Apocalipsis

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NOTAS SOBRE APOCALIPSIS

Copyright  1981.   Bill H. Reeves

Derechos Reservados  1981.  Bill H. Reeves

PREFACIO A LA TERCERA EDICION

        Mi comentario titulado NOTAS SOBRE APOCALIPSIS salió por primera vez en el año 1963, impreso a mimeógrafo.  Luego en el año 1966 se preparó una re­visión de la obra original, también a mimeógrafo.  Hace tiempo ya que la edi­ción revisada se agotó, y mucho he deseado ver estas NOTAS otra vez en circu­lación.

        Mientras tanto he recibido mucha ayuda en el estudio de este gran libro inspirado, el libro APOCALIPSIS, por medio de mi hermano en la fe, Homer Hailey.  A él le debo mucho por la ayuda que he sacado de sus sermones sobre A­POCALIPSIS, y últimamente de su gran Comentario sobre dicho libro, que salió en el año 1979.  El ha influido mucho en el cambio que he hecho en la obra pre­sente en la interpretación primaria de algunos pasajes, pues hago la aplica­ción primaria de algunos pasajes a los cristianos y a los eventos del siglo pri­mero y del tiempo poco después, más bien que a los cristianos y eventos de la era cristiana total.  El que tiene mis primeras dos ediciones, como también la presente, puede apreciar la diferencia de interpretación primaria.

        La presente obra es más que alguna "tercera edición"; es casi una obra nueva y distinta.  Es mucho más completa (no paso por alto ningún versículo sin comen­tarlo), y por eso más copiosa.  Contiene material nuevo.

        Como en el caso de la obra original, también en ésta han colaborado conmi­go mis hermanos en la fe, Valente Rodríguez y Wayne Partain.  El Sr. Rodríguez sigue siendo mi gran ayudante en la tarea de revisarme los manuscritos.  El Sr. Partain se encargó de toda la obra de compaginar, echar al correo y de la teneduría de libros.  Gracias, mis hermanos, por los muchos años de coopera­ción tan valiosa para mí.

Bill  H. Reeves

Pipe Creek, TX  78063

Septiembre de 1981

        ¡Grande es la consolación que el libro APOCALIPSIS imparte al cristiano fiel!  Es mi esperanza que el lector pueda hacer suya esta consolación, y si en algo mis NOTAS ayudan a este fin, hallaré gran satisfacción.  Siempre sea toda la gloria para nuestro Dios.

*   *   *   *   *   *   *   *   *

        A mi hermano en la fe, y colaborador fiel, Levoy Free, le debemos muchas gracias por su obra de impresión y de distribución de estas NOTAS.  Ha pasado largas horas en el ordenador en la preparación de ellas.  A cada recipiente de un ejemplar conviene enviarle una expresión de agradecimiento.  Su dirección es la de la BRAEWICK PRESS, INC.

Bill  H. Reeves

9711 Braewick

Houston, TX 77096   U.S.A.

La presente impresión, mayo de 1996

(El Sr. Levoy Free murió el 6 de febrero, 2003)

                                                                                                

Nueva dirección a partir de Mayo 2004

Todo pedido debe enviarse a:

Bill H. Reeves

680 Winchester Dr.

Hopkinsville, KY  42240

         Las direcciones anteriores ya no sirven. Diríjase toda pregunta o comentario a:

Billreeves25@aol.com.

         Si desea encontrar más materiales para ayudarle en el estudio de la Palabra de Dios, no dude en visitar mi sitio web:

http://www.billhreeves.com.

APOCALIPSIS

INTRODUCCION

        El nombre "apocalipsis" significa "revelación".  Viene del vocablo griego, apokalupsis (revelación, o descubrimiento, .-1 Corintios 14:26; Efesios 3:3;.- 2 Te­s.1:7).  Este libro del Nuevo Testamento, pues, no es un misterio, sino una revelación.  ¡Este libro ha de ser entendido!

        No es una revelación respecto a Cristo, sino una que Cristo mismo hizo to­cante a cosas concernientes a su iglesia.  Como es indicado claramente en el contenido, la revelación fue hecha por medio de palabras, figuras, signos y sím­bolos, e incluye cosas tanto presentes como futuras, desde el punto de tiempo en que Juan la escribió.

        El mismo versículo uno da la clave a la interpretación correcta del libro, donde dice que Cristo "significó" (Versión Moderna) esta revelación.  La Versión La Biblia de las Américas, en el margen, también dice "significó"

.  La palabra griega que se usa en el versículo 1 para decir "significó" (semaino) se halla también en Juan 12:33 y en Juan 21:19 ("dando a entender"), donde vemos que Cristo reveló ciertas verdades por medio de lenguaje figurado.  Significó esas verda­des.  Habló simbólicamente, pero reveló ciertas verdades a la vez.

        Este libro es uno de signos, o símbolos; abunda en lenguaje simbólico.  El error común de los materialistas (premilenaristas) es interpretar literalmente lo que es simbólico.  Pero un signo, o símbolo, no puede representarse a sí mis­mo.  Por ejemplo, un cordero no representa a un cordero, ni un león a un león, ni mil años a mil años, ni 144,000 a 144,000.

EL PROPOSITO DE ESTE LIBRO

        Este libro fue escrito para suplir una necesidad definida.  Las iglesias de Cristo (congregaciones locales) se encontraban en medio de gente pagana, con todas sus tentaciones y persecuciones.  La mayor parte de los cristianos había venido de los varios cultos paganos, y existía, pues, la tentación continua de volver a andar con los mundanos, sus amigos antiguos.

        A Domiciano, el emperador romano, quien reinaba desde 81 a 96 d. de J.C., se le permitió ser elevado al estado de deidad, y a ser adorado.  Los que rehu­saban hacerlo, fueron perseguidos.  Algunos fueron desterrados.  Domiciano hizo de los cristianos el objeto de sus crueldades.  A algunos se les negaba el per­miso de comprar en los mercados, a menos que pudieran mostrar una indicación de que habían adorado al emperador.

        Algunos cristianos estaban dudando de que valiera tanto el ser cristianos, pues no entendían por qué Dios dejaría pasar todo esto a ellos.  Para este caso el libro Apocalipsis fue escrito.  Ignorando este hecho, el lector no va a in­terpretar correctamente esta Revelación.

        El propósito, pues, de este libro es impartir consolación a la iglesia mi­litante de Cristo en su lucha contra las fuerzas del mal.  ¡Estas consolaciones son grandes!  Considérense como ejemplos Apocalipsis 7:17; 8:3,4; 14:13; 21:4; 20:4 con Apocalipsis 15:2, 6:9; 8:3; 5:7-8; capítulos 21 y 22.

        Este libro garantiza el triunfo a los santos perseguidos; asegura la victoria final sobre Satanás y sus aliados.  Da significación verdadera a los que "pade­cen persecución por causa de la justicia" (Mateo 5:10-12).  Es la respuesta de Dios a las oraciones y las lágrimas de sus santos de toda época o edad (Apocalipsis 1:3).    El propósito de este libro no es predecir eventos del siglo veinte.  ¿De qué consolación para los santos perseguidos del primer siglo habría sido tal in­formación?  Sea la que sea la interpretación dada a este libro, tiene que conso­lar a esas siete iglesias de Asia (Apocalipsis 1:4) del siglo primero.  Además, tiene que concordar con todas las enseñanzas claras y literales del resto del Nuevo Testa­mento. 

        Este libro asegura al cristiano fiel que es más que vencedor por medio de Cristo (Romanos 8:37).  Como lo era en el siglo primero, esto es cierto ahora.  Ahora el cristiano vence a la muerte, al Hades, al dragón, a las bestias, al falso profeta, y a sus adoradores.  Nuestro Cristo reina ahora, vive ahora, y gobierna ahora.  Cristo fue victorioso en su primera venida (Lucas 10:18; 11:22; Colosenses 2:15).  La última y final victoria se realizará en su segunda venida (Apocalipsis 22:5).

EL TEMA DE ESTE LIBRO

        A mi juicio, Apocalipsis 17:14 presenta el tema del libro: la victoria de Cristo y de los suyos sobre Satanás y los suyos.  Este tema enfatiza la verdad de que no son las cosas como parecen.  En medio de grandes persecuciones y tentaciones, pare­cía al cristiano del siglo primero que no ganaba nada con ser cristiano.  Pero A­pocalipsis revela que las cosas no son como parecen.  Los cristianos son perse­guidos, pero serán vengados (Apocalipsis 19:2).  Se encuentran en gran tribulación, pero saldrán de ella (Apocalipsis 7:14).  Son muertos, pero se levantan sobre sus pies (Apocalipsis 11:11).  Parece que están vencidos, pero en realidad reinan ahora (Apocalipsis 5:10, véanse los co­mentarios sobre este pasaje), por un período simbólico de mil años (Apocalipsis 20:4), y por los siglos de los siglos (Apocalipsis 22:5).  Apocalipsis nos da una vista de la tierra des­de el punto de ventaja que tiene el cielo.

        El tema que lleva Apocalipsis se expresa también en Romanos 8:18,35-39 y en (2 Co­rintios 4:17)

        A través de este libro se presenta Cristo como Vencedor y Conquistador (Apocalipsis 1:18;2:8;5:9;  6:2;11:15;12:9,10;14:1;17:14;19:16;20:4;22:3).

EL PLAN DE INTERPRETACION

        Algunos sectarios modernos pretenden hallar en este libro referencias a eventos históricos actuales (por ejemplo, a la segunda guerra mundial, a Hitler, a la bomba atómica, a conflictos políticos entre Israel moderno y los árabes, etcétera).  Creen descubrir en las personas de Hitler, Castro, y otros el cum­plimiento de  ciertos pasajes de Apocalipsis.  A todo esto decimos que es ri­dícu­lo.  Preguntamos: ¿de qué provecho habría sido para los pobres cristianos perseguidos del siglo primero el saber de eventos específicos y detallados en Europa, en Cuba, o en el Oriente Medio, muchos siglos después de su tiempo?

        El libro Apocalipsis fue destinado a los creyentes del tiempo y de le épo­ca de Juan el apóstol, a fines del siglo primero de la era cristiana (aproximada­mente 96 d. de J.C.).  Este libro es la respuesta de Dios a las oraciones y lágrimas de sufrimiento de los cristianos de Asia Menor, siglo uno.

        No obstante, es de igual importancia reconocer que este libro fue destinado a todo creyente en todo siglo, y hasta el fin de la presente dispensación cris­tiana.  Fue dirigido a las iglesias de Asia.  Había más de siete iglesias de Cristo en Asia, pero el número siete indica en las Escrituras lo completo, lo entero.  (Había una iglesia de Cristo en Colosas y otra en Hierápolis, Colosen­ses 1:2; 4:13, como tam­bién otra en Troas, Hechos 20:6).  Las persecuciones su­fridas en el siglo primero son típicas de los de todo siglo y época.  La iglesia de Cristo sufre hasta la fe­cha.  Además, la bendición es pronunciada para toda persona que lee la profecía de este libro (Apocalipsis 1:3;22:18).  Así vemos que es libro, como los demás del Nuevo Testamento, para la iglesia de todo siglo.

        Se le mandó a Juan escribir las cosas que había visto, que veía y que ha­bían de venir (Apocalipsis 1:19).  Sin duda, ya han sido cumplidas algunas de las cosas que Juan vio, y de ellas escribió, y algunas son futuras todavía, porque aún no vie­ne el Señor la segunda vez.

        En Apocalipsis 1:3 leemos, "porque el tiempo está cerca".  Así es que el cumplimiento de los símbolos tuvo su principio muy pronto después de ser registrados por Juan, pero esto no quiere decir que todo fue cumplido pronto.  Los símbolos y sucesión de eventos necesitan un largo tiempo.

        Hay quienes interpretan este libro con una mira futurista, aplicando todo, con excepción de los primeros tres capítulos, a eventos que precederán inmedia­tamente a la segunda venida de Cristo.  Los premilenaristas son de este grupo.  Otros ven en este libro la historia continua de la iglesia desde el tiempo del primer siglo hasta el fin del tiempo.  Estos creen que el libro trata del desar­rollo histórico del Papado Católico Romano y del Protestantismo más tarde, como también de eventos históricos actuales.  Un tercer grupo interpreta el libro con una mira pretérita, con la destrucción de Jerusalén (en el año 70 d. de J.C.) como punto culminante.  Para los tales el libro tuvo que ser escrito antes del año 70, y todo se cumplió para esa fecha.  Una cuarta interpretación considera el libro como una representación de fuerzas espirituales en el lugar de los eventos específicos en la historia.  Para los tales hay en la historia de día en día u­na cierta filosofía para nuestra educación, la cual asegura que el bien siempre triunfa sobre el mal.

        El premilenarismo es obviamente falso (la posición futurista).  La inter­pretación histórica continua no satisface las necesidades que tuvieron los san­tos afligidos del siglo primero a quienes primero fue dirigido el libro.  La in­terpretación pretérita no tiene casi ninguna importancia para los lectores de hoy en día.  La interpretación filosofía de la historia no da importancia a las circun­stancias históricas en que fue escrito el libro y que confrontaban esos cristia­nos a quienes primero fue escrito.

        Para interpretar bien este libro tenemos que ver en él una interpretación divina de los eventos de los primeros tres siglos de la era cristiana, pues estas cosas rodeaban al cristiano perseguido por la Roma pagana, y para consolar al cristiano perseguido se le revela cómo todo sería cambiado y luego la Causa de Cristo, y no la de Roma la perseguidora, sería la triunfante.  Este libro a­nimaba a aquellos cristianos (como a nosotros también) a vivir en vista de la e­ternidad, y no del tiempo.  Es para cristianos perseguidos de todo tiempo, pues como Dios hizo por aquellos de los primeros tres siglos, hará para los de todo tiempo si le son fieles.  Les vengará.  Hay cosas todavía no cumplidas en el li­bro: la segunda venida de Cristo y el Juicio Final.  Este libro, como los demás del Nuevo Testamento, fue escrito para suplir una necesidad de los santos de ese tiempo, pero tiene aplicación para los cristianos de todo tiempo que se encuen­tren bajo circunstancias similares.

       

REGLA INFALIBLE

        Cualquier teoría, idea o conclusión, tocante a Apocalipsis o a otro libro inspirado de la Biblia, es falsa si se basa en interpretaciones de pasajes figu­rados que contradicen declaraciones claras y sencillas de Cristo o de sus a­pósto­les.

        Las figuras y símbolos embellecen el pensamiento, pero las palabras claras y sencillas declaran hechos o verdades.  Cuando hay duda respecto a símbolos, las palabras claras y no simbólicas tienen que decidir.  No seamos culpables de progresar de lo oscuro y simbólico a lo que consideremos ser lo claro, sino que siempre comencemos con lo claro y literal y de allí interpretemos lo simbólico.

        Uno de los errores fundamentales de los materialistas (Testigos de Jehová, Adventistas, Pentecosteses, etcétera) es el de tomar un texto "oscuro" (como Apocalipsis 20:2), darle una interpretación literal y arbitraria, y luego torcer todos los textos didácticos de las Escrituras para que concuerden con su interpretación del texto considerado oscuro.  ¡No se nos olvide!  El libro Apocalipsis está de perfecto acuerdo con los demás libros de la Biblia, y tiene que ser interpretado so­bre la ba­se de enseñanza clara y sencilla y literal de la Biblia.

        Este libro contiene el propósito de Dios concerniente a la historia de la iglesia de Cristo.

CAPITULO 1

NOTA sobre el título o encabezado:

        Según la Versión Valera Revisión de 1960 el título que se le ha dado a este libro es, EL APOCALIPSIS DE SAN JUAN.  Según la Versión Moderna es, EL APO­CALIPSIS O SEA LA REVELACION DE JESUCRISTO, DADA AL APOSTOL SAN JUAN.  Según la Versión Valera Revisión de 1909 es, EL APOCALIPSIS O REVELACION DE SAN JUAN, EL TEOLOGO.  Estos encabezados contienen error.  (1) Esta revelación no era de Juan.  (2) Juan no era "San Juan".  (3) Juan no era "Teólogo".  Esta revelación es de Jesu­cristo (versículo 1), y le fue dada a Juan, su siervo (versículo 1) y nuestro hermano (versículo 9).  En tiempos apostólicos no había distinción entre cristianos; no había "clérigos" y "laicos".  No había "teólogos".  Todos los cristianos eran hermanos (Mateo 23:8).  Recuérdese: los encabezados que los hom­bres no inspirados han puesto para introducir los libros de la Biblia, ¡no son parte del texto inspirado!

        1:1 -- La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan --

        -- Apocalipsis -- es palabra griega; quiere decir, "revela­ción".  Dios dio esta revelación a Cristo (véanse Juan 5:20; 7:16; 12:49).  Cristo la entregó a su ángel para que éste la entregara a Juan el apóstol.  Juan entonces  la dio a sus lectores.

        -- deben suceder pronto --  Quiere decir que esas cosas iban a comenzar a su­ceder pronto después de ser reveladas a Juan.  El Apocalipsis revela una su­cesión de eventos, los cuales comenzaron a suceder en el tiempo de Juan.

        -- y la declaró --  Es importante notar que las cosas reveladas en este li­bro lo son por medio de signos o símbolos.   En lugar de "la declaró", dice la Versión Moderna, "la significó".  En la palabra "significar" vemos la palabra "signo".  En griego la palabra es semaino (señalar, indicar, significar).  Viene de sema, una señal.  Véanse Hechos 11:28 (significó por el Espíritu);Hechos  25:27 (no significar cargos contra un preso); Juan 21:19 (significando con qué muerte).

        Es, pues, libro de signos o símbolos.  Si los materialistas (premilenaristas y otros) prestaran más atención a esta verdad presentada en el primer ver­sículo del libro, no pasarían a tomar literalmente lo simbólico de él.  Este es su error principal.

       

        1:2 -- que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto --

         Juan no encubrió la revelación, sino la declaró.

        1:3 -- Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca --

        Dios quiere que la Biblia sea leída, oída, y guardada.  (Véanse Colosenses 4:16;) 1 Tesalonicenses 5:27;) (2 Tesalonicenses 2:15;) Efesios 3:4).

        -- Bienaventurado -- Otras bienaventuranzas en este libro: Apocalipsis 14:13;16:15; 19:9; 20:6; 22:7,14.

        -- los que oyen -- El hombre, por tener oído, es responsable de prestar atención (Apocalipsis 2:7;  Mateo 13:9).

        -- guardan las cosas -- La salvación es condicional.  En este versículo se le pronuncia una bienaventuranza sobre el lector y sobre el santo en la asamblea que escuchaba, y sobre los dos al poner por obra lo que el Espíritu decía a las iglesias locales.  El Espíritu habla a las iglesias solamente por la Palabra ins­pirada.

        1:4 -- Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono --

        El número siete indica plenitud, perfección o lo completo.  Ha­bía más de siete iglesias de Cristo en Asia Menor (Colosenses 1:2; 4:13; Hechos 20:6-7;)--en Colosas, en Hierápolis, y en Troas).  Así es que les fue mandada esta revelación a siete iglesias para indicar que es para toda la iglesia de Cristo para todo el tiempo.  Es un mensaje universal.

        El saludo de Juan a las siete iglesias envuelve las tres personas de la Dei­dad (Colosenses 2:9):

         (1) DIOS, "el que es y que era y que ha de venir"

         (2) EL ESPIRITU SANTO, "los siete espíritus que están delante de su trono" (siete indica lo completo.  El Espíritu Santo es uno, Efesios 4:4, pero hay muchas manifestaciones de El, 1 Corintios 12:4.  La frase, "los siete es­píritus", pues, indica toda la obra del Espíritu Santo de revelar).

         (3) JESUCRISTO, "el testigo fiel, el primogénito de los muertos", o sea el primero resucitado para no volver a morir (Colosenses 1:18;) 1 Corintios 15:20;) Romanos 1:4; Hechos 13:33). 

        Los siete espíritus no pueden ser ángeles u otras criaturas celestiales, porque no son iguales a Dios y a Jesucristo, ni tampoco son dignos de adora­ción (Romanos 1:25).

        En este versículo Dios es llamado "el que es".  La expresión griega, ho on, es la misma hallada en Exodo 3:14, "Yo soy el que soy".

       

        1:5 -- y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.  Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre --     Jesucristo es el "testigo fiel" de la verdad de Dios.  Véase Juan 18:37.  La palabra "testigo" es del griego martus.  De ella tenemos la palabra "mártir".  La idea de muerte ha sido asociada con la palabra mártir porque muchos de los testigos oculares primitivos perdieron su vida por su testimonio (2:3).  Pero no fue muerto todo testigo.  Un testigo fiel va a dar su testimonio a costa de su vida, o sin ese sacrificio, según se requiera.

        -- el primogénito de los muertos --  De todos los muertos El es el preemi­nente.  La palabra "primogénito" indica preeminencia (Colosenses 1:15,18).  En este sentido David, no el primer nacido en su familia, fue llamado preeminente, porque Dios le dio preeminencia sobre todos los reyes de su tiempo (Salmos 89:27).

        -- soberano de los reyes de la tierra -- Cristo está reinando ahora.  No tiene que esperar un supuesto período literal de mil años para comenzar a rei­nar.  Véanse Filipenses 2:9; Efesios 1:19-23.  No lo parecía, pero Cristo esta­ba reinando aun sobre Domiciano el emperador romano.  ¡Qué grande consolación!

        -- nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre -- La Versión La Biblia de las Américas dice, "nos ama" (tiempo presente) "y nos libertó de nues­tros pecados".  Cristo estaba amando a sus santos en el tiempo de mandarles esta revelación, y había mostrado ese amor en el sacrificio de sí mismo en la cruz.

        Sobre la expresión "nos lavó" (es cuestión de variación de manuscritos), véanse (Apocalipsis 7:14; y Hebreos 9:14.  Considérense Zacarías 13:1 y Hebreos 10:12.

        1:6 -- y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;  a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén --

        -- nos hizo -- es tiempo pasado; así es que ahora somos los cris­tianos las dos cosas que El nos hizo ser; a saber, reyes y sacerdotes.  Nos hizo las dos cosas y esto al mismo tiempo.  Como Cristo es Rey y Sacerdote en su trono ahora (Zacarías 6:13), también lo son los cristianos.  Son sacerdotes ahora (1 Pedro 2:5,9); son reyes ahora (Apocalipsis 1:9; 5:10;) 1 Corintios 4:8).

        El catolicismo niega (por sus prácticas) el sacerdocio de todos los cris­tianos, y los premilenaristas niegan la existencia del reino de Cristo actual­mente, afirmando que resta que lo establezca en su segunda venida.  Es evidente, pues, que Juan el apóstol no era ni católico ni premilenarista protestante.  Los cristianos del siglo primero eran tanto sacerdotes (1 Pedro 2:5,9;) Romanos 12:1; Filipenses 4:18; Hebreos 13:15-16) como reyes, es decir, formaban un reino (versículo 9; Colosenses 1:13; Hebreos 12:28; Mateo 16:18,19; Lucas 19:12).  ¡No es válida ninguna interpretación del resto de este libro que contradiga la in­troducción de Juan!  El afirma que ya existía el reino.

        -- imperio --  Cristo tiene ese imperio ahora (1 Pedro 4:11;) (1 Corintios 15:24-28).

        1:7 -- He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.  Sí, amén --

        -- viene con las nubes -- La expresión simbólica indica una veni­da para ejecutar juicio.  Compárese( Isaías 19:1)  Cristo prometió venir contra Jerusalén (cosa que sucedió en el año 70 d. de J.C.) en las nubes (Mateo 24:30).  Vino contra la Roma perseguidora en los primeros siglos de esta era.  Toda venida de Cristo en juicio, limitada o universal, se incluye aquí, aunque cuando venga en el día final, "todo ojo le verá".

        Su segunda venida será como su ascensión; será físicamente visible (Hechos 1:11); los Testigos de Jehová enseñan al contrario.  El Sr. Russell, el fundador de ellos, afirmaba que Cristo iba a establecer su reino en el año 1914, y dijo que Cristo vino en 1918.  Pero todo ojo no le vio.  Es evidente por eso que el após­tol Juan no era "testigo de Jehová". 

        -- le traspasaron -- Véase Zacarías 12:10.

        -- harán lamentación -- No será el lloro de arrepentimiento, sino de deses­peración.

        1:8 -- Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.    Alfa y la Omega --

        Estas son la primera y la última letras del alfabeto griego.  Algunos manuscritos incluyen la palabra "Dios" después de "Señor", indicando así que este versículo se refiere a Dios el Padre.  (Véanse la Versión Moderna, y la Versión Hispano-americana).  Pero en el versículo 17 la misma verdad se aplica Cristo, como también en Apocalipsis 2:8.  Véanse Apocalipsis 22:13,16 y Hebreos 13:8.

        Cristo es tan eterno como Dios el Padre.  Cristo es Dios (Juan 1:1).  ¡Cris­to no es criatura!  ¡No fue criado por Dios!  El uno es tan eterno como el otro.  La doctrina de que Cristo es criatura, el primero criado por Dios, el punto de doctrina peculiar de los Testigos de Jehová, tuvo su principio con Arrio, siglo 4, el cual enseñaba que el Verbo o Hijo de Dios no es igual o consubstancial al Padre.  El arrianismo fue una de las primeras herejías de la historia de la i­glesia.  Es la doctrina, en general, de los unitarios de hoy en día (la Iglesia Unitaria).  Los "modernistas" de hoy son todos unitarios.

        La información de este versículo 8 sirvió de gran consolación para los po­bres cristianos perseguidos del siglo primero; es de consolación hoy en día.

        1:9 -- Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo --

        -- Yo, Juan -- Nada de títulos presuntuosos o eclesiásticos; sen­cillamente se llama Juan.  Así se referían los demás autores de los escritos del Nuevo Testamento.

        Juan era copartícipe en tres cosas: en la tribulación, en el reino, y en la paciencia.  Juan estaba en el reino; así es que el reino existía en su tiempo, el siglo primero.  Era nada menos que la iglesia que Cristo estableció.  Véase el versículo 6.  Juan estaba en ambos la tribulación y el reino.  Si el reino toda­vía no ha sido establecido (según afirman los premilenaristas), entonces tam­poco había tribulación.

        En algunos pasajes el "reino" se refiere en particular al cielo, o al esta­do final (Hechos 14:22;) 2 Timoteo 4:18;) (2 Pedro 1:11),  El contexto siempre de­cide.

        -- paciencia -- Significa la cualidad de perseverar bajo persecución.  Véase Romanos 12:12.

        -- estaba en la isla ... de Jesucristo -- La tradición primitiva afirma que Juan había sido desterrado a esta isla a consecuencia de la persecución que al­gunos cristianos estaban sufriendo en ese tiempo.

        1:10 -- Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta --

        "Yo estaba en el Espíritu" significa que estaba bajo la in­fluencia del Espíritu Santo.  Compárese Ezequiel 3:12.

        -- el día del Señor -- La palabra griega, kuriakos ("del Señor") se encuen­tra solamente dos veces en el Nuevo Testamento, en este texto y en (1 Corintios 11:20;) (la cena del Señor).  Quiere decir, perteneciente al Señor.  El único día de la semana, perteneciente al Señor Jesucristo en sentido especial es el prime­ro (domingo).  Resucitó en este día y en él tomaban la Cena del Señor los cris­tianos primitivos (Hechos 20:7).

        -- gran voz como de trompeta --  Fuerte, distinta, autoritaria.  Compárese Exodo 19:16.

        1:11 -- que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea --

        Las palabras "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el úl­timo" no se encuentran en las versiones Moderna, Hispano-americana, Biblia de Las Américas, etcétera.  Pero sabemos que la voz que oyó Juan era la de Cristo (ver­sículo Apocalipsis 1:13;).  Si, según algunos manuscritos, no dijo Cristo que él es el Alfa y la Omega, como se dice de Dios el Padre en el versículo Apocalipsis 1:8, seguramente declara la misma verdad en el versículo Apocalipsis 1:17, al decir que es el primero y el último.  Véase 1:8, comentarios.

        -- Escribe en un libro -- Notemos que se le manda a Juan escribir un libro.  Para negar que el Nuevo Testamento es la última corte de apelación en la reli­gión de Jesucristo, los doctos católicos afirman con jactancia que nunca mandó Cristo a sus apóstoles, estando El en la tierra, que escribieran libros.  Lo di­cen en esta forma para evitar la fuerza de este versículo.  ¡Cristo no estuvo en la tierra cuando mandó a Juan escribir este libro!  Pero, si no los mandó escri­bir, ¿pecaron al hacerlo?  Si no lo mandó, ¿de qué sirve la Biblia Católica?  ¿Por qué mandaron los apóstoles por el Espíritu Santo que fueran leídas sus car­tas?  Véase versículo 3, comentarios.

        -- envíalo a las siete iglesias -- Es la voluntad de Dios que sus Sagradas Escrituras se hagan circular entre sus iglesias (congregaciones de cristianos), pues la frase "siete iglesias" simboliza a todas las iglesias locales.

        1:12 -- Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro --

        -- siete candeleros de oro  = siete lámparas independientes, re­presentando las siete iglesias autónomas (versículo Apocalipsis 1:2;0).  La iglesia local es u­na lámpara distributivamente en que sus miembros individualmente son luces.  Véanse Mateo 5:14,16; Efesios 5:8; Filipenses 2:15.

       

        1:13 -- y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro --

        -- y en medio ... del Hombre --  Cristo no ha abandonado sus iglesias; siempre está en medio de ellas, aun en el tiempo de persecución.  ¡Es­to importa mucho!  El está al tanto de todo lo que les pasa.  Véase Apocalipsis 2:1.

        -- semejante a --  Entre los versículos Apocalipsis 1:13,16 aparecen las palabras "como" o "semejante a" ocho veces.  En el versículo Apocalipsis 1:10; la voz era como una trompeta.  Uno de los argumentos favoritos a favor del uso de instrumentos mecánicos de música en el culto a Dios es que va a haber arpas en el cielo, dicen.  ¿Es cier­to?  En Apocalipsis 14:2 leemos, "y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus ar­pas".  En Apocalipsis 15:2 (Versión Moderna) leemos, "vi como si fuese ... teniendo arpas de Dios".  Todo materialista debe prestar más atención a la palabra "como" en este libro simbólico del Nuevo Testamento.

        -- vestido ... cinto de oro  = símbolo de dignidad y alta posición.  Compárese Apocalipsis 15:6.  Cristo anda en medio de sus iglesias como Rey y Sacerdote, mi­rando por ellas.

        

        1:14 -- su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve sus ojos como llama de fuego --

        -- su cabeza ... como nieve   = símbolo de santidad y gloria.  Compárese la descripción del Anciano de días (Daniel 7:9).  Véase Mateo 17:2.

        -- sus ojos como llama de fuego  = símbolo de visión penetrante y de omnisciencia.

        1:15 -- y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas

        -- y sus pies ... un horno = símbolo de fuerza sobre el oponen­te.  Compárese -1 Corintios 15:25-28;2:18; Ezequiel 1:7; Malaquías 4:3.

        -- y su voz ... muchas aguas  = símbolo de poder en autoridad.  Véanse Apocalipsis 14:2; 19:6;

        Compárense las descripciones de estos versículos (Apocalipsis 1:13-15) con Daniel 10:5-7 y Ezequiel 43:2.

        1:16 -- Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza --

        -- Tenía ... siete estrellas -- Cristo controla y sostiene a los ángeles (mensajeros) (Apocalipsis 1:20; 2:1) de sus iglesias.

        -- de su boca ... dos filos -- Véanse Apocalipsis 2:12,16; 19:15,21.  Aquí se simboliza la prontitud del Señor para hacer guerra con sus enemigos.  Comp.( Isaías 11:4;) (2 Tes. 2:8;) Hebreos 4:12.

        -- y su rostro ... su fuerza -- Compárense esta expresión con las palabras de Hechos 26:13 y de Mateo 17:2.  Cristo es la fuente de toda luz (Juan 1:4-9); su gloria es brillante.

        1:17 -- Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último --

        -- Cuando ... sus pies --  Los versículos 13 al 16 describen al Cristo glorioso quien está dando esta revelación.  Cayó Juan como muerto delante de su presencia.  Compárense Hechos 26:14; Daniel 8:18,27; Ezequiel 1:28.  El mundo no estaba bajo el control de Domiciano, sino ¡de Jesucristo!  ¡Cuán grande consolación para la iglesia perseguida!

        -- yo soy el primero y el último -- Esto indica deidad, las cualidades de ser Dios, de ser de naturaleza eterna.  Indica lo mismo que "el alfa y la ome­ga".  Lo que se dice de Jehová en el Antiguo Testamento (Isaías 41:4) aquí se dice de Cristo Jesús (Apocalipsis 2:8; 22:13).  Véase Apocalipsis 1:8, comentarios.

        1:18 -- y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades --

        -- y el que vivo ... amén -- Otra vez Cristo se identifica con Dios el Padre (Deuteronomio 32:40).  Es caracterizado por la vida  (Juan 14:6;) (1 Jn 1:2).  La muerte no pudo detenerle (Hechos 2:24).  Tiene señorío completo sobre la muerte.  Esto implica consolación para la iglesia perseguida.

        -- Y tengo las llaves ... Hades -- Llaves simbolizan autoridad o poder.  El Hades quiere decir "lugar invisible", y es la morada de las almas entre la muer­te y la resurrección.  Cristo, habiendo sido muerto y después resucitado, tiene poder sobre la muerte (Apocalipsis 20:13,14).  Cristo, en su segunda vendida, reunirá las almas y sus cuerpos por medio de la resurrección.  El tiene las llaves (poder) para es­to (Juan 11:25).

        La muerte siempre es seguida del Hades.  La muerte es la separación del cuerpo y su espíritu, y luego el Hades reclama al espíritu mientras que el cuer­po va al sepulcro.

        La palabra Hades se encuentra en Mateo 16:18; Lucas 16:23; Hechos 2:27; Apo­calipsis 20:13,14.  No ha de ser confundida con la palabra "infierno".

        1:19 -- Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas --

        -- Escribe --  Véase versículo Apocalipsis 1:11, comentarios.

        -- las cosas que has visto -- hasta ese momento.

        -- y las que son  = el estado de la iglesia y las condiciones actuales.

        -- y las ... de estas  = las cosas que seguirían según declararía esta re­velación.

        1:20 -- El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias --

        -- El misterio = algo en la mente de Dios, y por eso entendido solamente por revelación divina.  Compárense (Romanos 16:25,26;) (1 Corintios 2:7-10;) Mateo 13:11.

        -- las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias --  La palabra "ángel" es una transliteración del vocablo griego, aggelos.  (Las dos letras GG se pronuncian como NG, y de eso "ángel" en lugar de "aggel").  Considérese la palabra "evangelio", que viene de una palabra griega compuesta de dos partes:  eu-aggelion (ev-angelion).  La primera parte significa bueno, y la segunda, men­saje o buenas nuevas.  "Angel", pues, significa "mensajero".

        La palabra griega aggelos a veces aparece en la Biblia como "ángel" (es de­cir, no traducida), y a veces en su forma traducida, "mensajero".  Esta palabra se encuentra en Mateo 11:10; Marcos 1:2; Lucas 7:24,27; 9:52; Santiago 2:25.  Juan el Bautista, por ejemplo, es llamado un aggelos, o sea, un mensajero.  Cla­ro es que no era "ángel" en sentido de un ser celestial.  En el Antiguo Testa­mento, vemos que un profeta es llamado un "ángel" (mensajero), como también un sa­cerdote (Hageo 1:13; Malaquías 2:7).

        Me parece que en este pasaje de Apocalipsis los ángeles, o mensajeros, de las iglesias eran los que entregarían esta revelación recibida de Juan y enviada por él a las iglesias.  Es decir, eran los ancianos o evangelistas de las iglesias.  Esta interpretación concuerda con la enseñanza bíblica sobre el asunto del gobierno local. 

        -- y los siete candeleros ... iglesias  -- Véanse versículos Apocalipsis 1:4,12, comentario.

CAPITULO 2

        Los capítulos 2 y 3 presentan a Cristo dentro de sus iglesias locales.  De las siete iglesias a las cuales Cristo se dirige, seis son encomiadas o alabadas; una de ellas (Laodicea) no recibe ninguna alabanza.  De las siete, cinco son censuradas;  dos de ellas (Esmirna y Filadelfia) no reciben ninguna censura.

        Las circunstancias, del bien y del mal, que vemos en estas siete iglesias de Asia, del siglo primero, cubren la gama de circunstancias generales que confrontan las iglesias de Cristo de todo tiempo y de todas partes.  Cada iglesia de Cristo puede verse en estas siete, para saber cuáles cosas agradan al Señor, cuáles no le agradan, y qué hacer para corregir faltas.

        En estas cartas a las siete iglesias, vemos:  (1) saludos e identificaciones, (2) encomios, alabanzas y consolaciones, (3) condenaciones, acusaciones, quejas, advertencias, y amenazas, (4) consejos, exhortaciones, admoniciones, (5) promesas, instrucciones, y estímulos.

LA IGLESIA DE CRISTO EN EFESO (Fiel pero faltante)

 

        SALUDO E IDENTIFICACION:

        2:1 -- Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto --

        Las "estrellas"  (probablemente los ancianos o los evangelistas de las iglesias locales--véase Apocalipsis 1:16,20,  comentarios) están en la diestra de Cristo, o sea, en su control, y él anda en medio de sus iglesias para examinar, censurar, instruir en justicia, y animar, para su salvación final.  La iglesia de Cristo en Efeso (véase Hechos 19,20) era una iglesia fiel, pero tenía faltas,  Esta carta le revelaba su estado o condición espiritual.

