Testigo personal o Cómo testificar como Jesús.

The Salvation Message • Sermon • Submitted 4 years ago

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En esta lección, vamos a ver la historia de la mujer en el pozo desde una perspectiva muy diferente que la que nunca antes has tenido.

Notes

Transcript

Juan 4:5-26

5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José;

6 y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo; y era como la hora sexta.

7 Y vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber

8 (Pues los discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer).

9 Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.

10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.

11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

12 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?

13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed,

14 pero el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

15 La mujer le dice: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla.

16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.

17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;

18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.

19 La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta.

20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.

21 Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.

23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.

25 La mujer le dice: Sé que el Mesías ha de venir, el que es llamado, el Cristo: Cuando Él venga nos declarará todas las cosas.

26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

Quote:

"Antes de que pueda predicar el amor, la misericordia, y la gracia, debo predicar pecado, la ley y juicio” - John Wesley

Introduction:

En esta lección, vamos a ver la historia de la mujer en el pozo desde una perspectiva muy diferente que la que nunca antes has tenido. Aquí vemos a Jesus en acción, presenciando a un extraño en una situación cotidiana. Es tan instructivo que lo llamamos "el camino del maestro.”

Cuando la gente se refiere a dios como "el hombre de arriba,” revelan que no tienen ningún concepto (ni una relación viva con). Usarán esas palabras porque se sienten incómodos diciendo su nombre. A menudo, tendrán una medida de reverencia por Dios, pero no lo suficiente para obedecerle. Pregunta si la persona cree que irá al cielo cuando muera. Casi seguro que dirá que lo hará, y un poco de sondeo revelará que confiará en su propia bondad para salvarlo. Sin embargo, la única manera de que los pecadores puedan tener paz con el dios que han ofendido es a través de la sangre del Salvador.

Por lo tanto, es importante llevar a la persona a través de los diez mandamientos para despojarlo de su autorectitud y su falso sentido de la salvación. Como lo haces, puedes sentirte mal porque lo estás haciendo sentir incómodo, pero si te importa su salvación eterna, debes preguntarte: "lo cual es peor: unos momentos de convicción bajo el sonido de la ley de dios, o la eternidad en el lago de fuego?” A menos que haya un conocimiento del pecado (que viene de la ley) no habrá arrepentimiento.

Romanos 7:7 “¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la ley? ¡En ninguna manera! Al contrario, yo no hubiera conocido el pecado a no ser por la ley: Porque no conociera la codicia si la ley no dijera: No codiciarás.”

En Juan 4:7-26, la Biblia nos da el ejemplo del maestro de cómo compartir el evangelio. Note que Jesús habló con la mujer cuando estaba sola. Cuando testificamos, a menudo encontraremos que la gente es más abierta y honesta cuando están solos. Así que, si es posible, escoge a una persona que esté sentada solo.

Desde estos versos, podemos ver cuatro principios claros para seguir cómo el Jesus fue ganador de almas. Lo llamo el método RCCR del evangelismo, que consiste en Relacionar, Crear, Condenar y Revelar.

Veamos cómo Jesús pone esto en práctica.

1. Relacionar (v.7)

El Jesus comenzó por su representación en el reino natural (v. 7)

Y vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber

Esta mujer era inregenerada, y la Biblia nos lo dijo en

1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

Por tanto, habló de algo que podía relacionarse con el agua. La mayoría de nosotros podemos encontrar una conversación con un extraño en el reino natural. Puede ser un amigo "como estás?” O una sincera "buenos días” Si la persona responde con un sentido de calor, entonces preguntamos, "¿vives por aquí?” Y de ahí desarrollar una conversación.

¡hay una llamada evangelismo de relación y yo estoy a favor! Pero no cuántas de las iglesias modernas lo describen. Creo que es bueno construir una relación con una persona antes de ser testigo de ellos para que estén más abiertos al evangelio pero construir esa relación para 2 min y luego compartir el evangelio con ellos porque su deber depende del mensaje que usted tiene demasiado compartido!

Nótese el número dose.

2. Crear (v.10)

Jesus creó una oportunidad para hablar del reino espiritual (v. 10).

“Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.”

Él simplemente mencionó las cosas de dios. Esto se llevará coraje. Podemos decir algo como, "¿ fuiste a la iglesia el domingo?” O "¿ viste el programa de televisión cristiana la semana pasada?” Si la persona responde positivamente, la pregunta "¿ tiene un fondo cristiano?” Sondeará sus antecedentes. Él puede responder, "fui a la iglesia cuando era niño, pero me alejé de ella”

Otra forma sencilla de hacer la oscilación es ofrecer a la persona un tracto de evangelio y preguntarle: "¿conseguiste uno de estos?” Cuando lo toma, simplemente di: "es un folleto de evangelio. ¿vienes de un fondo cristiano?"

Nótese número tres

3. Condenar (vv. 16-18)

El Jesus trajo convicción usando la ley de dios (vv.16-18).

“Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. 17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; 18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.”

Jesus habló con suavidad con su conciencia aludiendo al hecho de que había transgredido el séptimo mandamiento. Usó la ley para llevar "el conocimiento del pecado”

Romanos 3:19,20 “19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están bajo la ley lo dice; para que toda boca se tape, y todo el mundo sea hallado culpable delante de Dios. 20 Por tanto, por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de Él; pues por la ley es el conocimiento del pecado.”

20 Por tanto, por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de Él; pues por la ley es el conocimiento del pecado.”

Podemos hacer lo mismo preguntando, "¿ crees que has mantenido los diez mandamientos?” La mayoría de la gente piensa que lo han hecho, tan rápido, que "¿ alguna vez has dicho una mentira?” Esto es confrontacional, pero si se le pregunta en un espíritu de amor y caballerosidad, no habrá ningún delito. Esto es porque el "trabajo de la ley [ es] escrito en sus corazones y su conciencia también llevará "testigo”

Romanos 2:15 “mostrando ellos, la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y sus pensamientos, acusándose o aun excusándose unos a otros,”

Jesús confrontó al rico gobernante joven en lucas: 18 - 21 con cinco de los diez mandamientos y no hubo ofensivo. Confiemos en que la conciencia hará su trabajo y afirma la verdad de cada mandamiento. No tengas miedo de preguntarte suavemente, "¿ alguna vez has robado algo, incluso si es pequeño?”

Aprenda a abrir la espiritualidad de la ley y mostrar cómo Dios considera la lujuria como el adulterio en (,) y el odio al mismo asesinato en (1 Juan 3: 15). Asegúrate de que consigas una admisión de culpa. Entonces pregúntale a la persona, "si Dios te juzga por los diez mandamientos del día del juicio, ¿ crees que serás inocente o culpable?” Si dice que será inocente, pregunten, "¿por qué?” Si admite su culpabilidad, pregunta: "¿ crees que irás al cielo o al infierno?”

Desde allí la conversación puede ir de tres maneras:

Puede que diga, "no creo en el infierno.” Responda suavemente, "eso no importa. Todavía tienes que enfrentar a Dios en el día del juicio si crees en ello o no. Si paso a la calle cuando un camión grande se dirige hacia mí y digo, "no creo en los camiones,” mi falta de creencia no va a cambiar la realidad." Entonces, tiernamente, le dirá que ya le ha admitido que ha mentido, robado y cometido adulterio en su corazón, y que Dios le dio una conciencia para que él lo supiera bien. Su conciencia y la convicción del Espíritu Santo harán el resto. Por eso es esencial sacar una admisión de culpa antes de mencionar el día del juicio o la existencia del infierno.

Puede decir que es culpable, pero que irá al cielo. Esto suele ser porque piensa que Dios es "bueno” y que, por lo tanto, será un pecado en su caso. Recuerda que si un juez en un caso criminal tiene un asesino culpable que se encuentra ante él, el juez, si es un buen hombre, no puede dejarlo ir. Debe asegurarse de que el culpable sea castigado. Si Dios es bueno, debe (por naturaleza) castigar a asesinos, violadores, ladrones, mentirosos, adulteros, fornicadores, y aquellos que han vivido en rebelión a la luz interior que Dios ha dado a cada hombre.

Puede admitir que es culpable y por lo tanto ir al infierno. Pregúntale si eso le preocupa. Háblale de lo mucho que valora sus ojos y cuánto más debería valorar la salvación de su alma.

Nótese número cuatro

4. Revelar (v.26)

Jesus se reveló a ella (v. 26).

“Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.”

Una vez que la ley ha humillado a la persona, está listo para grace. La Bible dice que Dios se resiste a la orgullosa y da gracia al humilde

Santiago 4:6 “Mas Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”

El evangelio es para el humilde. Sólo la enferma necesita un médico, y sólo aquellos que admitan que tienen la enfermedad del pecado abrazarán verdaderamente la cura del evangelio. Aprende a presentar el trabajo de la cruz - que Dios envió a su hijo para sufrir y morir en nuestro lugar, y que el Jesus se levantó de la muerte y la muerte. Lleva a la persona de vuelta al derecho civil y diga: "es tan simple como esto: rompimos la ley de Dios, y Jesus pagó nuestra multa. Si se arrepiente y confiará en el Savior, Dios perdonará sus pecados y desestimará su caso."

Pregúntale si entiende lo que le has dicho. Si está dispuesto a confesar y abandonar sus pecados, y confiar en el Savior con su salvación eterna, haz que rece y pida a Dios que lo perdone. Entonces ore por él. Dale una biblia. Le instruyó que lo leyera diariamente y obediera lo que lee, y lo alentó a que se metiera en una iglesia de la biblia, que predica a Cristo.

Ahora me gustaría algo de ayuda. Jesus por favor, sube y ayúdame. Vamos a darle una pequeña conversación por ejemplo de cómo puede ocurrir este testigo.

