La actitud que glorifica a Dios
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Handout
La gratitud genuina
La gratitud genuina
Nace del corazón
Nace del corazón
Lectura congregacional
Salmo 51.16-17
Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
El sacrificio que Dios desea no esta en lo que puedes ofrecerle externamente, sino que viene de tu interior, de un espíritu quebrantado, un corazón sinceramente dolido y arrepentido que será abrazado por la misericordia de Dios. Esto es en realidad la acción de gracias que honra a Dios.
Cristo nuestra Vida: Colosenses 2:20–3:17 GRATITUD EN EL CORAZÓN (3:16)
Guardar las formas externas de la piedad, pero sin la correcta actitud del corazón, es una abominación a los ojos del Señor
Un corazón que ha experimentado la misericordia y la gracia salvadora de Dios, es capacitado por el Espíritu para hacer lo que Dios pide y es consiente que la actitud de gratitud es producto de la obra de Cristo en su propia vida.
¿Hay algo en tu vida hoy que te impide ver la bondad de Dios y sentirte agradecido?
Da gloria a Dios
Da gloria a Dios
Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.
¿Es evidente para otros que vives agradecido con Dios?
Dios merece nuestra gratitud
Dios merece nuestra gratitud
Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día,
Y una noche a otra noche declara sabiduría.
Somos ingratos por naturaleza
Somos ingratos por naturaleza
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
La gracia de Dios produce un corazón agradecido
La gracia de Dios produce un corazón agradecido
El que sacrifica alabanza me honrará;
Y al que ordenare su camino,
Le mostraré la salvación de Dios.
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;