 

        ENCOMIO, ALABANZA, CONFORT:

        2:2 -- Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos --

        -- Yo conozco ... a los malos -- Cristo les encomió por ser una iglesia activa y perseverante.

        -- y has probado ... mentirosos -- Esta iglesia incesantemente combatía la falsa doctrina.  (Véanse 1 Jn 4:1;)( 2 Corintios 11:13-15;) (1 Tesalonicenses 5:21).  Pablo (Hechos 20:28-30), Pedro (2 Pedro 2:1) y Juan (1 Jn 4:1) habían advertido contra los falsos maestros.

 

        2:3 --   y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado - 

        Cristo felicitó grandemente a esta iglesia local.  No había desmayado en su trabajo.  Considérese Hebreos 10:36; 12:3; Gálatas 6:9.

       

        2:6 -- Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco --

        No se sabe exactamente quiénes eran los nicolaítas.  Probablemente enseñaban y practicaban la idolatría y la inmoralidad (véase Apocalipsis 2:14,20).  Estar bajo la gracia de Cristo no daba licencia para pecar (Romanos 6:1,2).

        Los nicolaítas probablemente eran gnósticos.  Hablando de los tales dice Pedro que eran hombres de lascivia y disolución (2 Pedro 2), y Judas dice que eran hombres sensuales (Judas 19).  Cristo condenó la inmoralidad en sus iglesias.

        Nótese que Cristo y su iglesia en Éfeso no aborrecían a los nicolaítas, ¡sino a sus obras!

        Otra cosa que merece nuestra atención:  Cristo llamó a este grupo por nombre.  Muchos hermanos débiles, más interesados en tener gran número de membresía que en contender por la verdad salvadora, se quejan mucho cuando predicadores fieles siguen este ejemplo de Cristo, exponiendo a las falsas religiones y doctrinas por nombre.

           

        CONDENACION, ACUSACION, QUEJA:

        2: 4 -- Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor --

        -- has dejado tu primer amor -- sus "primeras obras" (versículo Apocalipsis 2: 5) de gran entusiasmo, que tenían en el principio, reflejaba el amor que habían tenido al principio.  Perdido el "primer amor", en lugar de ardor y devoción queda solamente una formalidad fría.

        La iglesia en Éfeso tenía problema cardiaco.  Aborrecía lo que el Señor aborrecía,  pero no amaba lo que El amaba.  Ya cumplía con sus deberes, pero sin ardor y fervor, como una esposa sumisa, pero faltante en amor, o como el miembro de la iglesia que asiste, canta, y ofrenda en las asambleas regulares, pero no motivado por amor a Cristo.

        CONSEJO, EXHORTACION, ADMONICION:

        2:5 -- Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido --

        -- Recuerda ... caído --  Se encontraba esta iglesia en un estado de apatía espiritual.  Tuvo que ser recordada.  La memoria puede servir de palanca para el arrepentimiento (Lucas 15:17).

        -- arrepiéntete ... obras -- La palabra "arrepentirse" viene del vocablo griego meta-noeo, que quiere decir "cambiar de mente", o "determinar cambiar".  ¡No es algo qué hacer!  La Biblia Católica, Versión de Torres Amat, en algunos pasajes (Hechos 2:38; Apocalipsis 2:21), en lugar de "arrepentirse", dice "hacer penitencia".   Otros confunden el arrepentimiento con la reformación de vida.  Pero la reformación de vida, que resulta de esta determinación mental (el arrepentimiento), se llama en las Escrituras "frutos de arrepentimiento", Mateo 3:8.

        ADVERTENCIA, AMENAZA:

        -- pues si no ... arrepentido -- 

        Volver, o sufrir las consecuencias.  Arrepentirse, o perecer (Lucas 13:3).

        Una iglesia de Cristo puede dejar de serlo, a pesar del nombre puesto sobre la puerta de entrada de su edificio.  Cristo advierte a toda iglesia suya de que puede perder su identidad como iglesia de Cristo.  Una vez quitado el candelero, ya no es más iglesia de Cristo.

 

        INSTRUCCION, PROMESA, ESTIMULO:

        (Apocalipsis 2:6, véase arriba, después del versículo 3)

        2: 7 -- El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios -

        -- El que ... las iglesias --  Cristo dice esto siete veces; lo dice a cada una de las iglesias.  Cristo se dirige al individuo; así es que habla a las iglesias distributivamente; es decir, a cada uno que compone la iglesia local.  (Es por esto que Gálatas 1:2 no quiere decir que Gálatas 6:10 es acción colectiva).  El Espíritu habla a las iglesias por medio de apelar al que tiene oído, al individuo.

        Todo este libro (Apocalipsis) fue enviado a todas las iglesias de Asia.

        -- Al que venciere -- también es una frase que se repite en cada una de las siete cartas a las siete iglesias.  Toda promesa de Dios es para vencedores.  Dios no tiene nada para los demás.  Dios espera de su iglesia vidas victoriosas sobre el pecado, y no imitación de la mundanalidad.  Véase Apocalipsis 12:11.

        -- le daré ... la vida  = sustento espiritual (véase Apocalipsis 22:2,14,19).

        - el cual ... paraíso de Dios -- En el griego, paradeisos.  Probablemente es de una palabra persa, queriendo decir parque, o jardín.  Se encuentra esta palabra en Lucas 23:43;)( 2 Corintios 12:4;) y en Génesis 2:8,10,15; etcétera, en la Versión Septuaginta (De Los Setenta).

       

LA IGLESIA DE CRISTO EN ESMIRNA

(Pobre, pero "rica")

 

        SALUDO E IDENTIFICACION:

        2:8 -- Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto --

        Véase Apocalipsis 1:17,18.  La importancia de cada carta es enfatizada por la identidad del que las manda escribir.  En estas siete cartas no habla quienquiera.  El Autor de ellas bien se identifica.

        Ya que Cristo había pasado por la muerte, estaba calificado para consolar a esta iglesia perseguida.

        ENCOMIO, ALABANZA, CONFORT  (solamente; nada de censura).

        2: 9 -- Yo conozco tus obras, y tu     tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás --

        -- Yo conozco ... eres rico --  Cristo bien conoce lo que pasa a sus iglesias en este mundo.  ¡Cuán grande es esta consolación!  La iglesia de Cristo en Esmirna sufría presión ajena.  Su pobreza pudo haber sido la consecuencia de haber tenido sus propiedades confiscadas por Domiciano, pero su sentido de riqueza espiritual les guardaba de causar lástima.  Compárese Hebreos 10:34.  Tenían las verdaderas riquezas que eran suyas y que nadie podría quitar (Lucas 16:11,12).

        La pobreza no es nada peligrosa como lo es la riqueza (véase -1 Timoteo 6:10,17-19).  La iglesia de Cristo en Esmirna, empobrecida por la persecución, en realidad era una iglesia rica (Santiago 2:5;-1 Timoteo 6:18).

        -- y la blasfemia ... Satanás --  Los judíos inconversos perseguían a la iglesia (Hechos 13:50; 14:2,5,19; 17:5; 24:1-9).

        No eran judíos en dos sentidos:  (1) no seguían las enseñanzas de Moisés en realidad, y por eso no eran dignos de llamarse judíos, y (2) no eran judíos espirituales (cristianos), Romanos 2:28,29.  Véase también Apocalipsis 3:9

        Estos formaban una sinagoga de Satanás en que, siendo nativos judíos, eran empleados por el diablo (versículo Apocalipsis 1:10) en la persecución de los cristianos en Esmirna.

        CONSEJO, EXHORTACION Y ADMONICION:

        2: 10 -- No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida --

        -- No temas ... padecer -- No temer a la muerte (Mateo 10:28) porque Cristo dará la vida eterna, y no dañará la segunda muerte (versículo Apocalipsis 2:11;).

        -- He aquí ... diez días -- "Diez días"  simboliza un tiempo relativamente corto.  La iglesia en Esmirna iba a pasar por un período breve pero definido de prueba de fe.  Por lo tanto, debía ser fiel en tales pruebas de la fe.  Para el hijo de Dios, todo mal es transitorio.  Considérense (1 Pedro 1:6;) Job 3:17;( 2 Corintios 4:17;)  Dios usa de las persecuciones de hombres malos como pruebas de la fe de sus hijos.

        -- Sé fiel ... la vida -- "Hasta la muerte"  quiere decir hasta tener que sufrir la muerte misma, si fuera necesario.  El infiel muere y encuentra la segunda muerte; el cristiano fiel muere y halla la vida eterna.

        La corona de la vida es el premio de Dios de vida eterna.  Véanse (2 Timoteo 4:8;) Santiago 1:12;) (1 Pedro 5:4;) (1 Corintios 9:25;)

        INSTRUCCION, PROMESA Y ESTIMULO:

        2: 11 --  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte --

        Véanse 2:7, comentarios.  La "segunda muerte"  es el lago de fuego, después del Juicio Final (Apocalipsis 20:6,14; 21:8).  La palabra "muerte" significa separación, sea en sentido literal o figurado.  La muerte física es la separación del cuerpo y el espíritu; el cuerpo va al sepulcro, y el espíritu al Hades.  La muerte espiritual es la separación de uno de Dios, porque el pecado hace esa separación (Isaías 59:1,2; Efesios 2:10-5).

        Al cristiano fiel le puede venir la muerte física, a consecuencia de la persecución, pero si vence al maligno no morirá eternamente como seguramente morirán los perseguidores.

LA IGLESIA DE CRISTO EN PERGAMO

(Faltante en disciplina)

           

        SALUDO E IDENTIFICACION:

        2:12 -- Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto --

        -- la espada aguda de dos filos = juicio exacto contra los hechos de los hombres.  Véanse Apocalipsis 1:16, comentarios.  Compárense Efesios 6:17; Hebreos 4:12.

        ENCOMIO, ALABANZA, CONFORT:

        2:13 -- Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás --

        -- donde está el trono de Satanás = Pérgamo era una ciudad peculiarmente llena de maldad, como si tuviera Satanás su trono allí.  Era un centro de culto a César, y de idolatría con sus prácticas sensuales.  Los cristianos que no fueron seducidos, sí fueron perseguidos.

        -- pero retienes ... mi fe -- Retener el nombre de Cristo es rehusar negar la fe, de la cual Cristo es el autor.  Véanse (1 Pedro 4:11;) y Santiago 2:7

        -- Mi fe = el sistema del evangelio, como en Hechos 6:7; Judas 3 y Efesios 4:5,13.  La palabra "fe" se usa en estos pasajes objetivamente, pues la fe viene siendo el objeto de nuestra creencia y aceptación.  La frase "mi fe" en este versículo se llama "la fe de Jesús" en Apocalipsis 14:12.  (La fe en el sentido subjetivo es el acto de uno de creer.  Hebreos 11 abunda en ejemplos de este uso -- "Por la fe  ofreció...", etcétera).

        -- Antipas mi testigo fiel -- El fue un ejemplo bien conocido por la iglesia de sufrir por Cristo.  La palabra "testigo" viene del vocablo griego martus.  "Mártir" es una transliteración de esa palabra griega.  Dado que muchos de los testigos primitivos sufrieron la muerte, la idea de muerte se ha pegado a la palabra "mártir".  Véase Apocalipsis 17:6.  Pero la idea radical en la palabra martus no es la de muerte, sino de testigo.

        CONDENACION, ACUSACION, QUEJA:

        2:14 -- Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación --

        -- Pero tengo ... retienen --   Esta iglesia necesitaba disciplinar a algunos de sus miembros.  La iglesia en Efeso era disciplinaria; ésta no lo era.  Estos hermanos en la fe se comprometieron con el mundo.

        -- doctrina de Balaam -- Véanse (2 Pedro 2:15;) Números 22:24; 31:16).  Ese hombre buscaba la ganancia material a expensas de la espiritualidad; buscó el premio de la maldad.               

        2:15 -- Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco --

        -- los nicolaítas --  Véase Apocalipsis 2:6, comentarios.

        CONSEJO, EXHORTACION, ADMONICION:         

        2:16 -- Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca -- 

        -- Por tanto, arrepiéntete -- Arrepentirse de su tolerancia de esas doctrinas mundanas y de su inclinación hacia ellas, como eran practicadas por algunos de los miembros de la congregación.

        -- vendré a ti ... mi boca -- Cristo prometió "venir" contra los no arrepentidos en un juicio de castigo.  Véase Apocalipsis 2:5; etcétera.  (No todas las "venidas" de Cristo son la segunda venida de Hebreos 9:28).

       

        INSTRUCCION, PROMESA, ESTIMULO:

        2:17 -- El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe --

        -- El que ... que venciere --  Véanse Apocalipsis 2:7, comentarios.

        -- maná escondido --  Se refiere al maná de Éxodo 16:12-35; Hebreos 9:4.  En Juan 6:31-58 leemos el discurso de Jesús sobre el pan de vida.  El maná representa a Cristo, quien da la vida eterna a los que le obedecen.  El "maná escondido, pues, significa la vida eterna en Cristo Jesús, o sea que los gozos del cielo satisfarán nuestras necesidades eternas como el pan satisface el hambre del cuerpo en esta vida.

        -- piedrecita blanca -- que en ella tiene "un nombre nuevo escrito".  El blanco simboliza pureza; la piedra, cualidad de lo durable;  el nombre nuevo,  el carácter individual de la persona recibiéndola.  Como las doce piedras representaban las doce tribus de Israel (Éxodo 28:15-21; Josué 4:1-10), así ésta significa la persona que vence y es así reconocida o recibida por Dios al    fin.  Esta es su propia experiencia personal; así es que "ninguno (lo)  conoce sino aquel".

LA IGLESIA DE CRISTO EN TIATIRA

(Hacía progreso, pero faltante en

disciplina)

 

        SALUDO E  IDENTIFICACION:

        2:18 -- Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto --

        Tiatira era la ciudad de Lidia (Hechos 16:14).

        -- ojos como llama de fuego -- Véase Apocalipsis 1:14.  Cristo no puede ser engañado.  Tiene conocimiento perfecto de sus iglesias (versículo Apocalipsis  2:23;).

        -- pies ... bruñido = listo para hollar a sus enemigos.  ¿No conviene prestar atención a tal Persona?

       

     ENCOMIO, ALABANZA, ESTIMULO:     

        2:19 -- Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras

        Un gran elogio.  Esta iglesia hacía progreso.  Compárese con Apocalipsis 2:4.  Los de Éfeso habían perdido su celo inicial, pero no así con los de Tiatira.

        CONDENACION, ACUSACION, QUEJA, UN POSIBLE JUICIO:

 

        2:20 -- Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos --

        -- esa mujer Jezabel -- probablemente un partido en la iglesia que enseñaba lo que practicaba la Jezabel histórica, que fue fornicación, hechicería, e idolatría (2 Reyes 9:22;) (1 Reyes 16:31).  Véase Apocalipsis 2:14. La mundanalidad en la iglesia no puede ser tolerada; tiene que ser reprendida (Efesios 5:11;)(2 Corintios 6:14-7:1).

        -- se dice profetisa -- significa que ese grupo o individuo reclamaba tener autorización divina para su doctrina.  (Sabemos que los gnósticos abogaban por la fornicación, y reclamaban tener aprobación divina para ello).

        -- a fornicar -- Si en sentido espiritual (como es usada esta expresión en la Biblia en muchas ocasiones, por ejemplo Jeremías 3:9), significa hacer amistad con los enemigos de la verdad para no tener que sufrir persecución por Cristo.

        -- comer cosas ... ídolos -- Para mantener sus trabajos y posiciones sociales, posiblemente algunos asistían las fiestas de los dioses tutelares o patrones, para comer de lo sacrificado a ellos y participar en las inmoralidades de esas ocasiones, y todo esto para escapar la oposición de los mundanos.

           

        2:21 -- Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación --

        Este grupo rehusaba arrepentirse, a pesar de la paciencia del Señor.

 

        2:22 -- He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella --

        La figura de "cama" es sugerida por el acto de "adulterio".  Cristo promete enviar un  juicio de castigo temporal contra los no arrepentidos.  Su placer sería cambiado en dolor.

          

        2: 23 --  Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras --

        -- muerte -- Es decir, pestilencia, como en Exodo 5:3 (peste).

        -- y todas las iglesias sabrán -- que Dios (Cristo) sabe lo que piensa su iglesia, y que él tiene control de todo, aun sobre los asuntos de los mundanos.  En el castigo de esta iglesia, las demás tendrían una lección para su propio provecho.  Compárese (1 Timoteo 5:20.)

        -- mente -- La Versión Valera Revisión de 1909 traduce literalmente la palabra griega nephrous, que significa "riñón".   Los antiguos consideraban a los riñones como la sede de los sentimientos y emociones.

        -- y os daré ... obras -- La justicia divina.  Véase Apocalipsis 22:12.  En esto el impenitente puede leer su perdición, y el penitente su salvación.

        CONSEJO, EXHORTACION, ADMONICION:

        2:24 --  Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga -- 

        -- las profundidades de Satanás -- Los gnósticos afirmaban que era bueno saber todo respecto a los hechos carnales, para elevar mejor la mente a Dios.

        -- No os impondré otra carga -- que la de apartarse de la mundanalidad.

 

 

        2:25 --  pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga -- 

        -- retenedlo hasta que yo venga -- indica que es completamente falsa la doctrina sectaria de la "perseverancia de los santos" o sea, una vez salvo uno, siempre salvo.  Un cristiano sí puede caer de la gracia de Dios para ser perdido eternamente.  Tiene que guardar las obras del Señor "hasta el fin", versículo 26.

        -- venga -- Cristo iba a "venir" a ellos en sentido espiritual; es decir, en los eventos asociados con sus pruebas.

        PROMESAS, INSTRUCCIONES:

        2:26 --  Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones -- 

        -- Al que venciere -- Véase Apocalipsis 2:7, comentarios.

        -- y guardare mis obras hasta el fin = fidelidad, perseverancia.

        -- yo le daré ... naciones -- Este simbolismo está basado en Salmos 2:9.  El segundo salmo se refiere al reinado espiritual de Cristo en su iglesia, después de su resurrección (Hechos 4:25-28;13:33; Romanos 1:4;; Hebreos 1:5).  Cristo está reinando ahora (1 Corintios 15:25;) Lucas 1:32,33; 22:29).  Sus apóstoles reinan como embajadores (2 Corintios 5:18-20).  Los cristianos fieles reinan en un sentido secundario por medio de sus ejemplos (Romanos 5:17;) (1 Corintios 4:8).  En su reinado el cristiano condena al mundo pecador con su vida y su predicación, como lo hizo Noé (Hebreos 11:7).  Todo esto quiere decir, pues, que participamos con Cristo en su gran reinado espiritual ahora.

        2:27 --  y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero como yo también la he recibido de mi Padre --

        Los cristianos, fieles hasta el fin, serán completamente vengados y vindicados ante un mundo perseguidor, como lo sería uno que rigiera al mundo con una vara de hierro.

        2:28 --  y le daré la estrella de la mañana --

        Un símbolo de realeza y dignidad.  Compárese Apocalipsis 22:16.  Esta estrella tiene una gloria peculiar, pues brilla cuando ya no se ven las demás estrellas.  Su luz dirige en las tinieblas que preceden al alba.  Es símbolo del cristiano vencedor.

 

 

        2:29 --  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias --

        -- el espíritu dice a las iglesias -- El Espíritu Santo habla por  medio de las Sagradas Escrituras.  Si uno oye al Espíritu, hace lo que mandan las Escrituras.  El Espíritu no nos habla hoy en día por otro medio.  El libro Apocalipsis fue enviado a las siete iglesias.  Las Sagradas Escrituras eran circuladas entre las iglesias.  Dios quiere que sus iglesias lean la Biblia.

CAPITULO  3

 

LA IGLESIA DE CRISTO EN SARDIS

(Reputación buena; carácter malo)

 

        SALUDO E IDENTIFICACION:

        3:1 -- Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto -- 

        -- El que tiene ...dice esto --  Habla él que tiene la plenitud del Espíritu y el control de los mensajeros.  A tal Persona la iglesia local hace bien en escuchar.

 

        CONDENACION, ACUSACION, QUEJA:

        3:1b -- Yo conozco ... estás muerto --  No hubo en esta iglesia nada que encomiar o alabar, en cuanto a los muchos (véase versículo 4, "unas pocas personas").  Su reputación (lo que el hombre ve) era buena, pero su carácter (lo que Dios ve) era malo.

        No hay mención de persecución en Sardis.  La iglesia en Sardis gozaba de paz, pero era la del cementerio.  ¡Estaba muerta!  Tenía organización, pero sin vida, como la tiene también el cementerio.  Tener fama entre los hombres de ser una iglesia muy viva es vanidad. 

        Considérese (1 Timoteo 5:6;)

       

        CONSEJO, EXHORTACION, ADMONICION:

        3:2 -- Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios --

        -- Sé vigilante ... para morir -- Compárese Efesios 5:14.  La i­gle­sia se encontraba en el mundo; su luz se apagaba más y más.  El Cristo pa­cien­te prescribe acción pronta.

        -- porque no ... de Dios -- Compárese Gálatas 5:7.  A la vista del público era una iglesia viva, pero Dios no la consideraba así.  Esta carta permitía que los miembros de esta iglesia se vieran como Dios les veía.  Eran buenos para co­menzar, pero malos para acabar.

        3:3 -- Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti --

        -- Acuérdate, pues ... arrepiéntete --   Recordar su conversión en el principio, guardar la verdad que habían oído, y cambiar de mente o de pensar.

        ADVERTENCIA, AMENAZA:         

        3:3b -- Pues si no ... sobre ti --  Velar es siempre estar ocupado y activo en las cosas del Señor.  "Venir como ladrón" es una figura usada repeti­das veces en el Nuevo Testamento (Mateo 24:43,44;) (1 Tesalonicenses 5:2;) (2 Pedro 3:10).  Significa destrucción no anunciada.

 

        ALABANZA (para unas pocas personas, un remanente):  

        3:4  Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas -- 

        Los muchos de la congregación habían manchado sus vidas con la mundanalidad, y como iglesia mundana, escapaba de la persecución.

        La Biblia habla de muchos "remanentes":  8 almas (el diluvio), 2 espías (de 12, que entraron en la tierra de promesa), 2 tribus (de 12)  que no apostataron.  ¡Cómo se repite la historia!

       

        PROMESAS, INSTRUCCIONES:               

        3:4(b) -- y andarán ... son dignas -- No tomaron parte en el culto pagano y en la carnalidad; no ensuciaron sus vestiduras (su vida).  Ahora anda­rán en la comunión eterna de Dios en justicia (vestiduras blancas).  Véase Apocalipsis 19:8.  Esta es la primera de tres promesas dadas aquí.

        3:5 -- El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles --

        Las vestiduras blancas (pureza, santidad, perfección) se prome­ten solamente al vencedor.

        -- y no borraré ... la vida -- Esta es la segunda de las tres promesas.  Véanse Apocalipsis 13:8; 17:8; 20:12,15; 21:27; 22:19; Lucas 10:20; Filipenses 4:3; Hebreos 12:23.

        -- y confesaré ... sus ángeles --  Esta es la tercera de las tres promesas.  Véanse Mateo 10:32,33 y Lucas 12:8,9.

       

        3:6 -- El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias -- Véase Apocalipsis 2:7, comentarios.

LA IGLESIA DE CRISTO EN FILADELFIA

(La iglesia fuerte con poca fuerza)

 

        SALUDO E IDENTIFICACION:

        3:7 -- Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre  --

        Nuestra impresión de lo que nos es dicho depende en gran parte de nuestra impresión del que habla.  Aquí habla el Santo (en naturaleza, y esto en absoluto), el Verdadero (no puede mentir, Tito 1:2, pues es caracterizado sola y totalmente por la Verdad), el que tiene la llave de David (la autoridad real de admitir o de excluir).  El que habla es el Regidor todopoderoso, santo y verdadero.

        El hijo de David es Cristo (Isaías 9:7; Lucas 1:30-33; Mateo 22:41-45).  La llave, o autoridad, le vino a El cuando comenzó a reinar en el trono de David (Isaías 22:22; Zacarías 6:13; Hechos 2:30-36). 

        La teoría de algún reinado futuro de Cristo en el trono de David es falsa.

 

        ENCOMIO Y ALABANZA (Nada de condenación para esta iglesia):

        3:8 -- Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre --

        -- Yo conozco ... puede cerrar -- Dios dio a esta iglesia oportu­nidades para obra de evangelismo.  Compárense (1 Corintios 16:9;) (2 Corintios 2:12;) Colosenses 4:3.

        -- tienes poca fuerza -- puede significar que era iglesia de pocos miembros, y pobres en lo material.  En la vista de los hom­bres parecían de poca fuerza (mientras que la iglesia en Sardis parecía ser fuer­te y viva).

        --  has guardado mi palabra = eran fieles, sanos, y leales respecto a la verdad.  Véase versículo 10.

        -- y no has negado mi nombre = "retienes mi nombre" (Apocalipsis 2:13).

        PROMESAS, ESTIMULOS:

        3:9 -- He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado --

         Fue de gran ánimo y estímulo para la iglesia saber que de al­guna manera Dios les vengaría delante de sus enemigos, no importando cómo Dios lo haría, sea por medio de la conversión de esos judíos, por tener ellos que ad­mitir en el Día Final que Dios amaba a la iglesia en Filadelfia, o por alguna o­tra manera.  Se les avisó a los miembros que algún día cambiarían las cosas.

        -- sinagoga de Satanás -- se refiere a los judíos inconversos que reclamaban ser el pueblo de Dios, pero en realidad servían a Satanás.  Véase Apocalipsis 2:9.

       

        3:10 -- Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardade la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra --

        -- Por cuanto ... mi paciencia --  La iglesia en Filadelfia había guardado la palabra de Cristo que habla de la perseverancia de Cristo en sus su­frimientos.

        -- yo también ... sobre la tierra --  Cristo promete guardar a estos herma­nos fieles durante algún juicio de prueba por el cual iba a pasar el mundo de inconversos (el imperio romano en particular).  ¡Los que guardan son guardados!  Véanse Apocalipsis 2:10;) (1 Pedro 4:12-19;)

        

        3:11 --  (en seguida del 12)

        3:12 -- Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo --

        -- Al que ... de allí --  Ser columna en el templo de Dios simbo­liza permanencia en la casa de Dios.  Véanse Apocalipsis 7:15; Salmos 27:4.  Este versículo presenta la figura de morar con Dios en los cielos sin miedo de ser echado fue­ra.

        -- y escribiré ... de mi Dios -- Son símbolos de ser uno identificado como perteneciente a Dios, y a la ciudadanía del estado final (véase Apocalipsis 21:2).

        -- y mi nombre nuevo = el nombre de Cristo (véase Apocalipsis 19:12).  Su nombre es nuevo en categoría o clase.  La idea es que Dios reconocerá como suyo al que ven­za.  Antiguamente los nombres de gente prominente fueron inscritos en colum­nas de templos.  El que vence se identificará como perteneciente al Cristo vic­torioso.

       

        CONSEJO, EXHORTACION, ADMONICION:

        3:11 -- He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona

        -- Yo vengo pronto -- significa que Cristo vendría en el sentido de enviar alguna calamidad para probar a los moradores de la tierra.  Cristo ha­bía prometido una posible venida contra la iglesia en Sardis.  El Nuevo Testa­mento habla de varias venidas de Cristo, porque de continuo viene en su provi­den­cia para obrar en los asuntos del mundo y de su iglesia.  El Nuevo Testamento no afirma que la segunda venida de Cristo sería en el primer siglo.  Lo que pasa es que muchos confunden la segunda venida (Hebreos 9:28) con tales venidas como és­tas en Apocalipsis.

       

        INSTRUCCION:

        3:13 -- El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias --

        La misma instrucción que fue dada a las otras seis iglesias.  El Espíritu habla por medio del mensaje escrito.

 

LA IGLESIA DE CRISTO EN LAODICEA

(Reprendida y sin alabanza)

        SALUDO E IDENTIFICACION:

        3:14 -- Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto --

        -- el Amén --  La palabra "amén" viene del hebreo, al griego, y luego al español, sin traducción.  Significa "así sea", "establecido", "posi­tivo".  Aquí se le aplica a Cristo por ser absolutamente verdadero (Juan 14:6).

        -- el testigo fiel y verdadero --  Véase Apocalipsis 1:5.  Estos términos de identifi­cación forman un contraste con el carácter de la iglesia en Laodicea.

        -- el principio ... de Dios --  La palabra "principio" es de la palabra griega arke, que según el Sr. Thayer, reconocido lexicógrafo, significa "eso por lo cual algo viene a ser; el origen, la causa activa".  Cristo no fue creado; El creó todas las cosas (Colosenses 1:16; Juan 1:1-3; Hebreos 1:2).  "El principio de la creación de Dios" no significa, según lo afirman los Testigos de Jehová,  que Cristo fue la primera persona creada.  Tal interpretación contradice un gran número de pasajes, aun algunos encontrados en este libro (Apocalipsis 1:17; 2:8; etcétera).

        Significa que Cristo es la causa activa de toda la creación de Dios.

       

        CONDENACION, ACUSACION, QUEJA:

        3:15 -- Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente --

        Sus obras fueron clasificadas como indiferentes y faltas de entusiasmo y sentido de urgencia.  (Compárese Eclesiastés 9:10).

        El frío representa el estado de no convertido; el caliente, el estado de fervor en la conversión.  Sus obras no representaron a ninguno de los dos es­tados.  El Señor prefiere o la una cosa, o la otra, porque los "calientes" no necesitan conversión, y algunos "fríos" se convierten, pero los "tibios" repre­sentan un caso imposible.

        AMENAZA, ADVERTENCIA:

        3:16 -- Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca

        Cristo describe su disgusto completo con esa iglesia de tibieza espiritual.  "Tibio" representa lo que causa náuseas.  Los miembros de esa iglesia de Cristo eran indiferentes e hipócritas, y así causaban más daño a la iglesia que los inconversos.  El estado de tibieza merece el ser vomitado de la boca.

       

        CONSEJO, EXHORTACION, ADMONICION, Y AUN ADVERTENCIA:

        3:17 -- Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo --

        Esta iglesia reclamaba tener independencia y autosuficiencia.  Este espíritu carnal la cegó ("no sabes") a la realidad de su estado verdadero.  Habían sido engañados.  Era una iglesia completamente empobrecida en los valores espirituales.  El materialismo fácilmente puede engañar al hombre, aun al cris­tiano.  Véase Mateo 13:22.  Compárese esta iglesia con la de Esmirna (Apocalipsis 2:9).

 

        3:18 -- Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas --

        Se le aconsejó a la iglesia en Laodicea conseguir ("comprar") del Señor "oro refinado en fuego", o sea "lo verdadero" (Lucas 16:11) que es la herencia "incorruptible, incontaminada e inmarcesible" (1 Pedro 1:4), o los "te­soros en el cielo" (Mateo 6:20).

        -- vestiduras blancas ... desnudez -- Estos cristianos tenían ropa muy bue­na (pues, no tenían necesidad de nada, versículo Apocalipsis  2:17;), pero ante la vista de Dios estaban completamente desnudos, debido a sus vidas mundanas.  Tenían nece­sidad de ropa blanca, o sea "las acciones justas" (Apocalipsis 19:8), para cubrir sus vidas de pecado.

        -- y unge ... veas -- Estaban cegados por las filosofías y la sabiduría de los hombres, y no estaban conscientes de ello; pensaban que podían ver (compren­der la realidad de las cosas).  Cristo les ofreció "colirio", o sea, ungüento espiritual para su estado de ceguera.  La buena vista espiritual viene a conse­cuencia de prestar atención a la Palabra de Dios, porque es por ella que uno puede verse como Dios le ve.  Véase Mateo 13:14-23.

       

        3:19 -- Yo reprendo y castigo a todos los que amo;  sé, pues, celoso, y arrepiéntete --

        El amor reprende y castiga, para el bien del amado.  Véanse Hebreos 12:5-11; Proverbios 13:22.

        -- sé, pues, celoso, y arrepiéntete -- de su tibieza, su indiferencia, y su mundanalidad.

       

        PROMESAS:

        3:20 -- He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo --

        "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno (de los cris­tianos de Laodicea) oye mi voz (que dice, arrepiéntete) y abre la puerta (de su corazón que ha sido cerrada por la indiferencia), entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo (en comunión íntima)".  La tibieza espiritual expulsa a Cristo del corazón y rompe la comunión con El.  El arrepentimiento y el celo le hacen volver a entrar en el corazón, y se establece de nuevo la comunión.

       

        3:21 -- Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono --

        -- Al que venciere -- (en particular a su indiferencia y a las co­sas que siempre la siguen).  Todas las promesas de Cristo son para los vencedo­res.

        -- le daré ...mi trono -- Dios entroniza al vencedor.  Los cristianos fie­les reinan con Cristo por medio de enseñar y practicar las leyes por las cuales han de ser gobernados los hombres espiritualmente.  Solamente así puede Cristo reinar sobre los hombres.  Como son los cristianos agentes por los cuales los hombres se salvan (1 Timoteo 4:16), así son agentes por los cuales reina Cristo.

        -- así como ... su trono -- El trono de Dios es de Cristo porque Dios se lo dio.  Se llama el trono de Cristo porque Cristo se sienta en él.  Se llama el trono de David porque Cristo era descendiente de David. (Lucas 1:30-32).  Es el mismo trono; es de los dos (Apocalipsis 22:1).

        Como Cristo venció, también podemos vencer nosotros.  El cristiano reina con Cristo ahora (Apocalipsis 5:10; Romanos 5:17;), en la muerte (Apocalipsis 20:4), y para siempre (Apocalipsis 22:5).

 

        INSTRUCCION:

        3:22 -- El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias --

         -- El que tiene oído ... a las iglesias -- ¡Por séptima vez se declara!  Oigan, pues, todas las iglesias de Cristo distributivamente (¡no hay  otra manera de oír!) lo que el Espíritu ha dicho a estas siete iglesias.

CAPITULO 4

        El capítulo uno presenta al Cristo victorioso; los dos y tres presentan las virtudes y las faltas de las iglesias para las cuales se ha hecho esta Revelación.  Ahora, comienza la parte principal de la Revelación, con una serie de visiones y escenas que representan el destino de la iglesia de Cristo mientras participa con Cristo en la victoria completa y final sobre Satanás y sus aliados.

        Las visiones de esta sección (capítulos 4 y 5) parecen representar la autoridad y el poder de Dios: su autoridad para determinar los destinos de todos y su poder para ejecutar sus decretos.  Por lo tanto se presenta un cuadro de rei­no y ejercicio de poder real con la gloria y alabanza consiguiente.

        Este capítulo presenta la escena del trono.  Esta visión del universo go­bernado por el Trono precede la descripción simbólica de las pruebas por las  cuales tiene que pasar la iglesia (capítulo 6).  Dado que todo está bajo el con­trol de Dios, en la tierra que venga lo que tenga que venir.  Dios está en su trono, y la tierra es nada más el estrado de sus pies.

        4:1 -- Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas --

        -- Después de esto -- después de las cosas de la visión ini­cial (Apocalipsis 1:12-20), y de las siete cartas.

        -- miré = una visión.  Juan estaba consciente de su ambiente.  En el ver­sículo 2 se encuentra en un estado más alto de éxtasis.   Véase Apocalipsis 17:3.

        -- la primera voz que oí --  Probablemente la voz de Cristo; véase Apocalipsis 1:10.

La palabra griega fone quiere decir sonido y voz, ambas cosas.  Aparece en (1 Co­rintios 14:7-8;) y se traduce "sonido", pero en Hechos 4:24 se traduce "voz".  Compárese Hechos 9:7 con Apocalipsis 22:9

        -- sube acá -- para ver el panorama desde el punto de ventaja que tiene Dios.

        -- te mostraré ... de estas  = las cosas futuras desde el tiempo de Juan, pero de la misma dispensación.

        

        4:2 -- Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado --

        -- estaba en el Espíritu -- El primer versículo habla de una vi­sión.  Juan estuvo consciente de su ambiente (compárese Hechos 7:55,56).  Pero luego "estaba en el Espíritu", versículo 2, que indica un estado extático más elevado.

        -- un trono ... uno sentado --  Los capítulos 4 y 5 no describen al cielo tanto como presentan el punto de vista del cielo respecto a los eventos que se están aconteciendo en la tierra.  El punto de énfasis del trono, capítulo 4, es que Dios reina y su Providencia controla.  Los negocios de la tierra son gober­nados desde los cielos.

       

        4:3 -- Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda --   

        -- Y el aspecto ... sentado -- El Ocupante del trono es Dios.  No se pretende una descripción personal de Dios en este pasaje.  Las cosas materia­les mencionadas solamente sirven para ser una semejanza.  Su gloria y belleza nos hacen pensar en la gloria y be­lleza de Dios.  Dios no puede ser descrito li­teralmente por cosas materiales.  Repetidas veces en este libro encontramos las expresiones "como", "semejante a", "el aspecto", etcétera.  Véase el comentario sobre Apocalipsis 1:12-16.

        -- piedra de jaspe --  El blanco puro, que representa la pureza.  Véase Apocalipsis 21:11.

        -- cornalina --  El rojo obscuro, que sugiere justicia.

        -- y había alrededor ... esmeralda --  El verde es el color de la vida.  En  Génesis 9:12-17 el arco iris fue dado como un símbolo de esperanza en medio de juicio.

        La santidad, la justicia, y la misericordia de Dios en el cielo atenderán a los asuntos de los hombres en la tierra.  Esto significa consolación para los oprimidos del pueblo de Dios.

        Compárese Ezequiel 1:26-28, una visión de la Gloria Divina.

