MATEO 24 Jaime R.

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MATEO 24

"Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación" – (Jesús, a medida que se acercaba a Jerusalén la última semana de Su vida, Lucas 19:41-44).

     Este capítulo examina uno de los pasajes de las escrituras más difíciles, perplejas, abusados y mal aplicados en toda la Biblia, el capítulo veinticuatro de Mateo. Como uno de los más difíciles, sufre las interpretaciones más especulativas, y muchos líderes religiosos basan sus falsas doctrinas en este. Por ejemplo, este capítulo es el lugar de inicio para muchas falsas enseñanzas propagadas hoy día con respecto a un retorno final de Cristo. Es también el terreno favorito de muchos que sostienen las falsas teorías con respecto al reino de Cristo. La Iglesia de Dios Universal, fundada por Herbert W. Armstrong, y los Testigos de Jehová usan el pasaje para sustentar sus enseñanzas con respecto a su organización y la segunda venida de Cristo. También es la base para el popular libro de Hand Lindsay – La Agonía del Gran Planeta Tierra.

Mateo 24 también ha sufrido en las manos de los teólogos liberales, que piensan que Jesús enseñó la inminencia de Su retorno al final del tiempo. Un modernista, David Strauss, resumió el asunto en esta forma:

 "Jesús al principio habla de la destrucción de Jerusalén y más adelante, y hasta el cierre, de su regreso y el final de todas las cosas, y que él coloca los dos eventos en conexión inmediata". (David Strauss, Vida de Jesús, Vol. III, Pá. 95, así citado por J. Marcellus Kik, Mateo Veinticuatro, Presbyterian and Reformed Publishing Co., Philadelphia, 1948, p. vii).

De este punto de vista del capítulo, Strauss llegó a la misma conclusión que muchos teólogos de nuestro tiempo tienen, y que es que el "anunciamiento de la aparición de Jesús hasta aquí ha sido errónea" (Ibíd, Pág. 85). Otro modernista, C.C. McCown escribe:

 "O Jesús está equivocado o estos discursos no son de él. La Iglesia Cristiana no puede sin deslealtad escapar a este dilema".

(The Search of the Real Jesus, Pág. 243-244).

 Que Jesús cometió un error acerca de Su regreso es una acusación seria. De esta manera, en este estudio, queremos examinar los antecedentes del pasaje, las preguntas que los apóstoles hicieron a Jesús en esta ocasión. Finalmente, miraremos las enseñanzas contenidas en la respuesta de Jesús. De esta manera, podremos entender el pasaje tal como lo hicieron los apóstoles y los Cristianos del primer siglo.

                                                     Los Antecedentes de Mateo 24

La enseñanza de Jesús en Mateo 24 ocurre en los últimos dos y tres días de Su vida. Había regresado a Jerusalén por última vez antes de su muerte, y en el capítulo 23, Jesús ha denunciado completamente a los líderes religiosos de la nación Judía. En los versículos Mateo 24:13,15-16,23,25,27,29,33, Jesús pronunció varios ayes sobre estos maestros Judíos hipócritas. Los llamó necios, guías ciegos, generación de víboras, etc. En  Mateo 24:38-39, Jesús se puso de pie en el templo en Jerusalén e hizo la declaración: "He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor". Con estas palabras, Jesús salió del templo, habiendo pronunciado esto, no a la casa de Dios, sino estrictamente como la operación religiosa de aquellas tradiciones atadas por los líderes Judíos. En el capítulo 24, a medida que Jesús y sus apóstoles salían del templo, ocurre la conversación de interés para nosotros en este estudio.

Una Revisión de las Visiones de Mateo 24

Antes de que estudiemos el capítulo mismo, sería bueno mirar las varias visiones tomadas por aquellos en el mundo religioso con respecto a este capítulo controversial. La mayoría lo observan como compuesto de dos temas, la destrucción de Jerusalén y un retorno de Cristo al final del tiempo. La posición más popular es la "posición del versículo 36", la cual aplica todo en los primeros 35 versículos de Mateo 24 a la destrucción de Jerusalén. Luego, Mateo 24:36-44 se aplican al retorno final de Cristo.

La segunda posición más popular es la "posición de Mateo 24:29". Muchos leen el versículo 29 y 30 (donde Jesús habla del sol oscureciéndose y la luna no dando su resplandor, y las estrellas cayendo del cielo) y consideran que estos versículos posiblemente no pueden haber sido cumplidos. De esta manera, creen que la brecha entre los dos temas ocurre en ese punto.

Otra posición popular es la "posición oscilatoria". Aquellos que la sostienen creen que Jesús va de arriba para abajo entre los temas de la destrucción de Jerusalén y Su retorno final. Berkhof en su Systematic Theology (Pág. 697) se refirió a Mateo 24:5-14,21,22,29-31 como una descripción de los eventos que deben ocurrir un poco antes de un retorno final de Cristo. De esta manera, los versículos restantes hacen referencia a la destrucción de Jerusalén.

La Posición Que Será Expuesta Aquí

La posición que será expuesta aquí dentro, es que Mateo 24 NO trata con dos temas en absoluto, sino que en su totalidad está interesado con la destrucción de Jerusalén. De esta manera, no ocurrió ninguna transición en ninguna parte en el capítulo donde Jesús empezó a hablar con respecto a una venida al final del tiempo. Es nuestra responsabilidad en la parte restante de este estudio presentar aquellas evidencias de la Biblia las cuales muestran que los apóstoles no le preguntaron a Jesús con respecto a un retorno final, y que Jesús no trató con ese tema.

Análisis de las Preguntas de los Discípulos

Mateo 24:1-3; da la narración más completa de las preguntas de los apóstoles a medida que salían del templo con Jesús después de su denuncia de los líderes religiosos de los judíos:

 "Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?"

 Por supuesto, nuestro entendimiento de las preguntas de los apóstoles es importante para nuestro entendimiento de la respuesta de Jesús. La enseñanza de Mateo 24 es clara en la respuesta a sus preguntas. Una comparación de las narraciones de los tres evangelios ayuda a este entendimiento:

Marcos 13:4 — "Dinos, ¿cuándo serán estas cosas...?"

 Lucas 21:7 —  "... Maestro, ¿cuándo será esto? ..."

 Mateo 24:3 — "... Dinos, ¿cuándo serán estas cosas...?"

 En la primera pregunta que los apóstoles hicieron en todas las tres narraciones, "estas cosas – esto" — se referían a las mismas cosas acerca de las cuales Jesús ya les había hablado. Esto era la destrucción del templo y de Jerusalén (Véase Mat. 24:2, "¿Veis todo esto?" y Mat. 24:34, "De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca").

A medida que comparamos la segunda parte de la pregunta, encontramos:

 Marcos 13:4 — "... ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse?"

 Lucas 21:7 — "... ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder?"

 Mateo 24:3 — "... y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo".

