Gracia Costosa

Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 2 views
Notes
Transcript

Introducción

Saludos
Casa Protegida, El Oasis en Rio Grande Pastores Juan Marti y Julixa
- Casa Protegida, El Refugio en Carolina , Pastores Ruben Rodriguez y Rebeca Ferrer
- Casa Protegida, Reconstruyendo Las Ruinas , Sabana Seca .
Pastores Andy Lamboy y Keymarie Cruz
Cuando hacemos algo hiriente a un amigo o a un familiar, sabemos que no podemos ignorar el daño que hemos causado (al menos, deberíamos saberlo). Para reparar la relación y recuperar la confianza, tenemos que reconocer la brecha que hemos creado.
Pero cuando se trata de nuestra relación con Dios, no siempre lo vemos de la misma manera. A veces, consciente o e inconscientemente, menospreciamos el increíble amor que Él nos ha mostrado.
Cuando no reconocemos nuestro pecado como un acto de rebelión, nos sentimos lejos de Dios. Hemos creado esta gran división porque hemos empañado nuestra relación con Él. En el Salmo 39, el salmista sufre una gran agonía por su pecado, hasta el punto de reconocer que las personas no son nada y que su vida es vanidad: "Ciertamente el hombre anda como una sombra salmos 39:6. Sin Dios, la vida no tiene sentido. El salmista reconoce que su transgresión le ha hecho mucho daño. Se dirige a Dios y le dice: "Y ahora, Señor, ¿qué espero?". (Sal 39,7).
Salmo 39 (RVR60)
Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.
1Yo dije: Atenderé a mis caminos,
Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío esté delante de mí.
2Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno;
Y se agravó mi dolor.
3Se enardeció mi corazón dentro de mí;
En mi meditación se encendió fuego,
Y así proferí con mi lengua:
4Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis días;
Sepa yo cuán frágil soy.
5He aquí, diste a mis días término corto,
Y mi edad es como nada delante de ti;
Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive.
Selah
6Ciertamente como una sombra es el hombre;
Ciertamente en vano se afana;
Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
7Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.
8Líbrame de todas mis transgresiones;
No me pongas por escarnio del insensato.
9Enmudecí, no abrí mi boca,
Porque tú lo hiciste.
10Quita de sobre mí tu plaga;
Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.
11Con castigos por el pecado corriges al hombre,
Y deshaces como polilla lo más estimado de él;
Ciertamente vanidad es todo hombre.
Selah
12Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor.
No calles ante mis lágrimas;
Porque forastero soy para ti,
Y advenedizo, como todos mis padres.
13Déjame, y tomaré fuerzas,
Antes que vaya y perezca.
En el fondo de ese grito hay una necesidad de redención por parte de un Dios que responde. Él proporcionó un camino de salvación, increíblemente costoso, a través de Cristo. En 2 Corintios, Pablo subraya la importancia de no dar por sentado este gran don: "Ahora bien, puesto que somos colaboradores, también os exhortamos a que no recibáis la gracia de Dios en vano.... He aquí, ahora es el tiempo aceptable; he aquí, ahora es el día de la salvación". (2 Cor 6,1-2).
2 Corinthians 6:1–13 RVR60
1Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. 2Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 3No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado; 4antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; 5en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; 6en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, 7en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; 8por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; 9como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; 10como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. 11Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado. 12No estáis estrechos en nosotros, pero sí sois estrechos en vuestro propio corazón. 13Pues, para corresponder del mismo modo (como a hijos hablo), ensanchaos también vosotros.
La llamado de Pablo es urgente porque la venida de Jesús a la tierra no fue un pequeño gesto. Fue increíble. Si no nos asombramos de ello, si lo despreciamos (aunque sea por accidente), podemos perdérnoslo. Tenemos una esperanza mayor de la que el salmista fue capaz de percibir; su grito desgarrado no sería plenamente respondido durante siglos. Así que hoy, cuando oigas la llamado de Dios, no respondas con el silencio. Responde con un corazón agradecido.
Deuteronomio 23:1–25 (RVR60)
1No entrará en la congregación de Jehová el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril.
2No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Jehová.
3No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre, 4por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. 5Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba. 6No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.
7No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra. 8Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová.
9Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.
10Si hubiere en medio de ti alguno que no fuere limpio, por razón de alguna impureza acontecida de noche, saldrá fuera del campamento, y no entrará en él. 11Pero al caer la noche se lavará con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podrá entrar en el campamento.
12Tendrás un lugar fuera del campamento adonde salgas; 13tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento; 14porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.
15No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo. 16Morará contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien tuviere; no le oprimirás.
17No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. 18No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro.
19No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés. 20Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella.
21Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pecado en ti. 22Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. 23Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.
24Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto. 25Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
Psalm 39:6 RVR60
6Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
¿Ignoras el pecado en tu vida? ¿Cómo puedes vivir con un corazón agradecido, ya que Cristo te ha comprado con un sacrificio tan grande?
Es difícil aceptar una reprimenda, especialmente cuando no es solicitada. Nos sentimos expuestos y avergonzados cuando nuestro pecado sale a la luz. Y si no tenemos la humildad de aceptar la reprimenda, la experiencia puede dejarnos en desacuerdo con el alma valiente que asume la tarea.
Related Media
See more
Related Sermons
See more