        4:4 -- Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas --

        Y alrededor ... veinticuatro ancianos -- sus personas y pre­sen­cia alrededor del trono encarecen el cuadro.  El uso del número "doce" en Apocalipsis 21:12-14 (doce tribus, doce apóstoles) indica que éstos pueden representar al Pueblo de Dios del Antiguo y del Nuevo Testamentos.  O puede ser que sean puramente seres celestiales.  El punto significado en todo esto es que todos los de esa clase adoran a Dios.  La presencia de ellos en sus tronos aumenta la estima­ción del trono que está en medio.

        -- ropas blancas -- simbolizan pureza de vida.

        -- coronas de oro -- simbólicas de victoria sobre el enemigo y del reino sub­secuente (en sentido secundario).

       

        4:5 -- Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios --

        -- Y del trono ... y voces --  Son símbolos del poder y de la ma­jestad de Dios para ejecutar juicios; son símbolos de su omnipotencia.  Véanse Exodo 19:16-18; Salmos 77:17; Hebreos 12:18.  El poder de Dios está a la dispo­sición de su pueblo para proporcionar lo necesario en tiempo de aflicción.  Su pueblo será vindicado.  El trono está en control de la situación.

        -- ardían siete lámparas ... de Dios --  Las lámparas dan luz; siete es el número de perfección.  Por consiguiente, aquí está simbolizada la luz de la re­velación completa.  Probablemente se refiere al Espíritu Santo.  Véase Apocalipsis 1:4, co­mentario.

       

        4:6 -- Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás --

        -- un mar de vidrio semejante al cristal -- Es un símbolo de mag­nitud y de grandeza.  Compárese Apocalipsis 15:2, una manifestación de los hechos justos de Dios.

        -- cuatro seres vivientes --  Según Ezequiel 10:20, estos seres vivientes en el cielo son querubines (véanse también Génesis 3:24; Exodo 25:18).  Los que­rubines son ángeles.

        -- llenos de ojos delante y detrás -- significa su habilidad para comprender toda la gloria de Dios y así rendirle la adoración debida.

       

        4:7 -- El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando -

        Su descripción sugiere las cualidades de fuerza y nobleza (el león), servicio (el becerro), inteligencia (el hombre) y rapidez (el águila).

       

        4:8 -- Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir --

         Compárese Isaías 6:2, los serafines (un orden de ángeles).

        -- llenos de ojos -- simbólico de su percepción universal de la Majestad de Dios.

        -- y no cesaban ... ha de venir --  No hay interrupción en su alabanza; no hay intermisión.  Son constantes en su adoración.  Es lo que demanda y merece la Soberanía de Dios.  Todas sus criaturas naturalmente le adoran.  Esto implica mucho, tanto al santo como al incrédulo.

       

        4:9,10 -- Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,  10  los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo --

        La adoración de los cuatro seres vivientes es seguida de la de los veinticuatro ancianos.  La frase "al que vive por los siglos de los sig­los" apunta a la naturaleza eterna de Dios, contrastada con la brevedad de vida de todo emperador humano.

        Los veinticuatro ancianos, al echar "sus coronas delante del trono", simbo­lizan la rendición o entrega de su voluntad a la de Dios en todas las cosas.  Re­conocen que el éxito viene de Dios y depende de El.

       

        4:11 -- Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas --

        Cantan el cántico de la creación (mientras que en el capítulo Apocalipsis 5 cantan el cántico de la recreación).  Rinden honor y gloria a Dios por razón de ser el Creador del universo.   Todo es de él, de él depende, y por él existe.  Por eso se adora al Creador, y no a la criatura (que es idolatría -- Romanos 1:20,-23). 

        NOTA: Esta descripción de poder, majestad y existencia eterna prueba que Dios llevará a cabo los asuntos que están para mencionarse en los capítulos si­guientes (del 6 al 22).

CAPITULO 5

       

        En este capítulo vemos que solamente Cristo tiene la dignidad y autoridad de recibir el privilegio de revelar el destino de la iglesia y de sus enemigos.

        5:1 -- Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos --

        -- Y vi ... un libro -- Dios tenía en su mano derecha un rollo (griego--biblos, o biblion, como en Apocalipsis 6:14).

        -- escrito ... siete sellos --  Su contenido estaba completo, y nadie po­día revelarlo en ninguna manera.  Sellado adentro, se encontraba el Plan de Dios.

       

        5:2 -- Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? --

        Se llama atención para el que va a ser digno de abrir el li­bro.  Abrir el libro y desatar sus sellos indica revelar el contenido.

       

        5:3 -- Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo --

        Absolutamente nadie de entre las criaturas de Dios se halló digno de abrirlo, ni aun mirarlo, para revelar el Plan de Dios tocante al desti­no del hombre, sea santo o sea pecador.

       

        5:4 -- Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo --

        Juan comenzó a llorar mucho (Versión La Biblia de las Américas) porque el misterio parecía estar sin revelación.  El destino de la per­seguida iglesia de Dios parecía estar inaccesible al entendimiento humano.  Pensaba Juan que el futuro sería incierto; que no le serían mostradas las co­sas que sucede­rían más tarde (versículo 1).

        5:5 -- Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.  

        -- No llores -- Muchas veces el hombre llora sin necesidad.

        -- He aquí  = una expresión que llama la atención.  El libro iba a ser a­bierto, el contenido revelado.

        -- el León -- (símbolo de autoridad soberana) "de la tribu de Judá" (según la profecía,  Génesis 49:9,10), "la raíz de David" (de descendencia real, el nuevo David del Israel nuevo, Lucas 1:32; 3:32; Hechos 2:30; Apocalipsis 22:16), "ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete se­llos".  Cristo venció al mundo (Juan 16:33) cuando murió en la cruz (Apocalipsis 5:9; Colosen­ses 2:15).

        5:6 -- Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra  --

        -- en medio del trono = Cristo es la figura central en el esque­ma de Dios de la salvación del hombre pecador.

        -- estaba en pie un Cordero como inmolado --  El símbolo de "león" ahora cam­bia al de "cordero", para enfatizar el hecho del sacrificio de Cristo en la cruz ("como inmolado").  Véanse Juan 1:29,36; -1 Pedro 1:19; Hechos 8:32.  Nada más que ahora el Cordero toma una postura de victoria ("en pie").

        -- tenía siete cuernos -- significa que Cristo tiene pleno poder en la eje­cu­ción de su obra (véanse Deu­teronomio 33:17; Salmos 75:10).

        -- siete ojos ... la tierra --  Cristo tiene conocimiento completo; sabe qué revelar.  Su obra incluyó el enviar al Espíritu Santo a sus apóstoles (He­chos 1:4,5).  Véanse también Apocalipsis 1:4; 4:5.

        

        5:7 -- Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono --

        Ahora el destino del hombre está en las manos del Cordero cru­cificado, y que venció a Satanás en su muerte y resurrección.  Dios dio a Cris­to la revelación (Apocalipsis 1:1).

        5:8 -- Y  cuando  hubo  tomado   el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos --

        -- arpas y copas de oro --   Dos son los objetos mencionados en este versículo, y no uno.  ¿Es literal el uno y simbólico el otro?  Si las ar­pas son literales y por eso se nos permite usar instrumentos musicales en el culto a Dios, también son literales las copas llenas de perfumes y debemos u­sarlas igualmente en el culto a Dios en la iglesia.  Que haya arpas literales en un do­minio espiritual es totalmente incongruente.  Además, si este ver­sículo prueba la autorización del uso de arpas en el culto de la iglesia, en­tonces prueba que cada uno tiene que tener su propia arpa.  ¡Ni los sectarios pueden aceptar esto!  Según Efesios 5:19, el corazón humano es el instrumento en el cual los santos alaban a Dios.

        El "arpa" significa alabanza, como las "copas" significan las oraciones de los santos.  Véanse Levítico 16:12; Salmos 141:2.

        Ellos ofrecieron alabanza (véase el versículo 9) y oraciones.  Las "ar­pas" y las "copas" son signos, y los signos no pueden representarse a sí mis­mos.  Compárense Apocalipsis 14:2 ; 15:2.

        5:9 -- y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación --

        -- y cantaban un nuevo cántico -- Fue nuevo, no respecto al tiem­po (que en griego sería la palabra neos), sino respecto a clase (kainen); es decir, fue un cántico único, porque hasta ahora no había habido redención para el hombre pecador.  En Apocalipsis 4:11 se cantó el cántico de la creación, y ahora aquí se can­ta el cántico de la recreación, o sea, del renacimiento.  Compárense Apocalipsis 14:3 ; 15:3.

        -- Digno eres ... inmolado -- Su dignidad de abrir el libro sellado con­sis­tió en haber vencido al mundo (versículo 5) por medio de su muerte en la cruz.

        -- y con tu sangre nos has redimido ...  nación -- La palabra griega, aquí traducida "redimir" (agoradzo), aparece también en Apocalipsis 14:4; (1 Corintios 6:20; 7:23;) (2 Pedro 2:1;)  La misma verdad se enseña en Hechos 20:28.

        La iglesia fue comprada o adquirida a precio de sangre--la sangre de Cris­to (1 Pedro 1:18,19).  Siendo así, se sigue que no hay salvación fuera de la i­glesia de Cristo.  Si la hay, entonces hay salvación aparte de la sangre de Cristo.  Es­to no puede ser. 

        Además, la iglesia no fue originada por accidente.  Dios la concibió en su mente antes de la fundación del mundo (1 Pedro 1:20;) Efesios 3:10,11,21).  Los materialistas y premilenaristas reducen la iglesia a un accidente, afir­mando que Cristo dejó la iglesia en el mundo como un substituto hasta que pueda venir a establecer su reino.  No hay afirmación más lejos de la verdad.

       

        5:10 -- y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra

        -- y nos has hecho ... sacerdotes -- La Versión Ecuménica si­gue la gramática griega, al decir, "y los hiciste" (tiempo pretérito, y no el per­fecto presente).  Porque los hizo reyes y sacerdotes, se sigue que ahora SON (y no serán) reyes y sacerdotes, y por eso reinan ahora y ofrecen sacrifi­cios es­pirituales ahora.  Yerran las versiones que dicen, "reinarán" (o "rei­naremos") (dejando la impre­sión de que el reino es futuro aún).

        Este versículo prueba que el reino existe ahora.  Si los cristianos son sacerdotes ahora, se sigue que el reino existe ahora.  Véase 1:6, comentario.

        Los cristianos son sacerdotes ahora (1 Pedro 2:5,9); por lo tanto son reyes ahora, y reinan (Colosenses 1:13; Hebreos 12:28;) (1 Tesalonicenses 2:12).  Como es espiritual el sacerdocio de todos los creyentes en Cristo, así también es es­piritual el reinado de los cristianos (Romanos 5:17).  La iglesia de Cristo rei­na en la tierra por medio de su asociación con el Rey, Cristo Je­sús, porque ella lleva a cabo los mandatos del Rey, guiando, dirigiendo e in­fluyendo en el mundo.  Es un reino espiritual ahora sobre la tierra.

        -- y reinaremos sobre la tierra --  Según el reconocido y aceptado texto griego de Westcott y Hort, el verbo en esta frase es basileuousin, que es el tiempo presente, tercera persona plural: ellos reinan.

        Daniel profetizó que Dios establecería su reino en el tiempo del imperio romano (Apocalipsis 2:44; 7:13-27).  A este mismo reino se hace referencia en este pasaje.  No es nada menos que la iglesia de Cristo, establecida en el año 33 d. de J.C.

        La doctrina premilenaria de un reinado materialista futuro de Cristo en la tierra es invención de los hombres.

       

        5:11 -- Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones --

        -- su número era millones de millones -- El texto griego dice, según lo expresan otras versiones (La Biblia de las Américas; Versión Ecu­ménica), "miríadas de miríadas y millares de millares" (texto de Westcott y Hort).  Compárese Hebreos 12:22.  Hay una "familia en los cielos" (Efesios 3:14). 

       

        5:12 -- que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza --

        Esta hueste innumerable de ángeles, juntamente con los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos, atribuyen gran alabanza al Señor porque su obra redentora le hizo digno de ella.  Su atribución es de sie­te par­tes: poder, riqueza, sabiduría, fortaleza, honra, gloria y alabanza.  Compárese Filipenses 2:5-11.

       

        5:13 -- Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos --

        -- Y a todo ... oí decir -- Por medio de la figura de personi­ficación (personificar: "atribuir vida o acciones o cualidades propias del ser racional al irracional, o a las cosas inanimadas, incorpóreas, o abstractas" -- Diccionario Enciclopédico Abreviado), aun los objetos inanimados y los ani­males son presentados como dando alabanza a Dios.  Véase el Salmo 148.

        -- Al que está ... los siglos --  El rendirles a Dios y al Cordero (Cris­to) esta honra y gloria fue una manera impresionante de mostrar que Cristo era digno de desatar los sellos y así revelar el futuro.

       

        5:14 -- Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos --

        -- Amén --  significa "de cierto" o "así sea".  Véase Apocalipsis 3:14, comen­tario.

        El homenaje a Dios y a Cristo es completo y universal.  El cielo está en control absoluto.  Ahora los sellos pueden ser abiertos.

CAPITULO 6

 

        El poder de Dios (capítulo 4) y el amor de Dios en Cristo Jesús (capítulo 5) suplían todas las necesidades del cristiano perseguido del siglo primero pa­ra que él tomara ánimo en su lucha en contra del pecado.  Ahora, en el ca­pítulo 6, el Cordero abre los sellos.  Se revela el destino.

        6:1 -- Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira --

        Cristo abre el primer sello.  El primer sello representa a Cristo en su obra conquistadora por medio del evangelio.  Compárense Lucas 10:18; 11:22; -1 Corintios 15:25,26.

       

        6:2 -- Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer --

        -- caballo blanco ... arco -- El caballo es símbolo de guerra (Isaías 31:1-3; Job 39:22-28), como tam­bién lo es el arco.  "Caballo blanco" sugiere una guerra de justicia.  "El que lo montaba" era Cristo (Juan 16:33; A­pocalipsis 3:21; 5:5).  Véase el pasaje paralelo de Apocalipsis 19:11-16.  La idea de un Cristo conquistador penetra todo el libro de Apocalipsis.

        -- y le fue dada ... vencer --  La "corona" es emblema de triunfo como tam­bién de realeza.  En Apocalipsis 14:14, corona de oro.

       

        6:3 -- Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira --

        El Cordero abre el segundo sello.  El segundo ser viviente de­cía lo mismo que el primero (versículo 1).  Así decían el tercero y el cuarto (versículos Apocalipsis 6:5,7).     

        La obra salvadora de Cristo es seguida por la obra destructora de Sata­nás.  El segundo sello representa matanza y mortandad de gente.  Dondequiera que vaya Cristo, viene en seguida la persecución.  (Véase Mateo 10:24-39).

       

        6:4 -- Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada --

        -- caballo, bermejo -- Significa matanza (en la persecución).  La guerra en general no es simbolizada en este versículo, como lo es en el cua­tro.     

        -- y al que lo montaba le fue dado --  Esto indica que el trono controla.  El que estaba sentado sobre ese caballo no tenía poder o autoridad en sí.  "le fue dado" poder.

        -- poder de ... a otros --  El mismo verbo, que aquí se traduce "se mata­sen" se encuentra también en Apocalipsis 5:6,9,12; 6:9; 18:24;  Los perseguidores quitan la paz y matan.

        -- y se le dio una gran espada --  machaira significa espada corta, o sea cuchillo para hacer sacrificio.  Es la palabra hallada en Mateo 10:34.  La espa­da de persecución sigue a la obra del evangelio.  Considérense Mateo 5:10-12; Lucas 21:12; Hechos 4:1; 5:17; 12:1-2; etcétera.

        El segundo sello, pues, representa la matanza de cristianos en la persecu­ción.

       

        6:5 -- Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano --

        El tercer sello abierto: opresión económica y pobreza debida a injusticias.

        -- un caballo negro --  El negro es símbolo de pesar y dolor. 

        -- y el que ... en la mano --  Una balanza en la mano significa escasez.  Véanse Levítico 26:26;  Ezequiel 4:16,17;  5:16.

       

        6:6 -- Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino --

        -- Dos libras ... un denario --  La palabra "libra" es de la grie­ga, choinix, que es un cuarto de galón, o sea como un litro.  Es poco tri­go por un precio tan alto, indicando la escasez.

        -- vino ... aceite -- artículos de lujo.  El tercer sello, pues, es de los pobres (cristianos) sufriendo opresión económica a causa de sus convicciones (Apocalipsis 2:9; 13:17;) (1 Corintios 1:26), y los ricos (no cristianos) no padeciendo nece­sidades.

       

        6:7 --  Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira --

        El cuarto sello revela la muerte a consecuencia de guerras, hambres, pestilencias y fieras.  Los sellos segundo y tercero indican persecución directa de la iglesia de parte del mundo incrédulo (1 Pedro 5:9).  El cuarto indica las angustias y cala­midades comunes de la humanidad descritas aquí con respecto a su efecto en el reino de Dios.  El mundo a través de esta dispensación cristiana perseguirá a la iglesia de Cristo en todas formas.  Pe­ro, éstas no son las únicas calamidades y angustias que tendrá que sufrir.  Co­mo está descrito en Mateo 24; Marcos 13; y Lucas 21, la iglesia sufre juntamen­te con el mundo, porque está en el mundo.

       

        6:8 -- Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra --

        -- Muerte y el Hades --  La muerte derriba y el Hades recoge a los espíritus de los muertos.  El Hades es la morada de las almas de los muer­tos, sean buenos o malos.  Esta palabra se halla en los siguientes textos: Ma­teo 16:18; 11:21; Lucas 10:15; 16:23; Hechos 2:27,31;) (1 Corintios 15:55;) Apoca­lipsis 1:18; 6:8; 20:13.  Véase Apocalipsis 1:18, comentario.  El Hades siempre sigue a la muerte.

        -- le fue dada potestad -- como en el versículo 4, significa que Dios con­trola todas las cosas.  En esto hay gran consolación para el creyente.

        -- sobre la cuarta parte de la tierra  = juicios y pruebas parciales.

        -- para matar con espada --  En este pasaje la palabra "espada" es de la griega hromphaia, no machaira como en el versículo 4.  En este versículo se in­dica la matanza de guerra, en la cual todo el mundo sufre.  (Esta palabra se emplea en Apocalipsis 2:16; 19:21).

        -- mortandad -- o sea peste, como en Éxodo 5:3; 9:1-7.

        En Ezequiel 14:21 vemos un caso semejante de juicio de Dios sobre Jerusa­lén, empleando Dios los mismos juicios terribles mencionados en este pasaje.

       

        6:9 -- Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían --

        El Cordero abre el quinto sello, y así revela el reposo goza­do por las almas de los mártires, y la razón por qué hay una demora en su ven­ganza.  (El segundo sello indicó su martirio.  Antipas fue uno de ellos; Apocalipsis 2:13).

        -- vi bajo el altar --  Es donde era echada la sangre de los animales sa­cri­ficados (Levítico 4:7).  Cristo es nuestro "altar" (Hebreos 13:10), y por su cau­sa algunos han sido sacrificados (por ejemplo, -2 Timoteo 4:6).

        -- las almas de los que habían sido muertos -- Dice Levítico 17:11, "Por­que la vida de la carne en la sangre está".  El hombre tiene alma; los Testi­gos de Jehová enseñan lo contrario.  En la sangre está la vida de la carne, pe­ro el alma es otra cosa.  Ellos habían sido muertos porque defendían el evange­lio de Cristo.  Su sangre había sido derramada.  Murieron, pues la vida de la carne en la sangre está.  Pero ¡no dejaron de existir!  ¡No fueron aniquilados y olvidados!  Juan vio sus almas, y oyó sus voces y lo que decían.

        Ellos se refirieron a los que "moran en la tierra" (versículo 10), porque ellos estaban en el Hades, donde moran las almas hasta la resurrección (véase Apocalipsis 6:7,8, comentario).  ¡Estaban conscientes!  La muerte del cuerpo no es el fin de la existencia de uno, porque el hombre es más que cuerpo y respiración.  Es­te pasaje es un golpe de muerte a la doctrina del materialismo de que el alma "duerme" y por eso no siente ni sabe nada. 

       

        6:10 -- Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? --

        -- Y clamaban a gran voz ... en la tierra -- Sabían que la Jus­ticia Divina les vengaría, pero no entendían por qué se demoraba.  La razón se les dio en el versículo siguiente.

        No pedían venganza personal, sino que viniera el día de la justicia de Dios cuando los malos serán castigados.  Sabían que a Dios le toca la venganza (Roma­nos 12:19; Lucas 18:7,8).   Véanse también Génesis 4:10; 18:25;) (2 Tesalo­nicenses 1:6;) Hebreos 10:34.

       

        6:11 -- Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos --

        -- vestiduras blancas -- símbolo de pureza y victoria sobre el pecado, porque habían sellado su testimonio con su sangre (muerte física).  Véanse Apocalipsis 3:4; 4:4; 7:9,13; 19:8.

        -- se les dijo que descansasen --  Véanse Apocalipsis 14:13; Lucas 16:23-25.  Las al­mas de los justos reposan en el Hades hasta el Juicio Final.

        -- un poco de tiempo, hasta ... como ellos --  Véase (1 Pedro 5:9;)  La igle­sia se encontraba en un período de persecución de parte de la Roma pagana.  Los que ya habían experimen­tado el martirio descansarían por un poco de tiem­po, mientras otros les segui­rían en la muerte.  Ese poco de tiempo terminó cuando cayó la Ro­ma pagana y per­seguidora (en el tiempo de Constantino).  Este plazo de tiempo corresponde al "poco tiempo" de Apocalipsis 12:12.

        Cristo reveló a sus santos perseguidos la razón de la demora aparente en no vengarles de una vez, ya en el mismo tiempo de estar siendo sacrificados en el martirio.  Pero pronto los perseguidores serían sumariamente castigos; se­ría des­pués de ese "poco de tiempo".

       

        6:12 -- Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre --

        El sexto sello revela la seguridad de juicio terminante so­bre la gran causa de la persecución de la iglesia primitiva: el imperio romano paga­no.  (No se identifica este poder perseguidor hasta el capítulo 13 y los sigui­en­tes).

        Estos símbolos de gran conmoción de la tierra y de los cuerpos celestia­les se encuentran en el Antiguo Testamento (por ej., en Isaías 13:10) y en el Nuevo (Mateo 24:29), para describir juicios de Dios contra ciertas naciones, y no el Juicio Final y Universal.  Al mundo perseguidor del tiempo de Juan (el imperio romano) le esperaba este gran juicio punitivo, descrito ahora en el sexto sello.

       

        6:13 -- y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento --

        Una continuación de la descripción simbólica de la des­trucción final del imperio romano pagano.  Sigue en el versículo 14.

       

        6:14 -- Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar --

        Este simbolismo se encuentra en forma semejante en Isaías 34:4 y en Ezequiel 26:15,18, tocante a juicios de Dios en tiempos del Antiguo Testa­mento.  Describen la caída completa de naciones poderosas, juzgadas por Dios.

       

        6:15 -- Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes --

        Toda clase de gente, desde los reyes hasta los siervos, por ser de la nación pagana y perseguidora, ahora buscaba refugio de la ira de Dios, pero sería en vano.

       

        6:16 -- y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero --

        En el Antiguo Testamento vemos la misma figura usada en co­nexión con la destrucción de naciones poderosas de parte de Dios (Oseas 10:8 e Isaías 2:19).  Jesús usó esa figura referente a la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. de J.C. (Lucas 23:29,30).  Ahora, se emplean estas figuras o símbo­los para describir la destrucción completa de la nación pagana que perseguía a los santos de los primeros siglos de esta era.

       

        6:17 -- porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? --

        Compárese Nahúm 1:6 (una destrucción que Dios enviaría so­bre Nínive).  Como nadie podía sostenerse en pie en aquella destrucción profe­tizada por Nahúm, tampoco nadie podría sobrevivir la destrucción de los perse­guidores de la i­glesia de Cristo en los primeros siglos de esta era, y nadie podrá hacer­lo en el Gran Día Final.

       

        Las descripciones de los versículos Apocalipsis 6:12,17; agregan terror al cuadro ge­ne­ral.  El espanto y terror y miedo y pavor del "gran día de ira", en que Dios des­truiría al imperio romano pagano, es presentado bajo un doble simbolismo del universo estallado, y de la humanidad asombrada.  El cuadro simbólico sig­nifica lo terrible de la ira de Dios contra el mundo que perseguía a la igle­sia del Señor, y que no obedecía al Cordero.

        El día de la ira de Dios, en contra de los incrédulos, es al mismo tiempo un día de vindicación para los santos perseguidos.

CAPITULO 7

       

        El gobierno moral demanda que los sellos de persecución sean seguidos de las trompetas de juicio.  Parece que ahora deberían seguirse las trompetas, pe­ro primero se presenta el capítulo 7 que nos asegura que los redimidos están sella­dos.  Este capítulo presenta, pues, el sellado de los siervos de Dios (pa­ra pro­tección), y la felicidad de ellos por la eternidad.

        Hay dos visiones, o cuadros, en este capítulo.  Los versículos Apocalipsis 7:1-8 pre­sentan el sellado de los redimidos.  Después de esto, Juan vio otro cuadro (ver­sículos Apocalipsis 7:9-17).  Vio a la misma gente, pero es otro punto el que está bajo con­sideración: su felicidad a través de la eternidad.  Juan no vio a dos gru­pos distintos en un mismo cuadro, o visión.  (Los Testigos de Jehová enseñan que los "144,000" van a estar en el cielo, y la "gran multitud" va a estar en esta tierra "renovada".  Se basan en este capítulo).  Pero la "gran multitud" se pre­senta como en el cielo, "delante del trono de Dios" (versículo Apocalipsis 7:15).

        7:1 -- Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol --

        -- Después de esto -- o sea las cosas de los sellos mencionados en el capítulo anterior.  Esa expresión introduce otro aspecto del mensaje re­vela­do en este gran libro.  Es una frase que se repite mucho en este libro (Apocalipsis 4:1; 7:9; 18:1; 19:1).  Así es que en el versículo Apocalipsis 7:9 un cuadro nuevo y dife­rente es visto (aunque del mismo pueblo).

        -- vi a cuatro ... ningún árbol --  La presentación de los juicios de Dios sobre la tierra es detenida por un tiempo para permitir que sean sellados los cristianos.  En este simbolismo vemos que estos juicios son para los injustos y que los justos son sellados por Dios y por eso no serán dañados por dichos jui­cios.

        Dios hace uso de sus siervos, los ángeles, para controlar su gran univer­so.  Nada se mueve sin su permiso y órdenes.

       

        7:2 -- Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol --

        -- sello del Dios vivo -- El sello es el nombre del Cordero y de Dios el Padre (Apocalipsis 14:1; 22:4). 

        Las Escrituras usan la palabra "sello" para indicar tres cosas: (1) pro­tec­ción (Mateo 27:66; Apocalipsis 5:1), (2) posesión legítima, o propiedad (Canta­res 8:6; Efesios 1:13 con Romanos 8:16 y Hechos 20:28; y (3) certifica­ción de carácter genuino (Ester 3:12).  El cristiano es sellado en este senti­do triple.  Ser sellado de Dios es ser reconciliado o aceptado por Dios (2 Ti­moteo 2:19;) Mateo 10:33; 25:34; compárese Mateo 7:23).  El cristiano lleva el nombre de Cristo y es hijo de Dios (Hechos 11:26;)(2 Corintios 6:16-18).  Los sellados, pues, son los obedientes a Dios del Antiguo Testamento como del Nue­vo.  Todos los salvos de los dos Testamentos (véase Hebreos 9:145), son redi­midos por la sangre del Cordero (Cristo), y son salvos por la gracia de Dios (Tito 2:11).  Dios y Cristo reconocen a sus seguidores y los protegen y final­mente les darán la vida eterna.  Todo esto es simbolizado bajo la figura de sellarlos.

       

        7:3 -- diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios --

        En medio de juicios de Dios, su pueblo está sellado (protegi­do).  (No se le promete al cristiano que será exento de persecuciones --Juan 16:33;)  (2 Timoteo 3:12;)-- sino que será salvo del efecto de ellas).

        Los juicios de Dios no caen a la ventura.  Los suyos están protegidos.  Compárense los casos de Lot (Génesis 19:22), de los israelitas en Egipto (Éxodo 12:7-13), y de los inocentes en la visión de la matanza de los perversos (Eze­quiel 9).

       

        7:4-8 -- Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.  5  De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados.  6  De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados.  7  De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados.  8  De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados --

        Esta sección enfatiza el aspecto judaico de la iglesia de Cristo.

        -- ciento cuarenta y cuatro mil --  Este número es el resultado de multi­plicar doce por doce por mil.  Sabiendo que los sellados son los salvos de los dos Testamentos, el primer doce (12) representa a las doce tribus de Israel.  El segundo doce (12) representa a los doce apóstoles de Cristo del Nuevo Tes­tamen­to.  El número mil (1000) es un número para indicar lo indefinido, o sea una gran cantidad.  Este simbolismo (el número simbólico) sugiere que los se­llados (los salvos y reconocidos por Dios y por Cristo) son un gran número de personas de las dos dispensaciones (la ley de Moisés, y la ley de Cristo).

        En Apocalipsis 21:12,14, "la gran ciudad santa de Jerusalén" (que es el pueblo redi­mido de Dios) tiene doce puertas con los nombres de las doce tribus de Israel escri­tos en ellas, y doce fundamentos con los nombres de los doce apóstoles es­critos en ellos.  El número "144" viene, pues, de multiplicar 12 por 12, y sim­boliza el pueblo de Dios de los dos Testamentos.  En Apocalipsis 21:17 vemos que el muro de la santa ciudad medía 144 codos.  Estos números simbólicos bien representan al pueblo de Dios de todo el tiempo.

        -- de todas las tribus de los hijos de Israel --  Los versículos Apocalipsis 7:5-8 dan doce nombres de las tribus de Israel, y cada nombre representa doce mil.  Multi­plicando doce mil por doce, tenemos el número de 144,000.  Claro que es sim­bólico todo el pasaje, pues de otra manera los 144,000 serían todos judíos.  ¿Qué clase de consolación sería ésta para los cristianos perseguidos del sig­lo primero a los cuales escribió Juan esta carta?  La verdad es que el pue­blo de Israel (formado de doce tribus) del Antiguo Testamento era tipo del pueblo de Dios en Cristo.  Es decir, Israel (los judíos) era tipo de la iglesia (los cristianos de todas las naciones).  La iglesia es el antitipo.  En el Nuevo Testamento la iglesia de Cristo es presentada como el Israel espiritual (Roma­nos 2:28,29; 9:6,7, 27,28; Gálatas 3:7-9, 26-29; 6:16; Santiago 1:1).

        Según Apocalipsis 14:1-4, los 144,000 son los "comprados de entre los hombres por pri­mi­cias para Dios y para el Cordero".  La palabra "comprados" es de la palabra griega agoradzo, la cual se encuentra en los textos siguientes: (1 Corintios 6:20; 7:23;) (2 Pedro 2:1) y Apocalipsis 5:9.  Estos textos se refieren a los cristianos, que figuradamente han sido comprados por Cristo para ser propiedad o posesión de él (Tito 2:14).  Además, vemos que las "primicias" son los cris­tia­nos (Santiago 1:18).  Los 144,000, por eso, son los salvos de Dios de todas las naciones (Apocalipsis 5:9; 7:9; 14:3-4).  Véase Apocalipsis 5:9, comentario.

        En conclusión, vemos que (1) los 144,000 son los "comprados", Apocalipsis 14:3; (2) los "comprados" son "de todo linaje y lengua y pueblo y nación", Apocalipsis 5:9 (véanse también Mateo 28:19; Marcos 16:15,16; Hechos 1:8; Gálatas 3:26-28).  (3) Se si­gue que los 144,000 son los salvos de todo el tiempo.  ¡El número es figurado!

        Además, los 144,000 son los mismos que la gran multitud (nada más vistos bajo otra figura para enfatizar otro aspecto de su condición espiritual).  Considérense estos hechos:  (1) la gran multitud de toda nación, Apocalipsis 7:9; (2) los comprados de toda nación, Apocalipsis 5:9; (3) los 144,000 comprados, Apocalipsis 14:3; (4) por lo tanto, la gran multitud y los 144,000 son los mismos.

       

        7:9 -- Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos --

        -- Después de esto -- Juan ahora recibe otra visión.  Esta vi­sión es distinta a las anteriores presentadas bajo otros simbolismos y para de­clarar otras verdades.  No es parte de la visión anterior.  Los Testigos de Je­hová dis­tinguen entre los 144,000 y los del versículo 9, como si Juan hubiera visto a dos grupos distintos, el uno en un lado y el otro en otro.  Ellos en­señan que los 144,000 son un grupo particular, de número específico y fijo, que irá a los cielos, mientras que los demás salvos habitarán eternamente esta misma tierra.  Pero Juan no vio a dos grupos contrastados.  Vio otra visión distinta, como ve­mos en Apocalipsis 4:1; 7:1; etcétera.  ¿Que vio en esta visión?  Vio a los redimidos gozan­do de la felicidad eterna en el cielo.  En la visión ante­rior (los versículos Apocalipsis 7:1- 8), vio sellar a los redimidos en la tierra.  Des­pués vio la bienaventuranza de ellos en el cielo.

        -- y he aquí ...lenguas --  En esta visión vio Juan a la misma gente, pero bajo otra figura.  Esta vez la figura enfatiza el elemento gentil del pueblo de Dios (la iglesia de Dios), como en la otra visión se enfatizó el elemento judai­co (las doce tribus).  Véanse Efesios 2:14-18; Mateo 28:19; Colosenses 2:11; 3:11.

        La iglesia triunfante es el punto enfatizado en esta sección (los ver­sículos Apocalipsis 7:9-17).  La iglesia tiene que sufrir en este mundo, pero el punto prin­cipal es este:  saldrá finalmente la iglesia de todas sus tribulaciones.

        Los redimidos no van a estar por una eternidad en un supuesto mundo reno­vado, sino estarán "delante del trono de Dios y le sirven día y noche en su tem­plo; y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos" (ver­sícu­lo 15).  Este versículo Apocalipsis 7:9; también dice "delante del trono".

        -- que estaban ... las manos --  "Ropas blancas" simboliza pureza e inocen­cia.  Véanse Apocalipsis 7:14; 6:11;) comentario.  "Palmas en las manos" simboliza regocijo y celebración.  Véase Levítico 23:40;en particular.

        7:10 -- y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero --

        La gran multitud alaba a Dios por su salvación obrada por Cristo Jesús.  Véanse (1 Timoteo 2:3,4;) (1 Pedro 1:9;)  Tito 1:3,4; Efesios 3:11.

         7:11 -- Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios --

        Los seres celestiales (los ángeles) comprenden bien la magni­tud de la obra de redención (Efesios 3:10).  Los ángeles tuvieron parte en el Gran Plan de Dios para la salvación del hombre (Hebreos 1:14).  Así es que to­do ángel del cie­lo alaba a Dios por lo que ha hecho.

        7:12 -- diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén --

        Compárese este versículo con Apocalipsis 5:12.  Comienzan su atribución de alabanza con "amén" y la terminan con "amén".

        7:13 -- Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?  --

        Esta pregunta, hecha por uno que representaba a los redimi­dos (véase Apocalipsis 4:4, comentario), sirve para enfocar la atención en la identidad de la gran multitud.

        7:14 -- Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero -

        -- han salido -- Mas bien, como lo expresa la Versión La Bi­blia de las Américas, "Estos son los que salen de la gran tribulación".  El texto griego emplea el tiempo presente, el cual indica acción continua.  Los redimidos son quienes obedecen al evangelio, y así reciben el perdón de sus pecados, y luego son pacientes en la tribulación que viene a consecuencia de no negar el  nombre de Cristo.  (Dios no promete a nadie hallarse siempre li­bre de persecu­ción, sino promete la victoria sobre la persecución).  Los que salen victorio­sos, con fe y conciencia no manchada, dan a Dios toda la gloria por su victoria.  Véase -1 Jn 5:4.

        Respecto a la frase "han lavado sus ropas", véanse Apocalipsis 1:5; Isaías 1:18; He­chos 22:16; Hebreos 9:14;) (1 Pedro 1:22;) (1 Jn 1:7;)

       

        7:15 -- Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos --

        Los redimidos estarán sirviendo a Dios de continuo, mientras go­zan de la comunión y protección de Dios a través de la eternidad.

        7:16, 17 -- Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;   17  porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos --

        Estos habían sufrido cosas así (Apocalipsis 6:8), pero ya no más.  A­hora el cordero redentor es su pastor (Juan 10:11;) (1 Pedro 5:4) para mirar por todas sus necesidades, y esto por toda la eternidad.  Habían sembrado con lágrimas; ahora siegan el rego­cijo (Salmos 126:6).

CAPITULO 8

        

        El capítulo 6 presentó seis de los siete sellos.  Luego capítulo 7 presen­tó un interludio (el sellado de los 144,000, y la gran multitud en el cie­lo).  Ahora sigue el séptimo sello, que introduce las siete trompetas.

        La acción simbolizada por estas trompetas no sigue en orden cronológico la acción simbolizada por los sellos, sino que es sincrónica con ella.  Las trompe­tas presentan una idea distinta, revelando una verdad diferente.  La iglesia perseguida ora a Dios, y Dios responde a sus oraciones con juicios parciales sobre el mundo perseguidor, con el fin de hacerlo arrepentirse.  Pero, los perseguidores no se arrepienten (Apocalipsis 9:21).

        8:1 -- Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora -          El séptimo sello abierto.

        -- silencio en el cielo --  Las salidas de Jehová, para juzgar con casti­gos, varias veces en los profetas son introducidas por una referencia al si­lencio.  Véanse Sofonías 1:7; Zacarías 2:13; Habacuc 2:20.