Nótese cuidadosamente dos hechos acerca de las preguntas de los apóstoles. Primero, en todas las tres narraciones, los apóstoles preguntaron por dos cosas, (1) un tiempo, y (2) una señal. Ahora vemos el quíntuple uso de la expresión "estas cosas" en las tres narraciones. Todos están de acuerdo que en la primera pregunta, esta expresión se refería a la destrucción de Jerusalén. La gramática demanda que la misma expresión se refería a las mismas cosas en la segunda parte de sus preguntas. Observe también que en las narraciones de Marcos y Lucas, la segunda parte de su pregunta está interesada "con la señal cuando estas cosas" estuvieran a punto de cumplirse. Obviamente, la señal cuando Cristo cumpliera estas cosas tenía que referirse a las mismas cosas aludidas en la pregunta anterior, la destrucción de Jerusalén. De esta manera, la señal que concernía a los apóstoles era acerca de la destrucción de Jerusalén. En vista de que los apóstoles preguntaron por una señal, la señal acerca de la cual preguntaron en Mat. 24:3 debe ser la misma señal como se registró en Marcos y Lucas. Nuestro argumento es que Jesús usó "estas cosas" consistentemente cinco veces para indicar la destrucción de Jerusalén y que la señal que ellos pidieron era acerca de estas mismas cosas.

Nótese, la narración de Mateo de las preguntas de los apóstoles no era para que entrara en nuestras mentes ninguna idea de un retorno final de Cristo y del fin del tiempo. No obstante, la narración de Mateo usó las expresiones "venida" y "fin del siglo" las cuales podrían sugerir un retorno final para alguien. Una examinación de los otros pasajes donde los escritores bíblicos usan la misma expresión quizás nos ayudará a una conclusión diferente.

Por ejemplo, Hebreos 9:26 usa la misma expresión, cuando el escritor Hebreo dijo:

 "De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado".

La expresión "en la consumación de los siglos", refiriéndose a la primera venida de Cristo, viene de la misma expresión Griega que es usada en Mateo 24:3. Significa, literalmente, "la consumación del siglo". Cristo fue ofrecido en su primera venida como el cumplimiento o consumación del plan de Dios para redimir la humanidad.

Nota:

---Hebreos 9.26: «consumación». Esta palabra no denota un final, sino la conducción de los eventos al punto culminante señalado. Aion no es el mundo, sino un período, época o era en la que tienen lugar eventos. En Hebreos 9.26: «la consumación de los siglos» se refiere a la convergencia de todas las varias épocas señaladas por los consejos divinos, a cuya culminación Cristo se manifestó, esto es, en su encarnación, «por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecadoª[1] ---

Segundo, Pablo usó la misma expresión en .-1 Corintios 10:11. Habló del valor de las escrituras del Antiguo Testamento para los Cristianos del Nuevo Testamento:

 "Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos".

 Nuevamente, la expresión se refería no a un retorno final de Cristo sino a la dispensación (o era) en que vivimos desde la primera venida de Cristo. De esta manera, el siglo (o siglos) acerca del cual preguntaron en Mateo 24:3 era el siglo cuando ocurrirían "estas cosas". Más tarde en el discurso, veremos que Jesús dijo "... no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca" (Mat. 24:34). El dio estas advertencias, "... que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Luc. 21:36).

En vista de que el lenguaje de las preguntas de los apóstoles no demandaba que estuvieran preguntando acerca de un retorno final de Cristo, ahora queremos ver que los apóstoles no habían estado preguntando acerca de un retorno final de Cristo porque, en ese tiempo, ni creían que Jesús hubiera planeado irse.

Como señalamos al principio, los apóstoles hicieron estas preguntas en la última semana de vida de Jesús. En ese tiempo, no tenían toda la verdad. En Juan 16:12, hablando solamente unos pocos días después de Mateo 24, Jesús dijo a los apóstoles: "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar". Como vamos a mostrar en detalle, los apóstoles no pudieron haber preguntado acerca de la segunda venida, porque en ese tiempo, ni aún creían en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.

Del diagrama # 1 , queremos discutir en orden cronológico varios pasajes que muestran la imposibilidad de que los apóstoles le hayan preguntado a Jesús acerca de la segunda venida en Mateo 24:3 -

1. Mateo 24: Como se notó en la primera parte de este material, esta discusión entre Jesús y sus apóstoles ocurrió dos o tres días antes de Su muerte.

Pasajes de la Escritura Ocurriendo Cronológicamente

Antes de Mateo 24

 2. Mateo 16:21-22 -

 "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca".

 En este pasaje, hablando al menos seis meses antes de la muerte de Jesús, Jesús dijo claramente a Sus discípulos que moriría y sería resucitado. Como lo muestra la respuesta de Pedro, no comprendieron el significado de la enseñanza de Jesús, y no estaban enterados de una segunda venida en ese tiempo. Ni siquiera esperaban que Jesús se fuera. En ese tiempo, aún esperaban que Jesús estableciera un reino físico, como lo muestra el siguiente pasaje:

 3. Mateo 20:20-22 -

 "Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís ..."

Este pasaje ilustra nuevamente que los apóstoles y los otros discípulos no comprendían que Jesús no iba a establecer un reino físico en la tierra. Ni comprendieron que El iba a morir, a resucitar, y regresar al cielo. Esto demuestra que no habían estado preguntándole acerca de la segunda venida en este corto intervalo antes de Mateo 24.

4. Lucas 18:31-34; 19:11 -

 "Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre. Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido. Y después que lo hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará. Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía".

 A medida que Jesús y los apóstoles se acercaban a la ciudad de Jerusalén en este mismo contexto (Lucas 19:11):

 "Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente".

 Ambos pasajes muestran que a una semana del momento del discurso de Mateo 24, los apóstoles aún creían que Jesús iba a establecer un reino físico con su cuartel general en Jerusalén. No creían que El se iba. Ni creían en la segunda venida exactamente unos pocos días antes de que le preguntaran a Jesús en Mateo 24:3.

Pasajes de la Biblia Ocurriendo Cronológicamente

Después de Mateo 24

5. Juan 14:1-3; 16:16-18 — En el primero de estos pasajes, hablando la noche antes que Jesús fuera muerto, dijo a los apóstoles:

 "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis".

 Aquí, Jesús dijo claramente a los apóstoles que es necesario para él irse. Resueltamente rehúsan creerlo, porque esta enseñanza no se ajusta con su concepción del reino. Esto es especialmente evidente en el siguiente pasaje, el cual fue hablado en la misma noche antes que Jesús fuera crucificado:

5. Juan 16:16-18 - Jesús dijo a los apóstoles:

"... Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre. Entonces se dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Todavía un poco y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; y, porque yo voy al Padre? Decían, pues: ¿Qué quiere decir con: Todavía un poco? No entendemos lo que habla".

 De esta manera, Jesús les habló claramente de la absoluta necesidad de Su muerte, sepultura y resurrección. Tenemos el testimonio de los mismos apóstoles de que no sabían acerca de qué se estaba hablando. Ni esperaban que Jesús se fuera la noche antes de morir. No le habrían estado preguntando acerca de una segunda venida la cual ellos, en ese tiempo, ni creían.

