Santiago: Fe Experimentada(4:1-12)

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Donde emos estado

Nuevamente Buenos días y bienvenidos familia a la Iglesia Bautista Horeb(IGLESIA BAUTISTA HISPANA DE SANTA ANA). Nos alegramos de que puedan unirse con nosotros esta hermosa mañana. Por favor abran sus biblias a Santiago capítulo 4:1-12.
(Hemos hecho un gran viaje en esta carta.) Esta es una carta que constantemente desafía a la iglesia y su idea de lo que es importante o, más importante aún, quién es importante. Una carta que nos ha desafiado a amar más y sin prejuicios ni favoritismos. Nos han desafiado a cuidarnos la lengua porque incluso “qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego!” , y como a dicho un oso sabio, “solo usted puede prevenir los incendios en areas naturales”
También hemos aprendido que la prueba de nuestra fe por modo de las pruebas, produce una fidelidad, o firmeza más profunda, y que cuando nos encontramos en las pruebas, se necesita sabiduría que recibimos solamente al pedir a nuestro padre. Como recordatorio, Santiago le está escribiendo a una iglesia que ha comenzado a menospreciarse unos a otros y a olvidar el llamado a amar al prójimo como a uno mismo y amar a su hermano o hermana en Cristo, sin términos intermedios ni lugar para el favoritismo. Sin embargo, las iglesias dispersas a las que les estaba hablando tenían otras ideas. Aquí es donde encontramos el objetivo de esta carta (y nuestra serie). Santiago nos muestra la fe práctica, para el bien de los demás.

Guerra Envidiosa

/disputas​
James 4:1–4 NBLA
4 ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No vienen de las pasiones que combaten en sus miembros? 2Ustedes codician y no tienen, por eso cometen homicidio. Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten y hacen guerra. No tienen, porque no piden. 3Piden y no reciben, porque piden con malos propósitos, para gastarlo en sus placeres. 4¡Oh almas adúlteras! ¿No saben ustedes que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Oremos:
Grandioso Dios. Creador de el cielo y de la tierra. Te damos gracias por to palabra, porque nunca a cambiado y por que nunca cambiara. Porque eres fiel, lleno de gracia y misericordia. Dios, pedimos que por el trabajo de tu Espiritu nuestros ojos y oídos estén abiertos y listos para recibir, y nuestros corazones y nuestras mentes se conviertan y se cambien mas a la imagen de tu hijo Jesus.
Uf, que texto tan pesado. Muchas veces pensamos que las riñas y las peleas se dan por influencias externas ” , el dijo/ella dijo; ellos lo empezaron” y la lista sigue. Pero lo cierto es que las broncas de las que aquí se habla son realidades internas. Lo que significa es que nuestro corazón es el que nos lleva a estar en guerra unos con otros.
Querer lo que no tenemos no es nuevo, por eso trabajamos, ¿no? Trabajamos para tener una vida mejor, una que requiere un poco de esfuerzo. Una vida mejor y más cómoda. Se convierte en nuestra ambición y pasión. A veces simplemente no estamos satisfechos con lo que tenemos y nuestros ojos comienzan a vagar.
¿Con qué frecuencia miramos a nuestro alrededor y vemos personas con cosas o situaciones que queremos? ¿Con qué frecuencia eso se convierte en algo más grande? En la envidia o la lujuria. Mucho de lo que experimentamos en este mundo, especialmente como estadounidenses, nos dirige a desear ciertos productos, o ciertos resultados finales o vidas. En la iglesia judía/cristiana dispersa esto no fue diferente. No necesitaban ver anuncios o tener instagram para tener la tentación de tener envidia de sus vecinos . anhelaban el estatus y las cosas que pensaban que tenían los demás. Este ha sido un pecado antiguo.
Genesis 3:4–6 NBLA
4Y la serpiente dijo a la mujer: «Ciertamente no morirán. 5»Pues Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal». 6Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió.
Incluso más atrás:
Isaiah 14:12–14 NBLA
12»¡Cómo has caído del cielo, Oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, Tú que debilitabas a las naciones. 13»Pero tú dijiste en tu corazón: “Subiré al cielo, Por encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono, Y me sentaré en el monte de la asamblea, En el extremo norte. 14-”Subiré sobre las alturas de las nubes, Me haré semejante al Altísimo”.
esta segunda porción es el relato de Isaías sobre la caída de satanás.
El problema no está en querer o desear cosas diferentes, el problema es cuando estas cosas se convierten en nuestra única pasión, la única razón por la que existimos. Cuando toman el lugar de Dios o como satanás, Cuando nos exaltamos para ser como Dios porque podemos hacerlo mejor. Y eso es lo que sucede cuando codiciamos o envidiamos a los demád.
Si hay un puesto en el trabajo, y alguien más lo tiene o también está trabajando para atener esa posición, ¿vas a pecar contra ellos solo para salirte con la tuya? O de la misma manera tratando de ganar el favor de su familia, ministerio o amigos, ¿está dispuesto a ser todo solo para lograr eso? A veces podemos codiciar las cosas buenas. Como líder de alabanza, es fácil visitar una iglesia diferente a la tuya y codiciar lo que tienen que nosotros no , ya sea tecnología, tamaño de la banda, voces (especialmente para mí). O viendo a otro predicador puede ser fácil codiciar su don y su voz. Pero la pregunta es, ¿debemos arriesgar nuestras relaciones entre nosotros, o arriesgar el testimonio de la iglesia y por extensión arriesgar el testimonio de dios?
James 4:1 NBLA
4 ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No vienen de las pasiones que combaten en sus miembros?
“ Peleas ” y “ guerras” ilustran lo mismo. La autosuficiencia y la confianza en nuestras pasiones es sabiduría mundana frente a la paz de la sabiduría celestial que viene de la humildad y la sumisión.