        8:2 -- Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas --

        El número siete se emplea para enfatizar lo completo de la ac­ción.  Las trompetas advierten (Ezequiel 33:1-5); dan el aviso de guerra (Josué 6).  Aquí estas trompetas anuncian castigos retribuyentes, parciales de natura­le­za, y designados para guiar al arrepentimiento al mundo perseguidor (Apocalipsis 9:21).  No indi­can el castigo completo y final de Dios, porque afectan solamente a una tercera parte.  Están cargadas de advertencias serias para to­dos.

        Las primeras cuatro afectan la creación natural (la tierra, el mar, las fuentes de agua, y la atmósfera).  Las últimas tres son trompetas de ayes, que cubren a los hombres con dolor, muerte y destrucción.

        8:3 -- Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono --

        El incienso era ofrecido en el lugar santo del tabernáculo (He­breos 9:1-6) en el altar de oro (Exodo 30:1-10), pero el fuego era obtenido en el altar de holocausto en el atrio del tabernáculo (Exodo 27:1-8; Levítico 16:12,13).

        -- mucho incienso -- En Apocalipsis 8:5:8 el incienso simbolizó las oraciones de los san­tos.  Aquí se añade a las oraciones de todos los santos.  Puede representar a la intercesión de Jesucristo (Hebreos 7:25).

        Perseverando en oración, el santo recibirá su venganza de parte de Dios (Lucas 18:1-8; Apocalipsis 5:10,11).

        8:4 -- Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos --

        Estas oraciones son aceptadas por Dios.  El las oye, y los jui­cios sobre la tierra son su respuesta a esas oraciones.  Compárense Éxodo 3:7-10; San­tiago 5:13-18.

        8:5 -- Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto --

        Dios responde.  Sus trompetas de advertencia son introducidas con un despliegue espantoso de poder.  ¡Dios sí ama a los suyos y los cuidará!

        -- lo arrojó a la tierra -- significa que todo lo que sigue de jui­cios es de Dios.

        -- y hubo truenos ... terremoto -- Tal figura de acción divina en contra del enemigo se halla en el Antiguo Testamento (Isaías 19:6;) (1 Samuel 2:10;) Joel 3:16).

        8:6 -- Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas --

        Se alistan para tocar las trompetas que simbolizan juicios con­tra los enemigos de Dios para conducirles al arrepentimiento.

        8:7 -- El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde --

        La primera trompeta es tocada.

        -- hubo granizo ... lanzados sobre la tierra --  Esta obra es de Dios.  Com­párense Génesis 19:24, la destrucción de Sodoma y de Gomorra; y Exodo 9:22-26.

        -- y la tercera parte ... verde --  Dios castiga a los perseguidores de la iglesia con desastres en la tierra (sean los perseguidores de la antigua Roma pagana, o sean los de cualquier otro tiempo en esta dispensación cristiana).  Estas calamidades, no importa su naturaleza, son controladas desde los cielos.

        8:8 -- El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre --

        La segunda trompeta es tocada.  La conversión del mar en san­gre es semejante a la primera plaga que Dios trajo sobre Egipto (Éxodo 7:15-25).

        Aunque Dios hace uso de calamidades naturales, en la tierra y en el mar, es mejor no pensar en calamidades literales tanto como en el efecto logrado por éstas.   ¿Qué significa el signo o símbolo?   Cristo aquí está revelando que Dios castiga parcialmente a los malos y que esto es para que consideren su caso y se arrepientan.

        Una montaña puede representar a un poder mundial.  Véase Jeremías 51:25.  La destrucción de cualquier nación o naciones,  de parte de Dios, (precipita la montaña en el mar), es un acto divino designado para producir arrepenti­miento en los demás hombres perseguidores de la Verdad. 

        El mar simboliza sociedades del mundo (Apocalipsis 17:1,15; Daniel 7:2,3).  El acto sim­bólico de precipitar una gran montaña en el mar puede apuntar a la caída de cual­quier sociedad corrupta, cosa lograda por la Providencia de Dios.

        La Roma pagana y perseguidora fue una "montaña precipitada en el mar" por Dios, como respuesta a las oraciones de los santos, pero de igual manera Dios destruye cualquier sociedad corrupta y oponente de la Verdad.

        La segunda trompeta puede representar calamidades naturales en el mar, co­mo tormentas y accidentes consecuentes, usadas por Dios para advertir a los in­crédu­los y conducirlos al arrepentimiento.

        8:9 -- Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida --

        Se simboliza el efecto mortal que la Providencia de Dios obra en una parte de los objetos de su ira.  Juicios parciales implican que el casti­go completo puede seguir (si no hay arrepentimiento).

        8:10 -- El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas --

        La tercera trompeta es tocada.  Como en el caso de gobiernos o sociedades, que son representados por una montaña, líderes paganos han sido des­critos bajo figuras de objetos naturales.  El rey de Babilonia es llamado Lucero (la estrella del día) (Isaías 14:12).  Esta trompeta puede r­epresentar, pues, la caída de líderes mundiales, a consecuencia de la intervención directa de Dios.

        O bien puede representar calamidades naturales en los ríos y fuentes de a­gua, como diluvios y epidemias, causadas por el agua contaminada.

       

        8:11 -- Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas --

        -- Ajenjo -- Véanse Deuteronomio 29:18; Jeremías 9­:15,16; La­men­taciones 3:19; Éxodo 9:22-26.  Aquí se simboliza la amargura y tristeza de vida causadas por los juicios de Dios.  La vida de rebelión contra Dios trae en sí la semilla de calamidad, amargura y tristeza.

        Muchos murieron, pero no todos.  Son juicios parciales.  Los malos no pue­den escapar los juicios de Dios.

        8:12 -- El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche --

        La cuarta trompeta es tocada.  Compárese Éxodo 10:21-23.

        La decadencia moral de un pueblo es simbolizada en las Escrituras con la obscuridad (Jeremías 4:23).  Los juicios de Dios sobre naciones, en tiempos del Antiguo Testamento, se describen con lenguaje semejante al de este pasaje.  Véanse Isaías 13:10; Amós 8:9; Ezequiel 32:7,8.

        Los cuerpos celestiales son símbolos de luz, dirección, y bienestar.  La li­mitación de su función indica la falta de esas cosas.  Así es que en esta cuarta trompeta se simboliza la falta de luz y dirección de parte de líderes de sociedades que conduce a la decadencia moral y la corrupción.  Esto debe servir de advertencia, antes de que venga la destrucción completa de todos.

        Algunos ven en esta trompeta el uso de Dios de estos cuerpos luminosos para traer calamidades sobre los hombres para causar lobreguez y tristeza.

        El punto principal es que estas cuatro trompetas significan que Dios está advirtiendo al hombre malo, trayendo sobre él en muchas formas y maneras el "fruto de sus pensamientos" porque aborrece la ley de Dios (Jeremías 6:19).  Al ver lo que le está pasando, debería arrepentirse.  Estas "trompetas" se están tocando de continuo en la historia de la raza humana.  (La Roma perse­guidora las oía también, pero no se aprovechó de ello).

        8:13 -- Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles! --

        -- un ángel volar -- Otras versiones (por ej., Versión La Bi­blia de las Américas, Versión Hispano-americana, Versión Moderna) dicen, "un águila". Según el texto griego de Westcott y Hort la palabra es aetos, águila. Es la misma palabra hallada en Apocalipsis 4:7, aun en esta versión, Versión Valera Revi­sión de 1960, donde se traduce "águila". 

        El águila es un símbolo adecuado para hacer tal anuncio como el de este pa­saje.  Considérense Job 9:26; Oseas 8:1; Habacuc 1:8; Mateo 24:28.

        Las últimas tres trompetas son puestas en una clase aparte.

CAPITULO 9

        9:1 -- El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo --

        La quinta trompeta es tocada.  Representa la obra del diablo como castigo y como advertencia para los malos, para que se arrepientan.

        -- vi una estrella que cayó del cielo --  Juan no vio a una estrella caer; vio a una estrella caída.  Dice la Versión Hispano-americana, "vi una estrella caída del cielo".  Así lo expresan otras versiones también. 

        Considerándose Lucas 10:18, y la descripción general de este pasaje, es muy probable que se haga referencia a Satanás.  No se trata en este versículo el o­rigen de esta "estrella", sino su condición de caída (poder quebrantado).

        -- se le dio --  El poder de Satanás está limitado o circunscrito.  Se le permitió abrir el pozo del abismo (compárese Lucas. 8:31), para soltar a los de­monios que incitan al mal.  Este abismo es la morada de los espíritus demonia­cos.

        9:2 -- Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo --

        -- Y abrió el pozo del abismo -- El  diablo incita a iniquidad.

        -- subió humo ... del pozo --  El dios de este mundo ciega el entendimien­to del incrédulo (2 Corintios 4:4), y engaña (Colosenses 2:4;) (1 Jn 2:26).  Este humo, pues, simboliza la falsedad, el engaño, el error, la tristeza, la obscuridad moral, y la corrupción.  Es decir, lo que carece de la luz de la ver­dad.  El diablo trae una obscuridad moral sobre los hombres a consecuencia de sus pecados y para castigo.

        -- como humo --  Nótese en esta sección la palabra "como" (los versículos Apocalipsis 9:2,3,5,8;) etcétera.  También se usa la frase "semejante a".  Estas palabras su­bray­an lo simbólico del pasaje.

        9:3 -- Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra --

        -- Y del humo salieron langostas -- Compárese Exodo 10:4-15.  Joel 1,2 describe la obra destructora de un ejército de langosta que Dios en­vió contra Judá para humillarle; Judá se arrepintió.  Aquí tenemos un cuadro sim­bóli­co de destrucción obrada por Satanás en las vidas de los incrédulos.  (El nombre Abadón, o Apolión, significa "destructor"--versículo Apocalipsis 9:11;).  El peca­do trae en sí la semilla de destrucción. 

        -- y se les dio poder --  Dios no detiene al diablo para que no haga su o­bra; al contrario, lo deja.  Dios permite que los pecadores sufran las conse­cuencias de sus pecados, para despertar en ellos un reconocimiento de la nece­sidad de arrepentirse.  Compárese Romanos 1:27.

        9:4 -- Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes -- El engaño y la trampa del pecado causan dolor solamente a los que se identifican como del mundo, y no de Dios.  Compárese Apocalipsis 7:2,3.

        La langosta literal daña a la vegetación verde, pero éstas simbólicas cau­san daño mental en los incrédulos.  Estos tiene su mente entenebrecida (Efe­sios 4:17-19).

        9:5 -- Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre --

        El poder del diablo, aun en contra de los inicuos, está limi­tado.  En este caso se le permite atormentar, pero no matar.  Como el aguijón del escorpión no es mortal, pero sí causa gran dolor, así el pecado tiene el poder de atormentar al pecador.

        -- cinco meses  = tal vez simbolice lo incompleto de la obra de atormen­tar.

        9:6 -- Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos --

        Considérense Job 3:20-26; Jeremías 8:3.  Aquí tenemos un cua­dro de desesperación, terror, y obscuridad en las almas de los inicuos robados por el pecado de la luz, el gozo, la paz, la sabiduría y el verdadero entendi­miento.  Su condición es intolerable, pero no hay escape.  El pecado no da escape. 

        Hemos notado Romanos 1:27; considérese también Proverbios 5:22,23.

        9:7-10 -- El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas;  8  tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; 9  tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;  10  tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses --

        La descripción de las langostas del simbolismo.  Tienen sie­te características, que constituyen su poder completo para atormentar.

        -- caballos preparados para la guerra --  Como la guerra, el pecado es des­tructivo.

        -- como coronas de oro --  Estas coronas de victoria no eran genuinas, sino solamente como coronas de oro.  La verdadera corona de oro, o de vida, pertenece al santo fiel (Apocalipsis 2:10; 3:11).  La victoria de estas "langostas" era temporal.  En su obra de atormentar, regían como reyes.

        -- caras eran como caras humanas --  Esto simboliza la inteligencia.  Cau­sa­ron aflicción por medio de la mente entenebrecida y envanecida.  Véase Roma­nos 1:21-32.

        -- cabello como cabello de mujer --  Tal vez se simbolice la sujeción de es­tas langostas al diablo.

        -- dientes eran como de leones --  Véase Joel 1:6.  Se simboliza la feroci­dad y crueldad para asolar.

        -- corazas ... a la batalla --  Véase Joel 2:5.   Es un cuadro de pavor pa­ra los objetos de estas langostas.

        -- colas como de escorpiones --  Se simboliza el poder de herir y causar do­lor (y esto por un tiempo incompleto--de cinco meses).  Su daño es doloroso pero no fatal.

        En estos versículos se emplean varias veces las frases "como" y "semejan­te a", enfatizando lo simbólico del pasaje.      

        Esta trompeta de juicio parcial sobre los malos parece simbolizar la pu­tre­facción y la decadencia interna (en el imperio romano pagano) (o en cual­quier poder mundial), la cual conduce por medio de sus líderes corruptos a su caída.  Las fuerzas de decadencia en cualquier nación son usadas por Dios para castigar parcialmente a los malos.

       

        9:11 -- Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión --

        Véase versículo 1.  Es probablemente Satanás mismo.  El nom­bre Abadón (hebreo) y Apolión (griego) significa "destructor".  Véanse Job 26:6; 28:22.  Satanás rige por medio de la mentira y el engaño, y así logra la muerte espiritual de muchos (Juan 8:44).  Su nombre indica su carácter y la na­turaleza de su obra.  Incita al hombre a destruirse, y en el proceso de hacérselo, el hom­bre es atormentado.  Al observar este proceso en acción, todos de­berían ar­repentirse y dejar el pecado atrás, pero pocos lo hacen.

        9:12 -- El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto --

        La quinta trompeta fue el primer ay; la sexta y la séptima trompetas son los últimos dos ayes de los tres.

        9:13 -- El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios --

        La sexta trompeta es tocada.  Esta trompeta tiene que ver con la guerra; es decir, con todas las guerras de todo el tiempo, usadas por Dios como una voz de advertencia a todos los incrédulos. 

        La quinta trompeta trajo tormento para los malos de la tierra; la sexta trae la muerte para una tercera parte de ellos.  Se simbolizan aquí las cala­midades de las guerras, las sediciones o los motines y otros actos de violen­cia pública, en todas partes y en todo el tiempo.  El cuarto sello (Apocalipsis 6:7,8) in­dicaba (en parte) una prueba para el santo (véase Apocalipsis 6:7,8, comentario); la sexta trompeta indica una advertencia punitiva para el malo.

        Dios hizo uso de las guerras de los asirios para castigar a Israel, de los babilonios para llevar cautivos a los judíos, y de los medo-persas para derrotar a los babilonios.  Hizo uso de los romanos para destruir a Jerusalén en el año 70 d. de J.C.  Esta sexta trompeta indica las advertencias de Dios por medio de guerras en general.

        -- y oí una voz ... de Dios --  Esta voz vino del lugar donde el ángel aña­dió incienso a las oraciones de los santos (Apocalipsis 8:3).

        9:14 -- diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates --

        -- Desata ... atados --La respuesta de Dios a las oraciones de los santos.  Estos ángeles todavía no tenían poder para actuar, pero estaban espe­rando órdenes.

        -- junto al gran río Eufrates --  Este río, en la frontera oriental de Is­rael (1 Reyes 4:21), simbolizaba el terreno del enemigo del pueblo de Dios.  Desde allí vinieron los babilonios (Nabucodonosor) para conquistar a Egipto (Je­remías 46:1-13).

        9:15 -- Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres --

        -- Y fueron desatados -- El Trono controla, empleando las acti­vi­dades de las naciones para sus propios fines y propósitos.  Compárese Haba­cuc 1:6-11 ("he aquí, yo levanto").

        -- la hora, día, mes y año --  Dios es quien decide cuándo y cómo los even­tos en la historia humana le sirvan en sus propósitos para el hombre.

        -- a fin de matar ... hombres --  Estos ángeles precipitan al mundo a la guer­ra general, de la cual resulta muerta la tercera parte de los hombres.  Desde hace siglos Dios ha hecho uso de la guerra para advertir al hombre.

        9:16 -- Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número --

        La cantidad indicada en este versículo es simbólica de una can­tidad enorme.  El texto original dice literalmente:  "dos muriades muriadon".  La palabra griega murias quiere decir "diez mil" (como por ejemplo en Hechos 19:19, cinco muriadas, o sea 50,000).  Pero esta palabra en el plural, seguida de la misma palabra en el genitivo plural (como en este versículo, Apocalipsis 9:16), signi­fica una multitud sin número, según el Sr. Thayer, lexicógrafo re­conocido.  La traducción literal en este pasaje es "doscientos millones" (dos por diez mil por diez mil), pero el significado es "una multitud indefinida".  Esta cantidad sim­bólica es suficiente para lograr los propósitos de Dios.  Esa cantidad no puede ser resistida.  Ese es el punto.

        9:17-19 -- Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre.  18  Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.  19  Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban --

        Se describe en simbolismo la fuerza tanto ofensiva como de­fensiva.  Su obra es la de matar y dañar.  Matan a la tercera parte de los hom­bres, y dejan dañados a otros muchos.  Así es con la guerra en general.

        9:20 -- Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar --

        -- Y los otros ... plagas -- Estas "plagas" son dirigidas con­tra el mundo de los incrédulos.  Los que las sobreviven no se aprovechan de la buena lección.

        -- ni aun así se arrepintieron --  El mundo perseguidor viene a ser el mun­do no penitente.

        -- las obras de sus manos ...ni andar --  Aquí vemos que el mal principal del hombre es la idolatría: la adoración de lo que el hombre ha creado, y que por eso carece de vida y poder.  Véase Romanos 1:21-25.

        9:21 -- y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos --

        La mente del idólatra le conduce a practicar tales pecados co­mo los mencionados aquí.  Este es el mensaje de Romanos 1:21-32.

        -- homicidios --  El hombre depravado no aprecia la vida del otro.  Es una ley de Dios que el homicida pague con su propia vida (Génesis 9:6; Números 35:33; Romanos 13:4).

        -- hechicerías --  La palabra griega, que aparece en el Nuevo Testamento so­lamente aquí, en Apocalipsis 18:23, y en Gála­tas 5:20, es pharmakia.  De esta palabra viene "farmacia".  Tiene que ver con drogas, pues el hechicero emplea drogas al apelar a los poderes ocultos a favor de su cliente.  El cliente (la víctima) se somete al poder del hechicero; las drogas ayudan a este fin.

        Hoy en día el uso de drogas ilegales (y aparte del encantamiento de hechi­ceros) para afectar la mente es universal.  Es un pecado condenado severamente por Dios.  Es una obra de la carne.

        -- fornicación  = Cualquier forma de perversión en el acto sexual.  Es el término general, mientras que el término "adulterio" es más limitado, pues invo­lucra a la persona casada.

        -- hurtos --  El hombre que no respeta (teme) a Dios, no se respeta a sí mismo y no respeta al prójimo (ni a la propiedad de él).  Véase Mateo 15:19,20.

        El significado de las trompetas es que Dios continuamente castiga a los perseguidores de la iglesia, por medio de desastres y calamidades de toda cla­se.  La sangre de los mártires es preciosa, y son oídas las oraciones de los santos.  A pesar de estas trompetas que advierten, la humanidad en general no se arre­piente.  Su impenitencia le trae sobre sí misma las copas de ira (ca­pítulos 15,16) y también el juicio final.

CAPITULO 10

       

        Entre los símbolos sexto y séptimo, hay dos interludios.  Entre el sexto sello y el séptimo hubo dos visiones intermediarias (capítulo 7).  Entre las trompetas sexta y séptima también hay dos interludios, o sea, una visión con dos par­tes: el librito (capítulo 10) y los dos testigos (capítulo 11).  Luego toca el ángel de la séptima trompeta (Apocalipsis 11:15-19).

        El capítulo 10, pues, registra la primera parte de la visión intermedia­ria entre las trompetas sexta y séptima.  Es la visión del ángel con el libri­to.

        10:1 -- Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego --

        La descripción de este ángel indica la gravedad de importan­cia de su misión.  "Envuelto en una nube" sugiere una misión de juicio.  Véase Apocalipsis 1:7, comentario.  Fue un ángel "fuerte", como el de Apocalipsis 5:2.   Significa su poder pa­ra eje­cutar su misión.

        10:2 -- Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra --

        -- un librito -- del griego biblaridion (forma diminutiva).  No es el libro del capítulo 5.

        ¿Qué simboliza este "librito"?  La respuesta determina la interpretación que se dé a Apocalipsis 10:1-11:14.

        Algunos entienden que el librito simboliza el mensaje del evangelio, que es dulce en sí (Salmos 119:103), pero como cristianos tenemos que sufrir la perse­cu­ción amarga (2 Timoteo 3:12;) (1 Pedro 2:19-21).  Tomando esta posición mu­chos creen que la séptima trompeta simboliza la destrucción del fin del mun­do (ca­pítulo 11).

        Pero las trompetas simbolizan advertencias de Dios y representan juicios parciales.  A mi juicio es mejor interpretar esta sección (los capítulos 10 y 11) de acuerdo con esto.  Véanse los versículos Apocalipsis  10:9-11;

        -- y puso su pie ... tierra --  La misión del ángel es universal; tiene un mensaje que involucra a todos.

        

        10:3 -- y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces --

        -- y clamó ... león  = declarar con voz fuerte, distinta, y te­rrible.  Compárese Amós 3:8.  Las advertencias de Dios son poderosas y claras, para la información de todo el mundo.

        -- siete truenos emitieron sus voces --  Parece que emitieron voces de ad­vertencia.  Los truenos se asocian con los juicios poderosos de Dios (Apocalipsis 8:5; 11:19; 16:18).

        10:4 -- Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas --

        Estos truenos revelaron mensajes de advertencia, pero no se le permitió a Juan escribirlos en el libro.  "Sellas las cosas que los siete true­nos han dicho, y no las escribas".   Dios tiene otros medios y fuerzas dis­poni­bles, aparte de los que simbolizan las trompetas, que obran en el destino de su iglesia y en el del mundo incrédulo.  No le toca al hombre saber todos los facto­res que determinan el futuro.  (El cristiano anda por fe (2 Corintios 5:7).  Véase Deuteronomio 29:29.  Compárese Daniel 12:4.

        10:5 -- Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo --

        El ángel hace un gesto que indica apelación a Dios como Tes­ti­go.  Compárese Génesis 14:22,23.  Su postura indica que la aplicación de su men­saje sería universal.

       

        10:6 -- y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más --

        -- y juró ... están en él -- ¡Qué solemne este juramento!

        -- que el tiempo no sería más --  Algunas versiones dicen que no habría más dilación o demora (Versión Moderna; Versión La Biblia de las Américas, en el margen).  La palabra griega chronos puede significar "tiempo" y "dilación" (de­mora, o tardanza).  La interpretación de esta sección (los capítulos 10 y 11) depende en gran parte de la definición que se dé a esta palabra.  Si es "tiempo", entonces se anuncia que viene el juicio final y que por eso no va a haber más tiempo, sino una eternidad.

        La forma verbal de la palabra chronos se traduce en Mateo 24:48; Lucas 12:45; Hebreos 10:37; etc., "tardar".  Por eso algunas versiones en Apocalip­sis 10:6 dicen que no habrá más dilación, o tardanza.  Dado que la sección de Apo­calipsis que trata de las trompetas tiene que ver con advertencias de Dios (en juicios parciales) con­tra el mundo perseguidor, es muy probable que el án­gel esté diciendo que no iba a haber más tardanza o demora antes de consumar el mis­terio de Dios (versículo 7) respecto a la fortuna de la iglesia perse­guida.

        10:7 -- sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas --

        -- sino que ... ángel -- Véase Apocalipsis 11:15.

        -- el misterio de Dios se consumará ... los profetas --  Si se hace refe­ren­cia a los profetas del Antiguo Testamento, entonces aquí se hace referencia a la culminación o consumación del Plan de Dios, respecto al establecimiento del Rei­no de Dios, su conflicto con el imperio romano, y su victoria sobre él, por­que de esto hablaron los profetas (Daniel 7 en particular).  En lugar de pa­sar más tiempo, no iba a haber más paso de tiempo (mas demora, o tardanza) si­no un jui­cio terminante sobre el imperio romano perseguidor.  Esto serviría de adverten­cia para poderes mundiales futuros.

        Es cierto que "el misterio" es un término que significa el evangelio, o el Plan de Dios de redención.  Véanse Romanos 16:25; Efesios 3:1-6.  El Plan de Dios, concebido en su mente aun antes de la creación del mundo (2 Timoteo 1:9;) Tito 1:2,3;) (1 Pedro 1:20;) Colosenses 1:16), tiene su culminación en el Juicio Final.  Pero dentro de este contexto de las trompetas, y en vista de la profecía de Daniel 7, probablemente la referencia de este versículo es tocante al cumplimiento de esa parte del miste­rio de Dios que tuvo que ver con la destrucción del imperio romano pagano, cosa que dejaría al Reino bien estable­cido.

        10:8 -- La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra --

        -- La voz ...otra vez conmigo -- Ya le había dicho a Juan qué no hacer (versículo Apocalipsis 10:4 -- no escribir); ahora le dice qué hacer: tomar el li­brito que está en la mano del ángel fuerte.

        Por tercera vez se menciona la postura del ángel.

        10:9 -- Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel --

        Véase versículo 2, comentario.  Siguiendo la interpretación de que se trata el destino de la iglesia perseguida por el imperio romano pa­gano, el librito simboliza lo dulce de esa parte del mensaje que trata de la victoria de los santos sobre sus perseguidores (según la profecía de Daniel 7), y lo a­mar­go de esa parte que trata del sufrimiento de los santos perse­guidos y de los juicios punitivos de Dios contra los perseguidores.

        Compárense Ezequiel 2:8--3:15 y Jeremías 15:15-21.

        10:10 -- Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre --

        Juan obedeció al ángel y experimentó lo que se le había di­cho.

       

        10:11 -- Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes --

        Los "muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes" representan al mundo incrédulo y perseguidor, del cual habían sido redimidos los santos (Apocalipsis 5:9; 7:9).  Se le comisiona a Juan a profetizar otra vez a estos oponentes de la verdad, de los cuales se hablará más en particular en la segunda mitad de este libro, Apocalipsis (es decir, los capítulos del 12 al 20).  Será para Juan cosa dulce hablar de la victoria de los santos sobre sus oponentes, pero cosa amarga hablar de los sufrimientos que los santos sufrirán a manos de ellos, y de los juicios punitivos de Dios que serán traídos sobre ellos.

CAPITULO 11

       

        El capítulo 10 registra la primera parte de la visión intermediaria, la del librito.  Este capítulo registra la segunda parte, la del templo y de los dos testigos.  Al final de este capítulo (los versículos del 15 al 19) es to­cada la séptima trompeta para completar la serie de trompetas.

        11:1 -- Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él --

        -- Entonces ...templo de Dios -- Este versículo no prueba que el templo de Herodes todavía estaba en existencia cuando el libro Apocalipsis fue escrito.  El "templo" aquí es otro de los muchos símbolos empleados en este li­bro.  Además, notas marginales de varias versiones indican que la pala­bra "templo" tam­bién puede ser "santuario".  El texto griego naos significa la parte del tem­plo que es el santuario.

        La iglesia de Cristo se llama el naos de Dios (1 Corintios 3:16;) (Efesios 2:21,22).

        -- mide ... en él --  El ser medido simboliza la aceptación y protección de algo.  En el capítulo 7 todos los creyentes en la tierra fueron contados y reci­bieron el sello de Dios en sus frentes.  En este capítulo todos los verda­deros adoradores (Juan 3:23) son medidos.  Es otro simbolismo, pero la misma lección: la protección divina.  En el capítulo 7 fueron representados por las doce tribus de Israel, y en este capítulo por el santuario terrestre de Is­rael; es decir, por el santuario del templo.

        La "caña de medir" fue dada por Dios.  Uno tiene que conformarse, pues, a la regla divina para esperar hallar la aprobación y protección de Dios.   

        11:2 -- Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses --

        -- Pero el patio ...  no lo midas -- Significa no extenderle protección.

        -- porque ha sido ... dos meses --  Para algunos, el "patio" significa los miembros infieles.  Puede ser, pero se identifica como igual a "la ciu­dad san­ta" de este versículo, la cual va a sufrir persecución por un tiempo señalado (sim­bólicamente).  Los verdaderos adoradores de Dios son protegidos por Dios (es de­cir, saldrán victoriosos sobre las pruebas de la persecución), pero al mismo tiempo la iglesia no es protegida de la persecución misma.  Está sujeta a ella, por un tiempo.

        El tiempo simbólico de cuarenta y dos meses (véase también Apocalipsis 13:5) corres­pon­de al tiempo simbólico de 1260 días (Apocalipsis 11:3; 12:6), o de tres años y medio (Apocalipsis 12:14).  Como tres y medio es la mitad de siete, el número de perfección, es­te valor simboliza lo incompleto o indefinido.  Según este pasaje, y otros, la igle­sia iba a sufrir un período indefinido de tiempo, a manos de los gentiles.

        Este tiempo de persecución de parte de los romanos paganos corresponde a la profecía de Daniel en Daniel 7:25.  Hay quienes aplican este período simbólico a toda la dispensación cristiana, en la cual hay oposición y a veces hasta plena perse­cución, y es cierto que los principios de Dios aquí tratados tendrían a­plicación general, pero cabe mejor en el contexto la aplicación particular a la persecu­ción de los romanos paganos.

(36 + 6) = 42 meses

3 + una mitad = 3 años y medio

(360 días x 3) = 1080;

(360 días x mitad) = 180

total: 1080 + 180 = 1260 días.

tiempo = 1 año; tiempos = 2 años;

medio tiempo = medio año;

3 años y medio.

        

        11:3 -- Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio --

        -- dos testigos -- Jesús envió a sus predicadores de dos en  dos (Lucas 10:1).  El testimonio de dos hombres es verdadero (Juan 8:17; Hebre­os 10:28).  Aquí está simbolizado testimonio fuerte y establecido.

        Algunos ven en los "dos testigos" el Antiguo Testamento y el Nuevo Testa­mento.  Otros ven al Espíritu Santo y a los apóstoles.  Pero es cierto que los "dos testigos" representan todo el testimonio que sería anunciado y defen­dido durante el tiempo señalado simbólicamente (que es el período de persecución de parte de la Roma pagana, o tal vez el período de la dispensación cristiana).

        -- 1260 días = 3 años y medio, y 42 meses.  Simboliza un tiempo quebrado o indefinido, y no completo.  Durante la persecución de Roma, la verdad era a­nun­ciada de día en día.

        -- vestidos de cilicio = símbolo de lamentación y dolor.  Mientras se pre­dicaba la verdad en el imperio romano pagano, los cristianos lamentaban su con­dición triste, debido a la persecución, y apelaban a Dios buscando socorro y ayuda.

        Algunos ven en este símbolo que los testigos anunciaban un mensaje de arre­pentimiento.  Es cierto que lo hacían, pero el simbolismo aquí probable­mente se asocia más bien con la lamentación de los testigos.

        11:4 -- Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra --

        -- Estos son -- Es decir, los dos testigos son.

        -- los dos olivos y los dos candeleros --  Los olivos rinden aceite para las lámparas.  (Véase Zacarías 4:2-14, donde se emplea el mismo simbolismo).  Co­mo Dios obraba por Zorobabel en aquel entonces, ahora obraba por los "dos testi­gos".  La luz del evangelio es debida al hecho de que el evangelio fue re­velado por hombres guiados por el Espíritu Santo.

        -- delante del Dios de la tierra -- indica que los "dos testigos" tienen la aprobación de Dios.

        11:5 -- Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera --

        Tienen los "dos testigos" la seguridad de que prevalecerán so­bre toda oposición a su proclamación de la verdad (hasta cumplir su t­area).

        -- sale fuego de la boca de ellos --  Compárese Jeremías 5:14.  La persecu­ción no logró callar el testimonio de ellos.

        11:6 -- Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran --

        El simbolismo de este versículo alude al caso de Elías y de Moisés.  Véanse (1 Reyes 17:1;) capítulo 18; Santiago 5:16,17; como también Éxodo 7:20.  Como Dios estaba con Elías y con Moisés, dándoles poder sobre el ene­migo, así los "dos testigos" son acompañados de Dios para llevar a cabo la o­bra indi­ca­da.  Ningún poder humano puede detenerles.

        Durante el período de la persecución romana (como siempre es el caso) pu­do parecer al cristiano perseguido que lo superaba el incrédulo, pero ¡no!  Dios está con los suyos y les da suficiente poder para conquistar al enemigo.

        11:7 -- Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará --

        -- Cuando hayan acabado su testimonio -- ¡Lo acabaron!  Véase Colosenses 1:23; Romanos 15:19; Hebreos 2:4; Hechos 1:8.  Nada pudo detener la siembra de la verdad por todas partes.

        -- la bestia ... matará --  Aquí se menciona el gran enemigo de la verdad, pero no es tratado en particular hasta el capítulo 13, y siguiente.

        La bestia logró matar a los dos testigos, pero ya era tarde, porque com­ple­taron su obra durante su vida, que fue sembrar la verdad por todas partes.

        11:8 -- Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado

        -- Y sus cadáveres ... ciudad -- Es un símbolo de desprecio y de desdén de parte del incrédulo, pues los incrédulos no permiten una sepultu­ra para ellos (versículo Apocalipsis 11:9).

        -- que en sentido ... crucificado --  Tres lugares son nombrados para sim­bo­lizar la naturaleza de la "grande ciudad" del mundo perseguidor (en el tiem­po de Juan, la Roma pagana).  Sodoma representa la inmoralidad; Egipto, la es­clavitud del pecado, y Jerusalén, el lugar de la crucifixión de Cristo.  Jeru­salén es símbolo de persecución; véanse Mateo 23:37; Hechos 7:52-58; 12:1.

        11:9 -- Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados --

        Véase el versículo anterior, comentario.  La obra de persecu­ción y de oposición era cosa notoria.  Se llamaba mucha atención a ella.

        -- tres días y medio -- significa un tiempo indefinido y a la vez breve.  Compárese con la duración de su predicación, versículo 3.  La "victoria" del diablo sobre el cristiano es solamente aparente; no es verdadera ni duradera.

        11:10 -- Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra --

        -- Y los ... unos a otros -- Los oponentes de la verdad natu­ralmente se regocijaron, pensando haber acabado con la Verdad.  Compárense Lu­cas 23:12, y Juan 16:20 (referente a la alegría del mundo al ser muerto Cris­to).

        -- porque estos ... de la tierra --  La verdad "atormenta" a los de mente carnal.  Véanse Hechos 7:54; 14:5,19; 16:22;) (2 Timoteo 4:3;)  Elías "turbaba" a Israel (1 Reyes 18:17), y Noé por su fe condenó al mundo (Hebreos 11:7).

        11:11 -- Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron --

        El regocijo del mundo perseguidor es de poca duración (por­que no representa una realidad).  La "victoria" de Satanás siempre es más apa­rente que real.

        Dios revivificó a sus "testigos".  ¡La verdad siempre es victoriosa!  Dios ve por ello.  (En el Antiguo Testamento, la restauración de los judíos de su cautiverio fue simbolizada por una resurrección de los muertos -- Isaías 26:19; Ezequiel 37:11-14).

        11:12 -- Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron --

        Subieron los "dos testigos" al cielo porque su Dios los lla­mó.  La verdad salió completamente victoriosa sobre el mundo perseguidor, y él lo reconoció ("y sus enemigos los vieron").  Con razón se ha descrito el libro de Apocalipsis como el gran libro de consolación para el cristiano.

        11:13 -- En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo --

        -- En aquella ... terremoto -- En el Antiguo Testamento hay men­ciones del terremoto en conexión con juicios de Dios (por ej., Isaías 24:18-20). 

        -- la décima ... derrumbó --  La "ciudad" es el imperio romano pagano, que perseguía a la iglesia de Dios en los primeros siglos de esta era.  Ahora una "décima parte" cae a consecuencia del terremoto.  Se simboliza que ese imperio pagano ahora comienza a disipar, o hacerse cesar.

        -- y por el terremoto ... siete mil hombres -- = un número completo en el juicio y sabiduría de Dios.  No todos murieron en este juicio parcial de ad­vertencia (recuérdese: las trompetas advierten), pero un número completo para los propósitos de Dios.

        -- y los demás ... del cielo --  La caída de ese poder mundial, la Roma pa­gana y perseguidora, causó que los incrédulos, en su gran temor (versículo Apocalipsis 11:11), dieran gloria a Dios, reconociendo que triunfó la verdad y no el error.  No dieron gloria en sentido de arrepentimiento y aceptación de la verdad, sino la gloria de admisión del gran poder de Dios en los asuntos de los hombres.

        11:14 -- El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto --

        Así se introduce la séptima trompeta.  Los santos en ora­ción  pedían a Dios que les vengara del perseguidor. Las trompetas eran la respuesta de Dios a dichas oraciones.  Comenzaron a caer juicios parciales so­bre el mundo perseguidor para advertirlo.  Ahora se anuncia que la última de las siete trom­petas, y el tercer ay, "viene pronto".  Esta séptima trompeta in­troduce la des­trucción completa del gran enemigo de la iglesia primitiva, el imperio romano pagano, y la consumación del misterio de Dios (Apocalipsis 10:7, comenta­rio).

        11:15 -- El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos --

        La séptima trompeta es tocada.  Grandes voces en el cielo de­claran la gran victoria de Dios y de Cristo, en su reinado sobre los asuntos del mundo, derrotando completamente a las fuerzas del mal.  La iglesia había salido victoriosa sobre los opresores; la verdad triunfó.  Esto fue conforme a la pro­fecía de Daniel 7:13-28.

        11:16 -- Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios --

        Los redimidos (véase Apocalipsis 4:4, comentario) adoran a Dios porque es el Dios Vencedor de todos.  Atribuyen a Dios toda la gloria y honra cuando ven consumado el misterio de Dios (Apocalipsis 10:7), que fue el establecimiento firme del reino de Dios y la victoria sobre el imperio romano que procuró su derrota.