Estos pasajes de la escritura demuestran concluyentemente lo que ocurrió poco antes de Mateo 24 y lo que ocurrió poco después de Mateo 24, los apóstoles no estaban esperando que Jesús se fuera. Por tanto, no entendieron acerca de una segunda venida. A causa de esto, ellos no le habrían estado preguntando acerca de una segunda venida en Mateo 24.

Otros tres pasajes demuestran esto aún con más detalles.

6. Juan 20:9 - Este pasaje relata el descubrimiento de la tumba de Jesús vacía por parte de Pedro y Juan en el día de Su resurrección:

 "Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos".

 Aunque Jesús había enseñado a los apóstoles que El moriría, sería resucitado y regresaría al Padre, ellos ni aún lo creyeron. Esto fue el mismo día de Su resurrección.

7. Lucas 24:21 – El día que Jesús fue resucitado de entre los muertos, los dos discípulos no reconocieron a Jesús en el camino a Emaús hablando con Él, y dijeron:

"Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido".

 Estos dos habían perdido la esperanza de que Jesús fuera el Mesías y ahora buscaban en otra parte por su Mesías. Jesús los reprendió en los v. Lucas 24:25-27.

"... ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían".

 8. Hechos 1:6 - Cuarenta días después de la resurrección de Jesús, los apóstoles aún no visualizaban la partida de Jesús y su ascenso de regreso al cielo:

 "Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?"

 Nuevamente, esta pregunta por parte de los apóstoles muestra que aún en el día de la ascensión de Cristo, aún esperaban que estableciera un reino físico en la tierra.

Es interesante hacer notar cómo los discípulos, después de varios años de convivencia con el Maestro, seguían aún esperando una restauración temporal de la realeza davídica, con dominio de Israel sobre los otros pueblos. Por tanto, así interpretaban lo dicho por los profetas sobre el reino mesiánico (ver Isa. 11:12; 14:2; 49:23; Ez. 11:17; Ose. 3:5; Amós 9:11–15; Sal. 2:8; 110:2–5), a pesar de que ya Jesús, en varias ocasiones, les había declarado la naturaleza espiritual de ese reino (ver Mat. 16:21-28; 20:26-28; Luc. 17:20, 21; 18:31-34; Juan 18:36).[2]

A la luz de estas consideraciones, la declaración de Hal Lindsey, en su popular La Agonía del Gran Planeta Tierra, que no es nada mas que una presentación muy superficial de las doctrinas premilenarias y una perversión basada en Mateo 24, parece en extremo absurda. Con respecto a las preguntas hechas por los apóstoles, Lindsey dijo:

"Esta venida a la cual se refieren los discípulos es la que llamamos comúnmente la segunda venida de Cristo. Era muy natural que ellos quisieran saber cuáles señales indicarían su regreso a establecer el reino de Dios que había prometido". (Hal Lindsey, La Agonía del Gran Planeta Tierra, Pág. 61).

 De esta manera, no sólo vemos que el lenguaje de las preguntas no demanda que ellos preguntaran acerca de una segunda venida, pero el conocimiento de los apóstoles en ese momento demanda que ni aún preguntaron acerca de una. ¡Simplemente no creyeron que Jesús estaba a punto de irse!

Ahora queremos ver que la respuesta de Jesús no demanda que estuviera hablando acerca de la segunda venida. Esto da evidencia a la posición de que todo el capítulo de Mateo 24 trata con la destrucción de Jerusalén a manos de Tito el General Romano en el 70 D.C.

Un Corto Comentario Sobre Mateo 24:4-44

Mateo 24: 4-5 - "Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán".

Estos versículos fueron cumplidos copiosamente al tiempo de la destrucción de Jerusalén. El historiador judío Josefo (Guerras, VI, 5, 2) testificó lo siguiente:

 "La tierra estaba infestada con magos, burladores, e impostores, quienes arrastraron al pueblo tras ellos en multitudes a la vida solitaria y a los desiertos, para ver las señales y milagros que prometieron demostrar por el poder de Dios". (Citado por Barnes, Notas del Nuevo Testamento, sobre Mateo 24:4).

Mateo 24:6-8 - "Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores".

  La historia Romana registra que las agitaciones más violentas prevalecieron en el imperio Romano previo a la destrucción de Jerusalén. Cuatro emperadores: Nerón, Galba, Othón y Vitelio sufrieron muertes violentas, en el corto espacio de 18 meses. Josefo dijo (Antigüedades, 18,5,3) que Bardenas, y después de él Volageses declararon la guerra contra los Judíos, pero esta no fue ejecutada. También dijo que Vitelio, gobernador de Siria, declaró la guerra contra Aretas, rey de Arabia, y deseó llevar su ejército a través de Palestina; pero la muerte de Tiberio previno la guerra.

 Mateo 24:9-10 - "Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán".

 Esta enseñanza es paralela a esa de Jesús en Juan 15:20-21, cuando dijo a los apóstoles: "Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado".

 Versículo 11 - "Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos".

                 Josefo, en su historia de la destrucción de Jerusalén, da esta narración:

 "... porque muchos profetas sobornados entonces por los tiranos, denunciaban al pueblo que esperasen el socorro de Dios y no tuviesen cuidado de guardarse y menos de huir de ellos y los que no temían, ni se guardaban, se detuviesen también mucho mejor con la esperanza que les daban estos falsos profetas ..." (Guerras, Tomo II, Libro Séptimo, Cap. XI, Pág. 235)

 Esta narración histórica directa muestra el cumplimiento de la declaración de Jesús acerca de la destrucción de Jerusalén.

Mateo 24:12-14 - "Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin".

Esta declaración de Jesús con respecto a la predicación del evangelio algunas veces es controversial, pero cualquier cosa que Jesús incluyó en esa profecía es visto que es cumplida abundantemente en Hechos 2:5 -

 "Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo".

 También, en Romanos 1:8, Pablo usó lenguaje similar al hablar de la fe de los Romanos:

"Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo".

A medida que habló específicamente de la predicación del evangelio, Pablo dijo en Colosenses 1:5-6,23 - "A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece... Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo".

Pablo escribió la carta a los Colosenses en el 62 D.C., ocho años antes de la destrucción de Jerusalén, en obvio cumplimiento de la declaración de Jesús en Mateo 24:14.

 Mateo 24:15-16 - "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes".

 Esto fue cumplido en la destrucción de Jerusalén. Cuando los Romanos entraron en la ciudad de Jerusalén, sus soldados paganos entraron en el templo (profanándolo acorde a la ley del Antiguo Testamento), arriaron los ornamentos Judíos y los atavíos del templo. Josefo dice que en su lugar colocaron los símbolos paganos y el estandarte Romano.

 "Viendo los romanos que todos los sediciosos habían huido de la ciudad, pues el templo y todo lo que alrededor había estaba hecho brasa, pusieron sus banderas en el templo delante de la puerta del Oriente, y habiendo celebrado allí grandes sacrificios, declaraban por emperador con grandes voces a Tito ..." (Las Guerras de los Judíos, Tomo 2, Libro Séptimo, Capítulo 13, Pág. 239).

 La abominación de la desolación fue cumplida cuando estos estandartes Romanos y símbolos paganos fueron colocados en el lugar santo.

