La Elección del Discípulo, Parte 2

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Introducción:
Declaración de ser cristiano. Pero la fe verdadera es más que una simple declaración.
El verdadero seguidor de Jesús demuestra caractrísticas reales en su vida que viene desde un cambio interior hecho por Jesucristo.
El verdadero seguidor de Jesús llega a ser influencia en el mundo por esas características, impactando su entorno como sal y luz.
El verdadero seguidor de Jesús encuentra su justicia no en sus propias obras, sino en la justicia de Jesús, y puede practica, en base a eso, una obediencia aún más profunda y sincera que los religiosos.
El vedadero seguidor de Jesús pone su esperanza y devoción en lo que le importa a Dios, no las prioridades materiales que persigue el mundo.
El verdadero seguidor de Jesús trata a otros de forma diferente, viendose a sí mismo y a otros en su condición ante Dios y buscando acercarlos a Él.
Cómo fue resaltado anteriormente, el vs: 12 resume el contenido de la ética del sermon de Jesús, la regla dorada. De allí en adelante marca la aplicación del sermón, el “¿y ahora qué?” de su mensaje.
Muchos dicen que Jesús era sólo un buen maestro y nada más, y si el Sermón del Monte sería sólo hasta el 7:12, tendríamos que estar de acuerdo basado solamente en eso. Pero Cristo sigue, enfáticamente apuntando hacia el camino que lleva a la vida, identificando y exhortando a alejarse del camino a la destrucción que los falsos maestros guían a muchos ciegamente. En varias maneras y en forma directa Él manda a cada uno a seguir Su camino, seguirle a Él.
Cristo continúa aquí en Mat. 7:21 su argumento del pasaje anterior, dónde señaló los dos caminos que llevan a la vida o a la destrucción, y los maestros quienes son falsos o verdaderos, evidenciado por su fruto.
En pocas palabras, Cristo ha positado a la audiencia la necesidad de elegir a quién escucharían, a quién seguirían. Si a los falsos maestros quienes demuestran en sus propias vidas que realmente no son de Dios; o a Él, quién ha demostrado ser de Dios y lo seguirá demostrando por el resto del evangelio de Mateo.
Mat. 7:21-8:1.
Matthew 7:21–8:1 RVR60
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.
En este pasaje, Cristo presenta dos caras de la misma moneda, la moneda de la verdadera fe. Primero, presenta el lado de practicar las acciones u obras de la fe sin fe genuina en el mismo Salvador. Esto es el Ef. 2:8-9 del Sermón del Monte. Luego, presenta el lado opuesto que presenta una fe sin evidencia, sin obras. Este el el Sant. 2:17-18 del Sermón del Monte. En ambos casos, no es una fe genuina ni salvadora.
Ephesians 2:8–9 RVR60
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;no por obras, para que nadie se gloríe.
James 2:17–18 RVR60
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Cada persona puede ser un verdadero seguidor de Jesús al aplicar los dos principios de la verdadera fe cristiana que encontramos en este pasaje.

La verdadera profesión lleva profundidad, vs: 21-23.

Mat. 7:21-23.
Matthew 7:21–23 RVR60
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
La profundidad de la fe va más allá que una declaración.
Por más verídica que sea:
El “Señor” es un título reconociendo la supremacía de Cristo como máxima autoridad en la vida, un reconocimiento de Su divinidad.
Es verdad, pero es sólo un clamor vacío, pues no hay fe en Él como verdadero Señor.
Mat. 15:8.
Matthew 15:8 RVR60
Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
Por la más apasionada que sea:
El “Señor, Señor” de forma repetida indica una intensidad en el clamor.
La pasión por algo no es una señal de sinceridad, tampoco es algo que es duradero, al ser parte de las emociones.
Hay varias cosas por los cuales eramos apasionados una vez en la vida que ya no causa mucho placer y agrado.
La declaración no es la entrada al cielo.
Cristo esencialmente dice “la entrada al cielo no es para cualquiera que me diga Señor”.
En sí, la declaración es una farsa de respeto superficial que cambia a desinterés y desprecio tan pronto que se da la vuelta.
Mat. 21:28-32.
Matthew 21:28–32 RVR60
Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
Rom. 10:9-10.
Romans 10:9–10 RVR60
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
La profundidad de la fe va allá que las obras.
Las obras son públicas. El reclamo vienen de “muchos”, y son obras de naturaleza más pública. Cristo acaba de enseñar el peligro e hipocresía de hacer cosas “para ser vistos”.
Las obras son extraordinarias. El reclamo son por obras poderosas, dignas de asombro, pero no significa que sean de Dios.
Las obras son “cristianas”. Los reclamos hacen hincapie y énfasis es ser hechas en nombre de Jesús, pero no significa que son de Él, pues la declaración es vacía de la verdadera fe en Cristo.
Las obras son insuficentes. Reciben la respuesta de Jesús porque a pesar de sus grandes obras, nunca han reconocido a Jesús como Señor de sus vidas, al opuesto del invidiuo que sólo declara Jesús como Señor pero sin acción demostrándolo en el vs: 21.
La vida cristiana no es para ser espectáculo, Mat. 23:27-28.
Matthew 23:27–28 RVR60
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Aún los magos del faraón de egipto pudieron reproducir las señales de Moisés y Aarón por el poder del maligno, Ex. 7:10-12, 20-22; 2 Tim. 3:5, 8.
Exodus 7:10–12 RVR60
Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra.Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos;pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.
Exodus 7:20–22 RVR60
Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó; y alzando la vara golpeó las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre. Asimismo los peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, tanto que los egipcios no podían beber de él. Y hubo sangre por toda la tierra de Egipto. Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho.
2 Timothy 3:5 RVR60
que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
2 Timothy 3:8 RVR60
Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe.
La salvación y vida eterna “en Cristo” es únicamente posible por medio de fe en Él, no por obras, Ti. 3:4-7; Ef. 2:8-9.
Titus 3:4–7 RVR60
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Ephesians 2:8–9 RVR60
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;no por obras, para que nadie se gloríe.
Ilustración: Diferencia entre chicos sabiendo como nadar y solo diciendo que saben nadar. La declaración falsa no sirve.
Aplicación:
Vivimos en una sociedad que se enaltece y excusa el decir una cosa para no pasar verguenza o quedar bien, y luego hace lo opuesto, o actúa sin interés alguno por lo que acaba de reconocer con la boca. Eso no pasará con Cristo y sus seguidores.