        11:17 -- diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado --

        Dios tomó su gran poder y reinó cuando en su Providencia lo­gró la destrucción de Roma pagana y trajo a su pueblo a la victoria, habién­dolo salvado de la gran tribulación (Apocalipsis 7:14).

        11:18 -- Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra --

        Considérese el Salmo segundo, y Daniel capítulo 7.  Los opre­sores de entre los incrédulos lograron la muerte (crucifixión) del Cristo, pero Dios le levantó de los muertos.  Fue victorioso sobre ellos.  Luego hicie­ron guerra contra los santos y los vencieron, los quebrantaron (Daniel 7:21,25).  Pero después de un tiempo indefinido de persecución y prueba, luego "se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino" (Daniel 7:22).

        -- destruir ... tierra --  Sobre la destrucción de la Roma perseguidora, di­ce Daniel 7:26, "Pero se sentará el Juez, y le quitarán  su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin".

        La séptima trompeta introduce este cuadro del cumplimiento del misterio de Dios según la profecía. 

        11:19 -- Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo --

        -- Y el templo ... en el templo -- El arca del pacto es símbo­lo de la comunión perfecta entre Dios y su pueblo.  (Véase Éxodo 25:22).  Po­der ver esta "arca del pacto" da a saber al santo que Dios no se olvida de su pacto con los suyos.  Venga lo que venga en la tierra; ¡Dios no se olvida!

        -- Y hubo relámpagos ...granizo --  No le falta a Dios poder para llevar a cabo sus propósitos; el poder está siempre listo y a su disposición.

NOTA

        Los principios, que obraron en la victoria que Dios dio a su iglesia en los primeros siglos, en su lucha contra la Roma pagana, se aplican a toda épo­ca en la historia de la iglesia.  Y como hubo una victoria sobre Roma, habrá en el Día Final una victoria completa sobre las fuerzas del mal.  Por eso mu­chos aplican la séptima trompeta al fin del tiempo y a la destrucción del Jui­cio Final.  Tal aplicación no contradice las muchas enseñanzas del Nuevo Testa­mento sobre el par­ticular, pero me parece que la interpretación correcta es la dada arriba en los comentarios.

CAPITULO 12

 

¡La Segunda División Mayor De Este Libro! 

       

        La primera parte del libro (los capítulos 1 al 11) presentan el conflicto entre el pueblo de Dios (la iglesia) y sus perseguidores.  Se revela a la igle­sia que Dios le asegura la victoria final sobre sus enemigos.

        Ahora, en la segunda división se identifican los caracteres principales en la lucha entre Cristo y Satanás, entre las fuerzas del bien y del mal, y el des­tino final de estos oponentes de Cristo y de su iglesia.

        En los capítulos 12, 13, y 14 son introducidos el Dragón, la Bestia del mar, la Bestia de la tierra, Babilonia, y los hombres con la marca de la Bes­tia.

        Las visiones que siguen muestran lo que les pasará: a los que tienen la marca de la bestia, capítulos 15 y 16; a la ramera, Babilonia, y a las bes­tias, capítulos 17 al 19; y finalmente al Dragón, capítulo 20).   Luego, en los ca­pítulos 21 y 22 se presenta la gloria  eterna de los redimidos después del Juicio Final.

        El tema de esta segunda división del libro es: ¡La victoria de Cristo y su iglesia sobre el Dragón y sus aliados!

        12:1 -- Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas --

        -- Apareció ... señal -- "Las señales" son cuadros, a veces de­talla­dos, que presentan una lección.  Como en el caso de una parábola, no he­mos de forzar cada detalle, sino sencillamente ver el punto principal en la lección.  Juan vio dos señales (versículos Apocalipsis 12:1,3).  ¿Cuál es la lección de cada una?

        -- una mujer --  Ella no representa a María, la madre de Jesús, ni tampoco a la iglesia en el sentido limitado de la gente salvada desde el día de Pente­cos­tés (año 33 d. de J.C.).  Esta mujer de la señal representa al remanente fiel del pueblo de Dios, con quien El ha tenido pacto desde el principio.  Com­párense Mi­queas 4:10; 5:2-9; Isaías 66:7-9.  Ella representa a todo el pueblo fiel de Dios (y no solamente al pueblo del Antiguo Testamento).  Véanse Hebre­os 9:15; 11:40.

        -- vestida ...estrellas --  El sol, la luna, y las estrellas son la fuente total de luz física (Génesis 1:16-18).  Ella está vestida de la suma de la luz, que simbólicamente significa que tiene toda la verdad revelada por Dios.  Ade­más, reina en gloria (pues tiene una corona de 12 estrellas -- el número 12 su­giere las doce tribus de Israel, y los doce apóstoles del Nuevo Testamento).

        12:2 --  Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento --

        Desde la promesa de Génesis 3:15, el remanente fiel del pue­blo de Dios esperaba la venida del Mesías.  Esta esperanza y fuerte deseo es simbo­lizado en la figura de este versículo.  Cristo es la simiente de la mu­jer, naci­do de mujer, según la carne (Génesis 3:15; Gálatas 4:4; Romanos 9:5). Aquí te­nemos la encarnación de Cristo.

        12:3 -- También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas --

        -- También ... el cielo -- El dragón no se vio en el cielo, si­no esta señal.  Es una señal desde el punto de vista del cielo.

        -- he aquí ... escarlata --  Siendo grande, es poderoso.  La figura de dragón sugiere la ferocidad de su carácter.  El color escarlata indica su obra de homicidio (Juan 8:44).  Se identifica en el versículo Apocalipsis 12:9, y en Apocalipsis 20:2, como Sata­nás y el diablo.

        -- siete cabezas -- = sabiduría completa para su obra destructora.  Considérense -2 Corintios 2:11; 11:3; Efesios 6:10; 4:14.

        -- diez cuernos -- =  mucho poder dentro de su campo de actividad.

        -- siete diademas --  Una diadema antiguamente era una cinta que ceñía la cabeza de los reyes.  Vino a significar una corona.  Aquí la idea es la de te­ner Satanás realeza.  Reina como el "príncipe de la potestad del aire" (Efe­sios 2:2).

        12:4 -- y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese --

        -- y su cola ... tierra -- Es símbolo del gran poder de Sata­nás y del furor con que obra.  Los literalistas tendrían dificultad en expli­car cómo podría haber lugar en la tierra para un abismo (Apocalipsis 20:1,2) tan grande en qu­e cupiera un dra­gón tan grande que con su cola podría arrastrar la tercera parte de las es­tre­llas del cielo.

        Esta figura puede referirse a la obra de Satanás de haber causado la caída de otros ángeles (2 Pedro 2:4; Judas 6).

        -- Y el dragón ... naciese --  A través del Antiguo Testamento vemos que el diablo trataba de impedir los planes de Dios para su pueblo fiel.  En la persona de Herodes, Satanás trató de destruir al niño Jesús (Mateo 2:13-23).

        12:5 -- Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono --

        -- Y ella ... hijo varón  = la encarnación de Cristo, Dios con nosotros.  Véanse Isaías 9:6; Lucas 2:11,17; Mateo 1:21-23.

        -- que regirá ... naciones --  Es una referencia al Salmo 2, salmo mesiáni­co.  ¡He aquí uno más fuerte que Satanás!  El destino de todo el mundo está en las manos de él, y no de otro.

        -- y su hijo ... trono --  Este versículo en simbolismo cubre la encarna­ción, el ministerio personal de Jesús sobre la tierra, y su ascensión al cielo después de su resurrección.  Véanse Efesios 1:20-23; Filipenses 2:8-11; Hechos 2:22-33.

       

        12:6 -- Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días --

        Véase el versículo 14. 

        -- Y ella -- (ahora la iglesia; el pueblo redimido de Dios) "huyó al ... por Dios".  Esto simboliza la protección que Dios ha garantizado para su pue­blo; el diablo no puede vencer a la iglesia.  Véase .1 Pedro 5:7.

        -- para que allí la sustenten --  Dios sustentó a Israel en el desierto con el maná; a la iglesia la sustenta con el Pan de vida (Juan 6:32-35).

        -- por mil doscientos sesenta días --  Véase Apocalipsis 11:3, comentario.

        12:7 -- Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles --

        -- una gran batalla en el cielo -- No se trata algún evento li­teral, sino un evento simbólico que presenta el conflicto entre el bien y el mal.  El bien es dirigido por Miguel y sus ángeles, y el mal por Satanás y los suyos.

        -- Miguel --  Véanse Daniel 10:13,21; 12:1; Judas 9.   Es el defensor del pueblo de Dios.

        12:8 -- pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo --

        En este gran conflicto se presenta el diablo como derrotado; anteriormente tenía poder sobre el hombre, por medio del pecado, pero ahora su po­der ha sido quebrado.  Los versículos Apocalipsis 12:10,11 explican la base de la victo­ria sobre el diablo.

        12:9 --  Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él --

        -- Y fue lanzado fuera -- en el sentido de que ya no puede acu­sar a los hermanos (versículo Apocalipsis 12:10) como lo podía hacer antes de morir Cristo por ellos y comenzar a reinar en los cielos como su gran Salvador.  Véase Ro­manos 8:32-34.

        Satanás perdió la batalla y fue arrojado a la tierra (símbolo de derrota).  Cristo, por medio de su encarnación y muerte en la cruz, deshizo la obra des­tructora de Satanás.  Véanse Hebreos 2:4; Juan 12:31-33; -1 Jn 3:8; Lucas 10:18.  La profecía de Isaías 53:12) apuntaba a esta victoria sobre Sa­tanás ("repartirá despojos").  A este pasaje agréguense Mateo 12:29 y Lucas 11:22.

        El gran enemigo del hombre se llama "el gran dragón" para enfatizar la fe­rocidad de su obra destructiva. 

        Se llama aquí "la serpiente antigua", lo que le identifica con la serpien­te de Génesis 3:1 y sig.

        La palabra "diablo" significa "acusador"; es una transliteración de dos pa­labras griegas, "día" (por, a través) y "ballo" (arrojo, echo).

        -- Satanás -- significa "adversario".  El no busca el bien de nadie; está ad­verso a todo hombre.  Véanse Mateo 4:10; Job 1:7-12; Zacarías 3:1.  En este sen­tido de adversario Jesús usó la palabra en Mateo 16:23.  Jesús no le llamó a Pedro "Satanás", sino adversario.

        El diablo procura engañar; engañar es, tal vez, su arma más efectiva.  Véanse Apocalipsis 13:14; 16:13,14 con Apocalipsis 19:20; 20:3,8,10.  No es de maravillarse, pues él es el padre de la mentira (Juan 8:44).  Muchas son las mentiras (engaños) del peca­do.  Muchos son los que se dejan engañar.

        -- fue arrojado a la tierra --  Aquí no se trata el origen del diablo, co­mo tampoco en Isaías 14:12 o en Lucas 10:18.  Isaías 14:12 tiene que ver con la caída del rey de babilonia (versículo Isa. 14:4), y Lucas 10:18 con la victoria so­bre Satanás que los discípulos comenzaron a experimentar, por medio del poder de Jesucristo.

        12:10 -- Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche --

        El conflicto que comenzó en el huerto de Edén terminó victo­riosamente para Cristo, la simiente de la mujer que hirió la cabeza de la ser­piente.  Esto se logró por medio de la muerte en la cruz (por los pecados del hombre) y la resurrección de los muertos, para ascender a los cielos y comen­zar su reinado (Hechos 2:32-36; Efesios 3:20-23; -1 Pedro 3:22).

        -- Ahora (que Cristo ha muerto y resucitado) ha venido" --

         1--la salvación de los pecados pasados.

         2--el poder de Dios sobre el pecado y la muerte consecuente.

         3--el reino de nuestro Dios sobre toda oposición.

          4--la autoridad de Cristo en la tierra y en el cielo.

        Ya no puede el gran engañador acusar a los hermanos (perdonados), porque en Cristo tienen perdón, y sus pecados han sido borrados y olvidados.  Antes de mo­rir Cristo por el mundo, sí los podía acusar, y con razón, pero AHORA  ¡NO!

        12:11 -- Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte --

        La base de la victoria del cristiano fiel sobre el gran dra­gón es triple:

         1- la sangre del Cordero, o sea la muerte de Cristo en la cruz (Apocalipsis 7:14).

         2- la palabra del testimonio de ellos, o sea la confesión de su pro­pia fe en Cristo, la cual la mantenían con perseverancia (Apocalipsis 3:8; 6:9; Hebreos 3:14).

         3- el menosprecio de sus vidas hasta la muerte, o sea que no rehusa­ron mo­rir por Cristo, siendo esto necesario (Apocalipsis 2:10).

        12:12 -- Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo --

        -- Por lo cual ... ellos -- Es una gran aclamación en los cie­los, porque la salvación obrada por Dios en Cristo se manifiesta en la derrota de Satanás.  Es posible que los cristianos se incluyan en la frase "cielos", por­que son ciudadanos en el reino celestial y están sentados en los lugares ce­lestiales (Efesios 2:6).  La victoria fue obrada para el beneficio de ellos.

        --¡Ay de ... con gran ira --  Según el uso simbólico de las palabras "mar" y "tierra" en Apocalipsis 13:1,11, probablemente la referencia aquí es al mundo de los in­crédulos, quienes representan el campo de actividad del diablo y quienes sufren el efecto de la obra destructora de él.

        -- sabiendo que tiene poco tiempo --  El período de "poco tiempo" parece corresponder al "poco tiempo" de los mártires de Apocalipsis 6:11.  Véanse los comentarios allí.

        12:13 -- Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón --

        Ya que Satanás no pudo vencer a Cristo en su obra redento­ra, se dedicó a perseguir a la iglesia actual (la mujer).  La iglesia tiene que su­frir persecución (2 Timoteo 2:12; 3:12; Hechos 14:22; Juan 15:20), por­que el propósito del diablo es oponerse totalmente al reino de Dios, la igle­sia de Cristo.

        12:14 -- Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo --

        Véase el versículo 6, comentario.

        -- dos alas de la gran águila --  Este simbolismo se basa en tales textos del Antiguo Testamento como Éxodo 19:4; Deuteronomio 32:11; Isaías 40:13.  En este lenguaje figurado vemos las maneras de Dios para proteger a los suyos.

        -- desierto -- figura de lugar de seguridad.  Véase -1 Samuel 23:14,15.

        -- un tiempo ...un tiempo --  Véase el versículo Apocalipsis 12:6, y Apocalipsis 11:3, comentario.

        12:15 -- Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río --

        Esta figura de aguas de ríos e inundaciones, como pruebas y amenazas, es tomada del Antiguo Testamento (Isaías 8:7; 43:2; Salmos 32:6).

        Ataca el diablo con "ríos" de mentiras y engaños y obras fraudulentas (Apocalipsis 12:9; -2 Tesalonicenses 2:9-12; -2 Corintios 11:3,13-15; Tito 1:10; -2 Jn 7).  No hay tiempo cuando el diablo no trate de hacer daño a la iglesia del Señor.

        12:16 -- Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca

        Este versículo enseña que la iglesia no puede ser vencida por medio de mentiras y engaños.  Las maquinaciones de Satanás (2 Corintios 2:11) no son adecuadas para lograr la destrucción de quienes hacen lo que el versículo siguiente dice.

        Según el uso figurado de la palabra "tierra", este versículo indica que el mundo de inconversos "traga" el "río" de decepciones y errores, y así se es­ta­blece y se mantiene una distinción bien clara entre el error y la verdad (que mantiene la iglesia).  El mantenimiento de esta distinción ayuda a la iglesia a no ser llevada por tal diluvio de engaño.

        12:17 -- Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo --

        -- Entonces ... descendencia de ella -- El diablo no pudo des­truir al que nació de la mujer (los versículos Apocalipsis 12:4,5), y no pudo destruir la i­glesia por medio de la mentira, así es que se ocupa en perseguir a los cristia­nos como individuos.

        -- los que guardan ... Jesucristo --  Estos cristianos individuales son ca­racterizados por su obediencia fiel.  Los mandamientos de Dios equivalen al testimonio que dio Cristo cuando estaba en la tierra (Juan 18:37), y en Apocalipsis 14:12 se llama "la fe de Jesús" (la fe de la cual él es el autor, o sea el evange­lio).

CAPITULO 13

       

        Este capítulo presenta a las dos bestias: la del mar, y la de la tierra.  La primera es la "mano" de Satanás, y la segunda, su "mente".  La primera es el poder perseguidor de Satanás por medio de gobiernos mundanos; la segunda es la religión y filosofía falsa de este mundo.  Son "aliados" de Satanás.

        En el tiempo de Juan el poder político perseguidor fue el imperio romano, bajo los Césares, Nerón y Domiciano en particular.  En el tiempo de Juan las religiones y filosofías fueron las de los paganos (el politeísmo y la idola­tría, que incluían el culto al emperador), del judaísmo, y del gnosticismo, en particular. Había falsos maestros y algo de apostasías en la iglesia, pero el catolicismo estuvo todavía en forma embrionaria.

        13:1 -- Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo --

        -- Me paré ... mar -- La Versión La Biblia de las Américas di­ce: "Y se paró sobre la arena del mar".  Así dicen otras varias versiones.  Es cuestión de manuscritos. 

        Se paró el Dragón allí porque iba a recibir a sus dos ayudantes, el primero del mar, y luego el otro de la tierra.

        -- y vi ... una bestia --  El mar simboliza naciones y pueblos, de donde suben imperios.  Véanse Salmos 65:7; Isaías 17:12; Jeremías 51:13; Daniel 7; Apocalipsis 17:15.  Esta bestia simboliza el imperio romano, del tiempo de Juan, que subió de los tumultos y guerras de entre los hombres, y ahora persi­gue al pueblo de Dios.

        -- que tenía siete cabezas y diez cuernos -- es decir, la bestia tenía in­teligencia cabal y poder pleno, dentro de su campo de actividad.

        -- diez diademas -- simboliza realeza y reino.  Compárese Apocalipsis 12:3.  Esta bes­tia se parecía mucho a su amo.

        -- y sobre ... blasfemo -- Véanse el versículo Apocalipsis 13:6 y Apocalipsis 2:9.  Se simboliza com­pleta falta de reverencia para Dios.

        13:2 -- Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león.  Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad --

        -- Y la bestia ... león -- La descripción representa el horror de la obra de persecución de parte del gobierno romano pagano del tiempo de Juan.  Estúdiese bien Daniel capítulo 7, que narra el sueño de Daniel acerca de las cuatro bestias, o sea, los cuatro grandes imperios mundiales (Babilo­nia, Medo-persia, Grecia, y Roma).  La bestia de Juan es un compuesto de las primeras tres bestias de Daniel (leopardo, oso y león).  La cuarta bestia de Daniel tenía "diez cuernos" (Daniel 7:7), como ésta de Juan.  La cuarta bestia de Daniel representaba al imperio romano.  Así es que sin duda esta bestia de Juan representa al imperio romano perseguidor.

        Esta bestia puede representar a toda forma política de opresión contra la iglesia del Señor, pero sin duda en el tiempo de Juan fue el imperio romano.

        -- Y el dragón ... autoridad --  El diablo está detrás de toda persecución de parte de los incrédulos.  Los gobiernos tienen sus propósitos buenos (Roma­nos 13:3,4), pero el diablo los incita a perseguir al justo.

        13:3 -- Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia --

        Esta "bestia" tenía gran durabilidad.  Puede haber referen­cia aquí a la persecución de Nerón, que cuando murió, más tarde "revivió" en la persona de Domiciano, otro gran emperador perseguidor de los santos.

        -- y se maravilló ... bestia --  Los mundanos siempre se quedan muy impresionados del poder político y de la fuerza militar.

        13:4 -- y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?  --

        Todo el mundo, menos los cristianos, rinde homenaje al dra­gón y a la bestia, porque parecen ser los dos invencibles.  El hombre despro­visto de valores espirituales "adora" las cosas del mundo y se entrega a la mundanalidad.  Para él no hay como las cosas del placer carnal.  Para él son cosas que du­rarán indefinidamente.  El pecado reina en él (Romanos 6:12).

 

        13:5 -- También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses --

        -- También ... blasfemias -- Las frases "se le dio", y "se le permitió" (Apocalipsis 13: 7), indican que hay un poder aun más grande que el de la bestia.  Dios reina en los asuntos humanos, y en su Providencia controla to­do, permitiendo cosas según su sabiduría, su paciencia, y su propósito.

        La bestia hablaba blasfemias.  Véase Apocalipsis 13:1.  Compárese Daniel 7:8,11,20.  Domiciano se atribuía a sí mismo títulos de deidad ("Dios y Señor su­premo").

        -- cuarenta y dos meses --  El periodo de opresión y persecución de parte de la Roma pagana.  Véase Apocalipsis 11:2, comentario.  Compárese Daniel 7:25.  Es el mismo caso.

        13:6 -- Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo ---

        Este versículo revela la naturaleza verdadera de la bestia.  Habla en contra de Dios y de los que son habitación de Dios.  Se incluye la i­gle­sia en la tierra, porque Dios mora en ella (2 Corintios 6:17; Apocalipsis 3:20; Efesios 2:6;. 1 Jn 4:12,15).

        13:7 -- Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación --

        -- Y se le ... vencerlos -- Daniel profetizó de esta obra del imperio romano perseguidor (el cuerno pequeño, o sea, la parte del imperio ro­mano que levantaba persecución contra la iglesia; Daniel 7:8,20,21.

        En Apocalipsis 11:7 vemos el mismo cuadro simbólico: la obra perseguidora de Satanás.

(Pero esta victoria aparente del diablo no duró, porque en realidad no fue una victoria--Apocalipsis 11:12 y Daniel 7:22,27).

        -- También ... y nación --  Es una figura del reinado universal de la mun­danalidad.  Véase Apocalipsis 11:9.

        13:8 -- Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo --            Los incrédulos tienen comunión con las obras anticristianas.  Consienten en la obra de la persecución de los santos.  Rinden culto al empe­rador.

        -- cuyos nombres ... del mundo --  Solamente los santos (y no los in­crédulos) tienen sus nombres escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo (1 Pedro 1:20; Hechos 2:23; 4:28; Juan 17:24). 

        Cristo no fue hecho nuestro sacrificio (su muerte en la cruz) antes de la fundación del mundo, o desde el principio del mundo, como tampoco escogió Dios a los santos desde entonces (Efesios 1:4), pero Dios sí propuso sacrificarle desde entonces, y fue su propósito desde entonces escoger a un pueblo redimido (Efesios 1:9,11; 3:11).  Dios determinó dar a su Hijo en sacrificio para sal­var a los pecadores creyentes y arrepentidos, y esto desde el principio del mundo.

        ,-2 Tesalonicenses 2:13 es un texto favorito del calvinista (seguidor de la doctrina sistemática de Juan Calvino), quien afirma la predestinación incondicional, o a la vida eterna, o a la muerte eterna.  Es cierto que la Biblia habla de "predestinación", pero no de la clase abogada por Juan Calvino y sus seguidores.  El evangelio salvador de Dios es condicional, y Dios predestinó que los obedientes serían salvos (tanto gentiles como judíos-Efesios 3:3-12) y que los desobedientes serían perdidos.  Por eso en la carta a los tesaloni­censes Pablo se refiere a la parte de Dios en el plan de redención, que es "la santificación del Espíritu", y a la parte del hombre, que es "fe en la ver­dad", o sea, creer lo que la Verdad manda.  La salvación es ofrecida a "el que quiera", Apocalipsis 22:17.

        Por miedo a la persecución (considérese Juan 12:42,43), muchos no siguen a Cristo.  Prefieren "adorar a la bestia", que significa ser del mundo.

        13:9 -- Si alguno tiene oído, oiga --

        Véase esta admonición en las siete cartas a las iglesias de Asia (los capítulos 2 y 3).

        La exhortación puede apuntar a lo que se dijo en el versículo 8, o bien a lo que dice el 10.

        Este versículo hace a todo el mundo responsable de su propio destino.  To­do el mundo tiene oído; o sea, la capacidad para darse cuenta de la verdad del caso.  No tenemos que ser perdidos eternamente.  No tenemos que ser engañados. No somos predestinados a la perdición eterna aparte de nuestra propia voli­ción.

        13:10 -- Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos --

        Esta es una admonición fuerte para el cristiano de que per­severe en su fe, sabiendo que Dios vengará a los justos de toda esta persecu­ción.  Reina Dios, y no el diablo.  Con esta clase de fe, el santo tiene pa­ciencia (per­severancia bajo la oposición).  Véanse Apocalipsis 1:9 y Apocalipsis 2:9; 14:12.  En la misma presencia de la persecución, Dios nos revela cuál será el fin del asun­to.  ¿Lo creemos?

 

        13:11 -- Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón --

        La primera bestia subió del mar (de los tumultos y guerras de las naciones) y representa a gobiernos anticristianos que persiguen a los cristianos.  La segunda bestia subió de la tierra (véase Apocalipsis 12:16, comentario).  Compárense Filipenses 3:19 y Santiago 3:15.  Ella representa al falso profeta de toda religión y filoso­fía humanas.  Véanse Apocalipsis 16:13;19:20; 20:10.  Com­párense Mateo 7:15;. 2 Corintios 11:13-15; Colosenses 2:8;. 2 Pedro 2:2.  En el tiempo de Juan la bestia repre­sentaba el paganismo, y en particular al culto rendido al emperador.

        -- tenía dos ... dragón --  Tenía la apariencia de la respetabilidad, pe­ro al hablar mostraba su carácter verdadero.  Al aparentar ser un cordero, lo­graba engañar a muchos.  Considérense Mateo 7:15;. 2 Corintios 11:13-15;. 2 Tesa­lonicenses 2:9,10.

        13:12 -- Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada --

         --Y ejerce ... primera bestia -- Obraba en cooperación per­fecta con la primera bestia (como hasta la fecha hay religiones que cooperan con los poderes políticos para lograr sus fines humanos).  En el tiempo de Juan era el paganismo, con su culto al emperador, y el imperio romano perse­guidor, que cooperaban mutuamente en contra de la Verdad.

        -- cuya herida mortal fue sanada --  Véase versículo 3, comentario.

        13:13 -- También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres --

        La falsa religión y la falsa filosofía hacen uso de llama­dos milagros y señales, y así logran engañar a muchas personas.  Véanse Mateo 24:24;. 2 Tesalonicenses 2:8-12;. 2 Timoteo 3:13; Apocalipsis 19:20.  Una de las armas más exi­tosas del diablo es el engaño.  Si alguno se deja engañar y por eso es perdi­do finalmente, será culpa de él mismo.  Dios no salva a uno senci­llamente porque ha sido engañado.  La Biblia nos manda guardarnos del engaño (Gálatas 6:7; Co­losenses 2:8).

        13:14 -- Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió --

        -- Y engaña ... la bestia -- Toda forma de religión falsa en­gaña a la gente con sus reclamaciones fraudulentas.  "Se le ha permitido ha­cer" = Dios permite que esto pase, porque hay quienes no aman la verdad y hay otros que no la buscan.  Véase .-2 Tesalonicenses 2:9-12.  Los milagros verdade­ros son de Dios, pero el error del hombre (incitado por el diablo) engaña.  Considérese el caso de Simón el mago, Hechos 8:9,11.

        -- mandando ... vivió --  Aquí se hace referencia a la práctica de rendir culto al César, probablemente a Domiciano.  Véase versículo Apocalipsis 13:3, comentario.

        13:15 -- Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase --

        -- Y se le permitió -- Esta frase aparece varias veces en Apocalipsis.  El diablo no puede hacer nada más allá de lo que Dios le permi­te.  Dios reina, y no Satanás.  Véase versículo Apocalipsis 13:5 comentario.

        -- infundir aliento ... adorase --  Las autoridades civiles locales y los sacerdotes paganos veían que la voluntad del imperio y el culto al emperador en particular se dieran a conocer públicamente.  El resultado de no reconocer al emperador como el Señor de todos fue la muerte.  De esto resultó mucha per­secución para los cristianos que rehusaban negar a Cristo y darle al emperador la lealtad de su conciencia.  Véase Apocalipsis 2:13, comentario.

        A través de los siglos las religiones y las filosofías falsas han unido sus manos en la obra de perseguir a Cristo (por medio de perseguir a los suyos -- Mateo 25:40,45, en principio), pues estas dos fuerzas arrogantes de la sa­bi­duría humana no admiten nada sino la lealtad completa de todos a sus sistemas.

        13:16 -- Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente --

        Sin excepción alguna, todos recibieron una marca en la mano de­recha o en la frente.  Recibir una marca de alguien significa pertenecerle, o servirle.  Véanse Apocalipsis 3:12; 14:1,9,11; 20:4.  La cuestión no es ¿qué es la marca de la bestia? sino, ¿qué significa?  Significa el espíritu de anticristo que se opo­ne a Dios, que rechaza a Cristo, y que persigue a la iglesia, donde­quiera y cuando quiera que se manifieste.  Uno se identifica (tiene la marca en su mano -- sus hechos, o en su frente -- su pensar) como de Satanás si se presta a él para hacer su voluntad.  Véanse Romanos 6:13,16,17; Mateo 6:24.

        En los días de Juan los muchos se identificaban como de la "bestia" por medio de su culto al emperador y participación en el pensar del tiempo.

        La "marca" es símbolo tanto como la "bestia".  Algunos literalizan la marca, pero no la bestia, y en esa manera se exponen como inconsecuentes y falsos maestros.

        13:17 -- y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre --

        Adorar a la bestia (a Domiciano) proporcionaba a los munda­nos completa libertad en la vida comercial y social, pero los cristianos fie­les, al negar su participación en tal adoración, tenían que sufrir mucho, de privación como a veces de muerte.  Véase Apocalipsis 6:6, comentario.

        La "marca" de la bestia se identifica con el "nombre" de ella, y con el "número" del nombre.  Todo este simbolismo tiene que ver con identificarse con el mundo pagano y perseguidor.

        13:18 -- Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis --

        Se le manda al que tiene entendimiento enfocar su atención ("cuente el número") en el número "seiscientos sesenta y seis".  Es el número de la (primera) bestia (que subió del mar).  La bestia, en el tiempo de Juan, era el imperio romano perseguidor, y en cualquier tiempo es el poder político que emplee el diablo para oponerse a la iglesia de Cristo.  (Véanse la intro­ducción a este capítulo, y el versículo Apocalipsis 13:1, comentario).  Por eso, este número simbólico no apunta a ninguna persona en particular, sea Nerón, sea Hitler, o cualquier otro de los muchos que los sensacionalistas siempre están proponien­do según los eventos actuales de la historia secular, sino apunta al poder po­lítico perseguidor. 

        El número "seis" equivale a siete menos uno; "siete" simboliza lo comple­to.  "Seis", pues, simboliza lo incompleto, lo humano, el fracaso.  El número 666 significa puro fracaso, por ser humano.

        El cristiano sabio y entendido puede ver, por medio del simbolismo de es­te número, que toda oposición humana a la Causa de Cristo está destinada al fracaso completo.  Sabiendo esto, no se dejará engañar por las reclamaciones mentirosas de la mundanalidad.  Cristo es el Rey, y no "César".

CAPITULO 14

       

        Las palabras "miré" y "vi" (en el texto griego es una sola palabra)(los versículos Apocalipsis 14:1,6,14) introducen las tres visiones que dividen este capítulo en tres partes.  El punto principal en estas visiones es la victoria del pueblo de Dios y el juicio contra sus enemi­gos.

        14:1 -- Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente --

        -- Después miré ... Sión -- El Cordero ahora está en una pos­tu­ra de victoria. 

        Sión, literalmente, era Jerusalén (Salmos 125:1,2).  Según Hebreos 12:22, el "monte de Sión" es simbólicamente la ciudad de Dios, la Jerusalén espiri­tual, la iglesia de Dios.  En este versículo vemos a Cristo de pie con todos sus redimidos en la ciudad eterna de Dios, llamada simbólicamente "el monte de Sión".

        -- y con él ... mil --  Véase Apocalipsis 7:4-8, comentario.

        -- que tenían ... frente --  Véanse Apocalipsis 3:12; 7:3.

        Algunos ven en esta visión un cuadro simbólico de los redimidos en la tierra, gozando de seguridad y de permanencia, porque Cristo está en medio de ellos.  A mi juicio es más bien un cuadro de los mismos, pero vistos desde el punto de vista de la victoria final, ya una vez en los cielos, igual que en el capítulo 7, del 9 al 17.  Véanse los comentarios allí.

        14:2 -- Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas --

        Hay muchas comparaciones en este libro simbólico.  Nótese la palabra "como", usada tres veces en este versículo.  Las tres comparaciones sugieren lo majestuoso, lo sublime, y lo constante de la voz que Juan oyó.

        Este pasaje no apoya la práctica de usar instrumentos mecánicos de m­úsica en el culto de la iglesia a Dios.  El texto dice, "y la voz ... era como ...".  Juan no oyó arpas, sino una voz.

        Además, notemos: (1) lo que oyó fue asunto en el cielo, y no sirve de au­torización para prácticas en la tierra.  (2) El texto no dice nada acerca de los redimidos (los 144,000) tocando arpas, cosa que esperaríamos si hoy en día la iglesia debe usar arpas (instrumentos mecánicos de música) en el culto aquí en la tierra.  (3) Este pasaje habla de una pluralidad de arpas, cada uno to­cando.  Si esto autoriza algo, sería que cada cristiano debe tocar algún in­strumento mecánico en el culto, y no solamente uno solo tocando por los mu­chos, como es el caso en las iglesias humanas que usan pianos, órganos, et­cétera.

        La verdad es que Juan no vio arpa alguna.  Oyó una voz que era como algu­nas cosas mencionadas.  Véase también Apocalipsis 5:8, comentario.

        La voz vino del cielo.  Por eso concluyo que aquí Sión significa el cielo.

        

        14:3 -- Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra --

        Los redimidos cantan este cántico de victoria y redención.  Es un cántico "nuevo" (según el griego, "nuevo" en categoría).  La experiencia de haber sido redimidos por la sangre de Cristo era completamente nueva; por e­so, un cántico nuevo

        La palabra "aprender" se usa aquí en el mismo sentido en que se usa en He­breos 5:8.  Cristo "aprendió" la obediencia, no en el sentido de llegar a saber lo que era en realidad (como el alumno en la escuela aprende datos nue­vos), sino en el sentido de experimentar la obediencia.  Claro es que el que no experimenta la salvación en Cristo no va a cantar el cántico que celebra e­se gran evento.

        Sobre "redimidos de entre los de la tierra",  véase Apocalipsis 7:4-8, comentario.

        14:4 -- Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero --

        Hay cuatro descripciones simbólicas de los 144,000:

        (1) Son vírgenes.  Como la idolatría se presenta en las Sagradas Escritu­ras como "adulterio" o "fornicación" (por ej., Jeremías 3:9), así la virgini­dad sugiere lealtad a Cristo (2 Corintios 11:2).  (Ahora, como esto de "vírge­nes" no es para to­marse literalmente, tampoco es literal el número 144,000).

        "No contaminarse con mujeres" significa no cometer fornicación espiri­tual, (por ej., no adorando a la bestia -- Apocalipsis 13:15); no ser idólatras o munda­nos en otros aspectos.  Esto describe a todo cristiano.

        (2) Siguen al Cordero.  Es otra descripción de todo cristiano, y no de solamente unos 144,000, en sentido literal, según enseñan los Testigos de Jehová.  Sobre la figura de "seguir al cordero", véanse Juan 10:27,28 ("oyen mi voz ... me siguen"); Mateo 16:24;. 1 Pedro 2:21.  Los cristiano fieles si­guen a Cristo, mientras que los mundanos se maravillan "en pos de la bestia" (Apocalipsis 13:3).

        (3) Fueron redimidos.  Esto también describe a todo cristiano.  Véase Apocalipsis 7:4-8, comentario.

        (4) Como primicias.  Compárese Santiago 1:18.  Aquí se simboliza la con­sagración, pues los judíos consagraban a Dios sus primicias, o sea su primeros frutos de la cosecha, como sacrificio especial, siendo lo mejor.  Véanse tales pasajes como Éxodo 13:11-16; Números 18:12,13; Deuteronomio 18:4.

        Nótese: si los 144,000 son un número literal de personas, esas personas son literalmente tantos judíos, todos varones, y además solteros.  ¿Quién lo puede creer?

        14:5 -- y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios --

        Este versículo da otro punto de descripción, que también per­tenece a todo cristiano: es persona de pureza de vida.

        Estos no mentían; no negaban la supremacía de Cristo (Apocalipsis 2:13); estaban sin mancha.  Compárense - 1 Jn 1:7; Judas 24; Efesios 5:26,27.

        El número simbólico de 144,000 representa el conjunto de los salvos de todo tiempo.

        14:6 -- Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo --

        La segunda visión en este capítulo: advertencias desde el cielo.

        -- el evangelio eterno -- ha de ser predicado a todo el mundo.  Considérese la Gran Comisión (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15,16; y Lucas 24:47).  Dios evan­geliza al mundo por medio de sus mensajeros, los cristianos.  Compárense He­chos 8:4; 11:19;.- 2 Timoteo 2:2.

        14:7 -- diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas --      

        La gran advertencia del evangelio: temer a Dios, darle glo­ria, y adorarle, porque si no, viene el juicio de castigo.

        -- Temed a Dios -- quiere decir respetar su voluntad.  Véanse Eclesiastés 12:13; Hechos 10:2,22;35.

        -- dadle gloria --  Esto lo hace el que es de la iglesia de Cristo (Efe­sios 3:21) cuando anda en las buenas obras preparadas por Dios (Apocalipsis 2:10).  Contrástese Apocalipsis 13:4,8.