Mateo 24:17-20 - "El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo".

 Jesús continuó Sus advertencias de que huyeran de la destrucción física, y esto no tendría aplicación para la segunda venida de Cristo. Los Cristianos debían estar a la expectativa de estas señales de manera que supieran cuándo "huir a las montañas" debían orar para que no tuvieran que huir el día de reposo o durante el invierno. Las inclemencias del invierno obstaculizarían su huida, también como las incidencias del día de reposo, ya que las puertas de las ciudades amuralladas en Judea estarían cerradas el día de reposo (Véase Nehemías 13:19 como un ejemplo).

El argumento que los Sabatistas hacen hoy día sobre este pasaje es simplemente ridículo. Sostienen que si los Romanos irrumpieron repentinamente en Jerusalén el día de reposo, los Cristianos estarían guardando el día de reposo, y tendrían que estar allí y no moverse porque era día de reposo.

Primero que todo, si este versículo prueba que el día de reposo era un día santo para los Cristianos en los tiempos del Nuevo Testamento, entonces probaría que el invierno era una época santa. Segundo, en Mateo 12:11, Jesús señaló que uno podría librar a su oveja de un peligro en día de reposo, y en el v.12 indicó: "¿Cuánto más vale un hombre que una oveja?" El argumento de los Sabatistas hace a un hombre de menos valor que una oveja, si usan Mateo 24:20 para probar que los fieles no podrían dejar la ciudad sitiada en el día de reposo.

 Mateo 24:21-22 - "Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados".

Nuevamente, el testimonio histórico del cumplimiento de estas palabras es encontrado en Josefo, quien estuvo presente en el momento, quien usa casi las palabras exactas de Jesús:

 "... digna de tan grandes desdichas, no ciertamente por otra cosa, sino por haber engendrado y sufrido dentro sí generación tal, y tan perversa, que le cause tal y tan grande destrucción". (Guerras, Tomo II, Libro Séptimo, Cap. 16, Pág. 251; también Libro Sexto, Cap. 12, Págs. 181-182).

Además, Josefo dijo que durante el sitio, cuando no quedaba nada de grano, ocurrió la completa destrucción dentro de los muros de Jerusalén. El alimento era tan escaso que cualquier puerta cerrada significaba que alguien tenía comida adentro. Los merodeadores tumbaban las puertas, entraban precipitadamente, y casi les sacaban los bocados medio mascados de la boca, casi ahogándolos. Familias completas perecieron durante el sitio. El saqueo de tumbas era desenfrenado. Josefo mencionó que vio 600.000 cuerpos arrojados por las puertas de la ciudad. Los Romanos capturaron a un desertor con oro que se había tragado para pasarlo de contrabando al salir de la ciudad. Sospecharon que muchos judíos estaban intentando esto. En una noche los romanos mataron 2000 judíos y rajaron sus estómagos. Josefo habló de una madre que estaba tan hambrienta que asó a su hijo y comió la mitad de él, y ofreció la otra mitad a sus vecinos.

En resumen, nada en la historia se iguala a la violencia, salvajismo, hambruna, pestilencia, y desespero presente en el sitio de Jerusalén. Fue la guerra más atroz y cruel en los anales de la humanidad, aún para aquellos que estuvieron observando, existió una forma de escape. El general romano Vespasiano, quien empezó el sitio de Jerusalén, escuchó del tumulto político en Roma y retorno a Roma para convertirse en el nuevo emperador. Luego envió a su hijo, Tito, de regreso a Jerusalén para terminar el sitio. Durante la calma del sitio, los Cristianos alertas a las advertencias de Cristo huyeron de la ciudad. Ciertamente, como Jesús dijo, si aquellos días no hubieran sido acortados, ninguna carne habría sido salva; pero por causa de los escogidos aquellos días fueron acortados.

Mateo 24:23-26 - "Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis".

 Estas son repeticiones de las primeras advertencias contra los falsos Cristos. Véase la referencia al versículo 11 para el cumplimiento histórico de estas declaraciones durante el sitio de Jerusalén.

 Mateo 24:27-28 - "Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas".

 Tomado por sí mismo este versículo podría ser usado para referirse a la segunda venida de Cristo. En vista de que los apóstoles no le preguntaron con respecto a tal cosa y que todo el contexto habla del juicio físico que Cristo traería sobre esa ciudad de Jerusalén, la ‘venida’ aquí se refiere a su presencia en la forma del ejército Romano. La nación Judía era el cuerpo muerto al que las águilas Romanas fueron enviadas a devorar.

Mateo 24:29 - "E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas".

Muchas veces cuando este versículo es leído, alguien dirá: "Ciertamente el mundo nunca ha visto algo como esto", a lo cual respondemos: "¡Claro que lo hemos visto!". Hay muchos casos en la Biblia donde los interlocutores de la inspiración habían usado estas mismas frases para describir un juicio físico que Dios traería contra una ciudad o nación.

Por ejemplo, en Isaías 13:10, Dios dijo de Babilonia:

 "Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor".

 ¿Ha sido cumplida ésta profecía de castigo contra Babilonia? Ciertamente lo ha sido, porque esa nación ya no existe mas. Este ejemplo ilustra el uso de Dios del "lenguaje de juicio" para describir el día obscuro de Babilonia. En el mismo capítulo, en el v.13, Dios dijo:

 "Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira".

 En los v. Isaías 13:19-20, dice:

"Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios. Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; ni levantará allí tienda el árabe, ni pastores tendrán allí majada".

 En el caso de Babilonia, las estrellas han dejado de dar su luz, el sol se ha oscurecido, la luna no está dando su resplandor, los cielos se han estremecido, porque Dios ha llevado a cabo el juicio del que habló aquí contra ellos.

En Isaías 34:4-5, Dios habló de la destrucción de Edom en lenguaje similar:

"Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera. Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema".

¿Ha sido cumplida está declaración? Dios llevó a cabo este juicio de Edom. ¡No existe mas!

Ejemplos similares de esta clase de lenguaje que han sido cumplidos son Amós 8:9, donde Amós profetizó la destrucción de Samaria. Véase Ezequiel 32:7-8, donde Ezequiel profetizó el juicio contra Egipto, y Jeremías 4:23-24,27-28, donde Jeremías reveló el castigo de Judá a manos de los babilonios.

Estos pasajes ilustran el significado del mismo tipo de lenguaje que Jesús usó en Mateo 24:29. Cuando alguien dice: "Ciertamente el mundo nunca ha visto tal cosa", sencillamente no está enterado de la forma en que la Biblia usa ese tipo de lenguaje con referencia a juicios físicos los cuales Dios llevó a cabo en el pasado, sin ninguna referencia en absoluto a la segunda venida de Cristo.

Mateo 24:30-31 - "Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, desde un extremo del cielo hasta el otro".

 Antes de considerar el significado de estas palabras en detalle, hagamos esta observación. Aún si no entendiéramos su significado, surge otra consideración que nos llevará a la conclusión de que Cristo las cumplió en la destrucción de Jerusalén. En el v.34 Jesús hizo la declaración:

 "De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca".

