Envíame, Señor, Tu Gran Amor

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Lectura Bíblica: Salmos 119:41-48

Introducción
Entramos hoy a la sección del salmo 119 donde el autor clama a Dios que le envíe su amor o misericordia. Nuevamente podemos contemplar en esta sección la relación entre la gracia y los mandamientos divinos. La Palabra de Dios y su acción en la vida del creyente, fiel a los estatutos divinos. Aquel que ha logrado entender el amor de Dios, que reconoce su necesidad de ese amor, tiene plena confianza en Jehová y puede reclamar la promesa de ese amor.
Lo cierto es que nosotros nunca hemos de comprender en su totalidad ese amor tan grandioso de nuestro Padre Dios, es un amor sacrificial hasta lo sumo.
Ilustración
LA HISTORIA DETRÁS DE LAS MANOS ORANDO
En el siglo 15, en un pueblito cerca de Nuremberg, Alemania, vivió una familia de 18 hijos. ¡Dieciocho! Para simplemente mantener comida sobre la mesa para esta multitud, el padre y cabeza de la familia, que era relojero por profesión, trabajó casi dieciocho horas al día en su profesión junto con otros varios trabajos que podía encontrar en su vecindad.
A pesar de su aparentemente desesperada condición, dos de los hijos del padre Albrecht Durero tenían un sueño de que los dos podían algún día perseguir una carrera de arte. A la vez, sabían que su padre nunca podía pagar para mandarlos a estudiar a la Academia de Arte en Nuremberg.
Después de muchas discusiones por las noches en una cama bien llena con hermanos, los hermanos hicieron un pacto entre los dos. Al echar un volado, el que perdiera, bajaría a las minas cerca de la casa a trabajar y así sostendría los estudios de su hermano en la Academia de Arte.
Luego, cuando el hermano que ganó el volado terminara sus estudios que serían cuatro años, él sostendría a su otro hermano - o con las ventas de su arte o, si fuera necesario, trabajando en las mismas minas.
Echaron el volado después del culto dominical. Albrecht Durero el hijo ganó y su hermano Albert bajó a las minas peligrosas para empezar su parte del pacto. Por los siguientes cuatro años, Albert fielmente pagó por los estudios de su hermano, cuyos trabajos de arte fueron un exitaso casi de inmediato. Sus trabajos de madera, pintura y dibujos eran todos mucho mejores que los de sus propios maestros y para cuando se recibió, estaba ganando bastante dinero por sus obras.
El joven artista regresó a su pueblito y la familia Durero hizo una fiesta de comida en la casa para celebrar el triunfo de Albrecht. Después de una buena y larga comida memorial, puntuado con música y risa, Albrecht se levantó de su posición de honor en la mesa para brindar por su amado hermano por sus años de sacrificio que hizo para que Albrecht pudiera cumplir con sus deseos de ser artista. Sus palabras al concluir su discurso fue, "Y ahora mi querido y bendito hermano mío, ahora será tu turno. Tu ahora podrás ir a Nuremberg para perseguir tu propio sueño mientras que yo ahora te mantengo con todo lo que necesitas".
Todas las cabezas de los reunidos en la mesa dieron la media vuelta para ver la cara del Albert que estaba sentado al otro extremo de la mesa. Lágrimas estaban trazando su triste cara mientras Albert asentaba con su cabeza de lado a lado diciendo, "no, no, no, no".
Al fin, se levanta Albert, limpia sus lágrimas de sus mejillas, mira a las caras de su amada familia y, levantando cuidadosamente sus manos y colocándolas cerca de su mejilla derecha dijo con mucha ternura, "No, hermano. Ya no puedo ir a Nuremberg. Para mí es demasiado tarde. Mira…..mira lo que cuatro años en las minas ha hecho a mis manos. Los huesos de cada dedo han sido destrozados por lo menos una vez y ahora, a causa del trabajo en las minas, estoy sufriendo de artritis en mi mano derecha tanto que ni puedo levantar mi vaso y brindar en honor tuyo, mucho menos tratar de pintar y dibujar. No hermano, para mí es demasiado tarde."
Más de 450 años han pasado. Hoy en día las cienes de obras de arte de Albrecht Durero aparecen en casi cada museo de mayor importancia en este mundo. Pero es posible que tu, como casi todos en el mundo, reconocerán solamente una obra de Albrecht Durero y a lo mejor tienes una reproducción de esta obra colgado en tu casa u oficina.
Un día, para hacer homenaje a todo lo que sacrificó su hermano Albert, Albrecht Durero cuidadosamente y detalladamente dibujó las manos abusadas de su hermano. Las llamó simplemente "Manos" pero el mundo entero abrió su corazón a esta gran obra del maestro y renombraron esta obra "Manos Orando".
La próxima vez que veas esta obra, piensa en esto: ¡Nadie …..pero nadie llega al éxito solo! Tu éxito cuesta el amor y sacrificio de alguien en tu vida.
Autor Deconocido - Traducido por Felipe Castaño
Esta es definitivamente una historia de amor sacrificial. Al igual que Albert Durero, Jesús lo puso todo en la cruz para que sus manos hoy día se puedan extender para salvarnos . Lo que somos hoy y lo que tenemos hoy al igual que lo que seremos y tendremos en el futuro, todo es por su divina gracia.
