08-10-26. Lecturas y comentario

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26 de octubre de 200823º de Pentecostés Levítico 19:1-2,15-18Salmo 11 Tesalonicenses 2:1-8Mateo 22:34-46

Dirige y predica: Gerson Amat

SALMO 1

1 Feliz el hombre

que no sigue el consejo de los malvados,

ni va por el camino de los pecadores,

ni hace causa común con los que se burlan de Dios,

2 sino que pone su amor en la ley del Señor,

y en ella medita noche y día.

3 Es como un árbol

plantado a la orilla de un río,

que da su fruto a su tiempo

y jamás se marchitan sus hojas.

¡Todo lo que hace le sale bien!

4 Con los malvados no pasa lo mismo,

pues son como paja que se lleva el viento.

5 Por eso los malvados caerán bajo el juicio de Dios

y no tendrán parte en la comunidad de los justos.

6 El Señor cuida el camino de los justos,

pero el camino de los malos lleva al desastre.

 

COMENTARIO:

§         Salmo sapiencial postexílico, colocado al comienzo de la colección, a modo de introducción.

Ø       En una variante de Hch 13,33, el Sal 2 es llamado “salmo primero”.

§         Estructura: 1-3, el justo; 4-5, el impío; 6, los dos caminos.

v. 1

§         Feliz: Fórmula congratulatoria propia del estilo sapiencial.

Ø       Define negativamente las características del justo: apartarse de las malas compañías.

v. 2

§         En forma positiva, el justo está constante y gozosamente ocupado en el estudio y la observancia de la Torah, expresión de la voluntad de Dios.

v. 3

§         El bienestar del justo se compara a un árbol fecundo (Jer 17,7-8; Sal 92,13-15), comparación usual en el Antiguo Oriente.

§         3e es una glosa que imita el esquema de Jos 1,8.

vv. 4-5

§         En neto contraste aparecen los malvados: Son “paja”,  la parte más liviana e inútil del trigo, que queda en libertad cuando el grano es aventado en la era.

§         El “juicio” puede referirse al juicio escatológico o, más probablemente, de un juicio efectivo en este mundo, que consistiría en la exclusión del pecador al margen de la compañía y la suerte de los justos.

v. 6

§         Es evidente el sentido bíblico de “camino” como modo de vida: el justo prosperará, mientras el malvado sufrirá castigo.

§         Conviene evitar una interpretación demasiado legalista de Sal 1: El ideal que se presenta es de gozosa lealtad y dedicación.

**********

LEVÍTICO 19:1-2,15-18

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 “Dile esto a la comunidad israelita:

“Sed santos, pues yo, el Señor vuestro Dios, soy santo.

15 “No actúes con injusticia cuando dictes sentencia: ni favorezcas al débil ni te rindas ante el poderoso. Apégate a la justicia cuando dictes sentencia.

16 “No andes con chismes entre tu gente.

“No tomes parte en el asesinato de tu prójimo. Yo soy el Señor.

17 “No abrigues en tu corazón odio contra tu hermano.

“Reprende a tu prójimo cuando debas reprenderle. No te hagas cómplice de su pecado.

18 “No seas vengativo ni rencoroso con tu propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo. Yo soy el Señor.

 

COMENTARIO:

C) Diversas normas de conducta (19,1-37)

§         Esta heterogénea colección de leyes sobre religión, justicia, caridad y pureza, con su carácter claramente primitivo, tiene particular interés como reflejo de la vida cultual y social anterior al exilio.

Ø       Con su dependencia del Decálogo, y su consiguiente influencia en la legislación postexílica, constituye un nexo importante entre los estadios anteriores y posteriores del derecho israelita.

§         El capítulo forma una unidad con su introducción (1-2) y su conclusión (36b-37), que centran los distintos materiales en torno al tema de la santidad de Yahveh.

vv. 11-18

§         Se centran en la obligación de practicar la justicia y la caridad en las relaciones sociales.

