Devocional de Oración

Devotional (Spanish Edition)  •  Sermon  •  Submitted
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Call to prayer in this time of global pandemic.

Notes
Transcript

La Necesidad de Oración

Introducción
Hermanos queridos, es un privilegio compartir con ustedes esta noche. Este día, viernes, hemos estado en cuarentena más que un mes. En vez de ir a nuestros lugares de trabajo, disfrutar paseos como familia, o visitar seres queridos, nos toca quedar en nuestras propias casas.
En el transcurso de las últimas semanas, yo he leído muchos artículos a cerca de que debemos hacer en este tiempo de cuarentena. Según muchos artículos, Debemos limpiar la casa entera, debemos organizar las cosas que hemos acumulado por los años, debemos cocinar platos nuevos, y debemos hacer ejercicios. Yo estoy quedando con Pastor Fernando y Ely, y en su casa ellos tienen una bicicleta. Porque yo no puedo ir afuera para trotar, en las últimas semanas yo he usado la bicicleta en la mañana para hacer ejercicios y mantener activo. A pesar de que algunas mañanas, yo preferiría dormir tarde, siempre estoy feliz cuando hago la decision a levantarme y hacer ejercicio. Yo me siento bien después. En un cierto sentido, oración es muy parecido a hacer ejercicio. Es una disciplina espiritual, mientras hacer ejercicio es una disciplina física. Muchas veces, nosotros preferiríamos hacer cualquier otra cosa en vez de orar, porque oración nos parece una carga aburrida, o tal vez tenemos la mentalidad que estamos hablando a nosotros mismos.
Transición
Muchas veces, yo confieso que oración es un desafío para mí. Pero yo he aprendido que oración me da vitalidad en mi vida espiritual, oración me ánimo en mi fé, y oración intencional y enfocada resulta en un deseo a orar más. En este tiempo de pandemia, nuestro equipo de Compassion Connection hemos recibido muchas peticiones diferentes de pastores, sus familiares, y líderes de iglesias por todo Ecuador. Lunes en la noche, después un día sin mucho tiempo intencional con El Señor, yo me sentí seco espiritualmente. Por eso, decidí orar por la lista de los motivos de oración que recibimos. Hermanos, honestamente, fue la hora más linda de todo el día, un tiempo de intercesión por seres queridos, y tiempo en conversación con mi Papa Celestial. En la misma manera yo me siento bueno y listo para empezar mi día después un tiempo en la bicicleta, después mi tiempo de oración, yo me sentí cerca con Dios, y con amor por la gente con quien estamos trabajando.
Acabo de compartir con ustedes las buenas resultas, consecuencias, y bendiciones de oración, pero no debemos olvidar el propósito principal porque debemos orar, cuál es: Jesucristo mismo nos enseñó a orar y nos mostró de su ejemplo como debemos orar. Por ejemplo, en El Sermón en El Monte (Mateo 5-7), Jesús dijo a sus oyentes en Mateo 6:5 -
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en los sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres, de cierto os digo que ya tienen su recompensa. - Mateo 6:5 (RVR)
La primera cosa que vemos aquí es Jesús contaba con el hecho que sus seguidores orarían. Y cuando ores…, no si tu ores.
Muchas veces, como yo expliqué antes, nuestros deseos de la carne son fuertes. En vez de poner en primer lugar comunión con Dios, nuestra tendencia como seres humanos es poner en primer lugar la tendencia a buscar entretenimiento (películas, videos de YouTube, partidos de fútbol) y cualquier diversion. Ahora, no hay ninguna cosa mal en sí en entretenimiento, tiempo con la familia, paseos, etc., pero estas cosas no deben tomar primer lugar antes de comunión con El Señor en oración.
¿Por qué?
Porque obediencia a nuestro llamado a orar trae bendiciones, sobretodo, comunión e intimidad con nuestro Padre Celestial. A pesar de que El Señor no nos necesita, y pudiera hacer su voluntad sin el involucramiento de sus seres redimidos, Él decidió a mandarnos a orar - no como una carga - pero como un deleite para que podamos disfrutar comunión con Él y participar en su obra en la tierra. Y porque El Señor quiere que nosotros deleitamos en Él en su presencia, Él tiene la expectativa que seguidores verdaderos de Él oran.