La Mensajera del Señor, Elena G. de White declara lo siguiente:
“La misma Inteligencia divina que obra en las cosas de la naturaleza habla al corazón de los hombres, y crea en él un deseo indecible de algo que no tienen. Las cosas del mundo no pueden satisfacer su ansia. El Espíritu de Dios les suplica que busquen las únicas cosas que pueden dar paz y descanso: la gracia de Cristo y el gozo de la santidad. Por medio de influencias visibles e invisibles, nuestro Salvador está constantemente obrando para atraer el corazón de los hombres y llevarlos de los vanos placeres del pecado a las bendiciones infinitas que pueden obtener de El. A todas esas almas que procuran vanamente beber en las cisternas rotas de este mundo, se dirige el mensaje divino: “El que tiene sed, ¡venga! ¡y el que quiera, tome del agua de la vida, de balde!” [9] – {CC 27.3}
I. La Palabra de Dios Vital Para Nosotros
A. El autor del salmo 119 hace énfasis en la importancia de la Palabra de Dios para su vida victoriosa. Aquí muestra su confianza y dependencia en la Palabra Divina.
B. Es que la Palabra de Dios es vida, es un aliciente para el angustiado y necesitado de fortaleza.
C. ¿Cuántos de nosotros no hemos recurrido a la Palabra de Dios en tiempos de zozobra, de angustia? Buscando dirección o alguna palabra de parte del Señor que nos aliente o indique hacia donde debemos ir.
Con relación a la Palabra de Dios tenemos esta cita de Elena G. de White:
“No hay ninguna cosa mejor para fortalecer la inteligencia que el estudio de las Santas Escrituras. Ningún otro libro es tan potente para elevar los pensamientos, para dar vigor a las facultades, como las grandes y ennoblecedoras verdades de la Biblia. Si se estudiara la Palabra de Dios como se debe, los hombres tendrían una grandeza de espíritu, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito que raramente pueden verse en estos tiempos. – {CC 90.1}
D. Aunque la Palabra de Dios ha tenido que pasar muchas pruebas se ha mantenido sin ser destruída porque es eterna como su autor.
Ilustración
El famoso inventor Benjamín Franklin fue enviado como embajador a Francia. Francia se hallaba paralizada por el veneno del ateísmo. El señor Franklin fue invitado a unirse a una sociedad atea de hombres literatos para el exterminio de la Biblia. El se unió. Pronto le llegó su turno de leer una producción literaria ante la sociedad de ateos. El señor Franklin tradujo el francés y leyó, de su propia escritura a mano, la historia de amor de Rut y Booz.
Cuando el señor Franklin terminó, y todavía se le aplaudía, el presidente dijo:
- Doctor Franklin, esa es la más grande historia de amor jamás escrita en cualquier idioma.
De nuevo los miembros aplaudieron. El presidente agregó:
- Doctor Franklin, esta sociedad le pide a usted el derecho de publicar su historia de amor, y de darle la mayor circulación posible. ¿Podemos publicar su historia de amor?
El señor Franklin respondió:
- Lo siento, no les puedo dar el derecho a publicar mi historia de amor.
El presidente le preguntó:
-¿Por qué no podemos publicar su historia de amor?
- Porque ya ha sido publicada.
- Entonces, ¿podemos saber dónde fue publicada?
El señor Franklin se levantó, sacó de su bolsa un libro, lo puso en la mesa y dijo:
- En esta Santa Biblia que ustedes quieren destruir.
Esa declaración fue un golpe maestro que rompió la columna vertebral de la sociedad de ateos, y le dio a Francia otra oportunidad en el mundo. La Biblia es indestructible.
E. Bien lo dijo el Maestro Jesús: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35).
F. Así como en el pasado, Reyes y príncipes, gobernantes de naciones y emperadores trataron de destruirla y no pudieron; tampoco los filósofos modernos y los ateos podrán acabar con la Palabra de Dios porque su eternidad está determinada por Aquel que la inspiró.
G. Nosotros los Adventistas del Séptimo Día hemos sido conocidos por centrar nuestras enseñanzas en la Sola Escritura. Aunque últimamente, hay voces clamando por cierta flexibilidad, la realidad es que el sostener las verdades que como pueblo obstentamos no se trata de nosotros sino de el Dios a quien servimos. Eso no podemos perderlo de vista en nuestro proceder.
II. La Palabra de Dios y Su Ley Nos Dan Libertad
A. El Salmista nos dice: “Guardaré tu Ley siempre, para siempre y eternamente, y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos” (Salmo 119:44,45)
B. Como podemos ver aquí, la ley de Dios y su Palabra proclaman libertad para los que le obedecen. Y Elena G. de White añade:
“La única condición bajo la cual es posible la libertad del hombre, es que éste llegue a ser uno con Cristo. “La verdad os libertará;” y Cristo es la verdad. El pecado puede triunfar solamente debilitando la mente y destruyendo la libertad del alma. La sujeción a Dios significa la rehabilitación de uno mismo, de la verdadera gloria y dignidad del hombre. La ley divina, a la cual somos inducidos a sujetarnos, es “la ley de libertad.” [9] – {DTG 432.1}
C. Hablar de libertad nos recuerda que para lograrla se han tenido que pelear fieras batallas, se ha derramado mucha sangre y se han perdido millones de vidas. Es por eso que para obtener la salvación de la raza humana el cielo mismo debió derramar la sangre del Rey del Universo y Creador para que hoy podamos tener libertad y vida eterna.