La verdadera profesión lleva seguimiento, vs: 24-8:1.

Mat. 7:24-8:1.
Matthew 7:24–8:1 RVR60
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.
El seguimiento es hacer lo que Cristo manda, vs: 24a, 26b.
El hombre sabio es el que oye (presta atención) a lo que dice Cristo, y le obedece, Sant. 1:22, 25.
James 1:22 RVR60
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
James 1:25 RVR60
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
El hombre necio es aquel que no lo pone en práctica, Sant. 1:23-24. Es insensato.
James 1:23–24 RVR60
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
La verdadera evidencia del amor de Cristo en nuestras vidas es seguirle, obedecerle, Jn. 14:15, 21, 23-24; 15:10.
John 14:15 RVR60
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
John 14:21 RVR60
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
John 14:23–24 RVR60
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
John 15:10 RVR60
Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
El seguimiento sólo es posible con el fundamento correcto, vs: 24b, 26b.
La parábola de los dos edificadores tiene una lección principal: el fundamento importa!
El hombre sabio contruyó sobre un fundamento inmovible, sólido, lo cual hubiera sido lo más difícil, pero fue lo más duradero.
El fundamento de la roca perduró a través de la tormenta, y el hombre sabio pudo tener paz que su casa no caería.
El hombre insensato construyó sobre algo suave y transitoria, no permanente, que se va cambiando con la marea. Tomó el camino fácil, pero no duró nada.
El fundamento de la arena se desplomó y causó gran destrucción y tragedia.
1 Cor. 3:11.
1 Corinthians 3:11 RVR60
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
El seguimiento se demuestra más en el medio de la tormenta, vs: 25, 27.
Ambos constructores pasaron por la misma circunstancia, pero la diferencia demostrada por la tormenta se encontraba en el fundamento.
Es así con las tormentas de la vida, revelan nuestro fundamento. Varios atraviesan las mismas cosas, pero el resultado depende del fundamento.
El fundamento que nos da paz através de la tormenta es hacer lo que dice Cristo, y Él dice “Sígueme”, Luc. 9:23.
Luke 9:23 RVR60
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
El seguimiento sigue la autoridad de la vida, vs: 28-8:1.
Cristo no basaba Su enseñanza sobre lo que decía algún otro maestro porque Él es el Maestro Supremo, Dios mismo hecho carne.
Es exactamente lo que la gente observó que les causó seguirle.
Seguir a Cristo será difícil, pero mucho de la vida es difícil. De hecho, debes elegir tu difícil:
Ilustración:
“El matrimonio es difícil, el divorcio es difícil, escoge tu difícil.
“La obesidad es difícil, el estar en forma es difícil, escoge tu difícil.
“Estar endeudados es difícil, ser disciplinado con el dinero es difícil, escoge tu difícil.
“Comunicación es difícil, la falta de comunicación es difícil, escoge tu difícil.
“La vida nunca será fácil, siempre será difícil, pero podemos elegir nuestro difícil. Escoga sabiamente”.
— Desconocido
Aplicación: “la vida sin Cristo es difícil, la vida con Cristo es difícil, escoge tu difícil”.
La vida tiene tormentas, dificultades, y la forma que vivimos en esas circunstancias realmente revela nuestro fundamento, descubre nuestra verdadera fe.
Las tormentas sin Cristo son desastrosas.
Con Él como nuestro fundamento, aunque las tormentas causan devastación, no nos mueven de nuestra fe sólida puesta en Él, y encontramos Su paz.
Podemos obedecerle al seguirle somo Señor y Salvador de nuestras vidas.
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