La Protección del Evangelio

Una Vida Digna del Evangelio  •  Sermon  •  Submitted
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Introducción

Esta noche llegamos a la conclusión de nuestro Estudio de la Epístola a los Efesios.
El Apóstol Pablo nos ha brindado una panorámica de la Vida Cristiana, desde su concepción en la mente de Dios, hasta la consumación de Cristo en nosotros.
En esta ultima discusión, Pablo termina su epístola en el mismo escenario donde la inició: En la esfera espiritual.
Efesios 1:3-14: Vemos toda la dinámica de nuestra salvación desde la perspectiva de la Trinidad.
Efesios 6:10-20: Vemos toda la dinámica de nuestras luchas, desde la perspectiva espiritual.
Mientras que Efesios 1 nos presenta la obra de Dios para salvarnos del pecado, Efesios 6 nos presenta la obra de Dios para protegernos de Satanás.
Es casi inevitable preguntarse, ¿por qué Pablo introduce este tema (Guerra Espiritual) en este momento de la Epístola? ¿Qué relación hay entre la dinámica del hogar, y los conflictos bélicos espirituales? La respuesta a esto es sencilla:
Todo conflicto terrenal esta supeditado a un conflicto espiritual.
Pablo exhorta a los esposos, esposas, padres, hijos, amos, y esclavos a someterse unos a otros, como aquellos que viven según el Evangelio, pero la razón por la cual Pablo nos exhorta a vivir de esta manera, es porque no vivimos de esta manera.
Nuestras esposas no son el problema, nosotros somos el problema.
Nuestros hijos no son el problema, nosotros somos el problema.
Nuestros jefes no son el problema, nosotros somos el problema.
“El corazón del problema es el problema del corazón.”
A esto agreguemosle el hecho que vivimos en medio de un conflicto bélico espiritual, donde nuestro enemigo aprovechará cualquier oportunidad, para hacernos tropezar.

¿Por qué necesitamos la Armadura de Dios?

Ephesians 6:10–13 RVR60
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

Porque vivimos en un conflicto real.

En estos versículos, Pablo da por sentado que su audiencia entiende la realidad de la guerra espiritual de la cual forman parte.
Siempre que tomemos la decisión de vivir vidas dignas del Evangelio, estamos declarando la guerra a los “gobernadores de las tinieblas de este siglo”.
Vivir la vida cristiana a plenitud, es ofender al sistema mundano de nuestros tiempos.
El problema que vemos a menudo, es que no vivimos como si formamos parte de un conflicto bélico.
Vivimos descuidados.
Frase: En la confianza esta el peligro.
Aquellos que viven cerca de la autopista.

Porque no podemos subestimar a nuestro enemigo.

El Diablo esta asechando, y es una amenaza real.
Grandes hombres de Dios han caída porque subestimaron a su enemigo.
Adam - Cuando escucho lo que Satanás tenia que decir.
Moises - Cuando golpeo la Roca.
Sansán - Cuando se confió de su fortaleza.
David - Cuando bajo la guardia.

Porque no debemos subestimar a nuestro Dios.

Es posible resistir al Diablo, solo cuando nos resguardamos en Cristo.
Noten el llamado a estar firmes.
Nuestra única esperanza de sobrevivir este conflicto esta en Dios.
Nada que nosotros traemos, puede hacer frente en este conflicto.
Pablo utiliza las mismas palabras que en Efesios 1.19, con relación al poder que resucitó a Cristo de los muertos, y que ahora opera en nosotros.
Ephesians 1:19–21 RVR60
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
Noten la conexión que hace Pablo:
“Aunque nuestra lucha es contra principados y potestades, tenemos a nuestra disposición la armadura y la fuerza de aquel que esta por encima de todo principado y protestado.”

¿Qué constituye la Armadura de Dios?

