Creamos en Cristo y Seremos de Cristo
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Introducción
Introducción
Nos estamos acercando a las elecciones y en estos tiempos que vivimos y muchos ponen su mirada en algún salvador político.
Algunos ponen sus ojos en el actual presidente creyendo que él tiene la solución para lo que está atravesando el país.
Otros ponen sus ojos en el partido opuesto y dicen que el actual presidente no ha sabido como manejar la crisis que vive el país y por lo tanto el partido opuesto es la mejor opción.
Muchos creen que el 3 de noviembre, todo va a cambiar, todo va a ser diferente.
Es triste ver como aun muchos creyentes han puesto sus ojos en uno u otro partido como si ellos fuesen el salvador de la nación.
En estos tiempos de la pandemia también vemos que todos se han vuelto científicos.
Estamos al tanto a ver que van a decir los artistas y actores de los medios en cuanto al coronavirus o en cuanto a las elecciones.
Queremos saber que van a decir los empresarios y ricos del mundo en cuanto a la economía del país.
…esperamos escuchar sus declaraciones, opiniones, o sus ideas como si sus labios destilaran pura sabiduría.
En nuestra jornada por la 1a de Corintios Pablo nos lleva a poner los pies sobre el suelo.
Pablo nos exhorta a tener una perspectiva cristiana / una cosmovisión cristiana, es decir una manera bíblica de ver el mundo.
Pablo nos invita a ver las cosas desde la perspectiva de una persona que ha creído en Jesús como Señor y Salvador de su vida.
Pablo nos exhorta a entender que:
La sabiduría del mundo es inútil en cuanto a la verdadera necesidad del hombre.
Es inútil poner nuestros ojos en lo que no es Dios.
Dios llama a creer que somos de Cristo.
I. La sabiduría del mundo es inútil en cuanto a la verdadera necesidad del hombre.
I. La sabiduría del mundo es inútil en cuanto a la verdadera necesidad del hombre.
Llevamos ya casi ocho meses luchando con esta pandemia.
La nación está luchando con desempleo.
Los hospitales, en algunos estados, durante esta segunda ola del COVID-19 están llegando a su máxima capacidad.
Las escuelas están luchando entre tener un plan académico adecuado y el riesgo de que se desate un contagio entre los maestros y alumnos.
Los empresarios están buscando estrategias para evitar la bancarrota y tener que cerrar las puertas de sus negocios.
Sin embargo, este no es el mayor de nuestros problemas.
Es cierto que la economía está sumamente frágil.
Es cierto que las personas de la tercera edad, personas con problemas imunológicos, o personas con problemas respiratorios son personas de alto riesgo en cuanto a este virus.
Es cierto que el clima político se ha vuelto muy tenso y estamos viviendo muchos problemas en nuestra sociedad.
…pero este no es el mayor de nuestros problemas.
El problema principal de la humanidad es que hemos pecado contra nuestro creador.
por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios.
“El alma que peque, ésa morirá. El hijo no cargará con la iniquidad del padre, ni el padre cargará con la iniquidad del hijo. La justicia del justo será sobre él y la maldad del impío será sobre él.
El problema más grave de la humanidad es que hemos pecado contra aquel que nos creó.
Le hemos dado la espalda a Dios y hemos preferido vivir como si Dios no existiera.
Nos hemos hundido en nuestro egoísmo.
Hemos hecho lo que mejor nos parece sin pensar cuál es la voluntad de Dios.
Hemos dedicado tiempo a nuestro futuro y estabilidad económica sin preocuparnos por nuestro destino eterno, sabiendo que algún día vamos a morir y tendremos que dar cuentas a nuestro creador.
Estamos envejeciendo y sabemos que el final de todo los seres vivientes es la muerte y no nos hemos puesto a pensar como hemos de comparecer ante el juez de toda la tierra.
Hemos creído que tenemos tiempo para todo menos para conocer acerca de Dios y lo que él demanda de la humanidad que es adoración y devoción por cuanto solo digno de alabanza y adoración.
Por tanto, Pablo mira la sabiduría humana, la cual hay mucha en nuestros tiempos, y lo mira como algo inútil.
Nadie se engañe a sí mismo. Si alguien de ustedes se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: “El es el que prende a los sabios en su propia astucia.”
Y también: “El Señor conoce los razonamientos de los sabios, los cuales son inutiles.”
Dios mira la sabiduría de este mundo y sabe que es completamente inútil.
El presidente de la nación podrá proponer un plan económico para ayudar al país a salir de la depresión económica.
Los médicos de las diferentes empresas farmacéuticas podrán descubrir alguna vacuna o tratamiento para aliviar el sufrimiento humano causado por el COVID-19.
Los actores y artistas podrán hacer conciertos para recaudar fondos para los países más afectados por esta pandemia mundial.
Los políticos de cierto partido político podrán ayudar para que hayan más jueces pro-vida en la Suprema Corte de Justicia.
La tecnología nos podrá ayudar a estar conectados con nuestras familias, trabajos, amistades, y congregaciones cuando no lo podemos hacer - en tiempos de la pandemia.
…pero a final de cuentas nada de esta sabiduría puede resolver el problema de pecado, el problema del juicio del cual somos dignos todos los seres humanos, el problema de la esclavitud a nuestros deseos carnales que nos alejan cada día más de Dios, el problema de la incertidumbre de que sucederá con nosotros después de la muerte.