Ø       También aquí es muy marcada la influencia del Decálogo.

vv. 15-16

§         Las acciones judiciales, presididas por los ancianos del clan, debían distinguirse por una estricta fidelidad a los intereses de la justicia, lo cual prohibía favorecer al poderoso o mostrar compasión por el débil.

§         En sentido negativo, el israelita debía favorecer la justicia absteniéndose de toda falsedad ante los miembros del cuerpo judicial;

Ø       En sentido positivo, debía procurar aducir pruebas que salvaran la vida de un acusado.

vv. 17-18

§         El imperativo de la caridad se oponía a todo espíritu de enemistad, venganza o resentimiento, y obligaba a practicar la corrección fraterna cuando fuera necesario.

v. 17b

§         No cometas pecado por su causa: El pecado consistiría en dejar de practicar la corrección con la debida seriedad (Ez 3,18-19; 33,8-9; cf. Mt 18,15).

v. 18b

§         Propone el amor a sí mismo como la medida del amor al compatriota.

Ø       Según la enseñanza de Cristo (Mt 22,37-39; Mc 12,30-31; donde el término “prójimo” debe entenderse en su más amplio sentido), este precepto, junto con Dt 6,5, resume el conjunto de “la ley y los profetas”.

**********

1 TESALONICENSES 2:1-8

 

1 Hermanos, bien sabéis que la visita que os hicimos no fue en vano. 2 Aunque, como también sabéis, antes habíamos sido insultados y maltratados en Filipos, Dios nos ayudó a anunciaros su evangelio con todo valor y en medio de una fuerte lucha. 3 No estábamos equivocados en lo que predicábamos, ni tampoco hablábamos con mala intención ni con el propósito de engañar a nadie. 4 Al contrario, Dios nos aprobó y nos confió el evangelio, y así es como hablamos. No tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestros corazones. 5 Como sabéis, nunca os hemos halagado con bellas palabras ni nos hemos valido de pretextos para ganar dinero. Dios es testigo de ello. 6 Nunca hemos buscado honores de nadie: ni de vosotros ni de los demás. 7 Muy bien podríamos haberos hecho sentir el peso de nuestra autoridad como apóstoles de Cristo; en cambio, fuimos como niños entre vosotros. Como una madre que cría y cuida a sus hijos, 8 así también os tenemos tanto cariño que hubiéramos deseado daros, no solo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias vidas. ¡Tanto hemos llegado a quereros!

COMENTARIO:



A) En el momento de la fundación de la Iglesia (1,2 – 2,16)

§         Esta sección trata de las relaciones de Pablo con la iglesia de Tesalónica en el tiempo de su fundación.

2,1-12

§         Estos versículos desarrollan el pensamiento de 1,5 a partir de la palabra “llegada” (eisodos) , tomada de 1,9.

 

v. 1

§         No ha sido infructuosa: El tiempo perfecto indica que los efectos de la actividad de Pablo entre los tesalonicenses perduran todavía (cf. gran abundancia de 1,5).

v. 2

§         Los obstáculos humanos que ha sido preciso superar en la predicación del evangelio manifiestan el carácter sobrenatural de la tarea.

Ø       Sobre los sufrimientos físicos (propaqonte~) y morales (ubrisqente~) del Apóstol en Filipos, cf. Hch 16,19-40.

§         Tuvimos confianza en nuestro Dios: Parrêsía significa normalmente la libertad de expresión propia de una asamblea democrática.

Ø       En el NT denota intrepidez y coraje para proclamar el evangelio con la confianza puesta en Dios (Hch 4,13; Mt 10,20.26).

§         Con muchas dificultades: La lucha interior con que Pablo comenzó su misión en Tesalónica, después de las persecuciones de Filipos.

§         Nuestra exhortación: Paraklhsi~ y parakalew son expresiones características de la predicación cristiana primitiva (2 Cor 5,20; Hch 2,40; 13,15; Flp 2,1; cf. Is 40,1).

