Dios Librara del cautiverio a Sion
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Tema: Juicio del pecado y salvación por la gracia en el Mesias que había de venir, para la gloria de Dios.
Tema: Juicio del pecado y salvación por la gracia en el Mesias que había de venir, para la gloria de Dios.
Proposito: Advertir sobre el inminente juicio contra los que persistían en el pecado en Juda, y consolar a los que buscaban al Senor, pues Dios no había repudiado Su Pacto.
Proposito: Advertir sobre el inminente juicio contra los que persistían en el pecado en Juda, y consolar a los que buscaban al Senor, pues Dios no había repudiado Su Pacto.
Is 52:7-12
Is 52:7-12
El regreso de los judíos de Babilonia, y la aplicación que del versículo 7 hace el apóstol en (Ro 10:5) al Evangelio, da a entender claramente que la liberación de que aquí se habla era tipo y figura de la redención llevada a cabo por Jesucristo a favor de la humanidad entera.
1. Se habla aquí de una gran bendición, que debe ser recibida con gran gozo.
(A) Los que traen las buenas noticias de la liberación merecen un buen recibimiento (Is 52:7), conforme llegan a través de los montes que rodean a Jerusalén. Se describe en este versículo 7 a los que traen el mensaje de las buenas nuevas, y proclaman salvación y paz, y dicen a Sion: «¡Tu Dios reina!», es decir, ha restablecido Su reino en Sion.
Como lo hace Pablo, esto tiene buena aplicación a la predicación del Evangelio, que es una proclamación de paz y salvación; buenas nuevas de victoria sobre nuestros enemigos espirituales, y de libertad de nuestra esclavitud espiritual.
Cristo fue el primero en traer estas buenas nuevas (Mr. 1:15; Lk: 4:18; He. 2:3) y bien puede aplicarse a Él lo de «¡cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas!» ¡Cuán hermosos sobre el monte Calvario aquellos pies que fueron clavados en la Cruz!
(B) Tras de los mensajeros que vienen en primera fila del exilio, se regocijan (Is 52:8) los atalayas de Sion. Tales atalayas como los que Dios había de poner sobre los muros de Jerusalén (Is 62:6) para que hiciesen mención del nombre de Jehová y estuviesen en continua y ferviente oración hasta que Jehová ponga a Jerusalén por alabanza en la tierra (Is 62:7).
Estos atalayas están sobre sus torres, y esperan que se de respuesta a sus oraciones (Hab. 2:1) y, por tanto, cuando llegan las buenas nuevas, ellos son los primeros que las reciben.
Alzan la voz y juntamente dan voces de júbilo (Is: 52:8b), para invitar a los demás a que se unan en sus alabanzas, al ver que hay perfecto acuerdo entre la profecía y el acontecimiento, entre la promesa y su cumplimiento.
La segunda parte del versículo 8 dice literalmente según el hebreo: «Porque ojo a ojo verán en el volver (esto es, cuando regrese) Jehová a Sion».
La expresión «ojo a ojo» es la misma de (Nu 14:14), que suele traducirse “cara a cara”. “Ojo a ojo. Clara y distintamente como cuando alguien le mira a otro derechamente a los ojos”.
(C) Los lugares desolados de Sion (Is 52:9) son invitados igualmente a prorrumpir en gritos de júbilo conjuntamente y cantar, porque Jehová ha consolado a Su pueblo, ha rescatado a Jerusalén.
La redención de Jerusalén es el gozo de todo el pueblo de Dios (Lk 2:38), y la gloria es de Dios (Is 52:10) porque ha manifestado Su poder, desnudó su santo brazo (¡se remangó!) ante los ojos de todas las naciones.
El profeta está tan seguro del futuro acontecimiento que lo da ya por ocurrido, expresándose en tiempo perfecto.
2. Al proclamarse la libertad, el pueblo de Dios debe salir de Babilonia a toda prisa (Is 52:11; Is 48:20; Re 18:4).
Babilonia no es lugar apto para israelitas (Ez 1:5).
A todos los que se hallan todavía bajo la esclavitud del pecado y del diablo se hace llamamiento a que usen de la libertad que Jesucristo nos ha proclamado a todos.
Que nadie traiga consigo ninguna de las inmundicias de Babilonia: «No toquéis cosa inmunda».
«Porque Dios va a la cabeza de ellos y no debe haber contaminación en Su presencia (Dt. 23:14)».
«La ocasión es sagrada. Los israelitas marcharán como en procesión a Sion, llevarán los vasos sagrados, y esto requerirá que se observe la pureza ritual evitando todo lo que pudiese hacerles impuros».
Pero, aun cuando deben darse prisa en salir, no han de salir (Is 52:12) a la desbandada como quien huye, porque Jehová irá delante, como Guía, y a la retaguardia, protegiéndoles de los enemigos que se atrevan a perseguirles (Ex 14:19).
Conclusion
Conclusion
El evangelio anuncia que Dios rescata a los pecadores de la esclavitud y la presión en las que la culpa de sus pecados los ha hundido, y los lleva a estar en paz con El.
De la misma manera que El Senor había prometido salvar a Israel de su exilio en Babilonia, asi tambien El promete hoy salvar de este mundo malvado a los que creen en Cristo.
Los predicadores de este evangelio son regalos preciosos de Dios.