Es por eso que Pablo dice que Dios mismo prenderá a los sabios en su propia astucia.
A final de cuentas la sabiduría humana tiene sus limites.
La sabiduría humana puede resolver algunos problemas, pero no tiene ningún poder para resolver el problema más grande del ser humano.
Dios mira a la humanidad intentando salir de la arena movediza - mediante política, marchas, protestas, huelgas, votaciones, descubrimientos tecnológicos, y sabe muy bien que todo es inútil para reconciliarnos con el Dios contra quien hemos pecado.
La sabiduría humana no puede reconciliarnos con el Dios en cuyo rostro nos hemos reído y hasta lo crucificamos hace 2,000 años, prefiriendo vivir una vida sin Dios y su revelación que es la Biblia.
La sabiduría humana nos hace creer que tenemos el poder en nuestras manos para resolver nuestro presente y nuestro futuro, pero jamás tendrá el poder para hacer algo en cuanto a nuestro destino eterno.
II. Es inútil poner nuestros ojos en lo que no es Dios.
II. Es inútil poner nuestros ojos en lo que no es Dios.
En tiempos de Pablo los creyentes en Corinto ponían sus ojos en sus maestros - Pablo, Apolos, y Cefas.
Esto lo vimos en 1 Cor 1:12-13 y 3:4-5.
Y Pablo nos dice que no debemos jactarnos de ninguna manera de ningún hombre.
Así que nadie se jacte (se gloríe) en los hombres, porque todo es de ustedes:
ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo,
Por tanto no pongamos nuestra mirada en ningún ser humano porque esto es sabiduría humana.
Ningún ser humano es digno de poner en él nuestra fe ni esperanza.
¿Por qué? Porque ningún ser humano tiene el poder de resolver la incertidumbre de nuestro destino eterno.
Ningún ser humano tiene el poder de reconciliarnos con Dios.
Ningún ser humano tiene el poder de perdonar los pecados que hemos cometido contra Dios.
Ningún político, ningún actor / artista, ningún presidente, ningún científico, y ningún predicador tiene el poder de borrar nuestros pecados y sepultarlos en lo más profundo de la mar.
Todos podemos ver lo que está pasando a nuestro alrededor, y hoy Pablo nos dice que la sabiduría de este mundo es inútil.
Pablo hoy nos ha dicho que el hombre no nos puede rescatar de nuestro estado miserable.
Es posible que este sea un mensaje que nos lleve al borde de la desesperanza porque todos sabemos los tiempos difíciles que estamos viviendo.
…si no podemos poner nuestra mirada en la sabiduría de este mundo…¿dónde pues está nuestra esperanza?
III. Dios nos llama a creer en Cristo, y así seremos de Cristo
III. Dios nos llama a creer en Cristo, y así seremos de Cristo
Pablo los dio la llave / la clave en el versículo 18.
Nadie se engañe a sí mismo. Si alguien de ustedes se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.
Pablo dijo que es necesario hacernos necios para ser sabio.
Lo que dice Pablo parece no tener ningún sentido.
¿Cómo podemos llegar a ser sabios si primero nos hacemos necios?
Pablo no nos está llamando a ser necios / tontos / personas con una falsa esperanza / ignorantes, etc.
Mas bien, esta declaración de Pablo nos lleva a lo que ya nos anunció.
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que sabe discutir en este siglo (mundo)? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este mundo sea necedad?
Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios mediante la necedad de la predicación salvar a los que creen.
Porque en verdad los Judíos piden señales (milagros) y los Griegos buscan sabiduría;
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los Judíos, y necedad para los Gentiles.
Pablo nos llama a creer en el mensaje que para el mundo es un mensaje necio / tonto / para mentes débiles.
El mundo ver el creer en Cristo como una perdida de tiempo, como una tontería, como una falsa esperanza.
El mundo está lejos de la realidad porque Dios fue quién envió a su Hijo Jesucristo tal como lo anunciaron los profetas que vendría uno del linaje de David, nacería de una virgen, y daría su vida por el perdón de los pecados de su pueblo.
Este mensaje se resume en Juan 3:16:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito (único), para que todo aquél que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Mientras que lo que hace el presidente puede ayudar al país.
Mientras lo que haga el científico puede traer alivio al cuerpo enfermo.
Mientras lo que hagan los políticos pueden ayudar a tener una sociedad más estable.
…solo lo que hizo Jesús en la cruz tiene el poder para perdonar nuestros pecados y darnos la vida eterna.
Porque todo aquel que ponga su fe y esperanza en Cristo tiene vida eterna.
Todo aquel que confiesa sus pecados tiene la seguridad de que ha sido perdonado y reconciliado con Dios.
Pablo cierra esta sección declarando una verdad maravillosa.
Así que nadie se jacte (se gloríe) en los hombres, porque todo es de ustedes:
ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo,
y ustedes de Cristo, y Cristo de Dios.
¿Ven la esperanza, el privilegio, la gran bendición que tenemos los que hemos creído en el mensaje del evangelio (el mensaje que el mundo considera necedad)?
…todo aquel que cree en él es de Cristo y así como Cristo es de Dios.
Bendita esperanza saber que somos de él y que él nos guarda ahora y por toda la eternidad.