 Esta es una consideración muy importante. Si Jesús no cumplió todas estas profecías durante la generación a quienes les estaba hablando, entonces Jesús mismo estaba equivocado sobre el tema, y no merece que sea creído.

Algunos ponen objeciones (o tienen inconvenientes) a que la palabra "generación" no se refiere al grupo de personas viviendo exactamente en el momento en que Jesús habló estas palabras. Sugieren que la idea de "raza", "nación", o "Israel", reemplaza a esa de una generación contemporánea. Esta es una creencia sin garantía. La palabra "generación" en la Biblia no significa, "nación", "raza", o "humanidad", sino que siempre significa un grupo contemporáneo de personas viviendo en el mismo tiempo o época.

---o de toda la multitud de personas viviendo en el mismo período (Mateo 24.34; Marcos 13.30; Lucas 1.48; 21.32; Filipenses 2.15), y especialmente de aquellos miembros de la raza judía viviendo en la misma época (Mateo 11.16, etc.). Transferida de las personas al tiempo en que ellas vivían, esta palabra vino a significar una edad; esto es, un período ocupado ordinariamente por cada generación sucesiva, de digamos unos treinta a cuarenta años (Hechos 14.16; 15.21; Efesios 3.5; Colosenses 1.26); [3] ---

Para demostrar esto, la palabra "generación" es usada otras 10 veces en el libro de Mateo (Mateo 1:17; 3:7; 11:16; 12:39; 12:41-42; 12:45; 16:4; 17:17 y 23:36), y la palabra siempre se refiere a un grupo de personas viviendo en la misma época o tiempo. Nótese especialmente lo siguiente:

Mateo 1:17 — "De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce ..."

Mateo 11:16 - "Mas ¿a qué compararé esta generación? ..."

Mateo 12:41 - "Los hombres de Nínive se levantarán en juicio con esta generación ..."

Mateo 12:42 - "La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación ..."

 Mateo 23:36 - "De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación".

En todos estos ejemplos, como en todo el resto, Jesús no habló de alguna otra que lo que queremos decir cuando usamos el término "generación". El término "generación" o "esta generación" significa la misma cosa en Mateo 24:34 como en todas las otras apariciones en el evangelio de Mateo. Esto incluye la palabra "generación" que Jesús usó al principio en la misma conversación en Mateo 23:36 la cual tiene el mismo significado como "generación" en Mateo 24:34. Todas las cosas de que Jesús estaba hablando ocurrirían durante el tiempo de vida de sus contemporáneos. De esta manera, si nosotros o alguien más entiende la enseñanza de los versículos Mateo 24:29-31, podemos concordar que cualquier cosa acerca de la cual habló Jesús, fue cumplida en esa generación a la cual le estaba hablando.

Ahora, en el versículo 30, cuando Jesús está hablando de la aparición de la señal del Hijo del Hombre en el cielo, habló acerca de una señal que mostraría que el Hijo del Hombre estaba en el cielo. Por ejemplo, Jesús dio a los apóstoles una señal similar en Juan 14. Allí prometió a los apóstoles que iba a regresar al cielo, y que enviaría el Espíritu Santo para guiarlos a toda la verdad. Cuando los apóstoles recibieron toda la verdad, esto fue una señal de que Jesús estaba en el cielo. Aún cuando los apóstoles no lo habían visto sentado a la diestra de Dios, Pedro declaró en Hechos 2:33 -

 "Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís".

 Pedro argumento que en vista de que el Espíritu Santo había venido tal como se prometió a los apóstoles, ellos sabían que Jesús había sido exaltado a la diestra de Dios. Para una ilustrar mas, suponga que un político local hizo campaña entre sus vecinos de que si lo elegían, verían que su torre de agua local se pintaría de naranja. Suponga, además, que la próxima vez usted vió que la torre del agua estaba pintada de color naranja. ¿Qué es lo que usted sabe que ha pasado aún si no conoce el resultado de la elección directamente? Usted sabe que la torre del agua de color naranja es una señal de su elección.

Similarmente, cuando Jesús vino en juicio sobre la ciudad de Jerusalén, esa era otra señal de que él estaba en el cielo. Jesús dijo a Caifás, el Sumo Sacerdote, la misma cosa en Mateo 26:64, la noche de la traición:

"... y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo".

¿Vió Caifás esto o no? ¡Claro que si, cuando Jesús envió al ejército Romano para destruir la ciudad de Jerusalén! En este momento, Caifás, quien estaba familiarizado con el lenguaje de juicio del Antiguo Testamento, habría comprendido que esto había pasado exactamente como Jesús lo advirtió.

¿Cuál es el Significado de Su Venida en las Nubes del Cielo?

Algunos podrían poner objeciones a que Jesús nunca vino en las nubes del cielo, y que este lenguaje puede aplicarse solamente a la segunda venida. Sin embargo, la Biblia habla muchas veces de los seres divinos "viniendo en las nubes del cielo", en pasajes de la escritura que hablan de eventos inusuales que ya han ocurrido. Para ser específico, al tiempo en que Jesús usó estas palabras el pueblo de Dios había escuchado este lenguaje usado solamente acerca de juicios nacionales.

Por ejemplo, en Isaías 19:1-4, Isaías habló de la futura destrucción de Egipto:

 "... He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto ... Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo ... Y entregaré a Egipto en manos de señor duro, y rey violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor, Jehová de los ejércitos".

 Este lenguaje es similar al que Jesús usó de Su venida en las nubes. Esto fue cumplido en la cautividad de Egipto por parte de Nabucodonosor en el siglo sexto A.C.

Similarmente, en Jeremías 4:13, Dios usó la misma clase de lenguaje para amenazar a Judá con invasión:

 "He aquí que subirá como nube, y su carro como torbellino; más ligeros son sus caballos que las águilas ..."

En esta forma, Dios habló de su venida en las nubes en la forma del ejército Babilónico. Los babilonios cumplieron este pasaje cuando capturaron Judá, y llevaron a los judíos en cautividad.

De esta manera, el lenguaje de Jesús en Mateo 24:29-30 es usado otras veces en la Biblia para hablar de un juicio puramente físico traído sobre una ciudad o nación. Cuando consideramos que Jesús dijo: "No pasará esta generación hasta que todo esto acontezca", ciertamente Jesús habló de la destrucción que ocurrió aproximadamente cuarenta años después que pronunció esta profecía.

 Mateo 24:31 - "Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro".

 Primero, necesitamos comprender que la palabra "ángel", que simplemente significa "mensajero", puede referirse a mensajeros humanos. Es usada así de Juan el Bautista en Mat. 11:10, de los mensajeros de Juan el Bautista, en Luc. 7:24, de los apóstoles de Cristo, Luc. 9:52, y de los espías judíos en Stg. 2:25.

Entendemos el significado de "los cuatro vientos" cuando consideramos Luc. 13:29, donde Jesús dijo de Su reino:

 "Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios".