D. El precio pagado por nuestra libertad del pecado no tiene comparación por sus repercusiones y bendiciones. Cristo proveyó el remedio para nuestra libertad de la esclavitud del pecado, ¡alabado sea su nombre!
E. Por eso, a pesar de las dificultades que hemos enfrentado en el pasado y las que enfrentaremos en el futuro, no debemos temer pues Dios camina a nuestro lado, y como declara el apóstol Pablo: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? (Romanos 8:32)
Y el apóstol añade: “De hecho, considero que en nada se comparan ls sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros”. (Romanos 8:18)
F. ¿Acaso no son estas preciosas y grandiosas promesas? ¡Ciertamente que lo son!
G. El costo de la libertad ha sido alto, pero bien valdrá la pena cuando veamos cara a cara a nuestro Jesús. ¿No les parece?
III. Hay que Proclamar Su Palabra y Su Ley de Libertad Ante las Naciones
A. La Gran Comisión seguirá hasta que todo el mundo lo sepa. (Mateo 28:18-20)
La Mensajera del Señor nos declara lo siguiente en relación a esta gran encomienda divina:
“Alguien debe cumplir la comisión de Cristo; alguien debe proseguir la obra que él comenzó en la tierra, y a la iglesia se le ha dado este privilegio. Para este propósito ha sido organizada. ¿Por qué, entonces, no han aceptado los miembros de iglesia la responsabilidad? Hay quienes han visto este gran descuido; han visto las necesidades de muchos que sufren y están en necesidad; han reconocido en ellos a las pobres almas por las cuales Cristo dió su vida y su corazón se ha conmovido con piedad, toda su energía se ha despertado a la acción. Han emprendido la obra de organizar a los que cooperarán con ellos para llevar la verdad del Evangelio ante muchos que están ahora en el vicio y la iniquidad, para que puedan ser redimidos de una vida de disipación y pecado.—Testimonies for the Church 6:295. – {MB 118.1}
B. La Iglesia Adventista y sus instituciones existen con el propósito de que el mensaje del advenimiento de Cristo llegue a todos, ricos y pobres, a los de arriba y los de abajo, los que son educados formalmente y los que tienen poca escolaridad. Nadie debe ser excluido del conocimiento del Mensaje de los Tres Ángeles.
Nuestra responsabilidad abarca a toda la tierra, es un desafío que solo se podrá alcanzar cuando todos nos involucremos de lleno en la tarea. Que nuestra labor sea algo más que un empleo en la obra y se convierta en un apostolado. Dios nos está llamando a cada uno a ser sus apóstoles del siglo XXI. Hay un mensaje que debe ser impartido en el salón de clases, en las oficinas de servicio en los pasillos, en los internados y en todo el campus. Este mensaje es que Cristo es el Rey de este lugar pero aun más importante que Él ha escrito su ley en nuestros corazones y habita en nosotros.
Esto se debe reflejar en nuestro trato unos con otros, nuestro rostro debe reflejar el gozo de la salvación. Si bien debemos mantener rigurosidad académica y de excelencia que produzca profesionales competentes que sirvan a Dios y a la humanidad, debemos también producir cristianos que anhelan entrar a la patria celestial. Esto se logra en un ambiente donde Jesús reina supremo en todo lo que hacemos.
C. El salmista plantea la importancia de guardar la ley de Jehová como un asunto de libertad. Elena G. de White señala lo siguiente:
“Como la ley de amor era el fundamento del gobierno de Dios, la dicha de todos los seres creados dependía de su perfecta armonía con los grandes principios de justicia. Dios quiere que todas sus criaturas le rindan un servicio de amor y un homenaje que provenga de la apreciación inteligente de su carácter. No le agrada la sumisión forzosa, y da a todos libertad para que le sirvan voluntariamente. – {CI 6.2}
D. Anunciar la perpetuidad de la ley de Dios de una manera no legalista es nuestra tarea ante el mundo. El enemigo no desea que demos énfasis a este tema que es de suma importancia para el mundo.
E. El evangelio debe incluir la proclamación de la gracia de Dios y la fe como los medios para alcanzar la salvación. Somos salvos por gracia a través de la fe (Efesios 2:8) Pero la lye es parte del evangelio y no debeos de separarlos porque nunca fue esa la intención de Dios.
F. Debemos al igual que el salmista, andar en libertad porque buscamos los mandamientos y porque los proclamamos ante las naciones. (Salmo 119:44-46). Dios nos envía su gran amor para que lo experimentemos y experimentándolo lo compartamos con los que aun no saben. Porque el mundo tiene que saber.
Llamado
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