        -- porque ... ha llegado --  Se les advierte a los lectores originales de este libro que deben temer a Dios y darle gloria, porque Dios iba a castigar al imperio romano perseguidor, la "babilonia" simbólica del versículo sigui­ente (el 8).  (Esta advertencia cabe en cualquier época, porque Dios siempre está dispuesto a castigar a los desobedientes).

        -- y adorad ... aguas --  Esta es la razón básica de por qué adorar a Dios, y no a otro sér.  Véanse Apocalipsis 19:9; 22:9; Mateo 4:8-10.

        14:8 -- Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación --     Compárense Apocalipsis 18:2; Jeremías 51:5-10; Isaías 21:9.  Babilonia era el país pagano al cual muchos judíos fueron llevados cautivos, y así vino a simbolizar el mundo de concupiscencia, inmoralidad, y seducción.  En el tiem­po de Juan era el im­perio romano pagano.

        Tan cierto era el juicio contra Roma ("Babilonia") que aquí se anuncia co­mo un hecho ya histórico.  Compárese Isaías 46:10.

        Los capítulos 17 y 18 describen a esta Babilonia simbólica y anuncian su destrucción.

        -- porque ha hecho ... fornicación --  La Roma del tiempo de Juan embria­gaba al mundo con sus concupiscencias, idolatría (especialmente, su culto al emperador), y mentiras, y esto (la "fornicación"; véase Apocalipsis 17:5) traía la ira de Dios contra todos ellos.  El pecado siempre trae en sí la semilla de su propia des­trucción.

        14:9 --  Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano --

        El tercer ángel advierte por medio de anunciar las consecuen­cias de adorar a la bestia y a su imagen, y de recibir su marca.  Véase Apocalipsis 13:14-17, comentario.  Este mensaje del ángel servía para evitar la idolatría (en particular, el culto rendido al emperador romano) y la identificación en general de los hombres con la mundanalidad.

        14:10 --  él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero --

        Este versículo enseña lo que iba a ser el fin de aquellos que no sufrían por Cristo, sino escogieron identificarse con Satanás.  Escapa­rían de inconveniencias (Apocalipsis 13:17) por un tiempo, pero al fin serían castigados con la destrucción.

        Este principio tiene su aplicación en cualquier época de tiempo.

        -- él también ... de su ira -- Véase esta misma figura de simbolismo en Jeremías 25:15,27-29.  Roma ("Babilonia") había embriagado al mundo; ahora tiene que ser embriagado de la ira de Dios.  Esa ira sería sin mezcla de mise­ricordia ("vaciado puro").

        -- será atormentado ... Cordero --  Compárense Génesis 19:24,25; Ezequiel 18:32.  La figura de destrucción por fuego y azufre se base en el Antiguo Tes­tamento.  Los que no prestan atención a las advertencias del evangelio, sino que andan en pos de la mundanalidad, serán castigados en la presencia de los ángeles y del Cordero, quienes han obrado en la redención del pecador (Apocalipsis 14:6,8,9; Hebreos 1:14; Apocalipsis 13:8; 14:1).

        14:11 -- y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.  Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre --

        -- y el humo ... siglos -- Véase esta figura de tormento e­terno en Isaías 34:10 (juicio contra Edom).  El castigo eterno es doctrina bien clara en el Nuevo Testamento (Mateo 18:8; 25:46;.- 2 Tesalonicenses 1:9).

        -- Y no tienen ... noche --  Mientras los justos sirven a Dios "día y noche" (Apocalipsis 7:15), los malos serán atormentados (sin reposo), y esto día y noche.

        -- los que adoran ... nombre --  Véase Apocalipsis 13:16,17, comentario.

        Este versículo presenta un cuadro de derrota completa y final para los enemigos de la iglesia.  Es la consecuencia de identificarse con la bestia.

        14:12 --  Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús --

        -- Aquí está la perseverancia de los santos -- dice la Versión La Biblia de las Américas.  La palabra "paciencia", en el Nuevo Testamento, quiere decir perseverancia bajo aflicción.  En el margen de la Versión La Bi­blia de las Américas dice, "o, constancia".  Durante la persecución romana, los santos tenían su fe probada.  Su perseverancia obró aprobación (delante de Dios)(Romanos 5:4, Versión Hispano-americana).  Y, si Dios aprueba a uno, le acepta.  El cristiano mira más allá de las pruebas de la vida.

        Véanse Romanos 5:3-5; Santiago 1:2-4; Lucas 21:19.  Véanse también Apocalipsis 3:10; 12:17; 13:10, comentario.

        14:13 -- Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen --

        Este mensaje es del cielo; es inspirado por el Espíritu San­to.  Mientras que los que rinden culto al emperador y se identifican con la mundanalidad serán completamente destruidos, habiendo pasado algunos años de vida sobre la tierra, los que perseveran bajo la persecución, guardando los mandamientos de Dios y andando en la fe de la cual Jesús es el autor, al morir "en el Señor" (en una relación aceptable para con el Señor), encontrarán la bienaventuranza del cielo; descansarán de sus obras (Apocalipsis 6:11), y sus obras de vida fiel les seguirán (no habrán sido en vano,- 1 Corintios 15:58) y serán par­te de su juicio final (Mateo 25:34-40; Romanos 2:6).

        14:14 -- Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda --

        En los versículos del Apocalipsis 14:14-20, algunos ven el juicio fi­nal, descrito bajo el simbolismo de una cosecha doble.  Puede ser, pero toda­vía no llegamos a la parte del libro que trata de juicios finales y terminan­tes.  El mensaje de esta sección parece ser más bien la cosecha de los buenos en el tiempo (en lugar de en el día final), por medio del evangelio, y a pesar de oposición diabólica (los versículos Apocalipsis 14:14-16), y la cosecha de los malos que rechazan al evangelio, al ser éstos destruidos (los versículos Apocalipsis 14:17-20).

        -- Miré, ... blanca --  Una nube blanca significa un juicio de justicia.  Véase Apocalipsis 1:7, comentario.  Fue tomado Cristo en una nube cuando ascendió a los cielos, y en las nubes volverá (Hechos 1:9-11;.- 1 Tesalonicenses 4:17).  Con ra­zón Apocalipsis 14:15 presenta a Cristo viniendo a hacer juicio en esta forma.

        -- y sobre ... Hombre --  Véase Apocalipsis 1:13.  Es Cristo Jesús.  De él profetizó Daniel 7:13.  Jesús se refirió a sí mismo con frecuencia como el Hijo del hombre (Mateo 8:20; 9:6; 10:23; 11:19).  Está llevando a cabo su obra gloriosa en su Reino.

        -- que tenía ... oro --  Es la corona (stephanos) de victoria, que vimos en Apocalipsis 6:2.  Nada más que allí tenía en su mano un arco; aquí, una hoz, símbolo de cosecha.  Véase Joel 3:13.

        14:15 -- Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura --

        La mies está "madura", o "seca" (Versión Hispano-americana).  Es tiempo para cosecha.  Compárese Marcos 4:26-29.

        14:16 --  Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada --

        Es Cristo quien cosecha, porque es el "Señor de la mies", pero lo hace por "obreros" (Mateo 9:36-38).

        14:17 --  Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda --

        Este ángel también tiene una hoz.  No es igual a Cristo, pero dado que los ángeles son "espíritus ministradores" (Hebreos 1:14), hace el trabajo de Cristo.

        14:18 -- Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras --

        -- Y salió ... fuego -- Compárese Apocalipsis 8:3-5, comentario. 

        -- porque sus uvas están maduras  = en el juicio de Dios es tiempo de co­sechar.

        14:19 -- Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios --

        Compárense Apocalipsis 19:15; Joel 3:13 e Isaías 63:1-6.  La ira de Dios tienen que ser el destino de toda persona que se le opone y rechaza su gran salvación en Cristo Jesús.

        14:20 -- Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios --

        -- Y fue ... ciudad -- Jesús fue crucificado fuera de la ciu­dad (Juan 19:17; Hebreos 13:12).  Esteban fue apedreado fuera de la ciudad (He­chos 7:58).  Ahora toca a los malos ser castigados "fuera de la ciudad".

        -- y del lagar ... estadios --  Los literalistas tienen gran problema con este pasaje, porque Palestina (donde dicen ellos que va a haber una gran bata­lla literal entre Cristo y las fuerzas de Satanás) no tiene suficiente territo­rio para un río de sangre que mida 1600 estadios (un estadio = unos 150 me­tros), distancia que viene siendo como 190 millas o 304 kilómetros.  Además, la profundidad de la sangre llega hasta ¡los frenos de los caballos!  ¿Cómo  puede ser esto literal?

        Es símbolo de la inmensidad de personas que sufre el castigo de Dios.  Pe­ro, ¿cuándo?  ¿Ahora en el tiempo, o en el Juicio Final?  Véanse los comenta­rios al principio del 14.  Una cosa es cierta: el gran enemigo de los cristia­nos primitivos, a los cuales Juan escribió, que fue la Roma pagana, fue pisado en el gran lagar de la ira de Dios.

        Para el  Juicio Final está reservado el fuego, como instrumento de castigo (Apocalipsis 20:15;. 2 Pedro 3:7 y sig.; Mateo 3:10,12.

CAPITULO 15

        Mientras que las trompetas simbolizaban advertencias fuertes de Dios, por medio de juicios parciales (una tercera parte), las copas simbolizan castigo completo y final.  Los que no oyen al evangelio, ni a las advertencias de las trompetas, tienen que sufrir las consecuencias en destrucción terminante.

        15:1 -- Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios --

        -- siete plagas postreras -- Las plagas simbolizan castigos consuma­das o finales.  Como Dios envió las terribles plagas sobre Egipto (Exodo 7-12), así castigará finalmente a los pecadores, como a Satanás y a sus alia­dos.  Estas siete plagas representan la consumación de la ira de Dios.  Ya lle­ga su ira a su fin.

        15:2 -- Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios --

        -- Vi también ... fuego -- Véase Apocalipsis 4:6, comentario.  El "fuego" de es­ta frase puede simbolizar las pruebas por las cuales los santos pasan en esta vida.  Considérese.- 1 Pedro 1:7).  También puede simbolizar los hechos de juicio que Dios hará a favor de sus santos perseguidos.

        -- y a los ... de vidrio --  Los victoriosos sobre la bestia toman una pos­tura de victoria sobre este mar de vidrio, que tal vez simbolice los hechos de juicio justo de parte de Dios (versículo 4).  Estos hechos son claros y abier­tos, evidentes a todos.

        -- con las arpas de Dios -- = símbolo de alabanza.  Véanse Apocalipsis 5:8; 14:2, comen­tario.  No son arpas literales, como tampoco son literales la bestia, la ima­gen, y la marca de este versículo.

        15:3 -- Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos --

        -- Y cantan ... diciendo -- Véase Éxodo 15.  En realidad no cantan el cántico de Moisés registrado en Éxodo 15, sino las palabras registra­das en este versículo y en el siguiente.  El sentido es que cantaron un cánti­co sim­bolizado por el de Moisés, cantado después de la salida victoriosa del pueblo de Dios de Egipto.  La victoria realizada en el Mar Rojo es figura de la vic­toria de los santos sobre la bestia.

        Este cántico combina alabanza por el Poder de Dios, por la redención que él da, y por su carácter justo que obró la redención.

        Según esta versión a la mano, Dios se llama "Rey de los santos".  "Rey de los siglos", dice la Versión Moderna, y "Rey de las naciones" la Versión His­pano-americana.  La variación se debe a la cuestión de manuscritos.  En vista de lo que dice el versículo siguiente (el 4, "todas las naciones vendrán"), y de Jeremías 10:7, parece más preferible la frase "Rey de las naciones".  Dios era el Rey del imperio romano en el tiempo de Juan, como es el Rey de todas las naciones. 

       

        15:4 -- ¿Quien no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado--

        -- ¿Quién ... nombre? -- Temer a Dios es respetarle por ser él lo que es.  Glorificar su nombre es glorificar su persona, pues su nombre a­pun­ta a ella.  Este temor a Dios y esta gloria se le deben porque El solo es pura justicia. 

        -- por lo cual ... manifestado --  Véanse Salmos 86:9; 98:2.  Al ver las naciones la derrota de la bestia, y de todo lo que ella representa, y al mismo tiempo la victoria de la iglesia sobre toda oposición, vienen también a adorar al Dios poderoso y justo.

        15:5 -- Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio --

        -- el templo del tabernáculo del testimonio -- Para entender el punto simbolizado en esta expresión, uno tiene que entender algo acerca del tipo mismo (véase Hebreos 9:1-7,24).  Se llamaba el tabernáculo del "testimo­nio" (Éxodo 25:16,21; 38:21; Números 1:50,53; 9:15; 10:11; 17:7; 18:2), porque allí se guardaba el testimonio de Dios.  Esta expresión, pues, significa la presencia de Dios; es decir, donde está su ley o testimonio.

        En Apocalipsis 11:19 se abrió este lugar simbólico para exhibir el arca del pacto de Dios, pero ahora es para que de allí salgan los siete ángeles que tienen las siete plagas.  La obra de las plagas es de Dios mismo.

        15:6 -- y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro --

        La descripción de su vestuario enfatiza la gloria y el poder del Señor con que han de ejecutar la Voluntad y los juicios de Dios.  Compárense Apocalipsis 1:13; 19:8,14.  El uso del número siete indica que su obra sería completa.

        15:7 -- Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos --

        Siendo copas de "oro", simbolizan que su ira sería del Rey.  Estas copas serían derramadas (Apocalipsis 16:1).  La expresión "derramar su enojo" es co­mún en las Sagradas Escrituras (Salmos 79:6; Jeremías 10:25; Sofonías 3:8).

        15:8 -- Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles --

        Véanse .- 1 Reyes 8:10,11 e Isaías 6:4.  Este "humo" simboliza la gloria y poder de Dios, que ahora se expresa en castigo terminante.  Ya pa­só el tiempo de arrepentimiento y conversión; es tiempo de castigo, y nadie puede interceder por los objetos de la ira de Dios.  El castigo final de los impíos es un acto del poder y de la gloria de Dios.

CAPITULO 16

        Este capítulo da una declaración sumaria de una sucesión de juicios en ge­neral en contra de los malos.  Las plagas de Egipto (Éxodo capítulos 7 al 10) son figura de las manifestaciones de la ira de Dios sobre los inicuos.  Com­párese el capítulo 28 de Deuteronomio, donde estos mismos juicios (copas de ira) de Apocalipsis 16 son prometidos como la consecuencia de la desobedien­cia.  Dice el texto, Deuteronomio 28:60: "Y traeré sobre ti todos los males de Egipto...".

        Como las trompetas (capítulo 8), estas copas representan ayes sobre la na­turaleza y sobre el hombre.  Pero hay una diferencia: las trompetas representa­ban juicios punitivos parciales, tocando una tercera parte, mientras que las copas enfatizan la finalidad del juicio, tocando el objeto entero.

        Estos juicios terminantes de Dios pueden ser derramados sobre diferentes poderes políticos, a través de la historia del hombre, pero creo que la aplica­ción principal tiene que ver con el imperio romano de los Césares.  El Juicio Final se deja para la parte final del libro (Apocalipsis 20:11 y sig.).

        16:1 -- Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios --

        -- una gran voz -- Significa la gran ira de Dios porque los pe­cadores no se han arrepentido.  La voz es de una fuente divina (desde el san­tuario del templo).

        -- sobre la tierra --  El mundo de los no regenerados es el objeto de esta ira.

        16:2 -- Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen --    Como las úlceras son la consecuencia de una acumulación de impurezas en el cuerpo físico, así es que los mundanos del tiempo de Juan, que se identificaban con las corrupciones del imperio romano pagano, ya están se­gando la corrupción que habían sembrado.  Véase Gálatas 6:7,8.

        La palabra para "úlcera" en este versículo es la misma hallada en Éxodo 19:10, Versión Septuaginta (de Los Setenta).  Véanse también Deuteronomio 28:27; Hechos 12:23.

        -- marca de la bestia, y que adoraban su imagen --  Véase Apocalipsis 13:15-17, comen­tario.

        16:3 -- El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar --

        Como el mar simboliza las sociedades, o la humanidad (véase Apocalipsis 8:8; 13:1, comentario), el mar convertido en sangre enfatiza la muerte o ex­tinción de las sociedades dadas a la idolatría y a las inmoralidades conse­cuentes. 

        16:4 -- El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre --

        Con toda fuente de agua contaminada, no hay posibilidad de vida.  Aquí se simboliza el castigo de Dios que no permite salida o escape.

        En todas estas "copas" de ira, el punto importante es el efecto de ellas, que en todo caso es el castigo completo del malo.

        16:5 --  Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas --

        -- Y oí al ángel de las aguas -- Cada ángel tiene algo que ad­ministrar, algo a su cargo (compárese Apocalipsis 14:18).

        -- Justo eres ... estas cosas --  El ángel declara la justicia de Dios en castigar a los que por sus hechos pecaminosos merecían las "copas" de ira.  La ira de Dios es conmensurable con la iniquidad del hombre.  Nótese el versículo siguiente.

        16:6 -- Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen --

        Estos son los mismos de Apocalipsis 16:2; o sea, los que rendían culto a César y se identificaban con los per­seguidores de la iglesia primiti­va.  Ya que pedían la sangre de los del pueblo de Dios, Dios les recompensa con "sangre" (símbolo de muerte).  Compárese Abdías 15,16, una profecía de jui­cio contra Edom.  Véase también Gálatas 6:7.

        16:7 -- También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos --

        Tal vez el altar aquí referido sea el altar donde se ofrecie­ron las oraciones de los santos (Apocalipsis 8:3,5; 9:13; 14:18).  Si es así, la idea es que los santos pedían vindicación, y ya que Dios recompensa a sus perseguido­res, este ángel declara desde este altar que los juicios de Dios son verdade­ros y justos.

        16:8 -- El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego --

        El sol que hizo Dios para bendecir al hombre en su vida físi­ca, ahora en simbolismo es un agente en las manos de Dios para castigar al im­pío.  Aquí se simboliza un castigo ardiente e indómito.

        16:9 -- Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria --

        Como la bestia del mar blasfemaba a Dios, sus seguidores y adoradores, que tomaron de su naturaleza, ahora blasfeman a Dios, ya que están en medio de este castigo de Dios.  Ni aun así se mueven a arrepentirse y a dar gloria a Dios.

        Como en el caso de las primeras cuatro trompetas, las primeras cuatro copas afectan, en simbolismo, la tierra, el mar, las demás aguas, y el sol.  Las tres que siguen afectan lo moral o espiritual.


        16:10 -- El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas --

        Se enfatiza en esta copa de ira que la misma sede de poder de la bestia es afectada.  En Apocalipsis 13:2 vemos que el diablo dio a la bestia "su po­der y su trono, y grande autoridad".  La bestia en el tiempo de Juan era el im­perio romano pagano. (Dondequiera y cuando quiera que algún poder mundial sea a­dorado, allí la bestia tiene su trono).  Ahora Dios castiga a la dirección de este gran poder mun­dial con tinieblas.  Véase Apocalipsis 9:2, comentario.  En la quinta trompeta las tinie­blas fueron parciales, pero aquí en la quinta copa son com­ple­tas.

        Compárense Salmos 69:23; Isaías 9:19.  Un poder político, que se prosti­tuye para hacer la voluntad de Satanás, pierde la luz de la verdad por la cual debiera guiarse, y se deja con la pérdida de sabiduría y comprensión.  Se que­da en sus propias tinieblas y se desespera ("morder de dolor sus lenguas").

        16:11 -- y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras --

        En lugar de reconocer la obra de Dios en su condición do­lorosa, arrepen­tirse y dar gloria a Dios, blasfeman a Dios mientras sufren el dolor de su cas­tigo.  No reconocen que sus propios pecados han traído su condi­ción sobre sí mismos.

        16:12 -- El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente --

        Sobre el "Eufrates", véase Apocalipsis 9:14, comentario.  Este río ser­vía de barrera contra la invasión, pero ahora que ha sido secado, se ha quita­do esa barrera.

        -- los reyes del oriente -- representan las fuerzas malas que se oponen a Dios y a su iglesia.  Vienen estos "reyes" para la batalla simbólica del ver­sículo Apocalipsis 16:14.

        16:13 -- Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de rana --

        Lo que sale de la boca de estos tres enemigos lo podemos le­er en  Apocalipsis 12:15; 13:5; 13:14-17 con Apocalipsis 19:20.  Sale decepción, blasfemia, y propa­ganda falsa.  Ahora Juan vio salir de sus bocas tres espíritus inmundos a mane­ra de ranas.  La rana representa carácter abominable, repulsivo y detestable.  Véase Levítico 11:9-12.

        16:14 -- pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso --           Satanás y sus ayudantes practican el engaño del error para aliar a todo el mundo en su batalla, o conflicto, con Dios.  En el tiempo de Juan el imperio romano representaba a ese mundo en conflicto con Dios.  Dice -. 1 Jn 5:19, "el mundo entero está bajo el maligno".

        Esta batalla es simbólica, y por eso no representa algún conflicto his­tórico en particular, ni pasado ni futuro.  En el versículo Apocalipsis 16:16 se nombra el lugar simbólico, y en Apocalipsis 19:19-21 se menciona la ocasión de la batalla simbólica, pero en ninguna parte es descrita.  En Apocalipsis 19:19-21 nada más se menciona el resul­tado de la batalla.

        16:15 -- He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza --

        -- He aquí ... ladrón -- Compárese Lucas 12:39,40.  En medio de esta revelación acerca de "la batalla de aquel gran día del Dios Todopode­roso", Jesús recuerda a sus iglesias que vendrá cuando menos sea esperado.  Na­die sabe de antemano cuándo haya de venir, ni en juicios en el tiempo, ni en el Juicio Final.

        -- Bienaventurado ... vergüenza --  El cristiano tiene que velar a toda hora con vigilancia continua.  Tiene que cuidar de su vida diaria, manteniendo pureza de vida.  Véase Apocalipsis 3:3,4.  El cristiano que mancha sus vestiduras (su vida espiritual), no andará en vestiduras blancas.  El que no anda en vestiduras blancas, está "desnudo" (Apocalipsis 3:17,18).  Estar desnudo es vergonzoso.

        16:16 -- Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón --

        El lugar de este conflicto espiritual tiene un nombre figu­rado: "en hebreo se llama Armagedón".  Este nombre se compone de dos partes:  Ar, significando monte; y Magedón, de Megiddo, una ciudad con aldeas (Jueces 1:27).  El nombre, pues, quiere decir, Monte de Megiddo.  Literalmente, eso es.  Pero, ¿qué simboliza?  Como Gehena literalmente era un valle al este de Jerusalén donde se quemaba basura, pero representa el tormento eterno, así es que Armagedón literalmente era un campo de batalla decisiva (Jueces 5:19), pe­ro representa la batalla decisiva entre Dios y las fuerzas de Satanás.  Esta batalla fue peleada en los primeros siglos, cuando Dios destruyó a aquel impe­rio romano que era la bestia bajo el control de Satanás.  Fue un juicio termi­nante contra Roma.  Fue una copa de ira.  Fue una "batalla" en el tiempo; cuan­do Cristo venga la segunda vez, no va a haber ninguna batalla.  Aplicar la lla­mada "batalla de Armagedón" a una cierta batalla literal en el fin del tiempo, es ignorar el mensaje principal de esta Revelación y torcer muchos pasa­jes del Nuevo Testamento que no son nada simbólicos, sino literales.

       

        16:17 -- El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está --

        El texto griego dice "sobre el aire" (margen de la Versión La Biblia de las Américas).  El significado simbólico de "el aire" puede verse en el uso de la palabra en Efesios 2:2 ("príncipe de la potestad del aire").  La quinta copa fue derramada sobre el trono de la bestia; esta copa es derrama­da sobre el dominio del diablo mismo.  Se simboliza todo el territorio en que viven los hombres que hacen la voluntad de él.  Ya ha venido bajo el castigo final de Dios.

        Por eso salió "una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: He­cho está".  Las copas han sido derramadas.  Dios ha hecho caer sobre el mundo impenitente su castigo completo.  Se les revela a los pobres cristianos del primer siglo, perseguidos algunos hasta la muerte física, que Dios ha destruido a la Roma pagana.

       

        16:18 -- Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra --

        Véanse Apocalipsis 4:5; 8:5; 11:19; también Apocalipsis 6:12, comentario.  Aquí te­nemos simbolizados despliegues del poder de Dios en llevar a cabo sus propósi­tos.  Por ser la caída de la Roma pagana un juicio singular, se dice que es­te "terremoto tan grande" es singular en intensidad.

        16:19 -- Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira --

        -- Y la gran ciudad ... cayeron -- Véase Apocalipsis 11:8, comentario.  Se simboliza la Romana pagana y todo el imperio bajo su control y dirección.  La caída ha de ser completa.  Compárense Apocalipsis 18:8; Ezequiel 5:2-12.

        -- y la gran ... ira --  Dios no se olvida del tratamiento cruel del enemi­go de su iglesia.  Esta misma descripción simbólica de la ira de Dios en con­tra de los malos se registra en Isaías 51:17.  Véase también Apocalipsis 14:10, comentario.

        16:20 -- Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados --

        Son símbolos adicionales de la caída y destrucción de un po­der político mundial.  Esta representación se empleó tocante a la destrucción de Tiro (Ezequiel 26:15-21).  También se emplea en este libro (Apocalipsis 6:14).  En Apocalipsis 18:21, se emplea el simbolismo de una ciudad "nunca más hallada".  Se presenta un cuadro de desolación completa.

        16:21 -- Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande-

        -- Y cayó del cielo -- indica que este juicio contra Roma perse­guidora es de Dios.  El simbolismo de granizo grande, como instrumento de Dios en castigar a los impenitentes, se basa en Éxodo 9:18-26

        -- talento  = como cincuenta kilos.

        -- y los hombres blasfemaron ... grande --  Véase el versículo 11, comenta­rio.

CAPITULO 17

        En esta revelación se emplea el doble simbolismo de una mujer y una c­iu­dad.  En Apocalipsis 12:1 y sig., y Apocalipsis 21:2 se hace referencia a la mujer santa y a la ciudad santa.  Véase también Apocalipsis 19:9,10.  Luego se hace referencia a Babilonia, la gran ciudad (Apocalipsis 14:8; 18:10), y la Ramera (Apocalipsis 17:5,18).  Este libro contiene el destino final de las dos mujeres, de las dos ciudades.  Este capítulo ha­bla más en de­talle de la descripción y la naturaleza de Babilonia, y el siguiente (con Apocalipsis 19:1-10) de la caída final de ella.

        La gran ramera, Babilonia, simboliza lo que seduce, tienta, y atrae a los hombres para que dejen el camino de Dios.  La Babilonia antigua era una ciudad mundana en extremo.  Era el centro de placeres carnales y de lujo.  Era centro pagano de iniquidad, como lo era Tiro.  (Nótese la semejanza entre Apocalipsis 17-19 y Ezequiel 27 y 28).  Babilonia, en Apocalipsis 17-19, representa la con­centración de lujo, vicio, y vanidad mundanos.  Es el mundo visto como la in­cor­poración de los "deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida",.-  1 Jn 2:16.  La Ramera puede representar el mundo como centro de seducción anticristiana en cualquier época de la historia, pero en el tiempo de Juan seguramente era la ciudad de Roma (Apocalipsis 17:9,18).  Cuando en la historia del mundo cae una gran concentración de mundanalidad, cae "Babilonia".

        En los textos siguientes se lee de la destrucción de Babilonia la anti­gua, cosa en que es basado el simbolismo de esta sección de Apocalipsis: Isaías 13, 14 ,21, 46, 47,48; Jeremías 25,50,51.

        17:1 -- Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas --

        -- Vino entonces ... ramera --  La sentencia contra la gran ra­mera es el juicio o castigo de Dios, la cosa tratada ahora en esta sección de Apocalipsis.  Se llama "ramera" porque el mundo se opone a Cristo y a su igle­sia por medio de seducir, tentar y atraer a los hombres para que dejen el ca­mino de Dios. 

        La designación simbólica de "ramera" se aplica en el Antiguo Testamento a Tiro (Isaías 23:15-18) y a Nínive (Nahum 3:1-70, y los profetas repetidamente acusaron a Israel y a Judá de "fornicar" (por ej., Oseas 4:11-14).

        -- muchas aguas --  Es un símbolo explicado en el versículo 15: "son pue­blos, muchedumbres, naciones y lenguas".  Véase Jeremías 51:12,13.

        17:2 -- con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación --

        Tanto la gente común como los líderes políticos se unieron a toda forma de mundanalidad (injusticias, vanidades, y concupiscencias), amando al mundo, como alguno se uniera a una ramera.  Tomaron de lo que la "ramera" re­presentaba, hasta quedar "embriagados". 

        17:3 -- Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos --

        -- Y me ... desierto -- La mujer santa (capítulo Apocalipsis 12:6,14) halló en su "desierto" pro­tección, pero esta "ramera" se ve en un desierto de desolación y ruina.

        -- y vi ... cuernos -- Véase Apocalipsis 13:1, comentario.  El estar sentada la mujer sobre la bestia sugiere la estrecha relación entre los dos (el mundo persegui­dor, y el mundo de seducción).  El color escarla­ta sugiere realeza y lujo; es también el color del pecado, según la figura de Isaías 1:18.  La palabra "blasfemia" hace referencia al culto al emperador, pues en este culto la gente reconocía al emperador (Domiciano) como el Señor y Dios.  Véanse los ver­sículos Apocalipsis 17:9-13, comentario.

        17:4 -- Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación --

        -- Y la mujer ...perlas -- su apariencia física (vestida ella de lu­jo y de riquezas) representa la atracción del mate­rialismo.  Véase Apocalipsis 18:12,16.

        -- y tenía en la mano ... fornicación -- La copa es preciosa, atractiva y prometedora, pero su contenido es corrupción.  Lo que el mundo ofrece al hom­bre es en realidad cosas abominables: deseos mundanos.  Véanse.- 1 Jn 2:15-17 y Santiago 4:4.

        17:5 -- y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINA-CIONES DE LA TIERRA --

        Algunas versiones (la Versión Moderna, etcétera) hacen que la palabra "misterio" sea parte de su nombre ("un nombre escrito: MISTERIO: BA­BILONIA ....").  Lo que la "ramera" trataba de encubrir, Apocalipsis revela.  Está bien identificada para que nadie se engañe.  Los lectores de Juan veían en "Babilonia" el imperio romano de su tiempo, pero puede representar también cualquier concentración de poder perseguidor, religión falsa y seducción munda­na. 

        El poder de la mundanalidad consiste en su falsedad y engaño.  Cuando se descubre la naturaleza verdadera de ella, pierde su poder de destrucción.

        17:6 -- Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro --

        Véase Apocalipsis 18:24.  Roma entretenía al público pagano con la muer­te de cristianos, echándolos a leones en los circos.  El mundo seductor (Babi­lonia, la ramera) se deleita en las persecuciones de cristianos de parte de la bestia (gobiernos anticristianos--en este caso, Roma).

        Los mundanos se presentan como "embriagados" con las cosas mundanas, y la ramera ebria de la sangre derramada en la persecución.

        Juan se quedó asombrado con lo que vio.  De veras es una gran revelación ver al mundo de pecado en su verdadera naturaleza y diseño.  Considérese Roma­nos 7:13.

        17:7 -- Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos --

        El ángel declara su misión: revelar la identidad de la bes­tia y de la mujer, cosa que hace en los versículos siguientes.

        Los dos personajes son inseparables.  La concupiscencia y la carnalidad diri­gen al poder político injusto, y éste apoya a ellas.  Siempre es así.

        17:8 -- La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será --

        Véase Apocalipsis 13:3, comentario.  Puede haber referencia en este ver­sículo a la pasada del reinado de Nerón y la subida del de Domiciano.  Puede haber referencia a la destitución de cualquier poder perseguidor y la instaura­ción de otro.  Pero una cosa es cierta, la bestia tiene su fin en la perdición.  Véase también el versículo 11.

        Los mundanos se asombran de ver la bajada y subida de tales poderes po­líticos (pero no los cristianos que saben cuál es el fin eterno de ellos).

        -- aquellos cuyos nombres ... vida --  Contrástese esta frase (hallada en forma semejante también en Apocalipsis 13:8) con Apocalipsis 3:5; 20:12.

        17:9 -- Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer

        -- Esto, ... sabiduría -- Por medio del estudio de la Palabra de Dios, uno comprende los propósitos y medios de actuar de Dios (pues Dios no cambia -- Malaquías 3:6; Santiago 1:17), y así puede entender el mensaje que se nos presenta en esta Revelación.

        -- Las siete cabezas ... mujer --  Roma fue edificada sobre siete montes.

       

        17:10 --  y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo --

        Dice el ángel que los montes representan siete reyes.  Pero la palabra "reyes" aquí también es simbólica.  ¿Qué representan ellos?  Algu­nos creen que representan siete poderes mundiales (Babilonia Antigua, Asiria, Babilonia Nueva, Medo-­Persia, Grecia­-Macedonia, Roma, y el conjunto de todos los gobiernos mundiales perseguidores después del romano.  Luego, el "octavo" (ver­sículo Apocalipsis 17:11) será el que exista un poco antes del fin del mundo.  Otros en­tien­den que estos "reyes" son los Césares (Augusto, Tiberio, Calígula, Clau­dio, Nerón, Vespasiano, Tito, y Domiciano).  En esta lista Nerón es el quinto, y Do­miciano el octavo.

        Pero dado que Revelación es un libro altamente simbólico, me parece mejor entender que la referencia es a todo poder mundial, de tiempo pasado, presente y futuro, que suben del "mar" de la humanidad, a consecuencia de tumultos ci­viles y guerras, y que se oponen al pueblo de Dios.  Pero una cosa se nos a­segura: todos éstos están destinados a la perdición (versículo Apocalipsis 17:11).

        17:11 -- La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición --

        El "rey octavo" se identifica con los otros siete, y sea él el poder mundial perseguidor en existencia inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo, sea Domiciano, el emperador romano tan terrible en sus recla­maciones blasfemas, o sea la incorporación de todos los poderes políticos re­presentando a la bestia, la bestia va a la perdición.  Véase versículo Apocalipsis 17:8.

        17:12 -- Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia --

        -- Diez cuernos  = plenitud de poder.  Los "diez reyes" repre­sentan todos los poderes políticos de la tier­ra que busquen engrandecerse, y que para esto estén dispuestos a dar su po­tencia y autoridad a la bestia que tiene la autoridad central.  No dura mucho tiempo cada uno; es solamente por una "hora", pero su propósito es ayudar a la bestia en su oposición a la iglesia del Señor (versículo 14).  Véase Apocalipsis 16:14.

        17:13 -- Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia --

        Todos estos poderes políticos tienen el mismo propósito e ideas y se esfuerzan por los mismos fines; todo es según quiere la bestia, en su oposición a Cristo.

        17:14 -- Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles --

        Este es el tema del libro Apocalipsis.  Este libro no reve­la solamente la lucha que tiene la iglesia del Señor en esta vida, sino tam­bién revela el fin de la lucha desde el principio.  Esto trae consolación y esperanza y confianza al cristiano perseguido.

        -- porque él ... reyes --  Esta es la razón porque la victoria se le asegu­ra al cristiano.  ¡El resultado no puede ser de otra manera!

        Debe notarse que si Cristo es SEÑOR ahora, también es REY.  Y si es Rey a­hora, tiene un reino ahora.  Si el reino de Cristo todavía no ha sido estable­cido, no es Rey ahora, y se sigue que no es Señor ahora.  Pero este versículo afirma que es las dos cosas ahora.  Conviene a todo premilenarista pensar en esto.

        -- y los que ... fieles --  Somos llamados por el evangelio (2 Tes. 2:14).  Los elegidos son los escogidos (Efesios 1:4).  Los escogidos de Dios son los que obedecen al evangelio que llama.  Si Dios llama por el evan­gelio para la salvación, ¿va a escoger para la salvación a los que no le obe­decen?  ¡Claro que no! (Romanos 2:8;.- 2 Tesalonicenses 1:8; Hebreos 5:8,9).  Cuando uno obedece al evangelio, viene a ser uno de los escogidos.  Ahora tie­ne que serle fiel a Dios, hasta la muerte (Apocalipsis 2:10), haciendo firme así su "vocación y elección" (2 Pedro 1:10).

        17:15 -- Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas --

        -- Las aguas -- Véase Apocalipsis 17:1.  El imperio romano consistía en muchos países diferentes.  Véase Apocalipsis 13:7.  Considérese Daniel 2:40-43.

 

 

        17:16 -- Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego

        Véase versículo Apocalipsis 17:12, comentario.  Aquí tenemos el principio de la autodestrucción del pecado.  Los mundanos son atraídos por su avaricia y concupiscencias a la "ramera", pero cuando reconocen que han sido engañados, aborrecen lo que antes pensaban amar.

        Por ejemplo, Judas tomó del "cáliz de oro".  Mamón era su dios.  Para él treinta piezas de plata fueron una atracción muy grande.  Pero al fin sintió repulsión por ese dinero.  "Entonces Judas ... devolvió arrepentido las trein­ta piezas de plata ... y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó" (Mateo 27:3,5).

        Los placeres del pecado al fin engañan y frustran.  El curso del hombre mundano es éste: Primero es tentado, siendo atraído por el pecado.  Se endure­ce él contra Dios, viviendo en pecado.  Al fin, endurecido por el pecado, cuan­do ya es tarde, siente una repulsión o disgusto por el pecado.  Es castigado por su propia tontería e insensatez. 

        Las figuras de dejar al desnudo, y de devorar sus carnes, tienen su base en el Antiguo Testamento (Nahum 3:5; Miqueas 3:2,3).

        17:17 -- porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios --

        La Biblia está repleta de ejemplos de que Dios hace uso de naciones y de individuos para que se lleve a cabo su voluntad para con los hom­bres.  Considérense Isaías 10:5-7; Romanos 9:17; 2 Crónicas 20:20-23.