El significado de las "trompetas" es que siempre fueron instrumentos de advertencia o declaración. De esta manera, Jesús bien pudo haber hablado de la declaración del evangelio por Sus apóstoles. Los apóstoles advirtieron a esta generación perversa de judíos del juicio que vendría sobre ellos a causa de su rechazo del Mesías. Este es exactamente el pensamiento del versículo de Mateo 24:14

 "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin".

 Mateo 24:32-34 - "De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca".

 Ya hemos comentado sobre el "No pasará esta generación hasta que todo esto acontezca". Aquí Jesús exhortó a los apóstoles que les había dado señales por las cuales podían saber que el juicio físico del cual habló, la destrucción de Jerusalén, estaba cerca. Entonces podrían huir a las montes (Mateo 24:16).

 Mateo 24:35-36 - "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre".

 El lenguaje, "el cielo y la tierra pasarán", hace que algunos piensen que Jesús empezó aquí a hablar de la segunda venida (de un retorno final). No obstante, por medio de la comparación con otros pasajes donde los escritores de la Biblia usaron lenguaje similar, podemos ver que Jesús simplemente habló de la confiabilidad de las declaraciones que hizo. Por ejemplo, en Isa. 54:10, dijo:

 "Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti".

 En este versículo Dios no cambió el tema del versículo previo y habló acerca del movimiento de las montañas y del temblor de los collados. Simplemente afirmó cuan confiable era Su misericordia. Aún si las montañas y los collados eran disueltos, ¡Su pueblo aún dependería en Su misericordia!

En Mateo 5:18, Jesús usó lenguaje similar para explicar la actitud hacia la Ley de Moisés, cuando dijo:

 "Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido".

 Jesús usó este lenguaje para asegurarle a los judíos la indestructibilidad del Antiguo Pacto. Aún si el cielo y la tierra pasaban, ¡la indestructible ley de Dios no pasaría!

Así es aquí en Mat. 24:35-36. El cielo y la tierra pueden pasar (y pasarán), ¡pero aquí está una verdad que siempre permanece! ¡La ciudad de Jerusalén va a ser destruida!

A menudo escuchamos este pasaje aplicado al retorno final de Cristo. A medida que tomemos estos versículos en su propio contexto, el asunto aquí era aún la destrucción de Jerusalén antes que el retorno final de Cristo.

Algunos dicen que Jesús habló de dos eventos en este capítulo porque dijo que el tiempo de un evento (la destrucción de Jerusalén) fue dado (eso es, en esta generación), pero el tiempo del segundo evento (un retorno final de Cristo) no fue dado. Note cuidadosamente que Jesús no dijo que el tiempo de un evento podía ser conocido anticipadamente y que el tiempo del otro no podía ser conocido anticipadamente. Jesús dijo que el juicio ocurriría en "esta generación", pero "del día y la hora nadie sabe". Yo espero morir en esta generación, pero no se ni el día ni la hora. ¿Implica eso que mi muerte ocurrirá en dos tiempos diferentes? Yo espero que mi cabello se vuelva completamente gris en esta generación, pero no se el día ni la hora en que esto ocurrirá. ¿Implica eso que mi cabello se volverá gris dos veces? Tampoco el lenguaje de Jesús implica que habló de dos eventos a ser cumplidos en dos tiempos diferentes.

Un Argumento Que Muestra Que No Ocurre

Ninguna Transición en Mateo 24

En este punto queremos mostrar que, de una consideración de la respuesta de Jesús, no ocurrió ninguna transición de un tema a otro en Mateo 24. Como se mencionó al principio, el versículo 29 es una elección popular para un punto de transición de la destrucción de Jerusalén al retorno final. El versículo 36 es otro punto de elección. Considere cuidadosamente que el lenguaje de la respuesta de Jesús no implicó ninguna transición cualquiera ya fuera en el versículo 29 o en el versículo 36.

En Lucas 17:22-37, Jesús usó mucho del mismo lenguaje como en Mateo 24 en un discurso similar varios días antes del discurso de Mateo 24. Este ocurrió mientras Jesús y los apóstoles viajaban a Jerusalén para la semana final de Su vida. Nótese que varias veces Jesús entrelazó el lenguaje generalmente tomado que es acerca de un retorno final en Mateo 24 con el lenguaje tomado para que sea acerca de la destrucción de Jerusalén en Mateo 24. Por ejemplo, en Lucas 17:26-27, Jesús dijo:

 "Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían ..."

 Este lenguaje es idéntico a Mateo 24:37 y Sigs., generalmente tomado para sea acerca de un retorno final (Su segunda venida). Y esta también después de la supuesta transición en los versículos anteriores.

Sin embargo, en Lucas 17:31, (el versículo siguiente), Jesús dijo:

 "En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás".

 Este lenguaje es idéntico a Mat. 24:17 y Sigs, que generalmente es aplicado a la destrucción de Jerusalén, y ocurre antes de la supuesta transición en Mateo 24. En otras palabras, la inversión de Jesús de estos asuntos sin considerar la supuesta transición de Mateo 24 muestra que no ocurre ninguna transición. Además, no ocurre ninguna transición entre los versículos Mateo 24:30-31 en Lucas 17. Cuando Jesús dijo, "en aquel día" en Luc. 17:31, debe haberse referido al día cuando el Hijo del Hombre fue manifestado en el versículo 30.

También, encontramos otro ejemplo comparable en Lucas 17:35-36, Jesús habló de "dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada". Esta es la misma clase de lenguaje como en Mateo 24:41, después de la supuesta transición. En el versículo siguiente de Lucas 17:37 encontramos: "Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? El les dijo: Donde estuviera el cuerpo muerto, allí se juntarán también las águilas". Nuevamente, este es el mismo lenguaje de Mat. 24:28, considerado generalmente como cumplido en la destrucción de Jerusalén porque ocurre antes de la supuesta transición.

En adición, no ocurre ninguna transición entre Luc. 17:36-37 porque en el versículo 37, los discípulos se refirieron a las cosas que Jesús ya había dicho en el versículo 35: "Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor?" El lenguaje de Jesús simplemente no permite una transición como es supuesta en Mateo 24:29 o 36.

Si el lenguaje de Jesús implicó un cambio de tema en Mateo 24, entonces el mismo lenguaje tendría a Jesús, en Lucas 17, saltando para atrás y para adelante entre estos dos temas principales de la Biblia como sigue:

¿Hizo Jesús Todas Estas Transiciones en Lucas 17:?

Lucas 17:23-25: Destrucción de Jerusalén

Lucas 17:26-30: Retorno final

Lucas 17:31-33: Destrucción de Jerusalén

Lucas 17:34-36: Retorno final

Lucas 17:37: Destrucción de Jerusalén

¿A quiénes conocemos que enseñen o interpreten los pasajes en esta forma sino a los Testigos de Jehová? ¿Quién puede creer que Jesús saltaba de arriba para abajo de versículo en versículo para hablar acerca de dos de los eventos principales de todos los tiempos bíblicos? ¿Dónde más lo hace así en todos los evangelios?

Ni Su lenguaje en Lucas 17 ni en Mateo 24 demanda que El habló acerca de un retorno final. Más que eso, significa que Jesús no hizo tal transición.