Ø       Se trata de una exhortación que tiene cierto arrebato de pasión y que busca una respuesta a la palabra proclamada.

§         Pablo no es un predicador del error ni actúa por “motivos impuros”.

Ø       Akaqarsia denota principalmente impureza sexual, que puede afectar al cuerpo y a la mente.

§         Con engaño: No empleó ningún ardid en la predicación (2 Cor 4,2; 2,17; cf. Jn 1,47). Estos tres vicios caracterizaban a los retóricos ambulantes, a los filósofos y a los charlatanes de misterios religiosos de aquel tiempo, mientras que en el nuevo Israel no se dan en absoluto.

v. 4

§         Pablo es responsable únicamente ante Dios, que le ha elegido y confirmado para esta tarea (1 Cor 4,1-5; 9,16; Gál 1,10.15-16; Hch 5,29).

§         Nuestros corazones: Este plural puede tener su origen en Jer 11,20, o también puede referirse a Silvano y Timoteo.

Ø       El corazón significa, en la mentalidad semita, toda la vida interior del ser humano.

vv. 5-7

§         Pablo excluye de su predicación otros tres motivos ruines.

v. 5

§         La adulación: Vicio de los retóricos contemporáneos. Los mismos tesalonicenses son testigos de ello.

§         Pretexto de egoísmo: Pleonexia es más que avaricia (filarguria, 1 tim 6,10). El NT la asocia constantemente con la impureza sexual y la llama idolatría (Col 3,5).

Ø       Es el egoísmo ruin que busca la forma en que todo revierta en provecho personal propio.

Ø       Sólo Dios puede descubrirlo en el ser humano, ya que tiene raíces muy profundas; por eso Pablo invoca a Dios por testigo (Rom 1,9; 2 Cor 1,23).

v. 6

§         Cf. Jn 5,41-44; 12,43.

v. 7

§         Podríamos haber hecho sentir nuestro peso: Con toda probabilidad es una alusión a su dignidad y autoridad de apóstol, más que a la ayuda material, como en 2 Cor 11,9.

Ø       Debe leerse epioi (cariñosos, amables) en lugar de nepioi (niños); cf. 2 tim 2,24.

§         En medio de vosotros: Como uno de vosotros, en contraposición con 7a (Mt 20,25-28 par.).

§         Una madre que cría a sus hijos: Pablo quiere expresar el don de sí mismo que supone la crianza (1 Cor 3,2; Ef 5,29; Gál 4,19)

v. 8

§         Nosotros mismos: yuca~ tiene el mismo sentido que kardia~ en 2,5. El amor del apóstol es más abnegado incluso que el de una madre que cría a sus hijos (Hch 15,26; 20,24).

**********

MATEO 22:34-46

 

34 Los fariseos se reunieron al saber que Jesús había hecho callar a los saduceos. 35 Uno de aquellos, maestro de la ley, para tenderle una trampa le preguntó: 36 –Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?

37 Jesús le dijo: –‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.’ 38 Este es el más importante y el primero de los mandamientos. 39 Y el segundo es parecido a este: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ 40 De estos dos mandamientos pende toda la ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas.

41 Estando todavía reunidos los fariseos, Jesús les preguntó: 42 –¿Qué pensáis del Mesías? ¿De quién desciende?

–De David –le contestaron.

43 Entonces les dijo Jesús: – ¿Pues cómo es que David, inspirado por el Espíritu, le llama Señor? Porque David dijo:

44 ‘El Señor dijo a mi Señor:

Siéntate a mi derecha

hasta que yo ponga a tus enemigos

debajo de tus pies.’

45 ¿Cómo puede el Mesías descender de David, si David mismo le llama Señor?

46 Nadie pudo responderle ni una palabra, y desde aquel día ninguno se atrevió a hacerle más preguntas.

 

COMENTARIO:

 

r) El mayor mandamiento (22, 34-40)

§         Se plantea la pregunta de acuerdo con la manera rabínica de entender la Ley.

