de Jesús harían bien en emular ese modelo.
Revelations 19:7-9