La segunda cosa que vemos aquí es el corazón de la persona que ora es lo más importante, no el hecho de oración en sí mismo.
En la época de la vida de Jesús en la tierra, había un grupo religioso se llama Los Fariseos. Los Fariseos era una secta religiosa en Judaísmo, una secta que intentaba guardar diligentemente la ley de Moises (que vemos en los libros bíblicos Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio), y disfrutaban su alta posición como rectos espiritualmente en los ojos del pueblo Judío. Jesús estaba diciendo que los Fariseos eran hipócritas, porque a pesar de que ellos tenían la apariencia de rectitud, sus corazones orgullosos en auto-justicia mostraba que en verdad ellos no eran rectos.
Si yo hubiera pasado el año pasado aquí en Ecuador predicando en iglesias diferentes, dando consejos a pastores en iglesias, y disfrutando la reputación de alguien madurez espiritualmente, pero el mismo tiempo estaba saliendo con una mujer diferente de cada iglesia dónde yo estaba (una mujer en Mayo, otra mujer en Junio), o estaba en esclavitud en la privacidad de mi propia casa a las cadenas de alcohol, ¿que sería yo? - una hipócrita. Disfrutando la apariencia de rectitud de los demás, mientras guardando pecados secretos que salen de un corazón pecaminoso.
Debemos orar, no porque queremos ser vistos de los demás como espirituales exteriormente, pero porque queremos disfrutar intimidad con Dios que viene de un corazón que ama a Él.
Cristo nunca nos manda algo que Él mismo no hubiera hecho.
En el ministerio de Jesús, vemos su vida intencional de oración:
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. - Marcos 1:35 RVR
Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para qué les sanase de sus enfermedades. Más él (Jesús) se apartaba a lugares desiertos, y oraba. - Lucas 5:15-16 RVR
En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. - Lucas 6:12 RVR
Marcos 1:35 nos muestra que Jesús levantaba muy temprano en la mañana para orar. (Mar. 1:35)
Lucas 5:15-16 nos muestra que en medio de su ministerio, Jesús se apartaba a lugares desierto para orar y disfrutar intimidad con su Padre. (Lk. 5:15-16)
Lucas 6:12 nos muestra que antes de escoger sus 12 discípulos, Jesús oró por toda la noche. (Lk. 6:12)
Necesitamos recordar que Jesús es la segunda persona de la Trinidad, Dios mismo. Aún, siendo Dios, él estaba 100% confiado en su Padre Celestial para llevar a cabo su tarea en la tierra. Y por eso, él oraba.
En este tiempo de pandemia, en el cual hay aproximadamente 8,000 contagiados en nuestro país, cuerpos en las calles de Guayaquil, falta de trabajo y dinero en nuestras vidas, desesperación y temor, necesitamos orar, porque El Señor es la única persona que puede sanar los enfermos.
El Señor es la única persona que puede traer consuelo a aquellos que han experimentado la pérdida de un ser querido.
El Señor es la única persona que puede brindar seguridad a aquellos de nosotros que están sufriendo de falta de trabajo y dinero.
El Señor es la única persona que puede salvar almas perdidas.
El Señor es la única persona que puede edificar su iglesia.
Y El Señor es la única persona que puede quitar esta peste de la tierra.
Y si Cristo tenía un habito de oración, ¿cuánto más debemos nosotros, seres humanos débiles en un mundo llena con peligro, con tantas necesidades?
Por eso, hermanos, vamos a orar unos por otros, por nuestras familias, nuestro país, y nuestro mundo.
Vamos a orar ahora en este tiempo juntos, pero yo nos animo vivir vidas de oración, disfrutando comunión con nuestro Señor para que seamos siervos fieles y gozosos.
Jesús nos manda a orar, para que podamos disfrutarle y participar en su obra.
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