         17:18 -- Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra --

     La mujer que Juan vio (versículo Apocalipsis 17:3), llamada simbólicamente "Babilonia" (versículo Apocalipsis17:5), "reinaba sobre los reyes de la tierra".  Seguramen­te se hace referencia a Roma, el centro de concupiscencia, inmoralidades y to­da clase de atracción carnal.  Roma perseguía; Roma enseñaba la idolatría y toda clase de falsedad; y Roma seducía.  Con ella (la ramera) los mundanos se unieron en fornicación espiritual.

CAPITULO 18

 

        En este capítulo vemos el carácter completo e irrevocable de la caída de Ba­bilonia.  Roma, el mundo del tiempo de Juan, en el cual mundo esperaba el in­crédulo, perece.

        "La apariencia" (moda, fase presente) de las cosas está pasando (1 Corin­tios 7:31).  En el texto griego la palabra para "apariencia" es skema (esque­ma).  Cuando pase la moda del mundo, los inicuos pasarán con ella.

        Mucho de lo que se dice en este capítulo se describe en lenguaje del Anti­guo Testamento concerniente a la destrucción de Babilonia.

        18:1 -- Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria --

        El gran poder de este ángel, y su gloria que ilumina la tierra, in­dican la grandeza de su misión, que es, anunciar el mensaje de los versículos Apocalipsis 18:2,3.

        18:2 -- Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible --

        Véanse Apocalipsis 14:8; 16:19.  El anuncio, "ha caído la gran Babilonia", se presenta como un hecho ya histórico, porque Dios puede hablar de eventos futu­ros como si fueran pasados.  La expresión usada en este anuncio se basa en las profecías del Antiguo Testamento respecto a la caída de Babilonia (Isaías 13:19-22; 21:9; Jeremías 50, 51).

        Babilonia aparentaba ser una mujer reina, de grandes riquezas y fortunas, pero en realidad no era así.  Estaba destinada a la ruina completa.  Su des­crip­ción simbólica debe contrastarse con la de la santa ciudad, Apocalipsis 21:27

        Compárese Sofonías 2:13-15, tocante a la destrucción de Nínive.

        18:3 -- Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites --

        Véase Apocalipsis 14:8; 17:2, comentario.

        Los reyes y los mercaderes se han unido con la "ramera" para engrandecer­se con poder político y con riquezas, pero esta "fornicación" (alianza ilíci­ta) trae en sí "furor".  (Las naciones que emplean principios mundanos, o in­justos, para engrandecerse y enriquecerse, no pueden durar, porque los prin­cipios que siguen, siendo de Satanás, no pueden durar).

        18:4 -- Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas --

        -- Salid de ella -- La admonición de salir de "Babilonia" es dada al pueblo de Dios de toda época.  (Véanse Isaías 48:20; 52:11; Jeremías 50:8; 51:6,45; Zacarías 2:7;.- 2 Corintios 6:16-18; Efesios 5:11;.- 1 Jn 1:3,5).

        -- Salir de ella --  significa no tener comunión con sus pecados, no caer en el lazo de sus atracciones y tentaciones.  Los que se enamoren de las co­sas del mundo, participarán en el castigo que Dios hará llover sobre el mundo (1 Jn 2:15-17;. 1 Corintios 7:31).

        18:5 -- porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades --

        -- porque sus pecados ... cielo – Compárense.- 2 Crónicas 28:9; Esdras 9:6.  Dios siempre está al tanto de los pecados del mundo, y ¡no se ol­vida!  (A veces nos parece que se habrá olvidado Dios, pero ¡no!)  Cuando se multiplican tanto sus pecados, se les da "el vino del ardor de su ira" (Apocalipsis 16:19.

        18:6 -- Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble --

        -- Dadle a ella ... obras -- Babilonia ahora recibe la parte contraria de lo que ella impartía.  Su castigo es proporcionado a sus pecados, y siendo malas sus obras, recibe de la misma clase.  Véase Apocalipsis 17:16, comentario.

        -- en el cáliz ... doble --  Véase Apocalipsis 18:4.

        18:7 -- Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto --

        Es vanidad gloriarse en el poder y en la grandeza.  Es ne­cedad pensar que no se segará según se ha sembrado.  Todas las cosas tienen sus consecuencias.  Tiene que haber día de rendir cuentas (Gálatas 6:7).

        Su orgullo y vida de placeres ahora le trae a Babilonia el tormento y el llanto.  La Babilonia antigua (Jeremías 50:29) sirve de buena figura para la Roma del tiempo de Juan, y para cualquier concentración de mundanalidad en el tiempo.  Considérese el orgullo de Tiro (Ezequiel 28, versículo 2 en particu­lar).  Sembrar soberbia es segar destrucción.  Véanse Proverbios 11:2; 16:18; 29:23; Santiago 4:6;.- 1 Pedro 5:5.

        -- Yo estoy sentada ... llanto --  Véase Isaías 47:8,9.

        18:8 -- por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga --

        De repente viene la destrucción de la Babilonia simbólica, porque era vanagloriosa ("por lo cual", dice el texto).  La seguridad de este castigo terminante tiene por fundamento el poder de Dios, su Juez.

        18:9,10 -- Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,  10  parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!

        Los reyes de la tierra son el primero de tres grupos (re­yes, mercaderes, y marineros) que en este simbolismo lamentan la destrucción repentina de Babilonia.  Fornicaron con ella ( véase el versículo 3, comenta­rio).  "Se paran lejos" de la Babilonia que ahora está en llamas; esto simbo­liza la intensidad del castigo de ella.  La lamentación de estos reyes es e­goísta, pues lamentan en realidad su propia pérdida, porque ya no podrán se­guir en las riquezas y lujos, y en el poder.

        Su juicio viene "en una hora" ("en un solo día", dice el versículo Apocalipsis 18:8).  Cuando en la sabiduría de Dios ya es tiempo de poner fin a una concentración de mundanalidad creciente, lo hace de una vez y sin demora.

        18:11-13 -- Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías;  12  mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol;  13  y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres --

        Compárese la profecía contra Tiro (Ezequiel 26,27,28).  En segundo lugar vemos a los mercaderes que han cometido fornicación espiri­tual con el mundo.  Estos son los que usan el mundo para "hacerse tesoros en la tierra", en lugar de "en el cielo" (Mateo 6:19,20; Lucas 12:16-21).

        Se mencionan en la lista muchos artículos de lujo.  Aun la esclavitud se halla en la lista de la mercancía con que los mercaderes se hacen ricos.  Esta clase de vida (el materialismo) no puede durar; Dios la destruye.

        18:14-17 -- Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.  15  Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,  16  y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!  17  Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos --

        -- se han enriquecido -- Se refiere a los hombres que usan del mundo material para hacerse ricos, considerando a la riqueza como un fin en sí mismo.  Mamón es su dios (Mateo 6:24).  Los mundanos "codician" las co­sas de la riqueza material ("cosas exquisitas y espléndidas").  Babilonia, pues, es símbolo, no solamen­te de la religión falsa, sino también de la concu­piscencia, de la codicia.

        Es intensa la destrucción del centro de riqueza material ("se pararán le­jos"; véase versículo 10, comentario).          El versículo Apocalipsis 18:17, ,8, 10, enfatiza la prontitud con que Dios destruye a Babilonia.

        

        18:18-19 -- y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?  19  Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! --

        El tercer grupo que lamenta su destrucción es el de los mari­neros, los que ganan la vida por medio de su tráfico en los mares.  Su la­men­tación también es egoísta, porque ahora ven la pérdida de la fuente de sus ri­quezas.  (Ganar riquezas no es malo en sí.  El mal consiste en hacer de las ri­quezas un dios (Mateo 6:24; Lucas 16:13,14;. 1 Timoteo 6:17-19).

        -- echaron polvo sobre sus cabezas --  Era una demostración visible de la­mentación y desdicha entre los orientales (Job 2:12; Ezequiel 27:30).  Los i­nicuos basan toda su esperanza en los lujos y placeres de este mundo material, y cuando ven a su mundo destruido, a sí mismos se ven destruidos.

        18:20 -- Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella --

        Ahora se contrasta la alegría del cielo con la lamentación del mundo incrédulo.  Se regocijan también tres grupos (juntamente con el cie­lo): santos, apóstoles y profetas (que forman un contraste con los reyes, mer­caderes y marineros).

        El castigo de Babilonia es un acto de justicia de parte de Dios, y es su contestación a las oraciones de los santos (Apocalipsis 6:9,10).  Los moradores de la tier­ra se habían regocijado sobre los dos testigos muertos; ahora los santos se re­gocijan.  Dios es justo.  La caída de Babilonia (el mundo seductor -- Roma, en el tiempo de Juan) es la justa retribución de Dios enviada por él porque perse­guía a la iglesia.

        18:21 -- Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada --

        Lo que hace el ángel es un acto simbólico que indica lo com­pleto de la destrucción de la ciudad ramera.  La destrucción de Babilonia anti­gua es figura de la destrucción de todo poder mundial cuyos pecados lleguen al cielo (Apocalipsis 18:5).  Véase Jeremías 51:59-64.

        18:22,23 -- Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti.  23  Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones --

        El silencio del cementerio cubre la Babilonia destruida. Ya no hay gozo ni alegría; ya no hay comercio ni ganancia; ya no hay luz de no­che; ya no hay festividad de casamiento.  Compárese Jeremías 25:10,11.

        La razón del triste estado final de Babilonia es dada: los hombres busca­ban las riquezas como un fin en sí, que es un engaño del diablo.  El mundo del materialismo tienta al hombre, y si él se deja engañar con las promesas falsas y las mentiras del materialismo, entonces prosigue a lo que termina en la des­trucción final.  Véase Isaías 47:8-11.

        18:24 -- Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra --

        Véase Apocalipsis 17:6.  La Roma pagana persiguió a la iglesia, matando a algunos.  Pero ella, la "Babilonia" del tiempo de Juan, en turno simboliza toda "ciudad mundial" del materialismo, porque dice Juan que en ella se halló la sangre de todos los que han sido muertos en la tierra.

        Dios es el Gran Juez.  Toda injusticia será castigada.  Los que confían en él serán vengados.  La destrucción de "Babilonia" da la seguridad de esto.

CAPITULO 19

 

        En este capítulo se presentan: (1) las alabanzas en el cielo a causa de la caída de Babilonia; (2) la cena de las bodas del Cordero; (3) Cristo, el Guerre­ro victorioso; (4) la gran cena de Dios; y (5) el fin de las dos bestias.

        19:1 -- Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro --

        El cielo celebra la victoria de Dios sobre Babilonia.  Dice, "¡Aleluya!" y atribuye a Dios salvación, honra, gloria y poder.  La palabra "Ale­luya" es una transliteración de la palabra hebrea que significa "alabad a Jehová".  Por ejemplo, en Salmos 104:35, nuestra versión dice, al final del ver­sículo, "Aleluya".  Otras versiones dicen, por traducción, "Alabad a Jeho­vá".  Aquí en Apocalipsis 19:1,3,4, es el único lugar en el Nuevo Testamento donde aparece esta palabra.

        19:2 -- porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella --

        Ahora es dada la razón por qué es digno Dios de la alabanza que le atribuyen: juzgó con juicio justo a la gran ramera.  Ella había logrado apartar de Dios a mucha gente por medio de sus seducciones.  Por eso merecía el castigo de Dios.  Además de tentar a los hombres a cometer fornicación con ella (es decir, a ser mundanos), había muerto a muchos santos (Apocalipsis 17:6).  Ahora es vengada esa sangre en la destrucción de ella, según las peticiones de los san­tos (Apocalipsis 6:10).

        19:3 -- Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos --

        Compárese Apocalipsis 14:10,11, la destrucción de los que tienen la marca de la bestia.  Véase Apocalipsis 18:8,9,18,21.  Esa Babilonia jamás se levantará.

        19:4  -- Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! --

        -- Y los veinticuatro ... vivientes -- Véase Apocalipsis 4:4,5-10, comen­tario.  Adoraron a Dios con las palabras "amén" (véase Apocalipsis 3:14, comentario) y "aleluya" (véase el versículo Apocalipsis 19:1, arriba, comentario).  Otras versiones no di­cen "se postraron en tierra", sino sencillamente "se postraron".  Esto fue en el cielo.

        19:5 -- Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes --

        Se le manda a todo siervo de Dios que le alabe.  Puede ser que este mandamiento fuera dirigido especialmente a la iglesia en la tierra.

        19:6 -- Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! --

        No oyó Juan ni muchas aguas ni grandes truenos; oyó una voz.  Es importante en el estudio de este libro notar las semejanzas introducidas con la palabra "como".

        Esta voz alaba a Dios porque como el Todopoderoso reina.  (Tal vez sea la voz de ángeles como de hombres).  Con razón fue destruida Babilonia; Dios reina sobre todo, y no el diablo.

        19:7 -- Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado --

        Este versículo da la razón porque hay tanto gozo y regocijo.  Es que "han llegado las bodas del Cordero".  El punto es que hay gran gozo al entrar en las moradas preparadas para los redimidos (Juan 14:2,3), como hay gran gozo cuando la novia desposada es llevada a la casa de su marido para co­menzar su vida matrimonial. 

        La iglesia es ahora la esposa de Cristo (Romanos 7:4; Efesios 5:22-32).  Pero en este pasaje de Apocalipsis la figura de bodas es usada para enfatizar el gozo experimentado por los salvos al entrar en la vida eterna.  Es como el gozo de las bodas.

        (Debe notarse que hay gran diferencia entre "las bodas del Cordero" y "la gran cena de Dios", versículo Apocalipsis 19:17).

        La esposa (la desposada) del Cordero está preparada.  Participar en estas "bodas" requiere preparación (y ésta, de antemano).  Véase el versículo si­guiente.

        19:8 -- Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos --

        -- Y a ella ...resplandeciente -- Contrástese esto con la ves­tidura de la ramera, Apocalipsis 17:4; 18:16.  La iglesia que es de Cristo es caracteri­zada por la santidad: "una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" (Efesios 5:27).

        -- porque el lino ... santos --  La iglesia de Cristo no está vestida de la justicia personal de Cristo, vivida por él durante su ministerio personal aquí en la tierra, y atribuida o imputada a los santos, sino del "lino fino" de sus propias acciones justas de vida obediente a Cristo.  (La imputación de la justicia personal de Cristo es una doctrina calvinista, no bíblica.  La "justicia" de Filipenses 3:9, en la cual quiso Pablo hallarse, no es la justi­cia personal de Cristo, sino el perdón de Dios en Cristo Jesús.  Tampoco es el "vestido de boda", en la parábola de la fiesta de bodas, Mateo 22:12, la jus­ticia personal de Cristo imputada al hombre, sino es el perdón de Dios en Cris­to Jesús).

        

        19:9 --.  Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios --

        En este simbolismo, el gozo de los salvos en la vida eterna es presentado bajo la figura de convidados a la cena de las bodas.  Las cenas de las bodas son ocasión de gran gozo, y por eso sirven de figura del gozo que los redimidos tendrán en el cielo.  Es cosa de bienaventuranza ser llamado a la vida eterna.  Somos llamados ahora por el evangelio.

        Podemos confiar en la declaración de esa bienaventuranza: "Estas son pa­labras verdaderas de Dios".

        19:10 -- Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía --

        -- Yo me ... no lo hagas -- Véase Apocalipsis 22:8,9.  Es pecado adorar a cualquier criatura, aunque sea angélica.  Considérense Mateo 4:10; Hechos 10:25,26; 14:11-15.  (El uso de títulos presuntuosos, como por ejemplo "reve­rendo", "padre", "su santidad", etcétera, es un paso hacia la idolatría, pues en ello los unos (llamados "laicos")) admiten que otros están en un nivel más elevado, cosa que Cristo condena -- Mateo 23:1-12).

        -- yo soy consiervo ... Jesús --  Un ángel es un siervo de Dios como lo es el cristiano, que retiene las cosas enseñadas por Cristo, cosas a las cuales él vino a testificar (Juan 18:37).  (Los cristianos verdaderos no se ocupan en "testimonios personales", para convertir al mundo, sino en predicar la palabra (2 Timoteo 4:2) de la cual Cristo es él Autor.

        -- porque el testimonio ... profecía --  La verdad que Cristo en su primera venida reveló (su testimonio) es el espíritu o vida del mensaje pro­fético (tal vez se hace referencia en particular a la profecía de este libro -- Apocalipsis 22:18).  Toda profecía verdadera tiene validez porque detrás de ella está la verdad de Cristo.

        19:11 -- Entonces vi el cielo abierto;  y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea --

        Este versículo no introduce un evento nuevo de orden crono­lógico, como cosa que siga a la cena de las bodas.  En este libro se presentan nuevamente eventos ya mencionados con el fin de presentar alguna información a­dicional, o enfatizar algún punto específico.

        Ya que se dio énfasis a la destrucción de Babilonia, la ramera, ahora se presenta en particular la derrota completa y final de las dos bestias.  (El dragón mismo, Satanás, será tratado en particular en el capítulo siguiente).

        -- caballo blanco --  Es símbolo de guerra victoriosa.  Véase Apocalipsis 6:2, comenta­rio.  En Apocalipsis 6:2 Cristo salió para conquistar a los hombres por medio del evange­lio; aquí sale para derrotar a los oponentes del evangelio.

        -- Fiel y Verdadero --  Son características de Cristo (Apocalipsis 1:5; 3:7,14).

        -- con justicia juzga y pelea --  Según la enseñanza del Nuevo Testamento, en su segunda venida, no vendrá para pelear, sino para juzgar.  Por eso me pa­rece interpretación más correcta aplicar este versículo a la pelea de juicio, en el tiempo, contra sus enemigos.  Tal interpretación también sigue más fiel­mente el plan general del simbolismo de este libro.  El libro introdujo al dra­gón, luego a las dos bestias, y por fin a la ramera, Babilonia.  Ya hemos nota­do la derrota final de la ramera, ahora toca presentar la derrota final de las dos bestias, y entonces la del dragón mismo.

        19:12 -- sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo --

        -- sus ojos ... fuego -- Véanse Apocalipsis 1:14; 2:18.  Su visión pene­trante (omnisciencia) le capacita para juzgar al enemigo con justicia.

        -- y había ... diademas --  Véase Apocalipsis 12:3, comentario.  Mientras que el dra­gón tiene siete diademas, y la bestia diez, Cristo tiene muchas.  Les supera en poder real.

        -- y tenía ... mismo --  Puede haber referencia en este simbolismo:

        (a) a aspectos de la naturaleza de Cristo no revelados y por eso no en­tendidos por el hombre (Mateo 11:27), o

        (b) al hecho de que el nombre de Cristo "es sobre todo nombre" (Filipen­ses 2:9), y que ningún hombre puede conocer (experimentar u ocupar) tal posi­ción de autoridad y poder.  Nadie posee su poder.

        19:13 -- Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS --

        -- Estaba vestido ... sangre -- Compárense Apocalipsis 14:20 e Isaías 63:1-6.  Es la sangre de sus enemigos.  El es el victorioso.

        -- y su nombre ... Dios -- La palabra "verbo" expresa la idea de vehículo de pensamientos.  Cristo vino a revelarnos la mente de Dios; o sea, la Volun­tad de Dios para el hombre (Juan 1:1-14).  El, como la Revelación de la Ver­dad, pelea con el Error.

        19:14 -- Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos --

        La vestidura de estos "ejércitos celestiales", y tales pa­sajes como Apocalipsis 3:5; 6:11; 19:8; 17:14; Filipenses 3:20, sugieren que son compues­tos de los santos, quienes siguen a Cristo en la pelea victoriosa contra las dos bestias.  Pero, tales pasajes como Daniel 7:10; Mateo 26:53;.- 2 Tes. 1:7; apuntan a la conclusión de que son seres celestiales. 

        De todos modos es un cuadro simbólico de fuerzas de justicia, dirigidas por Cristo el Victorioso, en una batalla espiritual contra las fuerzas del mal.

        19:15 --  De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y

 

él las regirá con vara de hierro;  y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso --

        -- De su boca ... naciones -- Véanse Apocalipsis 1:16; 2:12,16.  Es sím­bolo de destrucción para el enemigo (versículo Apocalipsis 19:21).  Cristo habla la palabra, y su poder divino hace el resto.

        -- y él ... hierro --  Véanse Apocalipsis 2:27;12:5, comentario.  Véase Isaías 11:4.  Es símbolo de control absoluto sobre el enemigo.

        -- y él pisa ... Todopoderoso --  Véase Apocalipsis 14:19,20, comentario.  Furor e ira es lo único que les espera a los enemigos de la Verdad.  (Considérese Romanos 11:22).  Ser Cristo quien pisa el lagar del vino del furor y de la ira de Dios Todopo­deroso in­dica no solamente su poder absoluto sobre el enemigo, sino tam­bién que él es el Gran Juez de las naciones.  Véase Judas 14,15.

        19:16 -- Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES --

        Véanse Apocalipsis 1:5; 17:14.  ¿Quién puede conquistar a tal Jinete?  ¡Nadie!  La victoria le es asegurada.

        La frase, "en su vestidura y en su muslo" probablemente quiere decir que el nombre es evidente a todos; es un hecho que todo el mundo debe reconocer.

        19:17 -- Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios --

        El ángel llamó a las aves desde un lugar muy conspicuo.  La "gran cena de Dios", a la cual se les invita a las aves, es lenguaje simbólico para expresar la derrota completa del enemigo.  Este simbolismo se halla en Ezequiel 39:17-20.

        En el versículo Apocalipsis 19:9 los salvos son invitados a la cena de las bodas del Cor­dero; es un evento bendito.  Pero la "gran cena de Dios" es un gran ay para quienes sean objetos de esta ira de Dios.

        19:18 -- que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes --

        Todos los malos son incluidos en este castigo de Dios.

        19:19 -- Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército --

        La bestia es la de Apocalipsis 13:1-7 (el imperio romano del tiempo de Juan).  Ella reunió a todos los reyes de la tierra para la gran batalla del gran día de Dios (Apocalipsis 16:12-16).  Pelean contra el Cordero, pero son vencidos (Apocalipsis 17:14).  Esta es la batalla de Armagedón (véase Apocalipsis 16:16, comentario).

        19:20 -- Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen.  Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre --

        Ninguna descripción de batalla es dada.  Ese no es el punto, porque no es una batalla literal.  Nada más se presenta el resultado de la batalla.

        Las dos bestias, del capítulo 13 (la primera representando el poder político; la segunda, lo que es falso en la religión, la filosofía y el mate­rialismo del tiempo), ahora llegan a su fin.  El falso profeta (que con la ido­latría im­ponía el culto al emperador), y el poder político del imperio romano que res­paldaba a la bestia de la tierra, ya han sido destruidos de una vez pa­ra siempre.  La ramera, Babilonia, ya experimentó el mismo fin (Apocalipsis 17:16; 18:8,9,18).  Ahora, resta que se describa el fin del dragón.  Eso viene en se­guida, en el capítulo 20.

        19:21 -- Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos --

        -- Y los demás  = los "reyes y sus ejércitos" (versículo Apocalipsis 19:19).

su fin es el mismo que el de las bestias:  ser atormentados con fuego y azufre (Apocalipsis 14:9-11).

        La Roma pagana y perseguidora ya está completamente derrotada, según el mensaje profético (Apocalipsis 22:18) de este libro.  ¡Cuán grande es la consolación de él!

CAPITULO 20

 

        Ya se ha tratado la destrucción final y completa de la ramera, la Babilo­nia simbólica (capítulo 17,18), y la ruina final y completa de las dos bestias (ca­pítulo 19).  Ahora resta presentar la destrucción final y completa de Sata­nás.

        En este capítulo Satanás es atado y aprisionado por "mil años".  Durante este tiempo simbólico reinan los mártires y demás santos.  Al fin de los mil años Satanás es suelto por un poco de tiempo, y juntamente con las naciones in­conversas prepara ataque contra el pueblo de Dios, pero un fuego de Dios des­ciende y los destruye.  Entonces Satanás es echado en el lago de fuego y azu­fre.  Luego viene el Juicio Final.

        20:1 -- Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano --

        -- Vi a un ... abismo -- En Apocalipsis 9:1 Satanás tenía la llave y a­brió.  A­hora la llave está en el poder del ángel que descendió del cielo y en­cierra al diablo en el abismo.

        -- y una cadena en la mano --  La cadena es símbolo de refrenamiento o li­mitación.  Ya que ha habido victoria sobre él, por medio de la obra de Cristo y la paciencia (perseverancia, constancia) de los santos, Satanás no puede con­trolar libremente a las naciones, ni controlar al hombre contra su voluntad (Romanos 7:23, el control de Satanás sobre el inconverso).

        ¿Quién dirá que son literales la llave, el abismo, y la cadena?  ¿Dónde es este abismo?  ¿Cómo puede el diablo caber en él, si tiene una cola que al­canza las estrellas (Apocalipsis 12:4)?  Nadie afirma que son literales estas cosas, como otras muchas en este libro.  No obstante, para sostener la falsa teoría del premilenarismo, los defensores de esa doctrina tienen que hacer literales ciertas partes de este pasaje.  Lo hacen arbitrariamente y según su convenien­cia, pero al hacerlo muestran su inconsecuencia.

        20:2 -- Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años --

        -- Y prendió ... Satanás -- Véase Apocalipsis 12:9, comentario (donde se definen éstos términos).

        -- y lo ató --  Ser atado el diablo significa el triunfo de la Verdad sobre el Error.  El triunfo de Cristo sobre Satanás es presentado en tales pasajes como Mateo 12:29; Lucas 11:17-22; Juan 12:31,32; Efesios 4:8; Colosenses 2:15; Hebreos 2:14.  Todo el punto es que la obra del evangelio "a­ta" al diablo, porque los hombres pueden salir de las tinieblas del error y engaño, y andar en la luz de la verdad (Mateo 4:16; Hechos 26:18; Colosenses 1:13).  Siguiendo a Cristo, el diablo no les puede tocar (Santiago 4:7;. 1 Co­rintios 10:13; Juan 10:27,28).  La predicación del evangelio logra que el dia­blo no pueda engañar libremente a las naciones, como antes lo hacía.

        Siendo Satanás espíritu, la única "cadena" que le puede atar es la Pala­bra de Dios.  Cristo "ató" a Satanás con un "escrito está" (Mateo 4:1-11).  Cuando la Palabra de Dios tiene curso libre en el hombre, puede él protegerse de las maquinaciones del diablo.  Cuando el hombre tiene el derecho de usar esa protección voluntariamente, se halla "atado" el diablo en la única manera que es consecuente con la naturaleza del hombre. 

        Estar atado el diablo no significa la destrucción de todo el mal.  No es­tá atado en todo sentido.  El y sus ayudantes persiguen y engañan, pero la Pa­labra de Dios le ata para con los que siguen esa Palabra.  El evangelio libra al hombre del dominio de Satanás.  En ese sentido ata a Satanás.

        Dado que Satanás es espíritu, y que por eso no le puede atar ninguna cade­na literal, tenemos que buscar alguna cadena espiritual.  En Hechos 20:22, di­ce Pablo, "ligado yo en espíritu voy a Jerusalén".  (En el texto griego, "liga­do" es la misma palabra que "atado" en Apocalipsis 20:2).  El ser Pablo prisionero romano no restringía o limitaba a la palabra de Dios; seguía predicando.  Ser atado, figuradamente hablando, quiere decir ser restringido, como no atado (suelto) quiere decir no restringido.  ¡La Palabra de Dios restringe a Sata­nás!  El evangelio del Nuevo Testamento es una gran cadena alrededor de Sata­nás que hace imposible que él engañe al que escudriña las Sagradas Escrituras.  Satanás le quiere engañar, pero no puede; está atado.  Véase Santiago 4:7.

        No está atado en el sentido de no poder seguir siendo lo que es por natu­raleza.  Véanse.- 1 Pedro 5:8;. 2 Corintios 2:11.  Pero la obra de Cristo en el evangelio le "ha atado".

        -- por mil años --  Este número simboliza un período largo, indefinido pero completo.  En Exodo 20:6, Versión Moderna, leemos, "y que uso de miseri­cordia hasta con la milésima generación...".  Pero Dios usa de misericordia literalmente con todos y cada uno de los que le aman y obedecen, y no sola­mente hasta cierta generación para después no usar más de misericordia.  El número "mil" representa la infinidad.  En Salmos 50:10, Versión Moderna, le­emos, "porque mía es toda fiera del bosque, y los ganados que pacen sobre mil colinas".  Y los ganados que pacen sobre otras colinas aparte de esas mil, ¿no son de Dios?

        Hemos visto a través de este libro el uso simbólico de números (­3, 7, 10, 12, 144,000).  Este también es simbólico; todo el pasaje es simbóli­co.  De he­cho, ¡esa es la naturaleza de todo el libro! (véase Apocalipsis 1:1, comentario).

        Dejo los comentarios sobre el significado simbólico del número mil para el versículo si­guiente.

        20:3 -- y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo --

        -- y lo arrojó ... años -- Sobre el abismo, considérese Lucas 8:31.  Ya no puede el diablo andar "libremente" en su control sobre las nacio­nes y en su aparente victoria sobre los santos.  Ha sido arrojado a su propia habitación, y el abismo ha sido "sellado" (símbolo de asegurar).  Aquí está restringido hasta que sean cumplidos los mil años simbólicos. 

        El diablo no estaba restringido durante los 3 años y medio (o 42 meses, o 1260 días, o el "poco tiempo" de Apocalipsis 12:12), o sea durante el período de la perse­cución romana.  Véanse Apocalipsis 11:2; 13:5, comentario.  Por esto concluyo que el pe­ríodo simbólico de mil años comienza con la derrota de Satanás en la caída de la Roma pagana (en el tiempo de Constantino, 325 d. de J.C.), y terminará poco antes de la segunda venida de Cristo en el fin del mundo. 

        Algunos aplican el período simbólico a toda la dispensación cristiana, desde el día de Pentecostés, año 33, hasta el fin del mundo, exceptuando un poco de tiempo.

        -- y después ... tiempo --  Este "poco de tiempo" sigue a los "mil" años, pero el "poco tiempo" de Apocalipsis 12:12 precede a ellos.  No se refieren al mismo perío­do simbólico.  Hemos notado lo que significa el simbolismo de ser atado Sata­nás; ser desatado simboliza lo contrario: la influencia restringente del evan­gelio no estará evidente, y esto será poco antes de la segunda venida de Cris­to.  Véase el versículo Apocalipsis 20:7, comentario.

        20:4 -- Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años --

        -- Y vi tronos, ... ellos -- No sillas literales de este mun­do, sino el estado exaltado de aquellos que habían salido victoriosos de sus persecuciones.

        -- los que ... juzgar --  El texto griego dice, "les fue dado juicio", y así dicen algunas versiones.  Es cierto que los cristianos juzgan ahora (Mateo 19:28;. 1 Corintios 6:2-6), pero la idea aquí no es la de juzgar, sino de reci­bir juicio a su favor.  Este juicio a su favor es la destrucción de la ramera, de las dos bestias, y ahora de tener al dragón arrojado al abismo.  Véase Apocalipsis 11:18, comentario.

        -- y vi las almas ... manos --  Juan no vio cuerpos resucitados; vio almas.  No vivían en estado terrestre, sino fuera de sus cuerpos.  Vio almas de dos grupos (véase el texto de la Versión La Biblia de las Américas): los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús, y los que no ha­bían adorado a la bestia y que no recibieron la marca de la bestia.

        -- y vivieron y reinaron con Cristo mil años --  Estos se ven sentados en tronos de victoria, compartiendo con Cristo en su reinado victorioso sobre Sa­tanás, y esto por los mil años simbólicos.  Véase versículo Apocalipsis 20:3, comentario).

        Todo cristiano reina ahora (con Cristo) (Romanos 5:17;. 1 Corintios 4:8; A­pocalipsis 5:10), pero los simbolizados en este pasaje son en particular aque­llos cristianos perseguidos por la Roma pagana.  Ahora, si ellos están "reinan­do con Cristo" en victoria, también lo está todo cristiano que vence al malig­no.  Como en el caso de Abel, "difunto, aun habla" (Hebreos 11:4), por el ejem­plo de su fe, así también el cristiano fiel hasta la muerte "reina" con Cristo.

*****

        Tocante a este reinado de mil años, preguntamos:

         1 - ¿Dónde acontece?  Respuesta: ¡No en la tierra!  Tienen tronos y el trono de Cristo, y los de ellos, están en el cielo.  Reinan "con Cristo".  Juan vio almas reinando, no santos.  Por "mil años" (el tiempo indefinido pero completo que en la mente de Dios durará hasta poco antes de volver Jesucristo) reinan estas almas.  Después de la resurrección en el día final, los santos con sus cuerpos glorificados en la resurrección reinarán para siempre (Apocalipsis 22:5).

         2 - ¿Cuál es la naturaleza o el carácter de este reinado?  Respues­ta: es un reinado por asociación.  Por su ejemplo de fidelidad hasta la muerte, condenan a todos los hombres que no dedican sus vidas al Señor.  Es de vivir con Cristo.  Han muerto en el Señor (Apocalipsis 14:13).  Ahora el Señor les da repo­so (Apocalipsis 6:11).  Su obra como cristianos es perpetuada en la tierra en la persona del que sigue su ejemplo y defiende la Causa por la cual ellos han muerto.

         3 - ¿Quiénes participan en este reinado?  Respuesta: sobre todo a­quellos cristianos del tiempo de Juan que se describen en Apocalipsis 12:11.  Su "un poco de tiempo" (Apocalipsis 6:11) había pasado.  Secundariamente, participa todo cristiano que no recibe la marca de la bestia.  En todo caso son almas, no cuerpos, las que reinan.

        20:5 -- Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección --

        -- Pero los ... mil años -- La expresión "los otros muertos" se refiere a los perseguidores de los mártires, cuyas opresiones habían sido vencidas.  En Isaías 26:13,14, el profeta se refiere como a "muertos" a los males señores que habían tenido dominio sobre el pueblo de Dios.  "Viven" los mártires (y to­do cristiano fiel) porque han salido vencedores y victoriosos so­bre la opre­sión de los malos.  Los malos no viven; están "muertos", porque su causa de o­primir al cristiano ha fallado.  No han podido tener victoria sobre el cristia­no fiel.  Estos "vivirán" (es decir, su causa será revivificada) al fin de los "mil años", o sea durante el "un poco de tiempo" de Satanás (ver­sículo 3).

        -- Esta es la primera resurrección --  Juan tuvo que explicar el caso, dándonos a entender que usa la palabra "resurrección" en sentido extraordina­rio.  Esta es la primera, dice.  No es la literal en el día final (Juan 5:28,29).  Es una resurrección espiritual.  Un ejemplo de resurrección espiri­tual, o figurada, la tenemos en Juan el Bautista, y Elías (Mateo 11:12-14; 17:10-13; Lucas 1:17; Malaquías 4:5,6).  Elías resucitó espiritualmente en la persona de Juan el Bautista, porque Juan vino en el espíritu y poder de Elías.

        La Biblia presenta varios casos de "resurrecciones" figuradas.

         1 - Israel en Babilonia.  Ezequiel 37:1-14.  La restauración de los judíos a su tierra, después de la cautividad en Babilonia, fue profetizada ba­jo la figura de una resurrección.  "Yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas y os traeré a la tierra de Israel".

         2 - También de esta restauración profetizó Isaías 26:13,14,19.  Mien­tras estaban los judíos en cautividad estaban "muertos", y sus opresores "vi­vían" (en su dominio sobre los judíos).  Pero cuando terminó ese dominio, "fa­llecieron" los señores malos de la tierra (perseguidores de los judíos).  Esta­ban "muertos"; no vivirían.  "No resucitarán", dice Isaías.  Sin embargo, los judíos, dice Isaías, "vivirán".  Después de la cautividad, volverían los ju­díos a su tierra.

         3 -Israel en Cristo.  Romanos 11:15, "vida de los muertos".  La con­versión de los judíos por el evangelio es como una resurrección de los muer­tos.  Los judíos fueron "cortados" (murieron) por su incredulidad.  Si no per­manecen en su incredulidad, sino obedecen al evangelio, esto será una "resu­rrección", o como "vida de los muertos".

        La primera resurrección, pues, es la figurada de una causa por la cual han muerto los cristianos.  La causa de Cristo no muere con el mártir, sino "resucita" en otros que siguen el ejemplo de fidelidad del mártir.  Los márti­res "viven" "resucitados" en los demás cristianos que son puestos para la de­fen­sa del evangelio.

        20:6 -- Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años --

        -- Bienaventurado ... éstos -- Compárese este versículo con Apocalipsis 2:10,11.  (1) "el que venciere" no será dañado de la segunda muerte.  (2) "el que tiene parte en la primera resurrección" no será dañado de la segunda muer­te.  (3) De esto se sigue que la una cosa es igual a la otra, porque ambas son iguales a una misma tercera cosa.  "El que venciere" equivale decir "el que tiene parte en la primera resurrección".

        La "primera resurrección" es simbólica; es la resurrección de una causa por la cual algunos han muerto.  Murieron después de una vida apartada del pe­ca­do (que es la santidad), y por eso son ahora felices y santos, porque la se­gunda muerte, que es el castigo eterno (Apocalipsis 21:8) no les tocará (la primera es la física a la cual todo hom­bre se dirige -- Hebreos 9:27).

        -- sino que serán ... años --  El cristiano es sacerdote y rey ahora en es­ta vida (Apocalipsis 1:6, comentario; Apocalipsis 5:10, comentario).  Si es fiel hasta la muerte (Apocalipsis 2:10), en la muerte continuará como sacerdote y rey, asociado con el reinado de Cristo en la continuación del reino por mil años simbólicos.  La Causa de Cristo sigue victoriosa, aún después de la muerte del cristiano fiel, y el muer­to en Cristo se asocia con ese reinado victorioso. 

