La Vocación Más Alta, 1 Corintios 1:26-2:5

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Introducción:
Apertura: Celebridades
¿Quién es la persona que tiene la más alta fama? ¿Te gustaría ser como esa persona?
Muchos idolatran a las celebridades y super-estrellas. Enaltecemos atletas, intelectuales, estrellas del cine, músicos, y aún políticos. Seguimos cada uno de sus movimientos, y prestamos atención a su cada palabra. Deseamos ser como ellos, tener su influencia, y disfrutar de su riqueza y popularidad, Esperamos que todos también actúen y piensen de esta misma manera. No nos sorprende. Sin embrago, cuando se trata de la Iglesia del Señor Jesucristo, tal acciones y pensamientos son inapropiados y malpensadas. Fracasan en valorar y priorizar lo que debe perseguir todo creyente, la humildad personal y el servicio a otros. — Daniel Akin, CCE 1 Corinthians
ECC:
Pasaje:
1 Corintios 1:26–2:5 (RVR60)
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Oración objetiva:
Cada creyente puede glorificar a Dios al servirle con dos acciones que vemos en el pasaje:

Comienza con el enfoque más alto: Gloriarse en el Señor.

1 Corintios 1:26–31 (RVR60)
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
El enfoque natural de los corintios.
La cultura corinta.
Los corintios estaban acostumbrados a la auto-exaltación, buscando enaltecerse por sus capacidades oratorias e lingüísticas.
Los debates públicos eran tan populares e entretenidos como los eventos deportivos de hoy.
Los oradores profesionales mas exitosos atraían para sí seguidores quienes aún pagarían para que les mentoreen (GTSB).
La iglesia corinta había dejado que esta forma de pensar invadiera el cuerpo de Cristo, creando así divisiones en base al favoritismo de diferentes maestros, las capacidades y recursos humanos, los dones del Espíritu Santo, entre otras cosas.
Varios de ellos, no todos, sino “no… muchos” comenzaron la fe teniendo alguna estatura e importancia en términos humanos.
Las tres calificaciones que usan reflejan lo que la cultura greco-romana consideraba importante (ZIBBCNT):
Sabio según la carne- los intelectuales y filosóficos.
Poderosos- grande influencia política y financiera.
Nobles- familias de personas importantes en la sociedad, familias con riqueza y fama.
Estos eran considerados como los elite, las celebridades y poderosos de la sociedad.
Quizás podría incluir (Schreiner):
Crispo, el principal de la sinagoga (1 Cor. 1:14; Hch. 18:8).
Gayo, un anciano de la iglesia y hospedador de los hermanos (Rom. 16:23; 3 Jn. 1-2, 5-6.
Erasto, el tesorero de la ciudad (Rom. 16:23).
Estéfanas, su familia era primero convertidos en Corinto (1 Cor. 1:16; 16:17).
Los de la casa de Cloé, los enviados de Corinto (1 Cor. 1:11).
Aquila y Priscila, maestros de Apolos, colaboradores de Pablo, la iglesia se reunía en su casa (Hch. 18:26; Rom. 16:3; 1 Cor. 16:19).
La gran mayoría de la población en Corinto eran gente de baja sociedad y esclavos.
Hubieron personas libres quienes nacieron libres como ciudadanos romanos, otros quienes solían ser esclavos y pudieron comprar su libertad, y otros quienes aún eran esclavos.
Una gran parte del comercio de la ciudad de corinto dependía en el trabajo de esclavos.
La iglesia reflejaba esa mezcla también, dado que uno de los problemas divisivas se expresaba en como trataban a los que tenían mayor necesidad, 1 Cor. 11:22.
1 Corinthians 11:22 RVR60
Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.
El enfoque sobrenatural en Dios.
Mirad vuestra vocación, vs: 26.
Pablo les manda a observar, prestar atención a su llamado.
No está aquí hablando del llamado a la salvación, sino al llamado a la santificación que describió al principio de su carta, 1 Cor. 1:2.
1 Corinthians 1:2 RVR60
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Describe la razón por la manera de la obra de Dios inversa a la cultura, combatiendo también la tres posiciones importantes a a cultura mencionadas en vs: 27-29.
El vocabulario repetido de “escogió Dios” enfatiza que Dios tiene Su manera de obrar, no es sujeto al hombre.
Sabios según la carne- Dios avergüenza a los intelectuales y filosóficos con lo necio.
Poderosos- Dios avergüenza a los que tienen gran influencia política y financiera con lo débil del mundo.
Nobles- Dios avergüenza aquellos que ponen su confianza en su renombre con lo vil del mundo, lo menospreciado.
