Firmes y gozosos a pesar de todo. 4

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Al llegar a la última porción de la carta a los Filipenses, el cap. 4, el apóstol Pablo toca un tema de gran importancia para vivir una vida de gozo a pesar de todo: ese el secreto del contentamiento en la vida.
El gozo y el contentamiento siempre van de la mano. No pueden existir el uno sin el otro. Contentamiento es alegría y satisfacción en la vida; el gozo es la alegría de ánimo.
Si no hay contentamiento, hay tristeza e insatisfacción; y si no hay gozo hay tristeza de ánimo. Si perdemos el contentamiento, perdemos el gozo y vicersa.
Lo primero que vemos en esta porción es una exhortación a la unidad.

Exhortándoles a vivir en unidad.

v.2-5
Philippians 4:2 NBLA
Ruego a Evodia y a Síntique, que vivan en armonía en el Señor.
Es común que las divisiones comiencen debido a pleitos de mujeres que trabajan en la obra. Allí tenemos a dos hermanas en Cristo que habían servido a la causa del evangelio, pero que ahora tenían diferencias personales. Pero lo que no tenían, por seguro era gozo.
¿Cómo lo sé?
Porque, sin excepción, los pleitos y los resentimientos son “roba-gozos”.
El gozo es uno de los frutos del Espíritu, los pleitos son obra de la carne. La carne no puede producir gozo; al contrario, lo roba.
La unidad de la iglesia se mantiene por medio de la unidad de los individuos. Una iglesia envuelta en pleitos no es una iglesia gozosa.
El mensaje para la iglesia (y para esas hermanas) era:
Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!” 4 y “Dense a conocer por su bondad”, no por sus pleitos. 5
Otro “roba-gozo” son las preocupaciones. Pablo les anima...

Insistiendo en la oración como remedio a las preocupaciones.

Philippians 4:6–7 NBLA
Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
El afán o la preocupación es un constante pensar en cosas negativas que podrían suceder. Por eso se llama preocupar (pre: antes o anticipadamente y ocupar). Ocupar la mente con pensamientos negativos de algo que no ha sucedido aún.
Las preocupaciones nos roban el gozo porque producen intranquilidad, temor, angustia, e inquietud.
Las preocupaciones son una muestra de la falta de confianza en Dios.
A Sus discípulos, Jesús le dijo:
Luke 12:22–28 NBLA
A Sus discípulos Jesús les dijo: «Por eso les digo que no se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, qué vestirán. »Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa. »Consideren los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! »¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? »Si ustedes, pues, no pueden hacer algo tan pequeño, ¿por qué se preocupan por lo demás? »Consideren los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de estos. »Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
En lugar de preocuparnos, lo que debemos hacer es orar.
Orar implica poner el problema en las manos de Dios. Y si ya lo pusimos en Sus manos, ¡ya no hay razón de preocuparse!
Al contrario, esa paz inexplicable que solo viene de Dios, guardará o protegerá tu mente y corazón.

Animándoles a alimentar la mente con lo bueno.

Philippians 4:8 NBLA
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten.
La salud mental está relacionada con aquello que dejamos que entre en nuestra mente.
Como dice el famoso dicho del mundo de las computadoras: “¡Basura entra, basura sale!” Algo así es la preocupación.
La recomendación de Pablo es que alimentemos la mente con cosas buenas y edificantes y que imitemos el buen ejemplo de otros:
Philippians 4:9 NBLA
Lo que también han aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practiquen, y el Dios de paz estará con ustedes.
Seguir el ejemplo de hombres de Dios siempre redunda en nuestro beneficio.

Animándoles con su ejemplo a tener contentamiento en la vida.

Philippians 4:11–13 NBLA
No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad. En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
El gozo o la verdadera felicidad no depende de la abundancia ni de la escasez de los bienes materiales. “El dinero no es la vida, es tan solo vanidad”, decía una canción.
Así como hay gente rica y miserable, hay gente pobre pero gozosa. ¡El gozo no depende de cuánto tienes sino a quién tienes!
Pablo expresa el regocijo (xairo) que le dio ver a los Filipenses mostrar cuidado por él. Epafrodito, el filipense, había sido enviado por la iglesia con una ofrenda monetaria para Pablo, pero su gozo no radicaba en lo que había recibido sino en el amor que le estaban mostrando:
Philippians 4:10 NBLA
Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin han reavivado su cuidado para conmigo. En verdad, antes se preocupaban, pero les faltaba la oportunidad.
Philippians 4:18 NBLA
Pero lo he recibido todo y tengo abundancia. Estoy bien abastecido, habiendo recibido de Epafrodito lo que han enviado: fragante aroma, sacrificio aceptable, agradable a Dios.
La iglesia de Filipos, a pesar de ser una iglesia pobre, era una iglesia generosa. Para ellos, dar era un gozo:
Philippians 4:15–16 NBLA
Ustedes mismos también saben, filipenses, que al comienzo de la predicación del evangelio, después que partí de Macedonia, ninguna iglesia compartió conmigo en cuestión de dar y recibir, sino solamente ustedes. Porque aun a Tesalónica enviaron dádivas más de una vez para mis necesidades.
El mismo Pablo los ponía como ejemplo de generosidad. A los corintios, les dijo:
2 Corinthians 8:1–5 NBLA
Ahora, hermanos, les damos a conocer la gracia de Dios que ha sido dada en las iglesias de Macedonia. Pues en medio de una gran prueba de aflicción, abundó su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riqueza de su liberalidad. Porque yo testifico que según sus posibilidades, y aun más allá de sus posibilidades, dieron de su propia voluntad, suplicándonos con muchos ruegos el privilegio de participar en el sostenimiento de los santos. Y esto no como lo habíamos esperado, sino que primeramente se dieron a sí mismos al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios.
¡Eran pobres, pero felices y generosos! ¡Dignos de imitar!
Debemos dar gloria a Dios cualquiera que sea nuestra situación económica.

Asegurándoles que Dios recompesará la generosidad de ellos.

Philippians 4:19–20 NBLA
Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Dios no promete hacer rico a nadie, pero promete cuidar de cada una de nuestras necesidades.
Matthew 6:31–33 NBLA
»Por tanto, no se preocupen, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?”. »Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que el Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. »Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
¡Ojo! No debemos confundir deseos con necesidades.
Las necesidades no siempre son iguales a nuestros deseos.
¿Cómo no hemos de estar gozosos si sabemos que tenemos un Padre que conoce nuestras necesidades y que promete llenarlas?
Sin importar la dificultad que estemos pasando o el problema que estemos enfrentando, debemos dar gloria a Dios:
Philippians 4:20 NBLA
A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Como era su costumbre, Pablo concluye su carta enviando saludos a todos los creyentes de parte de su equipo y de aquellos que seguramente habían sido producto de su predicación: los de la casa de César.
Philippians 4:21–22 NBLA
Saluden a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo los saludan. Todos los santos los saludan, especialmente los de la casa de César.
y con su deseo para ellos:
Philippians 4:23 NBLA
La gracia del Señor Jesucristo sea con el espíritu de ustedes.
Esperamos que el haber estudiado esta epístola, te levante el ánimo y que te haya enseñado o desafiado a vivir con gozo a pesar de todo.
¡Aplica estos principios a tu vida y verás que te ayudarán a mantener tu gozo!
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