ENFRENTANDO LAS ADVERSIDADES (2)

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EFRENTANDO

1 PEDRO 1:13
13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
Introducción
El apóstol Pedro nos ha presentado una gran cantidad de bendiciones espirituales desde el versículo 1 al 12. Ahora, en este pasaje Pedro comenzará a mostrarnos cómo debemos responder a estas verdades. La salvación que Dios nos ha dado requiere una respuesta de nosotros. El Señor nos ha dado todo lo suficiente para enfrentar la adversidad. Ahora es nuestro deber hacerlo con fe y santidad.
I. Una vida con entendimiento
A. El significado de “ceñir los lomos”.
La expresión “ceñir lomos” tiene que ver con algo que se hacía con la vestimenta en aquellos tiempos. Por eso es un poco extraña, y difícil de entender para nosotros, porque nuestra vestimenta no es igual a la de ellos.
En aquellos tiempos, se usaba un vestido que cubría todo el cuerpo y arrastraba un poco por el suelo. Y eso hacía que cosas como caminar y correr fuese un poco difícil. Las personas entonces, necesitaban tomar sus vestidos y subirlos un poco para poder caminar o correr.
A esa acción se le llamaba “ceñir lomos.” Ceñir los lomos significa preparar tu vestimenta para poder caminar, emprender un viaje o correr. Ceñir los lomos significa prepararte para hacer algo. Cuando un judío o una persona de aquella época decía que debías ceñir tus lomos, quería decir que debías prepararte para hacer algo.
En Job 38:3 por ejemplo, se usa esta expresión de esta manera: “Ciñe ahora tus lomos como un hombre, y yo te preguntaré, y tú me instruirás.” Aquí, Dios le manda a Job a preparar su corazón y su mente porque le iba a hacer unas preguntas.
B. El propósito de “ceñir los lomos”.
Anteriormente las personas debían ceñir los lomos de su vestimenta, pero según Pedro nosotros debemos ceñir los lomos de nuestro entendimiento. ¿Pero nuestro entendimiento de qué? En el contexto, Pedro acaba de hablar de las grandes verdades del Evangelio.
Por eso, el apóstol nos manda a preparar nuestro entendimiento del Evangelio. ¿Y para que debemos preparar nuestro entendimiento? Según todo lo que prosigue es para que podamos vivir una vida cristiana en un mundo de sufrimientos y persecuciones.
Es fácil dejarnos llevar por pensamientos errados mientras enfrentamos diferentes situaciones en nuestras vidas. Lo que dice Pedro es que nosotros debemos ser personas entendidas en la verdad de Dios. Debemos conocerla, entenderla y manejarla bien, para que podamos aplicarla en las diferentes situaciones en que nos encontremos.
II. Una vida con control
A. El significado de “sed sobrios”. Las palabras griegas ne·fo (verbo) y ne·fá·li·os (adjetivo) se refieren básicamente al hecho de estar libre del efecto de sustancias embriagantes. Sin embargo, en las Escrituras se utilizan principalmente en sentido figurado. Transmiten la idea de “ser sobrio”, “ser moderado en los hábitos”, “ser vigilante”, “estar alerta” o “mantener el juicio”.
Ser sobrio es sinónimo de tener dominio propio. Una persona sobria es una persona que no es controlada por el vino, ni por el alcohol, ni por ninguna otra sustancia. Es una persona que es dueña de sí mismo, no se es controlada por ninguna otra cosa.
Cuando esto es aplicado al carácter, se refiere a una persona que no es llevada por nada, ni externa ni internamente. Externamente, no permite que las situaciones lo hagan actuar mal, o que se desvíe. Internamente, no deja que sus ansiedades, ni sus angustias, ni sus sentimientos lo dominen. Él es dominado por sí mismo.
Ser sobrio no significa que la persona no tenga malos deseos, ni sienta ansiedades, ni se amargue, o sienta ira. Eso es imposible. Una persona sobria se refiere a una persona que, aunque siente estas cosas, no las hace. Por ejemplo, veamos al Señor Jesucristo. Antes de morir, sabía que lo que le venía era terrible.
Su corazón estaba muy angustiado, hasta la muerte. Tanto que pidió al Señor que pasara de Él esa copa. Pero la diferencia es que dijo: “Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Eso es una gran demostración de sobriedad. Aunque sintió angustia, no se dejó dominar por ella, sino que se sometió a la voluntad de Dios.
B. Cómo ser sobrios en nuestra época.
Todos nosotros vivimos situaciones que verdaderamente hacen que perdamos el control. Un jefe insoportable; un hijo desobediente; un esposo que se comporta como un niño; una esposa rencillosa; hermanos que lo tratan a uno con aspereza; una situación económica desfavorable.
Y todos alguna vez, y quizá en este momento, se ha dejado dominar por lo que siente. ¿Qué haces, cuando las cosas salen desfavorablemente? ¿Te afanas o confías en Dios? ¿Cómo respondes al pecado de los demás? ¿La ira te controla, o refrenas tu enojo y hablas con mansedumbre? ¿Cómo actúas, cuando las cosas salen como no planeaste? ¿Tomas decisiones apresuradas, o te sientas a meditar y tomas las decisiones correctas?
La respuesta a esas preguntas demostrarán cuánta falta nos hace tener dominio propio. Pero sólo teniendo dominio tendremos es que podremos obedecer a Dios fielmente, sin importar lo que sintamos.
III. Una vida con esperanza
A. Explicar el significado de “poner su esperanza por completo”.
Pedro ya ha mencionado algo anteriormente sobre esto. En los versículos 3-4 ha dicho que tenemos una esperanza viva, de que una herencia se nos ha reservado en el cielo. Pero en este pasaje se agrega algo más. Y ese que es un imperativo
Es decir, cada cristiano tenemos el deber de poner nuestra esperanza en la gracia de Cristo. Nuestra esperanza no debe estar en el dinero, ni en la felicidad, ni en las cosas que este mundo puede ofrecernos. Tampoco en nosotros mismos. Debe estar puesta en Cristo.
Además, el texto dice que debemos poner “por completo” nuestra esperanza. Es decir, no debemos descansar en dos cosas, y nuestro corazón debe estar dividido. Todo nuestro corazón debe descansar en la gracia de Dios.
B. Nuestra esperanza está “en la gracia que se nos traerá”.
Ahora, el texto se refiere a que debemos poner nuestra esperanza “en la gracia que se nos traerá, cuando Jesucristo sea manifestado”. Ya pedro también ha hablado sobre eso. En los versículos 4. Esa es la herencia incorruptible, incontaminada, e inmarcesible que está reservada para nosotros en el cielo. Se refiere a la vida eterna y todas las bendiciones que se nos darán en es momento.
Cuerpos nuevos en la resurrección. Seremos librados del pecado. Nuestros enemigos serán destruidos. Satanás será echado al lago de fuego. Y nosotros estaremos para siempre con nuestro Señor.
Cada uno de nosotros debe procurar hacer sensible a su corazón a todas estas verdades. Esto hace cuando activamente dejamos de pensar y de buscar tanta las cosas de este mundo, y comenzamos a buscar las cosas eternas y celestiales.
Conclusión
Esta es la manera de vivir cómo cristianos en las adversidades. Cristo nos ha dado todo lo suficiente para sobreponernos. ¡Sigamos sus instrucciones!
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