Los versículos Lucas 24:37-44: En estos versículos, Jesús dio algunas exhortaciones para velar. Advirtió a los apóstoles que durante el juicio físico que vino sobre la generación de Noé, la mayoría de las personas no velaron, por tanto, perecieron. De esta manera, aquellos a quienes Jesús habló debían estar alertas para que pudieran escapar y no ser consumidos en la tragedia que debía caer sobre Jerusalén.

El Juicio Del Que Jesús Habla en Mateo 24 es un Juicio Escapable

Jesús habló de un juicio escapable  en Mateo 24, no de un juicio inescapable. Nótese la conclusión de Jesús en cada narración del evangelio.

La conclusión de Jesús en Marcos

Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no nos halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad. (Marcos 13:35-37).

La conclusión de Jesús en Mateo

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. (Mateo 24:42-44).

 La Conclusión de Jesús en Lucas

 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. (Lucas 21:36).

 Nótese en las narraciones de Marcos y Mateo, que ambos dieron las mismas exhortaciones de vigilar. Sin embargo, Lucas añade en esta narración lo que no está presente en las otras narraciones: "Velad, pues, en todo tiempo orando que SEAIS TENIDOS POR DIGNOS DE ESCAPAR DE TODAS LAS COSAS QUE VENDRAN, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre".

De estas palabras, Jesús obviamente habló no de un juicio final, del cual ningún hombre escapará, sino de la destrucción de Jerusalén, de la cual deseaba que los fieles escaparan. El juicio del cual Jesús está hablando en este capítulo era un juicio escapable que debía ocurrir en el tiempo de vida de la generación a la cual le habló.

Recordemos ahora las palabras de Jesús en Mateo 24:15-16

 "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora ... entonces los que estén en Judea, huyan a los montes".

 ¿Por qué estaba dando estas señales que debían preceder a su venida en las nubes? "... para que seáis tenidos por dignos de escapar de todas las cosas que vendrán ..." (Lucas 21:36).

Registro Histórico de Que Esto Ocurrió

Como hemos visto, el propósito de las palabras de Jesús en este capítulo era para que las personas fieles vieran las señales del acercamiento del juicio físico y escapar de este. Eusebio, un historiador del tercer siglo, escribió sobre la iglesia primitiva en Jerusalén:

"Además de éstos, también el pueblo de la iglesia de Jerusalén recibió el mandato de cambiar de ciudad antes de la guerra y de vivir en otra ciudad de Perea (la que llaman Pella)". (Historia Eclesiástica, Libro 1, Capítulo 5, Pár. 3, Página 141).

     Por tanto, en el sitio de Jerusalén en el cual 1.100.000 Judíos perecieron, y dos millones y medio fueron tomados cautivos, ninguno de los individuos fieles que hizo caso de las advertencias de Jesús dadas en este capítulo pereció. Los Cristianos huyeron tal como Jesús había mandado que lo hicieran.

Dos Puntos Finales Sobre las Palabras "Fin" y "Viniendo"

Ya hemos notado la palabra "fin" y "venida" en nuestro análisis de las preguntas que los apóstoles le hicieron a Jesús, que provocó la enseñanza de Mateo 24. En conclusión, queremos notar dos hechos interesantes acerca del uso de las palabras. Si "fin" se refiere al fin del tiempo o a un retorno final de Cristo, y una transición o cambio de temas ocurre en alguna parte en el capítulo, deberíamos esperar que el uso de Jesús de "fin" estuviera en la última parte del capítulo. Esto es exactamente lo opuesto de como Jesús lo usó:

Mateo 24:6 – "... porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin".

Mateo 24:13 – "Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo".

Mateo 24:14 – "Y será predicado el evangelio este evangelio del reino en todo el mundo... y entonces

                         vendrá el fin".

Como ya hemos notado, estas apariciones de "el fin" son todas antes del versículo 34, donde Jesús dijo, "No pasará esta generación hasta que todo esto acontezca". En consecuencia, el fin del que se habló no es el fin del mundo, sino el fin o consumación del plan de Dios.

De igual manera, cuando notamos el uso de la palabra "venida" en este capítulo (si Jesús la usó de un retorno final), encontraríamos su uso en la última parte del capítulo; sin embargo, aparece a través del capítulo sin considerar alguna supuesta transición en los versículos 29 o 36. De esta manera, Jesús habló de Su "venida" antes y después de alguna supuesta transición.

 

Resumen Sobre Mateo 24

En conclusión, resumimos brevemente los puntos principales de este estudio. Acorde al material que hemos presentado aquí, Jesús no habló de un retorno final en Mateo 24 por las siguientes razones:

I. Los apóstoles no le preguntaron acerca de un retorno final.

   A. El lenguaje de sus preguntas no lo demandó.

   B. No habrían estado preguntando acerca de un retorno final porque ellos admitidamente no esperaban que

       Jesús los dejara.

 II. La respuesta de Jesús no demandaba que hablara de alguna otra cosa que no fuera el juicio físico contra  

      Jerusalén.

III. El juicio del cual Jesús habló era un juicio escapable.

¿Qué Acerca de Mateo 25?

Surgen las preguntas, si Mateo 24 no habla de la venida final de Cristo, ¿qué acerca de Mateo 25? Si los apóstoles no le preguntaron a Jesús acerca de Su venida final y El no enseñó acerca de esto, ¿qué acerca de la escena de juicio descrita en Mateo 25:31-46?

Durante años después de que llegué a mi actual entendimiento de Mateo 24, presenté la pregunta de esta manera: Jesús concluyó Su discurso de Mateo 24 con tres parábolas: (1) Los Siervos Fieles e Infieles (Mat. 24:45-51), (2) Las Diez Vírgenes (Mat. 25:1-13), y (3) Los Talentos (Mat. 25:14-30). El punto principal de cada una de estas parábolas se enfocaba sobre el "velar", ya fuera para el juicio sobre Jerusalén, o cualquier otro juicio, aún el juicio final de todos los hombres. De esta manera, Jesús concluyó Mateo 24 con estas tres parábolas, que ilustraban su exhortación a velar. Luego concluí que, si Jesús habló de Su juicio final en Mateo 25:31 y Sigs., entonces fue durante aquellas tres parábolas que hizo una transición a Su enseñanza acerca de un juicio final. Sería como si mientras hablaba sobre velar hubiera dicho, "Aquí está otro juicio por el cual necesitan velar". Luego dio instrucción acerca de Su juicio final, aún cuando los apóstoles no le preguntaron acerca de esto.

También hice una distinción en Mateo 25:31, donde Jesús habló de Su vida en gloria, y contrasté eso con Su venida en juicio en Mateo 24. Ahora comprendo que el juicio en Mateo 24 era también una venida en gloria. Primero, nótese en Mateo 16:27-28, Jesús habló de una venida en gloria en Su generación:

Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.

De esta manera, Jesús habló de una venida en gloria, donde todo hombre sería juzgado acorde a sus hechos, y estos eventos ocurrirían a causa del dominio de Cristo. Su dominio (o gobierno) debía comenzar durante el tiempo de vida de aquellos que lo escucharon.