Ephesians 6:14–17 RVR60
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
Pablo escribe estas Palabras durante su primer encarcelamiento, lo que hace esta alegoría aun más vivida.
No vamos a dedicarle mucho tiempo abundando sobre las particularidades de cada pieza de la armadura de Dios. Más bien veremos brevemente la conexión que Pablo hace con el Evangelio.
Cinturón (Ceñid los Lomos)
Brindaba agilidad y seguridad al soldado pues toda la armadura era sujetada por esta pieza.
La verdad de Dios es aquello que nos brinda seguridad y estabilidad al cristiano.
Coraza
Protegía los órganos vitales del pecho, incluyendo el corazón.
La justicia que Pablo menciona aquí, posiblemente hace referencia a la justicia de Cristo imputada a nosotros. Ciertamente esto proporciona una protección indispensable, pues las acusaciones del Diablo quedan sin efecto.
Calzado
El calzado al que Pablo hace referencia es aquella sandalia de cuero sobre cuero, y cuyos lazos llegaban casi hasta la rodilla. Tener el calzado apropiado tenia gran impacto en la velocidad, firmeza y resistencia del soldado.
El Evangelio no solo comprende el calzado del creyente, sino su disposición (apresto) de llevar el Evangelio. Es el Evangelio, en cierta forma, la fuerza que mueve al creyente en el campo de batalla. No solo para avanzar, sino tambien para no resbalar (algunas sandalias romanas tenían clavos en sus suelas).
Escudo
El escudo que Pablo menciona aquí, era un escudo grande y largo del soldado que brindaba la mayor protección a su cuerpo. El escudo era la principal defensa del soldado.
La fe es la principal defensa del Cristiano. Si andásemos por vista (y no por fe), ciertamente seriamos vulnerables, pues nuestro enemigo es el maestro de las apariencias. Pero caminamos en la convicción de la Palabra de Dios. Descansamos en sus promesas. Aunque todo el panorama este en tinieblas, confiamos que veremos la luz del día.
Yelmo
Proporciona protección a la cabeza, donde cualquier golpe puede ser letal.
Toda batalla espiritual es ganada o perdida, primero en nuestra mente. Pablo ya nos ha hablado sobre la importancia de “renovar nuestro entendimiento” (Efesios 4.23). Es el constante recordatorio de nuestra salvación (de donde venimos, y a donde vamos) que nos brinda protección en medio de la prueba.
La Celebracion de la Santa Cena.
Espada
Esta es la única pieza de ofensiva. Esta espada era corta y ameritaba el combate cuerpo a cuerpo.
Las Escrituras abundan sobre la imagen de la Palabra de Dios siendo una Espada. Aunque esta es la única arma de ataque del Cristiano, es la única que verdaderamente necesitamos.
Nuevamente, mucho se puede abundar sobre esta analogía, pero basta para nuestro estudio recalcar unos pocos puntos.
Pablo nos manda a cubrirnos de TODA la armadura de Dios. Nuestro enemigo es versátil, y siempre atacará a nuestros puntos débiles. La victoria en una área, para nada representa la victoria en todas las áreas.
Implicitamente, aprendemos que debemos vestirnos de la armadura en TODO momento.
Toda la Armadura de Dios apunta a una sola verdad, esto es, debemos vestirnos de Cristo Jesus. Jesus es nuestra protección contra el maligno.
Cualquier otro instrumento que utilicemos para protegernos, será catastrófico.
¿Que te brinda seguridad, aparte de Cristo?

¿Cómo usamos la Armadura de Dios?

En oración.
Ephesians 6:18–20 RVR60
18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
Pablo no asocia la oración a ninguna parte de la Armadura de Dios. Mas bien la vincula a TODA la Armadura de Dios.
Esto se debe a que la oración es el campo de batalla donde se libran todas nuestras luchas.
Afirmamos las verdades de Dios.
Apelamos a la justicia de Cristo.
Intercedemos por aquellos que están sin Cristo.
Suplicamos por fe, confiando en que Dios siempre prevalecerá.
Confesamos nuestros pecados, y afirmamos nuestra necesidad de Su Gracia.
Rogamos por entendimiento de su Palabra, y eficacia en la predicación de la misma.
Es por medio de la oración que nos vestimos de la Armadura de Dios.
“La armadura que carece de oración, no es la armadura de Dios. Es una armadura que ha sido forjada en el horno del orgulloso corazón del hombre.”
La importancia de la oración que evidenciada por la contundente apelación de Pablo.
Todo tiempo.
Toda oración.
Toda perseverancia.
Por todos los santos.
Más aun, Pablo mismo se ve en la necesidad de apelar a las oraciones de sus oyentes, así como él ha orado por ellos en dos ocasiones.
¿Por qué pide Pablo oración?
Para que su predicación del evangelio sea efectivo.
Para que su “espada” este afilada.
Previamente habíamos mencionado que mucho se puede conocer de un hombre, solo al escuchar sus oraciones. ¿Que aprendemos sobre Pablo, por medio de su oración?
“Pablo estaba más preocupado por la libertad del Evangelio, que por su propia libertad.”
¡Oh si tan solo nos preocupásemos más por vivir Vidas Dignas del Evangelio, que por cuidar nuestras vidas!
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