El cuadro que pinta el profeta Isaías del Mesías Jesucristo era exactamente lo opuesto de lo que la sociedad de Corinto deseaba celebrar, Is. 53:2-3.
Isaiah 53:2–3 RVR60
Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
El resultado es que nadie pueda jactarse frente al Señor por voluntad y logro propio.
Su identificación y gloria debía ser en Cristo el Salvador, vs. 30-31.
El “estar en Cristo”- activo, presente.
Por la obra de Dios, aunque contraria a la cultura greco-romana, logra que el creyente pueda estar delante de Dios en la persona de Jesucristo, siendo representado por Él.
Los términos justificación, santificación, y redención se desprenden de la frase “nuestra sabiduría de Dios”. Esto indica que describen la sabiduría de Dios en la obra de salvación en Cristo.
Cristo es nuestra sabiduría, Col. 2:3. Dios muestra Su sabiduría por medio de Cristo, quién es la encarnación de Su sabiduría, 1 Cor. 1:24.
Colossians 2:3 RVR60
en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
1 Corinthians 1:24 RVR60
mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
Cristo es nuestra justificación, 2 Cor. 5:21. Esto tiene que ver con nuestra condición ante Dios, como si nunca hubiéramos pecado. Declarado inocente.
2 Corinthians 5:21 RVR60
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Cristo es nuestra santificación, Jn. 17:19. Tiene que ver con el proceso que Dios obra en nosotros, apartado y consagrado al Señor.
John 17:19 RVR60
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Cristo es nuestra redención, Rom. 3:24. Tiene que ver con nuestra libertad por el pago completo en nuestro lugar, lo cual no llevará hacia la redención completa.
Romans 3:24 RVR60
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Vemos en la sabiduría de Dios en Cristo los tres tiempos de la salvación:
Fuimos salvados de la pena del pecado (justificación).
Estamos siendo salvados del poder del pecado (santificación).
Seremos salvados de la presencia del pecado (redención).
Por esta identificación con Cristo, no es necesario gloriarse en logros y posiciones humanas, sino que el creyente puede gloriarse completamente en el Señor Jesucristo.
Pablo cita aquí Jer. 9:24, reflejando el deseo de Dios de hacer justicia y misericordia.
Jeremiah 9:24 RVR60
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Interesantemente, Cristo cumple la justicia de Dios en pagar por el pecado, y a su vez, cumple la misericordia de Dios al proveer el substituto perfecto.
Ilustración: Gloriarse en el Señor.
La descripción de Pablo en Fil. 3:3-7.
Philippians 3:3–7 RVR60
Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
La Biblia está llena de personas aparentemente insignificantes que Dios usó para cosas importantes.
Abraham era demasiado viejo.
Gedeón era miedoso.
Un ejército insignificante de 300 para vencer a miles. (Gedeón)
Jacob era un gran mentiroso.
Lea no era fotogénica
José fue abusado... acusado falsamente... y terminó con antecedentes penales.
David tuvo una aventura... y asesinó al marido de la mujer.
Elías estaba deprimido hasta el punto de contemplar el suicidio.
Jonás huyó del llamado de Dios sobre su vida.
Noemí era viuda.
Pedro lo negó.
Marta estaba preocupada.
María era una persona muy joven y pobre.
La mujer samaritana junto al pozo se divorció... más de una vez.
Pablo era un dolor religioso.
Lázaro estaba muerto.
Jesús usó el insignificante almuerzo de un niño insignificante.
Jesús llegó a la ciudad montado en un burro insignificante.
Habló de la insignificante semilla de mostaza y destacó especialmente la ofrenda aparentemente insignificante de una viuda.
Tomó a un grupo de hombres comunes y corrientes y los utilizó para poner el mundo patas arriba. (Todavía está haciendo eso hoy)
Usó una cruz de criminal.
Fue enterrado en una tumba prestada.
Pablo dijo a los corintios: "Miren bien... No veo muchos de 'los mejores y más brillantes' entre ustedes, ni muchos influyentes, ni muchos de familias de la alta sociedad. ¿No es obvio que Dios ¿Eligió deliberadamente a hombres y mujeres que la cultura pasa por alto, explota y abusa?
Yo sólo soy un nadie, contándoles a todos, que hay Alguien quien puede salvar a cualquiera.
Aplicación: Gloriarse en el Señor.
Piensa en tu propia vida, tus prioridades, tus reacciones, tus preferencias y gustos, tus esfuerzos y metas.
¿Qué dicen de ti? ¿Que es lo que demuestran que enalteces en tu vida? ¿A qué le pones tan alta estima? ¿En qué te glorías?

Continúa con la actitud más baja: Depender del Señor.

