LA FIDELIDAD DEL CREYENTE

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Introducción:
Una de las expectativas emocionantes al llegar al cielo, después de ver al Señor Jesucristo y adorarle, es poder ver a nuestros seres queridos de nuevo. Aquellos que descansaron el Señor.
Pero también será emocionante poder ver a los grandes personajes de la Biblia.
¿A quién les gustaría ver y saludar? ¿Con quién les gustaría pasar un buen tiempo platicando y haciendo preguntas?
Yo tengo varios en mi lista, uno de ellos es el apóstol Pablo.
Tengo una duda, o más bien una imaginación. Si el Apóstol Pablo pudiera regresar del cielo y pasar unos días aquí en la tierra y nos tocara el privilegio de tenerlo en la Iglesia El Camino, predicando, ¿De qué hablaría?
¿Cuál sería su sermón? ¿Qué temas abarcaría su exposición de las escrituras?
Obviamente nos hablaría de Las maravillas del Señor Jesucristo.
Pero creo que uno de los temas que no faltaría sería nuestra respuesta a la misericordia de Dios. Creo que él hablaría sobre nuestra responsabilidad como creyentes.
Definitivamente nos exhortaría a SER FIELES. Su predicación sería sobre la FIDELIDAD DEL CREYENTE.
Y ¿de qué se trata la fidelidad del creyente?
Se trata de administración, integridad, responsabilidad, verdad, confiabilidad, compasión y constancia.
En el Parque Nacional Yellowstone en Wyoming, existe un “Géiser”, es decir, una fuente intermitente natural que se llama “Old Faithful”
Desde su descubrimiento por los exploradores en 1870, ha hecho erupciones en un promedio de cada 65 minutos, sin fallar.
Avienta un chorro de agua hirviendo unos 37 a 52 metros en el aire, y cada despliegue dura unos cuatro minutos. Se le llama “El Viejo Fiel” porque es tan exacto en su actividad.
Es interesante como en la creación de Dios,,,,,, en la naturaleza,,,, Él ha dejado marcas de sus atributos perfectos.
La fidelidad es una virtud totalmente perfecta que posee Dios, es decir, al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ,,,,, y es una cualidad que el cristiano debe poseer para ganar la corona de vida (Apocalipsis 2:10). “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.
La fidelidad es un “fruto” del Espíritu (Gálatas 5:22).  “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,,,, FIDELIDAD.
¿Qué es la fidelidad? El Diccionario lo define “fiel” así: “Es alguien que cumple con sus compromisos”.
Los sinónimos de la palabra fidelidad son: “constante”, “perseverante”, “seguro”, “honrado”, “responsable”, “integro”, “que cuida lo que se le confía”.
Una persona fiel a su palabra (lo que dice lo cumple), una persona así, es digna de confianza y apreciada por muchos.
I. La Biblia hace mucho énfasis en la fidelidad
La palabra “fiel” y sus sinónimos se usan 136 veces en la Biblia.
También se expresa la idea en otras palabras. Por ejemplo, el salmista dijo:
“Así te bendeciré en mi vida”; “Le invocaré en todos mis días”; “A Jehová cantaré en mi vida” (Salmos 63:4; 116:2; 104:33).
¡Esto es fidelidad!
Es la palabra que se usa para describir a los siervos leales de Dios.
A Moisés y Daniel se les llama “fiel” (Hebreos 3:5; Daniel 6:4).
Pablo dio gracias a Cristo por considerarlo fiel y ponerlo en su servicio (1 Timoteo 1:12).
“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio”.
Pablo caracterizó a sus ayudantes como “fieles”: Timoteo, Tíquico, Epafras y Onésimo (1 Corintios 4:17; Efesios 6:21; Colosenses 1:7; 4:8-9).
1 Corintios 4:17
“Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.
Efesios 6:21
“Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor”.
Colosenses 1:7
“Como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros”.
Colosenses 4:8-9
“Y conforte vuestros corazones, con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros”.
Los líderes, miembros, maridos, esposas – todos deben ser fieles. Ni la iglesia ni el hogar puede estar firme si no se basa en la lealtad.
Dios desea que seamos fieles porque Él es fiel
A. Dios es fiel. Moisés dijo a Israel: “Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones” (Deuteronomio 7:9).
Hay más de 60 referencias en la Biblia a la fidelidad de Dios.
1. Su fidelidad se ve en su creación. Cada vez que vemos levantarse o ponerse el sol, nos recuerda de la fidelidad de Dios.
Las estaciones testifican de su fidelidad.
Dios dijo: “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche” (Génesis 8:22).
¡No lo han hecho! No han cesado las cosechas
Al pararnos en la orilla del mar y ver el vaivén de la marea, nos recuerda de la fidelidad de Dios. Todo continúa en orden.
El sol no se mueve de su lugar, todas las estrellas y planetas siguen su orbita fielmente.
Pero aparte de la creación ,,,,
2. Dios es “fiel” para cumplir sus promesas.
Josué dijo: “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió” (Josué 21:45)
Todavía cumple sus promesas.
Lamentaciones 3:22–23 resume: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”.
