8. EL BAUTISMO Y LA PLENITUD DEL ESPÍRITU SANTO

Introducción …

Jesús dijo “os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré”. (Juan 16:7) En el día de penecostés, Jesús cumplió esta promesa y el Espíritu Santo vino a morar en los discípulos. Este bautismo del Espíritu es para todos los creyentes en Cristo, como lo indican los siguientes textos.

Mateo 3:1 y 11 él os bautizará en Espíritu Santo y fuego

Juan 7:37–39 esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él

Hechos 1:8 recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos

Hechos 2:1–4 llenó toda la casa … y fueron todos llenos del Espíritu Santo

Hechos 2:38, 39 y recibiréis el don del Espíritu Santo

1 Corintios 12:13 por un solo Espíritu fuimos todos bautizados

Colosenses 2:8–10 vosotros estáis completos en él

Gálatas 4:6 por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu

Hechos 5:32 el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen

Romanos 8:9 y 16 si alguno no tiene el Espíritu … no es de él

Aunque hemos sido bautizados en Su Espíritu, la triste realidad es que en repetidas ocasiones llegamos a ser “cisternas rotas que no retienen agua”; comenzamos a dar lugar a los afanes del mundo, y por este descuido tenemos la necesidad de ser llenos nuevamente de Su precioso Espíritu. Si nuestras vidas han sido transformadas, debemos buscar el ser llenados cada día del Espíritu Santo y el andar siempre en este poder de lo alto.

Efesios 5:18 antes bien sed llenos del Espíritu

Hechos 4:31 y todos fueron llenos del Espíritu Santo

Hechos 6:3 buscad … hermanos … llenos del Espíritu Santo

Lucas 11:9–13 pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis

Romanos 8:6 el ocuparse del Espíritu es vida y paz

1 Tesalonicenses 5:19 no apaguéis al Espíritu

Gálatas 5:16, 17 y 22–25 andad en el Espíritu … mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad

(Para textos adicionales véase el estudio 96.)

Preguntas …

1. ¿Podemos ser salvos y no tener en nosotros el Espíritu Santo?

2. ¿Cómo podemos saber que tenemos al Espíritu Santo en nosotros?

3. ¿Todos hablan en lenguas al recibir el Espíritu Santo?

4. ¿Estamos siempre “llenos del Espíritu”? Si no, ¿por qué?

5. ¿Cuáles son las condiciones para ser “llenos del Espíritu”?

6. ¿Cuáles son los frutos del Espíritu Santo?

Resumen …

Sin el bautismo y la llenura del Espíritu Santo, no podemos trabajar por el Señor. Por tanto es esencial que andemos diariamente con Él en relación tan íntima que seamos llenos, poseídos y controlados por el Espíritu Santo. Tomemos en cuenta, entonces, dos condiciones para esta continua presencia del Espírtu Santo. Primero: el Espíritu mora en “los que le obedecen” (Hechos 5:32) y en segundo lugar: en “los que se lo pidan”. (Lucas 11:13) Entonces tenemos una fórmula simple: obedecer y luego pedir.