Ø       En ella enumeraban los rabinos 613 mandamientos distintos, de los cuales 248 eran preceptos positivos y 365 prohibiciones.

Ø       Estos mandamientos se dividían en “ligeros” y “pesados”, según la gravedad de la materia.

§         En la discusión rabínica era normal este tipo de preguntas, y resulta difícil imaginar que fuera urdida como una especie de “prueba” a que es sometido Jesús.

§         Jesús aparece adjudicándose el poder de interpretar la Ley con independencia e incluso de darle una nueva formulación.

v. 37

§         Amarás…: La respuesta de Jesús cita dos textos de la Ley que constituyen la base de la nueva moral evangélica: Dt 6,5 y Lv 19,18.

Ø       El texto de Dt 6,5 forma parte del Shemá, la profesión de fe judía; Mc cita 6,4, el versículo introductorio.

§         La novedad de lo que afirma Jesús no consiste en que cite este mandamiento, ya que cualquier rabino habría dicho que era una respuesta excelente, sino en colocar Lv 19,18 al mismo nivel, haciéndolo igualmente “pesado”.

Ø       No hay paralelo alguno en la literatura judía de esta manera de disponer los mandamientos haciendo de ellos uno solo.

Ø       El T. Isacar, citado frecuentemente en relación con este punto, urge ciertamente el amor a Dios y al prójimo, pero sin afirmar que éstos son los dos mandamientos mayores de la Ley y sin atribuirles tampoco igual peso de manera tan explícita.

v. 40

§         De estos dos mandamientos: Sólo Mt añade que de estos dos mandamientos “penden” la Ley y los Profetas, es decir, toda la revelación del AT.

Ø       Las buenas obras tienen valor como actos de amor a Dios y al prójimo.

s) El Hijo de David (22,41-46).

§         Éste es el quinto y último relato de controversia.

§         Hasta este momento Jesús ha respondido a las preguntas que le hacían, pero ahora es él quien propone a los fariseos una cuestión exegética, a la que éstos son incapaces de responder.

Ø       Mt dice explícitamente que Jesús “pone a prueba” a los fariseos; en Mc 12,35-37a “enseña”, mientras que en Lc 20,41-44 prosigue su discurso.

v. 42

§         De quién es hijo: En Mt, Jesús provoca la afirmación de los fariseos: el Mesías es hijo (descendiente) de David.

§         El texto griego de Sal 110,1 (citado según LXX, excepto una palabra) contiene una ambigüedad que no se halla en el TM.

Ø       Los judíos en esta época no citaban el nombre divino Yahveh, sino que en su lugar ponían el título divino ´adonay, “señor” (lit., “mis señores”, forma gramatical que se aplica únicamente a la divinidad).

Ø       En el AT ´adonî, “mi señor”, es la forma usual de dirigirse a un rey.

Ø       El texto griego, por consiguiente, representa la forma de pronunciar este versículo en aquella época: “´adonay dijo a adonî”, en vez de “Yahveh dijo a ´adonî”.

§         La respuesta adopta varios puntos de vista aceptados entre los rabinos; la pregunta se plantea y su respuesta se espera en términos concordantes con aquellos:

1) David escribió “en el espíritu”, bajo divina inspiración;

2) David es autor del Sal 110;

3) ´adonî designa al Mesías.

§         El exegeta moderno resolvería la cuestión rechazando que David sea autor del Salmo y los presupuestos de 3).

§         Dentro de la tradición exegética judía no era posible hacer tal cosa, y el problema quedaba sin solución.

v. 45

§         La frase es oscura, y los comentaristas modernos difieren en cuanto a su interpretación.

Ø       Parece dudoso que Jesús pretendiera “enseñar” algo proponiendo una cuestión que sus adversarios eran incapaces de resolver y que él mismo, de hecho, no resolvió.