Se humilde

James 4:5–10 NBLA
5¿O piensan que la Escritura dice en vano: «Dios celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros?». 6Pero Él da mayor gracia. Por eso dice: «Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes». 7Por tanto, sométanse a Dios. Resistan, pues, al diablo y huirá de ustedes. 8Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores; y ustedes de doble ánimo, purifiquen sus corazones. 9Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento y su gozo en tristeza. 10Humíllense en la presencia del Señor y Él los exaltará.
En el versículo 5 vemos que comienza a suceder un recordatorio. Sentido:
Dios no trata nuestra traición como motivo para abandonarnos, o abandonar esta relación que tiene con nosotros. En cambio, Dios hace que James escriba sobre su pasión hacia nosotros y un celo santo y justo que hace que se exprese de esta manera. -Jon Moffit
Creyente, Dios no arremete por nuestra traición, sino por la obra de Cristo nos acercamos a él en medio de nuestra traición. Frecuentemente pensamos que tenemos que estar justo ante Dios por nuestros hechos para poder servir en la iglesia, y mucho menos para ir a la iglesia. “ Tengo que estar justo ante Dios” (comunion, servir) etc. Pero no vemos eso en las Escrituras, ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento. Nuestra justicia viene de fuera de nosotros, por eso Dios nunca nos dejará. ¡En cambio, su celo arde por su pueblo y da más gracia!
La humildad bíblica es esto, ver tu estado como si no tuvieras nada de valor y viviendo en ese estado o vivir la vida a través de esa perspectiva. Sabiendo que somos miserables pecadores que de este lado de la eternidad solo producimos más pecado.
Piensa en el hijo pródigo. Decidió regresar solo después de llegar al final de sí mismo, cavando profundamente y viendo la gravedad de su falta y necasidas. Está caminando de regreso y organizando un discurso, sin embargo, el padre lo encuentra donde está, y corre hacia él. No era lo suficientemente bueno, ni siquiera se había arrepentido y dado su discurso antes de que lo encontraran en el camino y lo trajeran a la familia nuevamente.
Somos iguales familia. Necesitamos humillarnos al darnos cuenta de que no hay nada que podamos traer a Dios que sea de valor. Que sin cristo las canciones que cantamos están vacías. Que es cristo quien hace de nuestra vida un sacrificio digno.
Y resistir a satanás es resistir sus caminos. Cuál es el camino de satanás, el orgullo. Es su orgullo lo que lo redujo. Es el orgullo lo que hizo que Adán y Eva creyeran que podían pensar y entender como Dios. Es el orgullo lo que nos lleva a tratar de huir de Dios y creer que somos mejor o que sabemos más que Dios. Que merecemos más de lo que nos ha dado. Es el orgullo lo que hace que celebremos nuestro pecado, en lugar de
James 4:9–10 NBLA
9Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento y su gozo en tristeza. 10Humíllense en la presencia del Señor y Él los exaltará.
Es el orgullo de las iglesias a las que Santiago estaba escribiendo lo que lo llevó a escribir lo que estaba escribiendo cuando estaba escribiendo sobre lo que escribió.
James 4:11–12 NBLA
11Hermanos, no hablen mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez de ella. 12Solo hay un Legislador y Juez, que es poderoso para salvar y para destruir. Pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo?
¿Cuántas veces en nuestra vida hemos juzgado a la gente, especialmente a otros cristianos? Comó cuando es domingo de la comunión y notamos que un hermano o hermana no tomo cumunion y nos decimos a nosotros mismos, “ me pregunto qué está pasando allí. ¿Puedes creer que bla, bla, bla no comulgó ? ”. o tal vez no hemos visto a un hermano o hermana en un tiempo y en lugar de acercarnos para orar por ellos or hablar con ellos lo juzgamos? O cuantas veces sucede que juzgamos intenciones o emociones, asumiendo lo mejor o lo peor. Sé que he estado allí.