B. Jesús es fiel. Más de una vez la palabra “fiel” se usa para describir a Jesús. 2 Tesalonicenses 3:3 dice: “Pero fiel es el Señor … que os guardará del mal”.
Jesús es el “testigo fiel” en Apocalipsis 1:5. Él es el “misericordioso y fiel sumo sacerdote …” (Hebreos 2:17).
Jesús es “fiel” al Padre (Hebreos 3:1-2). Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó,
A Jesús, el jinete del caballo blanco en Apocalipsis 19:11, se le llama “Fiel y Verdadero”.
La promesa de Jesús a su iglesia es: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
El ser llamado “fiel” es llevar un título de Jesús mismo.
III. Cada cristiano debe ser fiel
Pablo escribió: “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” – digno de confianza, fiable (1 Corintios 4:2).
Un mayordomo es alguien a quien se le ha dado un cargo – una tarea, un tesoro – para cuidar y usar para Dios.
La fidelidad es la calificación clave. Pablo dice que “se requiere”, no simplemente se sugiere. ¡Es un deber para el cristiano a quien se le ha confiado el “evangelio eterno”, el mensaje de “salvación”!
¿En qué debemos ser fieles?
A. Debemos ser fieles a Jesús como Señor y Salvador. Debemos “retener nuestra profesión” (Hebreos 4:14) Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. –
La profesión, la misma que hizo Pedro en Mateo 16:16. Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Debemos “mantener firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Hebreos 10:23). Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Algunos cristianos hoy en día vacilan en decir que Jesús es el único Camino a Dios, el único Camino a la salvación (Juan 14:6).
La presión de nuestra sociedad corrupta debilita a los creyentes de su compromiso con Cristo.
Jesús advirtió muy seriamente: “Y cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:33). ¡No lo arriesguemos; seamos fieles!
B. Debemos ser fieles a la Palabra de Cristo. Pablo dijo que el anciano debe ser “retenedor de la palabra fiel tal como le ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen”
(Tito 1:9). Porque es necesario que el obispo sea ,,,,, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
Jesús dijo: “Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió” (Juan 7:16). “Yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo” Juan 8:26). “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35). Jesús fue fiel a la Palabra que recibió del Padre.
¡Su enseñanza vino del Padre; es eterna y es verdad! Y seremos juzgados por ella.
“El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Juan 12:48).
IV. La fidelidad e muy importante
Nuestra efectividad en el servicio de Dios depende mucho de esta virtud; la fidelidad
Sin ella, todo otro talento y habilidad es inútil.
Veamos estos ejemplos:
Si su carro arranca una de cada tres veces, ¿lo conserva?
Si no va al trabajo tres o cuatro veces al mes, ¿le llama fiel su jefe?
Si su congelador se apaga un día cada semana, ¿dice Usted,” bueno, funciona la mayor parte del tiempo”?
¡El coche, el empleado y el congelador serían reemplazados por ser poco fiables!
Lo mismo sucede en la iglesia. Por ejemplo, hay un “súper” maestro que estudia sus lecciones, es articulado, utiliza ilustraciones acertadas y expone las Escrituras en una manera clara e interesante.
La clase está encantada con él. Pero, cada tres o cuatro semanas se desaparece – se va a una reunión familiar, un juego de fútbol, de paseo, etc.
No informa a los otros lideres ni a su sustituto. ¡O, si lo hace, es muy tarde en la noche del sábado!
Cuando regresa el “súper” maestro, tiene otra buena lección.
Pregunta: ¿Cuán efectiva será su enseñanza? ¿Crecerá la clase? La respuesta es: “No mucho”. ¿Por qué? ¿Porque no puede enseñar? ¡No! ¡Le falta la fidelidad!
El reino está edificado y sostenido por los fieles:
El predicador que sigue predicando, sea o no hábil, vale por su fidelidad.
El maestro, quien, aunque no es el más académico, vale por su fidelidad.
El Diácono o el ujier, que aunque no sean muy conocedores de la palabra, valen mucho por su fidelidad.
El que no hace mucho en la iglesia pero da sus ofrendas con gratitud y gozo, vale mucho por su fidelidad.
El que no hace mucho en la iglesia pero llega cada domingo, se sienta, adora y escucha,,,,,, nos bendice a todos con su asistencia,,,,, éste vale mucho por su fidelidad.
Todos estos edifican al reino y son efectivos, porque son fieles.
¡También son los más ricamente bendecidos! ¡Aquí y en el porvenir!
Los fieles influyen en la iglesia para edificación de todos.
Santiago dice: “El que duda (no es fiel) es semejante a la ola del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” (Santiago 1:6). Es como la veleta, girando en toda dirección.
Influirá en otros, pero será desfavorablemente, (de forma negativa) como los diez espías en Números 13 y 14, quienes trajeron tragedia a Israel por su posición sin fe.
Como cristianos, deseamos influir en otros positivamente,,,, para la gloria de Cristo, debemos permanecer leales a Él y al evangelio.
Un padre dijo: “Quiero vivir para que mis hijos conozcan cómo debería vivir un cristiano. ¡Quiero morir para que vean cómo debería morir un cristiano”!
¡Si queremos influir en nuestros hijos, nuestros cónyuges, otros cristianos, un mundo perdido, debemos permanecer fieles!
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