        Dado que Cristo ya había establecido su reino (su iglesia) (Colosenses 1:13), sabemos que el reinado de almas durante el período llamado "milenio" es por me­dio de aquellos que en la tierra imitan su fidelidad.  Cualquier inter­preta­ción que contradice las palabras de apóstoles de Cristo respecto al reino de Cristo tiene que ser falsa.

Notas adicionales tocante a Apocalipsis 20:1-6:

        A.  Juan el Bautista es llamado Elías (Mateo 11:12-14; 17:10-13), porque vino en el espíritu y poder de Elías (Lucas 1:17).  En este sentido figurado se dice que Elías resucitó de los muertos, porque vivía en la persona de Juan el Bautista, quien mostraba el mismo espíritu y poder de Elías.

        Ezequiel representó la restauración de los judíos a su tierra como "subir de vuestras sepulturas", o sea una resurrección simbólica, o figurada (Eze­quiel 37:12-14).

        Los que son viejos pueden "nacer otra vez" (Juan 3:3), y los que natural­mente viven (es decir, en la carne) pueden morir, ser sepultados, y resucita­dos, sin que cambien su estado natural (Romanos 6:4; Colosenses 2:12; 3:1).

        ¿Quién, pues, puede negar el uso de términos simbólicos, especialmente en  un libro que por naturaleza es simbólico?

        B. Los premilenaristas a menudo dicen: "La Biblia claramente enseña que viviremos y reinaremos con Cristo en la tierra mil años".  ¿Dónde lo enseña? preguntamos.  "En Apocalipsis 20:1-6", responden.  (No hay otro texto en la Biblia que mencione un período de mil años).  Ahora, vamos a examinar su afir­ma­ción.  Este pasaje no menciona:

        (1) la segunda venida de Cristo, (2) una resurrección de cuerpos, (3) un reinado en la tierra, (4) el trono literal de David, (5) Jerusalén o Palestina, (6) la estadía de Cristo en la tierra.  No obstante, todas las co­sas dadas arriba son partes esenciales de la teoría del premilenarismo.  To­das estas cosas son añadidas al pasaje por presunción humana.  Apocalipsis 22:18 dice que Dios castigará al que añada a este libro.

        

        C. ¿Literal o figurado?   Sobre todo quieren literal los premilenaristas el período de mil años.  ¿Es literal, pues, el resto del pasaje? (llave lite­ral para abrir una puerta literal de un abismo literal, para meterle al diablo allí que tiene una cola literal que literalmente alcanza las estrellas, y lue­go literalmente arroja el ángel al diablo al abismo literal, y entonces cierra y sella literalmente la puerta literal, habiendo amarrado literalmente al dia­blo con una gran cadena literal).  ¡Qué los materialistas (Pentecosteses, ad­ventistas, testigos de Jehová, algunos grupos bautistas, etcétera) nos digan!  ¿Son literales la bestia y la imagen, del versículo 4?  ¡Que contesten!

        El premilenarismo es una mera teoría basada en una serie de interpreta­ciones especulativas.  (Véase la Introducción).

        20:7 -- Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión --

        Véase versículo Apocalipsis 20:3, comentario.  La fidelidad de los santos tuvo mucho que ver con el ser atado el diablo.  Cuando esta fidelidad del pue­blo de Dios a la Verdad del evangelio ya no caracterice a dicho pueblo, enton­ces, el diablo será suelto, porque lo que le ata ahora ya no estará en eviden­cia.  Es cuando "los otros muertos" (versículo 3) vivirán de nuevo en su causa de oposición fuerte al evangelio (versículos Apocalipsis 20:7-9).

        20:8 -- y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar --

        -- y saldrá ... naciones -- Si el atarle era restringirle y limi­tarle por el evangelio, el desatarle es que recupere él el poder de enga­ñar, li­mitando la influencia del evangelio predicado, por medio de persecu­ción, o­presión, y engrandecimiento de toda forma de mundanalidad en increduli­dad, aun en la iglesia del Señor.  Su instrumento principal sigue siendo el mismo: el engaño.

        -- que están ... Magog --  En los primeros siglos de esta era, Satanás usó a un solo imperio mundial.  Ahora emplea las fuerzas de todo el mundo: los cuatro ángulos de la tierra.  La expresión "Gog y Magog" es tomada de Ezequiel 38,39.  Allí se puede leer de la profecía de la derrota de Gog y de la sepul­tura de sus hordas.  En el Antiguo Testamento la expresión se usó para simboli­zar todos los enemigos del pueblo de Israel.  Ahora se usa el mismo simbolismo en este pasaje. 

        -- a fin de ... mar --  Satanás logrará reunir tantos para pelear contra la Verdad de Dios por medio del empleo del engaño.  La batalla entre Cristo y Satanás siempre ha sido espiritual; esta continuación breve de la batalla tam­bién será así.  Yerran en gran manera los que tratan de hallar en estas pala­bras alguna profecía de alguna batalla literal entre ciertas naciones espe­cíficas de tiempos modernos.

        Esta batalla espiritual será otra "batalla de Armagedón", en que será de­cisiva, pero no es llamada así en este pasaje.

        20:9 -- Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió

        La iglesia de Dios (los santos, como individuos, y la c­iudad amada, como lugar que sitiar para guerra) es el objeto de este ataque feroz.

        ¡Pero no se describe ninguna batalla!  (Solamente los sensacionalistas son capaces para eso).  Lo que se declara es que Dios los consumió.  La victo­ria siempre es de Dios.  La iglesia fiel del Señor siempre puede consolarse con este hecho tan evidente.

        20:10 -- Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos --

        -- Y el diablo ...profeta -- El diablo ahora llega a su fin de castigo eterno.  Llega a estar donde están sus aliados: en el lago de fuego y azufre (véase Apocalipsis 19:20).  El gran engañador por fin es vencido de una vez por to­das.

        -- y serán atormentados ... siglos --  La muerte eterna (la segunda muer­te, versículo 14) es un castigo de duración eterna.  (No es aniquilación, se­gún afirman los Testigos de Jehová, y otros).  El castigo eterno durará tanto como dure la vida eterna (Mateo 25:46).  Véase Apocalipsis 14:11.

*****

AHORA SE DESCRIBE EL JUICIO FINAL

        Los varios "juicios" mencionados en el libro hasta ahora han tenido que ver con el imperio romano pagano, que perseguía a los santos primitivos.  Eran juicios concernientes al tiempo.  Pero ahora se introduce el Juicio Final.

        20:11 -- Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos --

        -- Y vi ... él -- Cristo está en su trono de juicio.  Véanse Mateo 25:31 y sig.; Hechos 17:31; Romanos 2:16.  Este trono de juicio es llama­do el "tribunal de Dios", Romanos 14:10 (Ver­sión Hispano-americana), y el "tri­bunal de Cristo" en -2 Corintios 5:10.  Es que Dios juzgará al mundo por Cristo Jesús.  Véase Juan 5:22.

        -- de delante ... ellos --  Pasará este mundo físico, el primer orden de cosas (el cosmos).  Véanse Hebreos 1:11,12;- 2 Pedro 3:7,10,11.  Ya no habrá ne­cesidad de él.  Ya habrá servido su propósito.

       

        20:12 -- Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras --

        -- Y vi ... ante Dios -- Dice la Versión La Biblia de las Américas, "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono".  Todos éstos están allí porque todos  fueron resucitados de los muertos (Juan 5:28,29; Hechos 24:15).  Considérese Hebreos 9:27.

        -- y los libros fueron abiertos --  Compárese Daniel 7:10, referente al juicio de la cuarta bestia (la Roma pagana).  Aunque las cosas escritas en la Pa­labra de Cristo nos juzgarán en el día final (Juan 12:48), el uso de este sim­bolismo en Daniel 7 sugiere que la referencia es al registro de Dios, que tie­ne en su mente de los hechos de los hombres.

        -- y otro libro ...la vida --  Véanse versículo Apocalipsis 20:15; 3:15, comentario.  Compárese Daniel 12:1.  Véanse también Exodo 32:32; Salmos 68:29; Malaquías 3:16.

        -- y fueron juzgados ... obras --  Véanse Romanos 2:5,6;- 2 Corintios 5:10.

        

        20:13 -- Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras --

        Si "el mar" se usa aquí simbólicamente, la referencia es a la humanidad entera; nadie se escapa del juicio final.  (Si "el mar" tie­ne a­quí sentido literal, el punto es el mismo).

        La muerte es la separación del cuerpo y su alma o espíritu (Santiago 2:26).  El Hades es la morada de los espíritus sin cuerpo.  Véase Apocalipsis 1:18, comen­tario.  No hay nadie que no vaya a ser juzgado.

        20:14 -- Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda --

        La muerte física (la primera muerte, o separación) entró en la experiencia del hombre a causa del pecado.  Ahora este "postrer enemigo" del hombre (1 Corintios 15:26), y el Hades que siempre lo seguía (Apocalipsis 6:8), son personificados; son lanzados al mismo destino que sufren el diablo y todos los suyos.  Esta es la segunda separación; es eterna.  Véase Apocalipsis 21:8. 

        20:15 -- Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego --

        El lago de fuego y azufre es el destino eterno de todos los no salvos en Cristo, inclusive los apóstatas de entre los cristianos (Hebreos 10:39).  Considérense también Hebreos 10:31;12:29.

CAPITULO 21

        21:1 -- Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más -

        -- Vi un cielo ... pasaron --  Como Isaías habló por inspira­ción acerca de la era mesiánica bajo la figura de cielos nuevos y tierra nue­va (Isaías 65:17-25; 66:22-24), ahora la misma figura es empleada para referirse al estado glorioso y final del pueblo de Dios en la eternidad.

        Este texto (Apocalipsis 21:1) no enseña, ni la Biblia en otros textos, que esta misma tierra será renovada para que ella sea habitada mil años (según algunos) o e­terna­mente (según otros).  Esta expresión (de cielo nuevo y tierra nueva) indi­ca un lugar, estado o condición en el cual vivirán los redimidos eternamente (donde "mora la justicia" -- 2 Pedro 3:13).

        La tierra de Canaán, poseída por los judíos según la promesa de Dios para ellos, es figura de la tierra de posesión para los redimidos (Hebreos 3, 4, 11:8-10).  La terrestre es la figura de la celestial (Hebreos 11:13-16).  El cristiano es preservado para el "reino celestial" (2 Timoteo 4:18).

        Muchos son los textos claros que enseñan que la vida eterna no será en es­ta tierra (ni renovada), sino "en los cielos" (1 Pedro 1:4; Hebreos 10:34).  (Véanse Mateo 6:19,20; Lucas 6:23; Juan 14:2,3;.- 2 Corintios 5:1; Filipenses 3:20; Colosenses 1:5;.- 1 Tes. 4:17; Hebreos 11:16; Apocalipsis 7:15; 14:1,2; 11:12).  Esta tierra, nuestra habitación en esta vida, es tipo o figu­ra de la habitación de los redimidos eternamente.  Por eso se llama la "tierra nueva".

        Algunos materialistas aplican "la tierra nueva" a esta misma tierra "re­novada", dicen.  Afirman que existirá durante el milenio.  Pero no hay período de mil años entre el "día postrero" cuando Cristo volverá, cuando este mundo será destruido, y el principio del nuevo estado de cosas llamado "la tierra nueva".  (Véanse Juan 6:40 y 12:48.  La resurrección del justo -- como también del in­jus­to -- y el juicio final, serán al mismo tiempo).

       

21:2 -- Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido --

        -- Y yo ... Jerusalén -- La vieja Jerusa-

lén era la capital de los judíos en Palestina, bajo el primer pacto.  Esta es la nueva, la espiri­tual.  En Gálatas 4:21-31, el Nuevo Testamento (la iglesia) es la Jerusalén de arriba.  En Hebreos 12:22 leemos de "la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la ce­lestial", que es la "iglesia (Versión Moderna; el texto dice "ekklesia") de los primogénitos".  El estado o lugar final se llama la "ciudad que tiene fun­damentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Hebreos 11:10).

        -- descender del cielo, de Dios --  El lugar de origen de la iglesia es el cielo.  Por eso Pablo dice a los Gálatas que es "de arriba" (Gálatas 4:26).  Es el reino de los cielos.  La cabeza de la iglesia la gobierna desde su trono en los cielos.

        -- dispuesta como ... marido --  La iglesia no viene a ser la esposa de Cristo en el día final, porque ¡ya lo es!  (Véase Apocalipsis 19:7, comentario).  Pero la entrada de los santos en la vida eterna es como la venida de la esposa ata­viada a su marido para comenzar su vida matrimonial.  Una ciudad santa y una esposa hermosamente ataviada para su marido simbolizan la santidad y hermosura de la iglesia redimida.

        21:3 -- Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios --

        Este versículo enseña la comunión íntima que existirá entre Dios y su pueblo por la eternidad.  Habrá una relación permanente con Dios.  Compárense.- 2 Corintios 6:16-18; Hebreos 8:10: Apocalipsis 7:15.

        La figura de "tabernáculo de Dios" se basa en el tabernáculo del Antiguo Testamento, la morada espiritual de Dios de entre los judíos durante sus pere­grinaciones en el desierto.

        21:4 -- Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron --

        Dado que "las primeras cosas pasaron" (véase versículo Apocalipsis 21:1, co­mentario), y ya pasó con ellas el pecado, no habrá estas cinco cosas que el pe­cado causó; o sea, lágrimas (véase Apocalipsis 7:17), muerte (Apocalipsis 20:14), llanto, clamor, y do­lor.  Compárense Isaías 25:8; 35:10; 51:11.  Estas cosas pertenecen a los su­frimientos de la vida física en nuestra tierra que, para Juan, ya se desinte­gró; pero ahora ellas ya no existen en el cielo.

        21:5 -- Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas --

        Ya que pasó el Juicio Final, Dios hace nuevas todas las co­sas.  Se le manda a Juan escribir acerca de ello (lo de los versículos Apocalipsis 21:1-8), porque es la verdad, y el poder para reali­zarlo está en él que es el Alfa y la Omega (versículo 6).

        21:6 -- Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida --

        Desde su punto de vista en la visión, Juan vio todo consuma­do.  Todas las visiones anteriores le tuvieron que parecer a Juan como cumpli­das ya.  Todo el plan de Dios de redimir a su pueblo habrá sido consumado o he­cho cuando ya estén los redimidos tomando "del agua de la vida" (Apocalipsis 22:1,17), y poseyendo "todas las cosas" en la presencia de Dios (versículo Apocalipsis 21:7).

        21:7 --  El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo --

        -- El que ... cosas -- Todas las promesas hechas a las siete iglesias de Asia (capítulos 2 y 3) fueron hechas a "vencedores".  Véase tam­bién Apocalipsis 12:11.  Como Cristo venció (Apocalipsis 3:21; Juan 16:33), el cristiano por su fe vence (1 Jn 5:4).  La herencia (Mateo 25:34) es solamente para vencedores.

        -- y yo seré ... hijo --  Véase versículo 3, comentario.  Se simboliza la relación eterna con Dios en el cielo.

        21:8 -- Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda --

        ¡El contraste entre el versículo 7 y el 8 es terrible!  Las promesas de Dios son solamente para sus hijos vencedores; todos los demás, i­dentificados como hijos del diablo, sufrirán el destino de él (Apocalipsis 20:10).  De la segunda muerte no hay alivio.  Los redimidos de Dios jamás serán molestados por éstos.

        El cobarde retrocede (Hebreos 10:38).  Los incrédulos morirán en sus pe­cados, porque rehúsan creer en él que les puede perdonar (Juan 12:48).  Los a­bominables son partícipes en las cosas de inmundicia (Apocalipsis 17:4).  Los homicidas ahora tienen que morir (Génesis 9:6, porque no respetaron al prójimo hecho a la imagen de Dios).  Los fornicarios no son sencillamente personas de "estilo alternativo de vida"; "contra su propio cuerpo peca" (1 Corintios 6:18).  Los hechiceros hacen uso de drogas ilegales para controlar las mentes de sus sujetos (véase Apocalipsis 9:21; 18:23; 22:15).  Los idólatras pueden adorar hasta el dinero (Efesios 5:5).  Los mentirosos no aman la verdad; son hijos del que es el padre de la mentira (Juan 8:44).  El ejemplo del tratamiento de Dios de Ananías y de Safira (Hechos 5:1-11) muestra claramente el odio de Dios para con la mentira.  Contrástese Apocalipsis 14:5.

        21:9 -- Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero --

        Véase versículo 2, comentario.  La "esposa" y la "ciudad" son dos símbolos distintos, pero representan los dos a la iglesia redimida.  El ángel le iba a mostrar la esposa del Cordero, pero le mostró una ciudad (versículo Apocalipsis 21:10).  Es decir, la misma cosa son.  El uso de dos símbolos a la vez es común en la Palabra de Dios.  Por ejemplo, Cristo es llamado la puerta y el pastor (Juan 10:7-11), y es Cordero y pastor a la vez (Apocalipsis 7:17).  El mundo pecador es llamado la ramera y Babilonia, y ahora los redimidos (la igle­sia) la esposa y Jerusalén la celestial.  "Ciudad" significa lugar de residen­cia, y "esposa", relación íntima.

       

        21:10 -- Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios --

        La frase "que  descendía del cielo, de Dios" enfatiza su origen divino.  Véase versículo Apocalipsis 21:2, comentario.

        21:11 -- teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal --

        La descripción de este versículo, y de los siguientes, no es una de algún lugar, sino de un estado o condición (que es glorioso y de pu­ro gozo) a través de la eternidad.

        La gloria del pueblo redimido por Dios es la gloria que él le da, y por eso su fulgor se asemeja al de una piedra preciosísima.

        21:12,13 -- Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;  13  al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas --

        Dado que los muros eran la protección de las ciudades an­tiguas, aquí eso lo simboliza este muro "grande y alto".  Tenía doce puertas, símbolo de entrada.  El Israel espiritual, la iglesia (Gálatas 3:29; 6:15,16; Apocalipsis 7:4), es representado en esta figura.

        Estar los ángeles en las doce puertas puede representar la obra de ellos en la redención (Hebreos 1:14).

        Compárense las puertas de la ciudad de Ezequiel 48:30-35.

        21:14 -- Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero --

        Véanse.- 1 Corintios 3:9; Efesios 2:20.  Los apóstoles ocupan un lugar de autoridad en la iglesia ahora.  Juzgan por sus Escrituras (Mateo 19:28; Lucas 22:30).  Uno llega a ser miembro de la iglesia de Cristo por su obediencia a la doctrina de los apóstoles (Hechos 2:42).  Es natural que la descripción simbólica del pueblo de Dios en la eternidad tenga que ver con los apóstoles de Cristo.

        La descripción dada en los versículos 13 al 14 muestra que el pueblo de Dios está compuesto de gente tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo.

        21:15 --  El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro --

        La gloria de esta "ciudad" merece que se mida con una caña de medi­r de oro.

        21:16 -- La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales --

        ¡Un cubo perfecto! = símbolo apropiado para la residencia eterna de los redimidos.  Doce mil estadios equivale a unos 2400 kilómetros, y así se simboliza que Dios ha hecho provisiones amplias para la morada de los suyos.

        El número "doce" es el número religioso.  Ahora, multiplicado por mil, el número indefinido pero completo, el total es de doce mil, la totalidad del pueblo de Dios.

        21:17 -- Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel --

        El número 144 es el producto de multiplicar 12 por 12, y por eso sugiere el pueblo de Dios de los dos testamentos.  (Este número es la base del simbolismo en los capítulos 7 y 14, concerniente a los 144,000).  Li­teralmente el mu­ro, que mide como 66 metros de alto, queda pequeño comparado con la altura (simbólica) de la ciudad (2400 kilómetros), pero recuérdese que aquí no se describe ningún lugar literal.

        Como este número no es literal aquí, tampoco lo es en Apocalipsis 7:4; 14:1.  Las do­ce puertas y los doce cimientos son símbolos basados en el número de las tri­bus de Israel, y de los apóstoles (los versículos 12 y 14).

        La frase "medida de hombre" probablemente signifique que es la medida que el hombre usa y conoce (aunque está en la mano del ángel).

        21:18-21 -- El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;  19  y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;  20  el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. 21  Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio --

        Las joyas y el oro "puro, transparente como vidrio" (cosa desconocida al hombre), simbolizan las riquezas de las bendiciones de Dios para sus redimidos.  Si estas promesas de Dios no atraen al hombre, nada le puede atraer.  Pedro habla de las "preciosas y grandísimas promesas" de Dios (2 Pedro 1:4).  En su primera carta, en Apocalipsis 1:7, dice que la fe de uno es "mu­cho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo".

        Contrástese la descripción simbólica de la ciudad de Dios en este capítulo, y en los primeros versículos del próximo, con la pregunta de Apocalipsis 18:18. No hay comparación entre las dos "ciudades".

        21:22 -- Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero --

        No habrá en el cielo lugar para congregarse, como el templo servía a los judíos como lugar de comunión con Dios, porque la comunión con Dios en el cielo será personal.  El lugar santísimo del tabernáculo se cree haber sido un cubo perfecto, que medía 5 metros de largo, de ancho, y de alto. Véase también.- 1 Reyes 6:20 (el templo de Salomón).  Siendo tipo o figu­ra del cielo (Hebreos 9), la ciudad simbólica también es un cubo (versículo 16).  Los judíos tenían comunión con Dios, por su sumo sacerdote en el lugar santísimo, y los cristianos tienen la suya por Jesucristo (Hebreos 3:1), en el cielo.

        Véase Apocalipsis 3:12, comentario.

        21:23 -- La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera --

        No habrá necesidad de ninguna luz natural o artificial (Apocalipsis 22:5), en el hogar de los redimidos en el cielo, por no ser ciudad mate­rial.  La gloria de Dios y de Cristo serán la fuente de luz.  Véanse versículo Apocalipsis 21:11 (compárese Éxodo 40:34);- 1 Jn 1:5; Juan 8:12;. 1 Timoteo 6:16; Isaías 60:19,20.

        21:24 -- Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella --

        La frase "las naciones" indica que los salvos son de todas las naciones, sin distinción, en Cristo.  Véanse Apocalipsis 5:9,10; 7:9; Mateo 28:19; Marcos 16:15; Hechos 10:34,35.  Hasta gobernadores de la tierra se salvarán al­gunos, sometiendo su voluntad a la de Dios.  Véase la profecía de Isaías 60:3.

       

        21:25 -- sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche --

        Una puerta continuamente abierta indica completa falta de peligro.  Para entonces ya no habrá enemigo alguno.  En la vida eterna los sal­vos estarán seguros en su Dios.  Considérese Isaías 60:11.

       

        21:26 -- Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella--

        La gloria y la honra que los redimidos tenían en la vida so­bre la tierra ahora es llevada a la santa ciudad.  Esta gloria consiste en que ellos se entregaron al Señor en sus vidas ("a sí mismos se dieron primeramente al Señor"--2 Corintios 8:5), y así entregaron su "gloria" al Señor.

        21:27 -- No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero --

        Véase versículo 8, comentario.  En el cielo los redimidos no tendrán por qué temer a ningún enemigo, pues no va a entrar en él ninguna per­sona mundana (Apocalipsis 20:15;. 1 Corintios 6:9,10).  Es por esto que todo cristiano tiene que cuidar mucho en esta vida, de no manchar su vida con el pecado (Apocalipsis 3:4,5).

CAPITULO 22

        22:1 -- Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero --

        -- Después me mostró -- Juan continúa la descripción de la santa ciudad (los versículos Apocalipsis 22:1-5), pero en realidad es otra visión.  Ahora se enfatizan las grandes bendiciones de la vida eterna con Dios en el cielo.

        -- un río ... cristal --  El paraíso de Edén también tenía su río (Génesis 2:10).  Como el agua es necesaria para la vida física, así es simbolizado en es­te pasaje todo lo que será necesario para la vida eterna.  El símbolo de agua en este versículo, y el de árbol en el próximo ("el árbol de la vida") junta­mente simbolizan el carácter abundante de la salvación de los redimidos.  Sim­bolizan la medida absolutamente llena de bendiciones de Dios y su comunión con los salvos para siempre jamás en la ciudad eterna.  Véanse Apocalipsis 7:17; 21:6; 22:17.  Esta "agua" es limpia; es decir, sin elemento extraño--pura vida.  (Compárese el río de la profecía de Ezequiel, 47:1-12; de Joel, 3:18; y de Zacarías, 14:8).

        -- que salía ... Cordero --  Se enfatiza el origen de toda bendición espi­ritual en la salvación del hombre.  Compárese Efesios 1:3

        El trono es de los dos (versículo Apocalipsis 22:3;3:21), porque los dos son uno en proporcionar la salvación al hombre.  Es por eso que el reino ahora (la iglesia) se llama de los dos igualmente (Lucas 8:1,10; Marcos 1:15; Juan 3:5; 18:36; Colosenses 1:13; Romanos 16:16;. 1 Corintios 1:2; Gálatas 1:22;. 1 Tesa­lonicenses 2:14).

        22:2 --   En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones --

        El primer Edén tenía su árbol de vida (Génesis 2:9).  En el Edén espiritual, que es la vida eterna con Dios ("vida" significa unión), ha­brá vida abundante para todos para siempre.  Esto es todo el punto de este sim­bolismo de un árbol dando su fruto continuamente ("cada mes").

        No habrá enfermedad en el cielo (Apocalipsis 21:4, y por eso no habrá necesidad de na­da que sane.  El punto es que el pueblo de Dios redimido habrá tenido todo lo necesario para su sanidad espiritual, su salvación eterna).  Una figura simi­lar es usada en Jeremías 8:22

        El hombre necesita agua, comida y salud para su vida física.  Ahora estas tres cosas se presentan en esta sección, con aplicación espiritual.

        22:3 -- Y no habrá más maldición;  y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán --

        -- Y no habrá más maldición -- Hubo una maldición en Edén (Génesis 3:14) a causa de la introducción del pecado.  La maldición ha conti­nuado a causa del pecado en el mundo (Deuteronomio capítulos 27-30; Gálatas 3:13).  En el Paraíso eterno no habrá más maldición, pues no habrá pecado a­llí.

        -- y el trono ... Cordero --  Véase versículo Apocalipsis 22:1, comentario.

        -- y sus siervos le servirán --  No se sabe en qué consistirá este ser­vicio, pero será de continuo (Apocalipsis 7:15).

        22:4 -- y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes --

        -- y verán su rostro -- Esto indica la íntima comunión que tendrán los sal­vos con Dios y con Cristo y su aceptación ante ellos.  Compárense.- 2 Samuel 14:24,32; Salmos 17:15; 31:16; 42:2; Mateo 5:8.

        -- y su nombre ... frentes --  Véanse Apocalipsis 3:12; 7:3; 14:1.

        22:5 -- No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos --

        -- No habrá ... iluminará -- Véase Apocalipsis 21:23,25, comentario.

        -- y reinarán ... siglos --  Todos los siervos de Dios (versículo 3) parti­ciparán en este reinado espiritual, y ¡no habrá otros sobre los cuales reinen! Así es que el significado es que durante la eternidad, todos los salvos esta­rán sujetos al trono de Dios y figuradamente reinarán con él por medio de su su­jeción continua a él.

        La vida del cristiano es una vida de victoria sobre el diablo y el peca­do, ahora y para siempre.  Reina en la tierra en esta vida (Apocalipsis 5:10, comentario), en la muerte (Apocalipsis 20:4), y para siempre (Apocalipsis 22:5).  Es así porque se encuentra en Cristo, el Victorioso.

* * * * * * *

        La parte simbólica (es decir, las cosas de visiones) de este libro termi­na con este versículo.  El resto de este capítulo contiene el testimonio de Dios, de Cristo, y de Juan a la veracidad de la revelación, y contiene algunas promesas y advertencias finales, extendidas por Dios a la raza humana pecadora.

* * * * * * *

        22:6 -- Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto --

        Tal vez sea este ángel el de Apocalipsis 1:1.  Aquí testifica por Dios (el Dios de los espíritus de los profetas -- el Dios que ha inspirado toda re­velación de Verdad) de que las palabras de Revelación son fieles y verdaderas. (Véase Apocalipsis 3:14, respecto a Jesucristo).  Dios es el Padre de todo ser humano (He­breos 12:9), pero en particular es la inspiración detrás de todo mensaje es­piritual fiel y verdadero.  Véanse Deuteronomio 18:18;. 1 Pedro 1:11;. 2 Pedro 1:21.

        -- las cosas ... pronto --  Véase Apocalipsis 1:1, comentario.  Dado que este libro re­vela factores y juicios y destinos del conflicto entre las fuerzas de Satanás y el pueblo de Cristo (bajo su dirección y cuidado victoriosos), pronto tuvie­ron que comenzar a suceder.  Véase Apocalipsis 22:10, comentario.

        22:7 -- ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro --

        -- ¡He aquí, vengo pronto! -- (también, versículos Apocalipsis 22:12, 20).  Véanse Apocalipsis 2:16; 3:11, comentario.

        -- Bienaventurado ... libro --  Véase Apocalipsis 1:3.  Guardar es hacer; es vencer, pues.  Y todas las promesas (bendiciones) son para vencedores (hacedores).

        22:8 -- Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas --

        -- Yo Juan ... cosas --  Juan da su testimonio a este libro sim­bólico.  Véase Apocalipsis 1:2.  Compárese el testimonio de Juan en Juan 19:35.

        -- me postré ... cosas --  Otra vez, por alguna razón no explicable, Juan se postró para adorar a los pies de un ángel.  Véase Apocalipsis 19:10, comentario.

        22:9 -- Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios --

        Los ángeles son siervos con otros (profetas y santos); son, pues, consiervos (como Pedro era coanciano, dice el griego, o sea anciano con otros,- 1 Pedro 5:1).  Este ángel sirvió en traer la revelación, y los pro­fetas y santos anuncian mensajes; todos son siervos, y por eso ninguno es dig­no de adoración.  Adoremos a Dios todos, ángeles y hombres.

        22:10 -- Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca --

        Sellar indica guardar en secreto (Daniel 8:26; Apocalipsis 10:4).  Pero a Juan se le manda no sellar las palabras proféticas de este li­bro, y se le da la razón: el tiempo está cerca para que las cosas proféticas del libro comiencen a cumplirse (Apocalipsis 1:1,3; 4:1; 22:6, comentario).  (No era así para Daniel; su visión era para muchos días en el futuro).  Este libro, Apocalip­sis, tenía un mensaje urgente para las iglesias de Cristo del primer siglo.  sus revelaciones, exhortaciones, advertencias y consolación eran para ellas, y cualquier interpretación de este libro que no hubiera servido a ellas, no pue­de ser interpretación correcta. 

        Es evidente, pues, que las "venidas" de este libro (Apocalipsis 2:5,16; 3:11; 22:20) y las refe­rencias a estar cerca el tiempo (Apocalipsis 1:1.3; 4:1; 22:6) tenían que ver con eventos contemporáneos de Juan y de los cristianos primitivos, y no con la segunda venida de Cristo en el día final.  Esa venida, en tiempos apostóli­cos, no estaba cercana (2 Tesalonicenses 2:2).

        22:11 -- El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía --

        El hombre es responsable por su carácter y destino subse­cuente.  Dios en su gracia ha extendido, por el evangelio, a todo hombre la salvación eterna, pero si alguno elige quedarse en la inmundicia del pecado (injusticias, ignorancia -- 1 Corintios 14:39 --, falsedad -- Mateo 15:14 --), que así sea.  Los juicios de Dios (sellos, trompetas, copas) estaban ya a la ma­no, y los muchos no se arrepentirían.  Por otra parte, se le exhorta al jus­to seguir en la justicia, frente a las pruebas difíciles de la vida.  En esto se alcanzaría la victoria sobre el mal y toda promesa de Dios para los vencedo­res.  Este pasaje es una fuerte admonición.`

        

        22:12 -- He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra --

        La exhortación del versículo anterior se basa en esta ver­dad: Cristo venía pronto en el tiempo de Juan.  Esta Revelación fue escrita para las siete iglesias de Asia, y les fue enviada.  La exhortación del ver­sículo 11 fue escrita para ellas.  Cristo venía en su tiempo, en juicios pu­nitivos. 

        Ahora, los mismos principios se aplican a cualquier venida de Cristo, in­clusive la "segunda" (Hebreos 9:28), en cualquier época de tiempo.  La exhor­tación es para todos.

        22:13 -- Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último --

        ¡Habla Cristo! y con estas tres expresiones se identifica con la Deidad.  Véanse Apocalipsis 1:8; 21:6; 1:17; 2:8.  Tanto Cristo como Dios el Pa­dre reclaman estas descripciones de Deidad.

        Siendo Cristo "el primero", no pudo haber sido creado.  Los Testigos de Jehová enseñan falsamente, al afirmar que Cristo Jesús es una criatura.  Todo arriano (seguidor de Arrio) cae ante las verdades de estos pasajes.

        Pero el punto del Señor Jesucristo en este versículo no es combatir el arrianismo, sino enfatizar ¡de quién es esta revelación (Apocalipsis 1:1)!

        22:14 -- Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad --

        Las ropas simbolizan el carácter de vida de uno.  El pecado mancha nuestras vidas (Apocalipsis 3:4; Isaías 64:6).  Lavar las ropas significa alcanzar el perdón de los pecados (Apocalipsis 1:5; 3:18; 7:14; 19:8; Hechos 22:16; Santiago 1:27; véanse tam­bién Jeremías 2:22 y Zacarías 3).

        Solamente los perdonados en Cristo, fieles en guardar las cosas mandadas por él, tienen derecho "sobre" (dice el griego) el árbol de la vida; es decir, tienen el derecho de participar de sus beneficios.

        Además, son los únicos que podrán entrar en la santa ciudad eterna.

        Este versículo forma un contraste con la gente que no estará dentro de la santa ciudad, sino estará fuera.

        22:15 -- Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira --

        Véase Apocalipsis 21:8, comentario.  El término "los perros" simboliza a los inmorales de toda clase (Deuteronomio 23:17,18; Filipenses 3:2;. 2 Pedro 2:22).

        22:16 -- Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana --

        -- Yo Jesús ... iglesias -- Véase Apocalipsis 1:1, comentario.

        -- Yo soy ... David --  Cristo Jesús es antes y después de David (Mateo 22:41-46).  David, siendo el rey de Israel (Salmos 89:20,27), fue tipo de Cristo.  Cristo Jesús fue del linaje de David según la carne (Romanos 1:3). Cuando Cristo ascendió a los cielos, se sentó en el trono de David (Hechos 2:24-36).  Su reinado sobre las vidas de los cristianos trae "las misericor­dias fieles de David" (Hechos 13:34).  Al edificar la iglesia, reedificó el "tabernáculo de David, que está (estaba) caído" (Hechos 15:16).  En su autori­dad para abrir y cerrar, Cristo hace uso de "la llave de David" (Apocalipsis 3:7).

        -- la estrella ... mañana --  Véase Apocalipsis 2:28, comentario.  Cristo es el cum­plimiento de la profecía hallada en Números 24:17.  Es la estrella que anuncia la llegada del día eterno.

        22:17 -- 17  Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente --

        Todo hombre es invitado a la gloria eterna por medio del mensaje inspirado por el Espíritu Santo y anunciado por la iglesia, la colum­na y el baluarte de la verdad (1 Timoteo 3:15).  Luego, el que oye la invitación debe en su turno anunciarla a otros (Hechos 8:4).

        Esta invitación es universal; nadie se excluye.  (El calvinismo, que a­firma la elección y predestinación incondicional, es pura falsedad).  "El que quiera" puede ser salvo.  Véase Isaías 55:1.  La salvación es gratis; es de la gracia de Dios.  No se vende; no se compra.  Pero, sí es condicional.  Uno tiene que venir a Cristo en fe obediente (Romanos 6:17; Hebreos 5:8,9).

        Sobre "el agua de la vida", véanse Apocalipsis 7:16,17; 21:6.

        22:18,19 -- Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19  Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro --

        Dios ha hablado y Cristo ha dado esta Revelación de ver­dad.  Es una serie de advertencias y promesas, basadas en condiciones.  Juan dio su testimonio ocular a ello.  Ahora, que el hombre no añada a ella, o qui­te de ella, según su propia voluntad o gusto en el asunto.  Añadir a ella re­sulta en fuertes castigos de Dios; quitar de ella equivale a perder uno su par­te en el libro de la vida, en la santa ciudad, y en las promesas expues­tas en este libro.

        Compárense Deuteronomio 4:2; 12:32; Proverbios 30:5,6; Gálatas 1:6-9;. 1 Corintios 4:6;. 2 Jn 9-11.

        22:20 -- El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús --

        Esta Revelación es de Cristo (y no de Juan) (Apocalipsis 1:1).  El es quien da testimonio a la verdad de su mensaje.  Ahora, ¿qué dice él?  Dice:  Ciertamente vengo en breve, para castigar (Apocalipsis 2:5), para responder a las peti­ciones de sus santos (Apocalipsis 3:11; 8:5), para advertir en juicios parciales, y para dar la victoria final a los suyos.  Y él vino en los eventos simbólicos del libro.

        La referencia no es a su venida en el fin del mundo, aunque seguramente esa venida también se realizará como aquellas se han realizado.

        Juan responde: Amén (así sea); ven, Señor Jesús.  Juan se refiere a las venidas prometidas en la Revelación.

        22:21 -- La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén --

        Juan termina el libro como lo principió (Apocalipsis 1:4).  La gracia de Dios es su favor no merecido, que se expresa en satisfacer lo necesario de sus santos oprimidos y probados.  Teniendo los santos esta gracia, no les fal­ta nada.  Pero, sin ella no son nada, ni pueden nada.  Por eso Juan, des­pués de haber rogado la gracia  sobre los santos, dice, “Amén” (que sea así).

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