1 Corintios 2:1–5 (RVR60)
Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
La dependencia del Señor en la proposición inicial de Pablo, vs: 1-4.
El término traducido así que puede ser traducido “Y yo” o “Así yo”, y simplemente continúa el pensamiento del párrafo anterior, no debe haber una separación allí.
El testimonio personal de Pablo aquí es una extensión e ilustración de lo que recién estuvo hablando… muestra como él mismo no se puede enaltecerse por la obra de Dios en la vida de los Corintios.
Pablo supo de la cultura de Corinto, enalteciendo las capacidades oratorias de los varios maestros que pasaban por allí.
Se predispuso a no jugar al juego de la manipulación oratoria, no buscó ser el mejor en el debate oral. No iba a ser un vendedor del mensaje del evangelio.
En comparación con los profesionales del debate en Corinto, Pablo se mostró débil, no enfocándose en las formas elocuentes de la oratoria, sino en la clara exposición del Evangelio de Jesucristo.
Se describe a sí mismo como humilde entre ellos y tosco (lit. idiota) en palabra, 2 Cor. 10:1; 11:6.
2 Corinthians 10:1 RVR60
Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros;
2 Corinthians 11:6 RVR60
Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado.
En lugar de depender en sus capacidades oratorias, se dispuso a depender del poder Espíritu Santo obrando a través de la predicación.
Él término traducido demostración tiene que ver con exposición por explicación, como prueba o evidencia.
No habla de milagros hechos para demostrar el poder del Espíritu, sino la obra del Espíritu revelando la verdad al escuchar la Palabra de Dios predicada y explicada.
La dependencia del Señor como propósito final.
El propósito final de Pablo era que los corintios encuentren su fe, no en las palabras y formas de un maestro o profesional, sino en el poder de Dios.
Lo único que se buscó establecer fue Jesucristo y el mensaje del evangelio, Gál. 6:14.
Galatians 6:14 RVR60
Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
En ese mensaje estaba el poder de Dios. Es algo que tuvo que recordarles en su próxima carta, 2 Cor. 10:3-5.
2 Corinthians 10:3–5 RVR60
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Lo mismo es verdad hoy.
Ilustración: Depender del Señor.
Sabios en Cristo: Estudio expositivo de la Primera Epístola a los Corintios Pablo les recordó a los corintios como se había dirigido a ellos (2:1–2)

Había una iglesia que tenía un hermoso vitral justo detrás del púlpito. Este mostraba a Jesucristo en la cruz. Un domingo hubo un predicador invitado que era mucho más pequeño de estatura que el pastor. Una niñita escuchó por un rato al invitado y luego se acercó a su madre, preguntándole: “¿Dónde está el hombre que siempre se para allí y no nos deja ver a Jesús?”

En la iglesia Bautista de Gracia, Filadelfia, Dr. Russell Conwell, movía la ciudad poderosamente desde su púlpito. Aún hoy, uno puede ver las simples palabras inscritas en la parte posterior del púlpito “Quisiéramos ver a Jesús.” Estas palabras, visibles únicamente al predicador, captaban su vista cada vez que predicaba. Fueron inscritas por su propio pedido. Fue su deseo presentar a Cristo cada vez a su congregación.
—Benjamin P. Browne. Encyclopedia of 7700 Illustrations (656 “We Would See Jesus” on Pulpit)
Aplicación: Depender del Señor.
Hay dos aplicaciones aquí, dos lados de la misma moneda.
Para el que enseña y ministra a cualquier otro, el que sirve de alguna forma, debemos hacerlo con nuestra dependencia en el poder del Señor, no en nuestra capacidad.
Damos talleres de evangelismo y capacitamos para que tengas confianza en compartir con otros, y para que puedan explicar de forma clara el evangelio, no de forma manipuladora como muchos hacen.
Capacitamos para que vayan creciendo en su conocimiento del Señor y ministerio a los demás, no para ir ascendiendo la escalera del logro cristiano ¡la cual ni existe!
La otra cara de la moneda… Para el que recibe enseñanza o ministerio…
Véalo por lo que es… la obra de Dios en tu vida.
Si te acercas a la enseñanza de la Palabra de Dios en busca de entretenimiento, o para quedar impresionado con el predicador o maestro, vienes predispuesto a perderte de la obra de Dios por medio de Su Palabra.
Si escuchas a uno enseñando con la actitud de preferencia o desprecio, vienes predispuesto a perderte de la obra de Dios por medio de Su Palabra.
Si eres recipiente de algún servicio o ministerio, y consideras mas de quién viene que la gracia que ha recibido, te pierdes de la obra de Dios por medios de Su Iglesia.
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