§         La pregunta no implica por parte de Jesús que reclamara para sí el título de Mesías e Hijo de David; tal pretensión debería haber sido discutida sobre la base de otros textos.

§         Tampoco implica la pregunta que se rechace la idea de rey Mesías e Hijo de David.

Ø       Ciertamente, Jesús rechazó muchos de los aspectos populares que revestía la idea del rey Mesías, pero aquí no hace tal cosa.

§         Ni alude implícitamente a una realidad más profunda y misteriosa en virtud de la cual el Mesías es la vez hijo de David y señor de David; también este punto debería haber sido discutido sobre la base de otros textos.

§         El punto esencial del relato es que los fariseos fueron incapaces de resolver un simple problema exegético.

Ø       Jesús demuestra así que no son competentes como maestros religiosos; hasta su supuesta habilidad como intérpretes se viene abajo.

Ø       No pueden ser jueces de la identidad del Mesías, puesto que son incapaces de explicar un texto mesiánico.

Ø       No importa que acepten o rechacen a Jesús como Mesías, pues no entienden las Escrituras en que se revela el Mesías.

**********

22:34–40 El mandamiento más grande [1] (cf. Mc 12:28–31; Lc 10:25–27).

§         La segunda pregunta de los fariseos era importante y recibió una contestación también importante. Aun así era una “prueba”, dado que una respuesta menos cuidadosa podría haber permitido que a Jesús se le hubiera acusado de procurar “abolir [partes de] la ley” (5:17).

§         Tanto Dt 6:5 como Lv 19:18 eran citados frecuentemente en discusiones éticas rabínicas, pero la idea de juntarlos a manera de resumen de toda la Ley y los Profetas (cf. 7:12 para ver un resumen optativo) fue una idea creativa brillante.

Ø       Enfocando las dos mitades de los diez mandamientos (el deber hacia Dios y el deber hacia el prójimo) ofrece el fundamento para toda nuestra vida; y luego resumiendo ese deber con la palabra amor, sobrepasa el requerimiento definido de la ley en una actitud piadosa que los debe subyacer.

22:41–46¿Hijo de David? (cf. Mc 12:35–37; Lc 20:41–44).

§         De nuevo Jesús asume la iniciativa en contra de los fariseos, con una pregunta que parece de teología académica: ¿Será el título Hijo de David apropiado para el Mesías?

Ø       Pero él mismo ha sido saludado repetidamente con este título, y la ocasión más reciente y en público fue en 21:9, 15, 16 donde él mismo lo permitió, aun provocando esta respuesta. Así que era su propia posición la que estaba en consideración.

§         “Hijo de David” era un título tradicionalmente mesiánico, y uno que no solamente ocurre con frecuencia en la narración de Mateo, sino que fue la base de la presentación de Jesús como el Mesías en el cap. 1.

Ø       No es probable que este pasaje tenga el propósito de socavar todo el argumento. Más bien la intención es que el Mesías es más que meramente un hijo de David como se ve en las palabras de David en el Sal 110:1. Este mismo texto se usa nuevamente en 26:64, reclamando para Jesús una autoridad sobrehumana.

§         Jesús estaba pidiendo de nuevo que no se juzgara su misión en términos tradicionales. Lejos de ser entronizado en Jerusalén como un rey parecido a David, pronto sería rechazado por su pueblo.

Ø       Aun así, sobre la cruz, no se le reconocería como un hijo de David (el título no ocurre nuevamente), sino como “el Hijo de Dios” (27:54).

§         Este argumento depende de la creencia de que David era el autor del Sal. 110 y que estaba hablando del futuro Mesías.

Ø       Ambas ideas se disputan por la mayoría de los estudiosos del AT  hoy en día, pero en los tiempos de Jesús se hubiera dado por sabido.


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[1]Carson, D., France, R., Motyer, J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo comentario Biblico : Siglo veintiuno (electronic ed.) (Mt 22.40). Miami: Sociedades Biblicas Unidas.

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