Christian: "Hola. ¿Conoces alguna buena iglesia por aquí?"

Pecador: "No."

Cristiano: "¿Tienes un origen cristiano?"

Sinner: "No, no me molesto con esas cosas."

Cristiano: "Entonces, ¿nunca piensas en la vida y la muerte?"

Pecador: "Nunca."

Cristiano: "¿Crees que has guardado los Diez Mandamientos?"

Pecador: "La mayoría de ellos."

Christian: "¿Alguna vez has dicho una mentira?"

Pecador: "Claro, ¿quién no?"

Christian: "¿Qué te hace eso?"

Pecador: "¿Mentiroso?"

Christian: "Así es. ¿Alguna vez has robado algo, incluso si es pequeño?

Pecador: "Tal vez una o dos cosas cuando era más joven."

Christian: "¿Qué te hace eso?"

Pecador: "Un ladrón".

Cristiano: "Entonces, por su propia admisión, usted es un ladrón mentiroso, y sólo hemos mirado dos de los Diez Mandamientos. ¿Alguna vez has usado el nombre de Dios en vano?"

Pecador: "Sí. Es un poco un hábito que he estado tratando de romper".

Christian: "¿Te das cuenta de lo que has hecho?"

Pecador: "No, ¿qué?"

Cristiano: "Has tomado el nombre de tu Creador —El que te ha dado la vida— y la has llevado al mismo nivel que una palabra de maldición de cuatro letras para expresar disgusto. La Biblia dice que Dios no lo mantendrá sin culpa, quien usa Su nombre en vano."

Pecador: "Oh..."

Cristiano: "Si Dios te juzgara por esta norma, los Diez Mandamientos, ¿serías inocente o culpable en el Día del Juicio?"

Pecador: "Por ese estándar, yo sería culpable."

Cristiano: "¿Irías al cielo o al infierno?"

Pecador: "Creo que iría al cielo."

Cristiano: "¿Por qué es eso? ¿Esperas que Dios pase por alto tus pecados porque está lleno de amor?"

Pecador: "Sí, eso es todo."

Y desde aquí entraríamos en el número dos de nuestras respuestas típicas al compartir el Evangelio, cuando dicen que son culpables, pero que todavía piensan que van al cielo.

Thomas Hobbes (1588 - 1674) fue un filósofo político inglés notable cuyo trabajo más famoso era leviathan. Este culto, astuto escéptico corrompió a muchos de los grandes hombres de su época. Pero lo que la desesperanza llenó sus últimas palabras.

Escucha lo que sus últimas palabras fueron:

"si tuviera todo el mundo, se lo daría a vivir un día más. Me alegrará encontrar un agujero para deshacerse de este mundo. Estoy a punto de dar un salto a oscuridad.”

Conclusión:

Hoy hemos visto de la escritura cómo se Jesus testigos personales. Mi oración es que durante las siguientes semanas, mientras miramos el tema del mensaje de salvación, le animará a ser audaz en su testigo de Cristo y tal vez sea un poco más claro sobre cómo compartir el evangelio.

Y si hay alguien aquí hoy o quizás incluso escuchando esta grabación que no conoce a Cristo como su Savior quiero animarte a darle tu vida hoy. ¡arrepiéntense de sus pecados y confien en Cristo como su Salvador!

Invitation:

Cada ojo cerrado.

Ahora quiero hablar con el pecador, Antes de salir de este lugar, respire una oración sincera a Dios, diciendo: “Dios, ten piedad de mí, pecador. Señor, necesito ser salvo. Sálvame. Invoco tu nombre ... Señor, soy culpable, merezco tu ira. Señor, no puedo salvarme a mí mismo. Señor, necesito un nuevo corazón y un espíritu correcto, pero ¿qué puedo hacer? Señor, no puedo hacer nada, ven y trabaja en mí para hacer tu buen placer. Pero ahora, desde mi alma, invoco Tu nombre. Temblando, pero creyendo, me entrego totalmente a ti, oh Señor. Confío en la sangre y la justicia de tu Hijo ... Señor, sálvame ahora, en el nombre de Jesús, amén.” Cristo dice en Marcos capítulo uno que se “Arrepentíos, y creed el evangelio.” Pecador, si haces esto hoy, ¡Dios te salvará!

Cristiano, ahora sabes cómo compartir el Evangelio usando la ley de la misma manera que lo hizo Jesús cuando estuvo aquí en la tierra. Ve a compartir el evangelio con alguien esta semana.

Vamos a tener unos momentos de oración. Si necesitas cuidar de los negocios con Dios usa tu silla como alter y cuida de ese negocio con él ahora.

Oración:

Padre, gracias por este mensaje que nos has dado hoy. Sé que es un poco diferente de mi tipo habitual de mensaje, pero esto es lo que tienes para nosotros y sé que esto es lo que necesitamos como iglesia. Gracias por todo lo que hacen. En el nombre de Jesús, amén

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