De igual manera, nótese también Lucas 9:26-27, donde Jesús profetizó una venida en gloria en esa generación:

 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles. Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.

 Estos pasajes enseñan la misma cosa que Mateo 24. La destrucción de Jerusalén fue también una venida en gloria. Escúchenlo en Mateo 24:30

 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

 Como lo enseñó Jesús en Mateo 24:34, Su venida en gloria iba a ocurrir en esa generación. De esta manera, la venida en gloria en Mat. 25:32 no es un tema nuevo. Jesús hacía mucho había profetizado una venida semejante durante el tiempo de vida de Sus oyentes. Con estos comentarios en mente, miremos Mateo 25:31-46

 Mateo 24:31-32: "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos".

      Como ya hemos notado, Mt. 16:27-28 hablaba de un juicio semejante en esa generación. Este juicio "pagaría a cada uno conforme a sus obras". Ciertamente, El no habló de las personas en América (en esa generación), sino de los hombres en esa generación de judíos.

"Pero" dicen algunos, "Mateo 25:32 dice ‘naciones’. ¿Cómo puede un juicio que envuelve a las naciones hablar de solamente un juicio nacional sobre Israel?" Esta es una objeción notable hasta que comprendamos que la tierra de Israel comprendía muchas naciones. Normalmente pensamos de la Israel de los tiempos de Jesús como una nación, pero no es así. Por ejemplo, Josefo, el historiador judío se refirió a la nación de los samaritanos, la nación de los galileos, y las naciones de Idumea, Perea, Traconite, Iturea, y Abilene. Fue hablado de Judea como una nación distinta, con su propio rey. El término griego ethnarch (literalmente, "gobernador de una nación") describía a los gobernantes de estas naciones.

Esto concuerda con el propio uso de Jesús en Mateo. 12:47, donde dijo:

 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino ...

Jesús habló de muchas naciones en esa región, con judíos en todas, que serían afectados por la invasión romana de la tierra. En Lucas. 21:25-32, Lucas citó a Jesús:

Y habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas ... no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. (Versión Biblia de las Américas).

 La Reina-Valera (1960) dice "las gentes", la Biblia de las Américas dice "entre las naciones", bien podría hablarse de las naciones de Palestina. Como hemos visto, estas son las mismas naciones en Mateo 24. Como hemos visto, estas son las mismas naciones en Mateo 24.

 Versículo 33: "Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda".

 Nuevamente, esto concuerda con Mateo 16:27-28, que dice que El "pagará a cada uno conforme a sus obras ... hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte ..."

 Mateo 24:34-40: "Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis".

Nótese en qué cuelga el destino de los justos y los impíos en este juicio. ¿En la fe en Cristo? No. ¿En si habían sido bautizados? No. ¿En la benevolencia hacia los cristianos? De ninguna manera. ¿En que celebraron la Cena del Señor? Ni la menciona. ¿En si fueron fieles en la disciplina en la iglesia? No. ¿En congregarse? No, ni en el evangelismo personal, ni en ninguna de las otras cosas por las que los cristianos se preocupan en un juicio final.

No obstante, suena exactamente como un juicio sobre los judíos del tiempo de Jesús, muchos de los cuales no fueron misericordiosos o benevolentes. Por ejemplo, en Mateo 9:13 Jesús condenó a muchos de los judíos por su énfasis en los rituales religiosos antes que en su trato de su prójimo:

 Id, pues, y aprender lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio ....

   De igual manera, en Mateo 23:23-24, Jesús los condenó finalmente de una manera similar:

Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!

De igual manera, en Lucas 10, Jesús mostró en la parábola del buen Samaritano que los samaritanos sabían más acerca de cómo tratar a su prójimo que lo que hacían muchos de los judíos. De esta manera, por su falta de misericordia, Jesús afirmó que no recibirían misericordia, no en el juicio final, sino en Su destrucción de Jerusalén.

Mateo 24:41: "Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles".

"Fuego eterno" sin duda nos hace pensar del juicio final, pero ¿debería ser así necesariamente? ¿Puede este lenguaje aplicarse a un juicio nacional? Muchos insistirían que no, pero mire cuidadosamente Judas 7. En un contexto donde Judas mostró que Dios sabe cómo castigar a los falsos maestros, usó el ejemplo de lo que Dios le hizo a los judíos incrédulos que sacó de Egipto, a los ángeles que pecaron, y a Sodoma y Gomorra. Acerca de estas dos ciudades, Judas escribió:

 Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, que habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

 Este lenguaje es idéntico a ese usado por Jesús, "fuego eterno". Este no es un juicio que Sodoma y Gomorra sufrirán en el futuro, sino uno que ya han sufrido. Si aún no han sufrido este juicio, no pueden ser puestas como un ejemplo de que Dios sabe cómo dar juicio sobre los impíos.

Posiblemente Jesús usó fuego eterno en la misma forma en Mateo 25. Si es así, este podría ser el bautismo de fuego que Juan el Bautista prometió a los judíos desobedientes en Mateo 3:10-12

     Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

     A pesar de que muchos miran el "bautismo de fuego" como una bendición, el uso de Juan del fuego tres veces en este pasaje muestra que no tenía la intención de que fuera así. "Fuego" en Mateo. 3:10 representaba destrucción y castigo, como lo fue en Mateo. 3:12. Se requiere de gran violencia para que el contexto haga que "fuego" en el versículo 11 sea algo excepto destrucción y castigo. El castigo acerca del cual Juan habló era inminente puesto que el hacha está puesta a la raíz de los árboles. Habló del juicio nacional inminente sobre las naciones de la región por parte de los romanos en el 70 D.C

Versículo 45-46: "Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hiciste a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".

De esta manera, Jesús concluyó con lenguaje similar en el versículo 41: condenación nacional sobre los judíos desobedientes por su profunda adherencia a la Ley de Moisés.

CONCLUSION

Jesús proporcionó una forma para que los judíos fieles (que se convirtieron en cristianos) supieran cuando Roma estaba a punto de destruir a Jerusalén y la práctica de la Ley Mosaica. Esto debería ser un verdadero edificador de la fe para los cristianos de hoy día. Esto era una extensión lógica porque Dios siempre había provisto una vía de escape para Su pueblo en circunstancias difíciles. En Ezequiel 9, Dios marcó a Su pueblo de manera que no fueran destruidos en la destrucción de Jerusalén por parte de los babilonios. En Hechos 18:9-10, Jesús le dijo a Pablo en Corinto que no tuviera temor, porque "ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal". En Juan. 18:8, en Su propio arresto, Jesús expresó preocupación por la seguridad de Sus apóstoles . De igual manera, en Mateo 24, Jesús proveyó protección para el fiel. Como lo dijo Pablo en 1 Corintios 10:13 —No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.


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[1]Vine, W. (2000, c1999). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Neuvo Testamento exhaustivo (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.

[2]Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. (1993-<1997). Comentario bı́blico mundo hispano Hechos (1. ed.) (43). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

[3]Vine, W. (2000, c1999). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Neuvo Testamento exhaustivo (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.

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