El sacrificio de la obediencia
Semana Santa 2024 • Sermon • Submitted • Presented
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La ley y Cristo
La ley y Cristo
El autor de los Hebreos pretende mostrarnos el contraste entre la Ley y el Nuevo Pacto en Cristo, para el autor la ley tiene connotaciones negativas:
Es solo una sombra
No es la presencia de la realidad de los bienes venideros
Nunca puede perfeccionar a los que adoran
No puede quitar el sentimiento de culpa
Es imposible que quite el pecado
Para el autor de los Hebreos la ley no es mala pero no es luz en si, es mas bien el reflejo de lo que realmente es la luz. La ley anuncia que hay algo mas por venir.
Los sacrificios anuales nos recordaban que no eramos perfectos para adorar, utilizando la retorica el escritor pregunta: si fueran efectivos ¿no habrían dejado de ofrecerse?
La adoración a Dios requiere que nos sintamos libres de culpa, por eso el autor concluye que el primer pacto no cumplió su función puesto que los que rendian culto constantemente se sentian culpables de pecado.
Cristo hace algo diferente, el autor pone en palabras de Cristo el Psalm 40:6–8 “A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero has abierto mis oídos para oírte; tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: «Aquí me tienes —como el libro dice de mí—. Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.»” solamente que lo hace con una pequeña modificación ya que cita la versión septuaginta y dice Hebreos 10:5-7
Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo:
«A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas;
en su lugar, me preparaste un cuerpo;
no te agradaron ni holocaustos
ni sacrificios por el pecado.
Por eso dije: “Aquí me tienes
—como el libro dice de mí—.
He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad.” »
Si seguimos la lógica de Hebreos sabremos que la obediencia de Cristo fue el sacrificio que agradó a Dios porque era necesario que fuera hecho semejante a nosotros en todo.
El proposito de Dios
El proposito de Dios
En 2 corintios 5:18-19 el apostol Pablo nos dice que en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo a la humanidad, sin tomar en cuenta el pecado de nosotros y encargandonos el ministerio de la reconciliación
De acuerdo al sistema sacrificial era imposible que alguien pudiera decir que a traves de un sacrificio le extendia el perdón a otro mas, cada uno tenia que traer su propia ofrenda y lo hacian de acuerdo a sus posibilidades, pero Cristo, al ofrecer su cuerpo en sacrificio, estaba trayendo consigo mismo a todos lo que creyesen.
En Leviticus 16:17 “Nadie deberá estar en la Tienda de reunión desde el momento en que Aarón entre para hacer propiciación en el santuario hasta que salga, es decir, mientras esté haciendo propiciación por sí mismo, por su familia y por toda la asamblea de Israel.” se nos dice perfectamente que solamente el sacerdote aaronico quedaba perfeccionado para entrar a la tienda y nadie podia seguirle ni de cerca, sin embargo Cristo vino a quitar esto primero (de acuerdo al versiculo 9 del pasaje actual) para establecer lo segundo, de tal manera que ahora a través de la muerte de Él hemos sido santificados y su sacrificio ha sido presentado una vez y para siempre.
De esta manera podemos ver que la perfección de Cristo es decir su consagración no se hizo efectivo por Él separase de su Pueblo si no mas bien por Él solidarizarse con su pueblo, en esto estaba pensando el autor de los Hebreos cuando dice que el primer pacto solamente es una sombra puesto que nadie mas podría solidarisarse con la humanidad entera mas que el mismo Dios.
El nuevo pueblo con el nuevo pacto
El nuevo pueblo con el nuevo pacto
La tragedia del antiguo testamento tenia que terminar, los profetas vieron que el problema no era la institucion de los rituales sino el corazon de los que adoraban, ya el profeta Samuel habia tenido un vislumbre de esto cuando confronta a Saúl en 1 Samuel 15:22 “Samuel respondió: «¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros.” es decir, no es que Dios hubiera mantenido oculto que es lo que queria, es el corazón del ser humano quien habia trivializado y habia convertido en algo sin valor el sacrificio por los pecados.
Para Dios todos los actos de sacrificio y rituales ofrecidos sin obediencia y fe, son abominación, no se puede agradar de algo que se hace sin que el corazón esté delante de Él. Era necesario que para el nuevo pueblo de Dios se le diera un nuevo corazón tal y como Él mismo lo habia prometido al profeta Jeremias allá en Jeremias 18:11-12
Y ahora habla con los habitantes de Judá y de Jerusalén, y adviérteles que así dice el Señor: “Estoy preparando una calamidad contra ustedes, y elaborando un plan en su contra. ¡Vuélvanse ya de su mal camino; enmienden su conducta y sus acciones!” Ellos objetarán: “Es inútil. Vamos a seguir nuestros propios planes”, y cada uno cometerá la maldad que le dicte su obstinado corazón.»
y Jeremias 31:33
»Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel—afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Para poder cumplir esta promesa era necesario que el mismo Dios, que el Dios-Hombre viniera a la tierra a ofrecer su sacrificio de obediencia, por eso el autor tiene que hacer enfasis en que quien murió en la cruz y quien hizo el sacrificio fue Jesucristo, es decir el Jesús (humano) y el Cristo (divino), no hubo atajos, el mismo vino a escribir la ley en nuestra mente y en nuestro corazon puesto que cuando nosotros participamos del bautismo tambien lo hacemos en su muerte para participar a una nueva resurrección.
Jesucristo dejó a un lado las sombras y estableció una nueva realidad, a través de su obediencia obtuvo nuestra liberación del poder del pecado y no adaptó para vivir una vida dedicada al servicio de Dios.
Kistemaker, S. J. (1991). Comentario al Nuevo Testamento: Hebreos (pp. 326-327). Libros Desafío.