El juicio o discernimiento no es necesariamente la parte mala, pero cuando leemos en las Escrituras acerca del juicio, es un término legal y exigente. Lo que significa que un juez bíblico no solo discierne la situación sino que condena o absuelve. Así que cuando Jesús nos dice
Matthew 7:1–5 (NBLA)
7 »No juzguen para que no sean juzgados.
2»Porque con el juicio con que ustedes juzguen, serán juzgados; y con la medida con que midan, se les medirá.
3»¿Por qué miras la astilla1 que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?
4»¿O cómo puedes decir a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando la viga está en tu ojo?
5»¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.
No condenes. Nuestro orgullo nos lleva a pensar que estamos al nivel de Dios , que somos iguales a Dios, cuando no lo somos.
Cuando nos juzgamos unos a otros, condenamos. Cuando discernimos o contemplamos una situación, hermanos, o como el v.12 se refiere a los vecinos, no solo a los creyentes, tenemos la oportunidad de extender la gracia de Dios a nuestros vecinos y a nuestros hermanos y hermanas que luchan contra su propia carne como si mismo. Cuando dejamos de lado nuestro orgullo, asumimos la humildad y vivimos en esa humildad, podemos repartir lo que se nos ha dado, gracia y misericordia.
Esta es la gracia de Dios que se derrama sobre nosotros y que impregna nuestra vida. La gracia del don de cristo. El regalo de la cruz que no solo debe recordarnos nuestros pecados y fracasos, sino recordarnos que hemos sido llamados por nuestro nombre y perdonados.
John 10:27–30 NBLA
27»Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. 28»Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. 29»Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. 30»Yo y el Padre somos uno».
La humildad dada por Dios conduce al arrepentimiento, la paz, la alegría, la calma en la tormenta (pregúntale a Jesús). Esta humildad elude el orgullo que Satanás ha estado obrando en nosotros desde la caída. La humildad protege nuestras relaciones como creyentes y está marcada por la gracia y la misericordia. La humildad nos recuerda nuestra constante necesidad de Jesús.
Hermanos y hermanas, amémonos unos a otros, mostrando misericordia y gracia como se nos ha mostrado misericordia y gracia. Acerquémonos con preocupación, oremos con preocupación los unos por los otros. Amemos a nuestros prójimos incrédulos para que puedan conocer el amor de Cristo. Enseñándoles a ellos y al mismo tiempo recordándose unos a otros la ley de la libertad, o como dice Pablo la ley de la fe, o el evangelio . Oro que podamos estar contentos con lo que Dios ha hecho por nosotros, con todo lo que tenemos o no tenemos y que en ves de juzgar, demos gracia y que oremos por todos.
Y para los qu no sean creyentes, oro que has visto la gracia de nuestro Dios, que en vez de condenar nos, el a mandado su palabra para corregir nos para que ustedes también vean el amor y la gracia de Dios. Fallamos, pero por cristo no estamos abandonados.
¡Oh, Dios de mi alma, sé tú mi visión! nada te aparte de mi corazón. Que Día y noche piense en ti, y tu presencia sea luz para mí.
Sabiduría sé tú de mi ser, quiero a tu lado mi senda correr, del alma amparo, mi torreón; a las alturas condúceme, Dios.
Riquezas vanas no anhelo, mi Dios, ni el hueco halago de la adulación; tú eres mi herencia, tú mi porción, Rey de los cielos, tesoro mejor.
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